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¿Nace el dólar “talento argentino”? Un sector pide que les dejen pagarles a los empleados en otra moneda

Empresas argentinas que exportan servicios basados en el conocimiento le pusieron un número a la fuga de talento que viven por la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los paralelos. Según cálculos de Argencon, en 2021, mientras que las exportaciones formales ascendieron a US$6400 millones, las informales -realizadas por freelancers- habrían sido de US$1800 millones. El número podría crecer este año hasta los US$2300 millones si la rotación de personal se mantiene. Es más de lo que vale la petrolera YPF, para poner un ejemplo.En este sentido, desde la entidad dijeron que le propusieron al Gobierno que permita a las compañías acceder a parte de lo que exportan al dólar libre exclusivamente para retener a sus trabajadores en un circuito dolarizado: esos billetes ingresarían a la cuenta del empleado que, de esta forma, tampoco dejaría de aportar al sistema.¿ESTAFA PIRAMIDAL? MANIFESTACIONES FRENTE A LA CLÍNICA DONDE ESTÁ INTERNADO EL DUEÑO DE UNA EMPRESA QUE PROMETÍA GANANCIAS EXTRAORDINARIAS“Hemos hablado con el Ministerio de Desarrollo Productivo, el de Economía y la Jefatura de Gabinete porque la producción y el volumen de exportaciones formales no crece, situación que podría empeorar por esta fuga de valor que afecta a las empresas y a las cuentas públicas. Esta conversación es larga. Lo planteamos en febrero de 2021 en una mesa sectorial y hubo dos vertientes: o se persigue al evasor o, desde la macro, se planteó que las empresas puedan disponer de dólares libres de manera de pagar salarios en dólares. Esta es para nosotros la forma más orgánica y positiva de proceder”, afirmó Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, durante la presentación del informe Argenconomics, y dijo que esta iniciativa llegó hasta el Banco Central (BCRA) que aún no se ha expedido.En tanto, el presidente de la entidad, Sebastián Mocorrea, sostuvo que “la solución a la fuga de talentos es la respuesta macro: que la Argentina elimine la brecha cambiaria”, que tiene un costo para la economía y que para el sector de la economía del conocimiento es un obstáculo al desarrollo. “La solución paliativa es que, dentro del actual orden de cosas, se destine una parte de los dólares de las exportaciones a salarios. Al sector automotor se le habilitan dólares para pagar dividendos a casas matrices. Si en otros sectores se puede hacer, en este también”, continuó.En cuanto a las perspectivas, Galeazzi dijo que, si se mantiene la actual rotación de personal en el orden del 30% con dos tercios de los trabajadores que dejan sus puestos para pasarse al mercado informal, consideran que las exportaciones informales ascenderían este año a entre US$2300 y US$2400 millones.“Obviamente, esto habrá que verificarlo, pero el valor de fuga es incremental. En 2020, estábamos en el orden de los US$500 millones, en 2021 en US$1800 millones y para este año podría aumentar si no hay una política pública que pueda detener esto”, alertó y consignó que las exportaciones del sector tienen un potencial casi único porque no requieren importaciones.“En un momento en que la Argentina necesita divisas, esta es una llave de crecimiento muy fuerte. El Ministerio de Desarrollo Productivo lo entiende, Economía lo entiende, pero la decisión es del Banco Central que por otros requisitos o tensiones no ha hecho que esto avance”, agregó.Por último, consultado acerca de una iniciativa que habría estado en estudio en el BCRA para que los freelancers accedan al tipo de cambio MEP, Galeazzi dijo que de prosperar sería un tiro en el pie para las empresas y el país.