Roberto Moldavsky y el humor después del humor: “Hay mucha exigencia y yo creo que a los chistes hay que darles libertad”

Un día como hoy, una década atrás y a esta misma hora, Moldavsky estaba acomodando camperas para aumentar las ventas en su local de Once. Pero la vida, en un giro inesperado y a la vez extrañamente predecible para cualquiera que lo conocía, lo coronó como uno de los capocómicos del momento. Con el mismo sentido del humor con el que atendía a sus clientes ahora agota las entradas de sus shows en los teatros porteños.La historia es digna de una película: un negociante que, a sus 50 años, redescubre su vocación, debuta en la radio con Fernando Bravo y empieza a causar furor con sus monólogos. Del escenario sin escalas a la pantalla chica, divirtió a los espectadores en Morfi, todos a la mesa, Por el mundo, Bendita, y también se codeó con Susana Giménez en algunos sketches. Pronto lo veremos participar de ¿Quién es la máscara? el nuevo programa de televisión conducido por Natalia Oreiro. En el marco de un evento exclusivo para suscriptores LN +CERCA, Moldavsky protagonizó un diálogo hilarante con Joaquín Garau donde, con su particular sentido del humor, reflexionó sobre la comedia en tiempos de crisis, la importancia de ser fiel a la vocación y la idiosincracia argentina.Roberto Gabriel Moldavsky en la redacción de LA NACION (Hernán Zenteno/)Respecto a su participación en el nuevo big show de la televisión, adelantó que, si bien considera que su lugar en el mundo es arriba de las tablas, ¿Quién es la máscara? le permitirá desplegar todo su ángel en la pantalla chica: “Yo soy un bicho de teatro, pero acá voy a poder ser yo mismo y eso a la gente siempre le divierte. Así como me divierto en el escenario, me voy a divertir en la tele. Estoy muy entusiasmado”, añadió.-Estuviste en la radio, en el teatro, en el cine, ahora en la televisión…¿Qué te falta?-Me gustaría hacer un programa de sketches de humor en el televisión. Como los que hacían [Alberto] Olmedo, [Ricardo] Espalter y [Enrique] Almada. Hay muchos humoristas con los que me gustaría trabajar y me imagino con ilusión cómo sería todo el programa, haciendo sketches con Jorgelina Aruzzi, Dalia Gutmann, Florencia Peña, Verónica Lozano, Migue Granados y Sebastián Wainraich. Me gustaría protagonizar una especie de remake de Toto Paniagua y El Mano Santa, que además de tener humor trabajaban con algo de crítica y denuncia social.Roberto Gabriel Moldavsky en la redacción de LA NACION: “El argentino tiene una preparación humorística excelente” (Hernán Zenteno/)El comediante es un amante del humor argentino y no dudó en expresar su admiración por los capocómicos locales: “Hay una tendencia a pensar que el stand up empezó hace unos años con la movida norteamericana, pero acá siempre existió ese tipo de humor. Yo al stand up lo descubrí por Gasalla y por Perciavalle. Los monólogos de Tato [Bores] y de Olmedo me volvían loco. Enrique Pinti una vez me dijo que nunca abandone el humor político y yo eso lo tomé como una bandera que no voy a dejar”. Además se refirió a la inteligencia del público nacional: “Es un público único en el mundo al que le podés dejar picando el remate porque termina el chiste en la cabeza. El argentino tiene una preparación humorística excelente”.Moldavsky, que antes de convertirse en comediante estudió sociología, analizó los debates que actualmente existen respecto a las formas “correctas” e “incorrectas” de hacer humor y expuso su postura: “Con el humor hay mucha exigencia y yo creo que hay que darle libertad. En la televisión podés ver un asesinato, escenas de alto nivel de violencia y sin embargo eso sí está socialmente permitido”. Destacó que la importancia del humor es leer y mantener un mismo código con los otros, y recordó a su amigo Gerardo Rozín, que falleció a causa de un tumor cerebral en marzo de este año. “Rozín todo el tiempo hacía humor negro con lo que le estaba pasando. Me decía ‘Ando bien, sacando eso de que me voy a morir en tres meses, bien’ y eso nos ahorraba a muchos esto de no saber dialogar bien ante esa situación. Con el humor me ahorraba un encuentro, un almuerzo imposible. El humor descontractura, es un atajo y es gratis”.Roberto Gabriel Moldavsky en La Nación. (Hernán Zenteno/)El humorista tiene dos hijos, Galia, socióloga y periodista y Eial, quien además de difundir en las redes sociales contenido filosófico participa en los shows de su padre y, durante el evento, le dedicó un emocionante mensaje de aliento por video: “El amor es desear que otra persona encuentre algo que le hace bien y disponer de un montón de cosas para que eso bueno le suceda. Ver que tu viejo encuentra en la vida algo que le hace feliz es una experiencia que todos los hijos deberían tener y no debería ser reservada únicamente para los padres, porque es una forma de amor muy linda para vivir como familia. Estoy muy orgulloso de que hayas encontrado en la vida algo que te hace feliz”. El humorista no dudó en expresar la admiración que siente por sus hijos: “Son sin duda lo mejor que hice. La alegría del hijo por el padre es algo hermoso. Hablamos de todo con mis hijos, y aprendo cosas de ellos constantemente. Es una generación que ve las cosas muy distintas a la mía, me ayudan todos los días a entender este mundo”, cerró el artista.Roberto Moldavsky en LA NACION + Cerca, un evento exclusivo para suscriptores (Hernán Zenteno/)LA NACION +CERCADurante todo el año se desarrollará una agenda con invitados sorpresa que responderán a las preguntas anticipadas y en vivo de los lectores. La oferta exclusiva para suscriptores se completa, además, con 12 newsletters de frecuencia diaria y semanal con el anticipo de los principales columnistas de LA NACION.El próximo evento del mes de agosto estará a cargo de Félix Ramallo y Martina Rúa, y estará centrado en bienestar digital.

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