“Encima de que tenés la fuga de talento, esas personas podrían ingresar dólares de afuera de forma fácil, lo que aumentaría la razón para dejar sus trabajos. Si hubiera posibilidad de ingresar dólares debería ser equivalente para ambos mercados. No acompañaríamos una solución de este tipo”, cerró.Consultadas por la propuesta de Argencon, fuentes del BCRA dijeron que “es un tema en el que se está trabajando junto al Ministerio de Desarrollo Productivo”.Según el estudio Argenconomics, las exportaciones globales de la Economía del Conocimiento aumentaron un 15% en el segundo trimestre de 2021, mientras que las ventas argentinas al exterior crecieron por primera vez en cuatro años con una variación interanual del 14%.María Julieta RumiTemasComunidad de NegociosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de EconomíaInflación. Para no ser pobre, una familia tuvo que tener ingresos por $89.690 en marzoJubilados, monotribustistas e informales. El paso a paso del trámite que se habilita hoy para cobrar los bonos anunciados frente a la alta inflaciónTienda BNA. Plan Mi Moto: cómo inscribirse y cuáles son los requisitos para acceder al préstamo en cuotas

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Deudas en dólares: Murphy, Espert, Laspina y Tetaz se unen para dar de baja una ley de Cristina Kirchner

La inflación de dos dígitos y la devaluación del peso ha llevado a la Argentina a adoptar una economía bimonetaria. Los argentinos siguen de cerca la variación del dólar, ahorran en moneda dura y hasta algunas operaciones de compra-venta se pagan con billetes estadounidenses. Por esa razón, diputados de Juntos por el Cambio y Libertad Avanza se unieron para presentar un proyecto para que las deudas en dólares no se pesifiquen, tal como se contempla en la legislación actual.La iniciativa fue presentada por Luciano Laspina, Ricardo López Murphy, José Luis Espert, Martín Tetaz y Waldo Wolff, quienes buscan modificar los artículos 765 y 766 del Código Civil. Según los legisladores, esto permitiría “recuperar la seguridad jurídica” de los contratos en moneda extranjera.PESE AL MAYOR GASTO EN SUBSIDIOS, EL GOBIERNO CUMPLIÓ LA META CON EL FMI“La reforma del Código Civil y Comercial de 2015 estableció la posibilidad de cancelación en pesos de obligaciones en moneda extranjera. Algo que, junto al antecedente de la pesificación compulsiva de 2002, terminó por pulverizar la seguridad jurídica de los contratos en dólares”, argumentó Laspina.De acuerdo con el artículo 765 del Código Civil, si una obligación de deuda se estipuló en una moneda que no es de curso legal en la Argentina, como por ejemplo el dólar, el deudor puede liberarse de la misma “dando el equivalente en moneda en curso legal”. En otras palabras, se pesifica el contrato que se pactó en dólares.Con @rlopezmurphy @martintetaz @jlespert y @WolffWaldo presentamos un proyecto que modifica los artículos 765 y 766 del Código Civil para recuperar la seguridad jurídica de los contratos en moneda extranjera. Abro hilo:— Luciano Laspina (@LaspinaL) April 21, 2022

En cambio, el artículo 766 establece que el deudor debe entregar la cantidad correspondiente de la especie designada, es decir, dólares. Entre controversias y confusiones, esto generó que en los últimos años la Justicia falle de todas las formas posibles: que la deuda se pesifique al tipo de cambio oficial más impuesto PAIS, en base a la cotización del dólar MEP y hasta obligó al deudor a pagar con billetes verdes.“En términos económicos, el proyecto busca reconocer y perfeccionar la naturaleza bimonetaria de la economía y darle más libertad y seguridad a los contratos para pactar en la moneda que se quiera, sin entrar en el debate sobre la dolarización total o parcial de la economía”, explicó Laspina.IMPUTARON A VAYO BUSINESS POR PRESUNTAS INFRACCIONES A LEY DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR Y PIDIERON QUE MÁS FAMOSOS COLABOREN CON LA INVESTIGACIÓNEn definitiva, el proyecto presentado ante el Congreso Nacional busca regresar al ante-proyecto del Código Civil y Comercial, el cual había sido “elaborado por prestigiosos juristas”. Sin embargo, en 2015 fue modificado “por las mayorías kirchneristas” en el parlamento.“Hasta tanto recuperemos una moneda sana, los contratos de largo plazo en moneda extranjera permiten mejorar el funcionamiento económico, suplantando la ausencia de las funciones de ‘reserva de valor’ y ‘unidad de cuenta de largo plazo’ de la moneda local”, completó el diputado de Juntos por el Cambio.LA NACIONTemasComunidad de NegociosDólar blueDólar CCLMartín TetazRicardo López MurphyJosé Luis EspertConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Dólar HoyDólar. Cuánto tiempo le queda al “veranito cambiario” y por qué vuelve a subir el blueDólar o euro. Cuál es la mejor moneda para ahorrar en este contextoDólar hoy. Tras una semana de calma, el blue avanzó tres pesos

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Tarifas: jugada clave con el aval de Alberto Fernández para aislar a un kirchnerista díscolo

El ministro de Economía, Martín Guzmán, avanzó en un juego de ajedrez político para aislar a un kirchnerista díscolo y alinear a otros funcionarios del Gobierno cercanos a Cristina Kirchner con vistas a avanzar en su plan para aumentar las tarifas, darle cierta previsibilidad a su gestión y esquivar los impedimentos que llegan del ala opositora dentro del oficialismo.Todo ocurrió con el visto bueno de Alberto Fernández, cada vez menos paciente con los funcionarios de la vicepresidenta que traban sus decisiones de Gobierno.Este mediodía la Secretaría de Energía convocó a audiencias públicas para aumentar las tarifas de luz. Es un paso clave para la Casa Rosada, dado que de eso depende que se modere en parte el gasto en subsidios -uno de los factores que desequilibran la economía- y cumpla sus compromisos con el FMI.Federico Basualdo y Martín GuzmánArchivoLa convocatoria de Energía es el punto final de una pulseada que puede conducir a una nueva etapa en la relación entre los socios del Frente de Todos. Eso se debe a que dejó en el camino la opinión de Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, miembro de La Cámpora y alfil de Cristina Kirchner.Basualdo remitió esta semana un informe a pedido del secretario de Energía, Darío Martínez. El documento irritó a Guzmán y fastidió a Alberto Fernández.Por orden del Presidente, Basualdo debía elaborar un informe técnico que apoyara su decisión: avanzar en una recomposición de tarifas de la electricidad. Sin embargo, el hombre del kirchnerismo elaboró un trabajo que, según la interpretación de la Casa Rosada, excede el pedido que se le había hecho y va a contramano de la orden de Alberto Fernández.Entre otras cosas, el trabajo de Basualdo, según sus críticos, presenta una determinada cantidad de números, habla de ingresos -algo que no le correspondería-, llega a conclusiones macroeconómicas ajenas a su cartera y sostiene que los aumentos de tarifas, si se aplica el plan trazado por Guzmán, alcanzarán el 65%.Economía esperaba recibir informes con conclusiones técnicas -no políticas- que respaldaran la decisión de Alberto Fernández de actualizar las tarifas de acuerdo con el esquema definido en el programa votado en el Congreso. No ocurrió.La Casa Rosada leyó ese trabajo como una negativa al aumento de tarifas, una mirada que no corrobora Basualdo, según averiguó LA NACION de fuentes incuestionables.Cuando vio el trabajo, Guzmán asumió que estaba en un entuerto. Eso se debe a que el Gobierno debería presentar en las audiencias públicas un documento contrario a su propio objetivo. Allí se puso en marcha el plan B.Alberto Fernández se ata a Martín Guzmán y defiende su plan económico. El ministro avanzará en estrategias que le despejen el camino cuando aparezcan funcionarios no alineados.CapturaGuzmán acordó con Martínez, cercano a Cristina Kirchner, pero alineado con su jefe en este punto, convocar a las audiencias públicas para aumentar la luz el 10, 11 y 12 de mayo próximo. Energía lo informó hoy a primera hora en un comunicado cargado de respuestas al informe de Basualdo, que representa fielmente el pensamiento del Instituto Patria, de La Cámpora y del ala enrolada con Cristina Kirchner.Por caso, señala que para la mayoría de los usuarios residenciales de Edenor y Edesur excluidos quienes son beneficiarios de tarifa social, las facturas de luz tendrían una corrección en promedio del 17%. Es una cifra lejana al 65% que le adjudican al informe de Basualdo.En las mismas audiencias se tratará el aumento del gas. Ese punto no parece por ahora implicar un conflicto, ya que los equipos técnicos de Guzmán aseguran que trabajan bien con Federico Bernal, un hombre también de Cristina Kirchner, pero encargado del Enargas, el ente que regula ese servicio.El alineamiento de Martínez es un dato político de consecuencias económicas. Es el mismo funcionario que le envió semanas atrás una nota a Guzmán diciéndole que iba a faltar gas en el invierno por las restricciones presupuestarias que imponía Economía. Al menos en este punto, las viejas diferencias parecen haber quedado atrás.Alberto Fernández y Martín Guzmán se reunieron el último domingo en la Quinta de Olivos. Allí acordaron seguir una nueva postura frente a los embates liderados por la vicepresidenta y su hijo Máximo, que se extendían a toda la línea que responde a Cristina Kirchner. La primera estación de esa nueva temporada en el poder ocurrió el martes pasado, cuando el ministro de Economía sostuvo en una entrevista con Gustavo Silvestre, por C5N, que gestionarían con quienes estuviesen alineados con el proyecto.Fernández habló esta semana con varias personas que lo saludaron por el nacimiento de Francisco Fernández Yáñez, el hijo que tuvo con su pareja, Fabiola Yáñez. La alegría por el recién nacido se mezcló con conversaciones sobre política en las que el Presidente mostró una actitud distinta.En varios casos, según corroboró LA NACION de fuentes diversas, Fernández anticipó que estaba decidido a avanzar en el plan económico de Guzmán y plasmado en el acuerdo con el FMI, a tal punto que se mostró dispuesto a pagar los costos políticos atados a ordenar parcialmente las cuentas públicas en el marco de la pelea contra la inflación.El objetivo del tándem Fernández-Guzmán es sacar del Gobierno a los funcionarios que no estén alineados para que no traben la gestión. O, cuanto menos, encontrar rodeos para anularlos. Guzmán intentó echar a Basualdo a principios del año pasado. Si bien la decisión se comunicó extraoficialmente, el funcionario kirchnerista permaneció en su cargo por pedido de Cristina Kirchner. Hasta este mediodía, nadie le había vuelto a pedir la renuncia o informado su despido.La nueva estrategia también cambió el estado de ánimo del ministro de Economía. Guzmán, quien suele profesar una tranquilidad tibetana en medio de las peores tormentas, no ocultó su fastidio por los palos en la rueda del plan que, todavía, cree que puede tener éxito.Pablo Fernández BlancoTemasComunidad de NegociosMartín GuzmánAlberto FernándezFMIEnergíaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de EconomíaPuja con el cristinismo. El Gobierno convocó a audiencias públicas para la suba de tarifasTensión. Sin gasoil y cortes de rutas: una entidad alerta que peligran 4000 empleosClaves para fortalecer el trabajo en equipo entre los despachantes y las organizaciones

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Transformación en Zara: Inditex culmina el recambio generacional con la llegada de Marta Ortega a la presidencia

MADRID.- Marta Ortega Pérez, hija menor de Amancio Ortega, es a partir del viernes la presidenta del grupo Inditex, como anunció la empresa hace cuatro meses. Con este cambio, la compañía culmina el relevo generacional en la cúpula del imperio textil que su padre presidió hasta 2011 –cuando cedió el puesto a Pablo Isla– y en la que todavía controla un 59% del capital. Una década después, un Ortega vuelve a ocupar el sillón del presidente en el consejo de administración y lo hace en un momento complicado, con los efectos de la pandemia aún presentes en países como China y el cierre de las tiendas en Rusia y Ucrania por la guerra.Ortega mandó el viernes una carta a sus empleados en la que les pide su apoyo en la nueva etapa que comienza: “Les pido su apoyo y paciencia mientras sigo aprendiendo de todos cada día y que, con el mismo entusiasmo y exigencia de siempre, mantengamos vivos los valores de tolerancia, respeto y humildad que nos han caracterizado hasta ahora”. Y añade: “Nací y crecí en Inditex, y no hubo un solo momento de mi aún corta carrera en el que no me haya sentido abrumada por la involucración, profesionalidad, espíritu de superación y humanidad de cada uno de ustedes”.El cargo de Ortega no es ejecutivo. Las tareas propiamente de gestión, desde las áreas operativas a las financieras, pasando por las comerciales, recaen en el nuevo consejero delegado, Óscar García Maceiras, un coruñés de 46 años que era secretario del consejo desde hacía ocho meses. Pero la nueva presidenta tendrá responsabilidad directa sobre áreas concretas que la compañía considera “críticas”, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hace dos semanas. Se trata de algunas funciones corporativas, como las áreas de auditoría interna, secretaría general y del consejo y comunicación. Por ello, tendrá un sueldo anual de un millón de euros como presidenta y consejera, sin remuneración variable.La llegada de Ortega, de 38 años, incrementa la escasa presencia de mujeres presidentas en el selectivo club del Ibex, aunque su nombramiento se hace efectivo justo cuando la Iberdrola acaba de arrebatar a Inditex (propietario de marcas como Zara, Massimo Dutti, Bershka y Oysho) el primer puesto por capitalización en el índiceGetty ImagesLa llegada de Ortega, de 38 años, incrementa la escasa presencia de mujeres presidentas en el selectivo club del Ibex, aunque su nombramiento se hace efectivo justo cuando la Iberdrola acaba de arrebatar a Inditex (propietario de marcas como Zara, Massimo Dutti, Bershka y Oysho) el primer puesto por capitalización en el índice de los mayores valores españoles, aunque por muy poca diferencia. La capitalización de la eléctrica alcanzó este jueves los 64.362 millones de euros, frente a los 63.704 millones de Inditex, tras caer sus títulos un 5% en la jornada.Las dudas sobre el impacto del cierre en Rusia están penalizando la cotización, que ya empezó el año con tendencia a la baja. Desde el estallido de la guerra el 24 de febrero, perdió casi un 20%. El cese de la actividad por el conflicto armado es uno de los retos que tiene por delante el nuevo equipo. Rusia y Ucrania representan un 8,5% del resultado neto del grupo, respectivamente.Otro reto es avanzar en la transformación hacia un modelo con un mayor peso de las ventas online, que ya representan un 25% de la facturación, pero por debajo de otros competidores, como H&M (32%) o Mango (42%). Tras el golpe que supuso la pandemia, la compañía triplicó su beneficio y se acercó a los niveles de ventas y ganancias previos a la pandemia en 2021. El último trimestre del año pasado se vio afectado por la variante ómicron y es probable que los confinamientos y cierres que hay en China sigan afectando a los resultados. Pero la empresa asegura que el ritmo de ventas recuperó ritmo al inicio de 2022.Marta Ortega nació en Vigo el 10 de enero de 1984. Antes de graduarse en estudios empresariales en la European Business School de Londres en 2007, estudió en los jesuitas de A Coruña y cursó el bachillerato en Suiza. Lleva trabajando 15 años en la empresa familiar. Su estreno fue en una tienda de Zara en King’s Road, en el barrio londinense de Chelsea. Hasta ahora nunca tuvo un cargo específico en el grupo, pero el presidente saliente, Pablo Isla, dijo a mediados de marzo que conoce a fondo la empresa. Su labor se ha centrado durante los últimos años en la supervisión del departamento de diseño de moda de mujer, donde trabaja con la responsable de la colección, Beatriz Padín, y en el desarrollo de la imagen de marca.Isla llegó a Inditex en 2005, como consejero delegado y vicepresidente. En 2011 fue nombrado presidente del grupo. © El PaísCristina GalindoEL PAISTemasComunidad de NegociosQué pasa en los negociosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Economía”Dólar criminal”. La solución menos esperada que encontró Venezuela para combatir la hiperinflaciónServicios. Pagos de Anses: qué prestaciones se abonan este martes 5 de abrilProtesta. En una nueva asamblea, productores autoconvocados propusieron marchar a Buenos Aires

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El grupo Werthein se quedó con la totalidad del operador de TV satelital Sky en Brasil

La semana pasada y sin mucho revuelo, el grupo Werthein se quedó con la totalidad del operador de televisión satelital Sky después de adquirir a través de GLA Brasil-la empresa que lo representa en ese país- el 7% de participación que tenía en la empresa el grupo de medios de comunicación Globo.Según informó el sitio Tele Síntese, GLA Brasil fue asistida por el estudio de abogados Demarest. LA NACION contactó al Grupo Werthein que confirmó la noticia.MERCEDES D’ALESSANDRO ANUNCIÓ SU SALIDA DEL MINISTERIO DE ECONOMÍALa participación de Globo en Sky no es la primera adquisición por parte de los argentinos de parte de la empresa.El Grupo Werthein compró Vrio el año pasado, una unidad de AT&T que reunió los activos de televisión paga del conglomerado norteamericano por un monto no revelado. El valor de mercado se estimó entre US$2 y US$4600 millones.Vrio reunió a Directv, la aplicación Directv Go en América Latina y Brasil, y el 93% de Sky en Brasil. Con la adquisición, el Grupo Werthein pasó a ser responsable de estos servicios en 12 países de la región.“Nuestra visión de futuro es maximizar estas marcas líderes de entretenimiento en América Latina, manteniendo su liderazgo y aumentando su propuesta de valor, invirtiendo en tecnología y contenido, alineado con los hábitos de visualización de cada uno de los suscriptores, incluida la próxima generación de consumidores”, dijo en su momento Dario Werthein, accionista de Grupo Werthein.La infraestructura de Vrio incluye satélites de última generación y centros de transmisión de video en formato 4K. Su satélite Sky-B1 incluso se cotiza para recibir la señal de las estaciones de TVRO (TV abierta captada por antenas parabólicas) que migrarán a la banda Ku debido a las obligaciones de la subasta 5G realizada por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil (Anatel) en 2021.LA NACIONTemasComunidad de NegociosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de EconomíaPor única vez. Bono para jubilados: el Gobierno confirmó una ayuda para los haberes más bajosDepósitos: una red interconectada potencia al sectorAlquileres. Por qué las garantías de fianza sirven para encontrar al mejor inquilino

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Tasas vs precios: la aceleración de la inflación premia más a los ahorristas que al rendimiento de los plazos fijos

El Banco Central respondió con una suba de tasas al mal dato de inflación de febrero. Foto: REUTERSEl dato de inflación de febrero sorprendió hasta a las proyecciones más pesimistas de analistas y fondos de inversión. Tan esa así que las proyecciones de inflación para los próximos meses se movieron hacia arriba en forma generalizada dado el nuevo piso que fijó el 4,7% que marcó el Índice General de Precios (IPC) del Indec en el segundo mes del año.El Banco Central respondió con una suba de tasas para que los ahorristas compensen mejor la erosión que causa en sus tenencias el avance de los precios, pero como el salto en la inflación futura es aún mayor las inversiones indexadas premiarán mucho más que una simple suba de dos puntos porcentuales a los rendimientos de los depositos.Todavía no se publicaron las nuevas encuestas de expecttivas de mercado posteriores a la publicación del IPC de febrero. Cuando se publiquen el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central y el Consensus Forecast de Focus Economics, dos de las más usadas, seguramente muestren que toda la curva de expectativas futuras de precios se haya movido hacia arriba.Pero antes de que los analistas den a conocer sus cálculos, el mercado de bonos ajustó en forma inmediata sus expectativas de inflación futura. Por ejemplo, la mediana de estimaciones del medio centenar de especialistas que respondió al REM de febrero indicó una expectativa del 3,9% para el dato de ese mes. Al final fue del 4,7%.La mediana de estimaciones del medio centenar de especialistas que respondió al REM de febrero indicó una expectativa del 3,9% para el dato de ese mes. Al final fue del 4,7%Para marzo, esas previsiones también quedaron anticuadas, ya que se esperaba 4,1% y, ahora, los bonos en pesos y ajustados por CER se mueven en precios consecuentes con una inflación mensual del orden del 4,8% al 4,9% mensual. Lo mismo para abril: se esperaba 4% y ahora se espera otro número apenas por debajo del 5%, siempre según las expectativas implícitas en bonos en moneda local.La entidad conducida por Miguel Pesce respondió a esto subiendo la tasa de los plazos fijos a 30 días para minoristas del 41,50% nominal anual al 43,50 por ciento. O sea, que en términos mensuales la movió de un rendimiento del 3,45% cada 30 días al 3,62%. Todo comparado con inflaciones mensuales que rozan el 5%. No hay cnahces de conservar el poder de compra de los ahorros a ese ritmo (aunque, vale destacar, mientras continúa la calma en los tipos de cambio paralelos, si hay chances de ganarle al dólar).Pero el mal dato de inflación hizo algo mucho más contundente con los depósitos que se pueden suscribir en bancos. Dado que todos ellos ofrecen la posibilidad de colocar plazos fijos UVA a tres meses de plazo y que ese índice sigue al dato de inflación, mayores registros presentes y futuros del índice de precios prometen un aumento mucho mayor del resultado de colocar dinero en esos instrumentos indexados.Para ponerlo en números, quien coloca un plazo fijo a 30 días con la tasa actual del 43,5% por $100.000 de capital inicial, vencido el plazo recibe $3.625 de intereses por sobre lo colocado. Antes de la suba de tasa, ese premio era de $3.458. La diferencia es de unos 166 pesos.Pero mayores registros de inflación se traducen en mayores pagos nominales en el caso de los plazos fijos UVA. Claro que esos resultados se obtienen recién a los 90 días, pero al menos la diferencia en este caso es mucho más sustancial.Por ejemplo, con las previsiones de inflación previas al dato de febrero, quien colocaba $100.000 a plazo fijo UVA y a una tasa del 1% anual podía aspirar -si las expectativas de precio se cumplían con exactitud- a percibir $13.381 en intereses al final de los 90 días.Ahora, con estimaciones de inflación que se mueven al orden del 4,8% mensual para los próximos meses y el 57% anual para los proximos doce meses, los intereses que se percibirían saltarían a $14.953, es decir, $1.572 más.El presidente del Banco Central, Miguel PesceLos cálculos de Agustín Vega Olmos, Head Strategy Analyst de ConoSur Investments, se basan en las expectativas de inflación implícitas en el mercado de deuda en pesos.Claro que hay una injusticia en la comparación. Para sopesar para a par un plazo fijo tradicional con otro UVA hay que tomar un período de 3 meses en los dos casos. Entonces, si el ahorrista que colocó $100.000 a 30 días renueva dos veces su plazo fijo, tanto capital como intereses, por efecto de la tasa compuesta percibiría al final del período de 90 días $11.274 en intereses.O sea, $3.679 menos que con un plazo fijo UVA. Aún a 90 días.Tasa versus dólarLo que Pesce no promete, una tasa que rinda más que la inflación, sin embargo está siendo dejado de lado por buena parte del mercado. El esquema del BCRA, según lo leen operadores, sigue otras variables. La entidad no quiere subir a las tasas por encima de la inflación para que los intereses que paga por Leliq y pases pasivos no crezcan en términos reales. Es decir, que vayan licuándose al crecer a un ritmo menor que la inflación. Así, busca que el Central coloque cada vez más deuda, pero que deba cada vez menos.“Ha disminuido el apetito por tomar coberturas dollar linked y se ha incrementado la cobertura contra la inflación” (Quinquela)En cambio, la lógica del BCRA parece ser la de mover la tasa de interés a un ritmo apenas superior al que le imprime a la suba del dólar oficial en sus intervenciones diarias en el mercado cambiario. Así, entiende, los exportadores no tendrán motivos para guardar la cosecha: si el esquema se mantiene, conviene cambiar los dólares por pesos y hacer tasa.Hasta ahora, y con USD 9.800 millones del FMI a punto de sumarse a reservas más la cosecha cerca de empezar a embarcarse, el mercado parece creerle. No hay expectativas de que calme los precios. Pero tampoco de que el dólar se escape.“Este reordenamiento de los incentivos está generando cambios de comportamiento en los inversores. Ha disminuido el apetito por tomar coberturas dollar linked y se ha incrementado la cobertura contra la inflación. Esto obedece a la menor probabilidad de salto discreto del tipo de cambio y a ritmos nominales que hoy muestran a los precios un escalón por arriba”, analizó un informe de Quinquela.SEGUIR LEYENDO:El directorio del FMI aprobó el acuerdo con la Argentina y el Gobierno consiguió refinanciar los USD 45.000 millonesObjetivos, metas y desembolsos y compromisos: 8 claves del acuerdo que el FMI aprobó para la ArgentinaInflación sin freno: los precios de los alimentos volvieron a subir con fuerza en la cuarta semana de marzo

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Las empresas alemanas en la Argentina afirmaron que la situación política y económica impacta en forma negativa en sus inversiones

La presentación de la encuesta sobre las perspectivas económicas de las empresas alemanas en el país (Gentileza AHK)El 92% de las empresas alemanas considera que la situación económica argentina influye en forma negativa sobre la financiación y la inversión en sus negocios; en particular, el 66% cree que el impacto es “negativo” y el 26% que es “muy negativo”.Además, el 85% tiene la misma percepción sobre la situación política local; el detalle indica que el 53% afirma que el impacto de la coyuntura política es “negativo” y el 32% que es “muy negativo”.Respecto de la situación actual de los mercados externos, el 43% consideró que influye negativamente y el 2% muy negativamente.Las compañías de ese país radicadas en la Argentina consideraron que un “plan económico claro y sustentable, estabilidad de la política cambiaria y simplificación tributaria y administrativa” mejoraría su competitividad y facilitarían su plan de inversiones. El comercio bilateral arrojó en 2020 un déficit para la Argentina de USD 1064 millones; las principales exportaciones argentinas a Alemania son alimentos, bebidas, frutos y productos farmacéuticos; en el sentido inverso, vehículos automotores y máquinas.La encuesta de la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK Argentina) junto a EY ArgentinaEn particular consideraron que se necesitan estímulos fiscales a través de la “reducción de alícuotas y de cargas sociales junto con la desgravación de inversiones”.Estas conclusiones forman parte de la encuesta desarrollada por la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK Argentina), liderada por Javier Pastorino, junto a EY Argentina. El trabajo se realizó con la participación de las 50 empresas más relevantes de ese origen en la Argentina para compartir sus perspectivas sobre este año.La encuesta de la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK Argentina) junto a EY ArgentinaLos resultados se presentaron en el evento Visión 2022, que contó con apertura de Thomas Owsianski, CEO y Presidente de VW Group Argentina, del Embajador de Alemania, Ulrich Sante, junto con un panel de CEO´s de las empresas BMW, Henkel, Knauf y Siemens, que compartieron las proyecciones de sus industrias.Según la AHK “el año 2021 fue el año de recuperación para las empresas que pudieron sobreponerse a la caída generada en el año 2020 debido a la pandemia mundial del COVID-19″.Rebote en las ventas“Este efecto rebote de las actividades se vio reflejado en los resultados de la encuesta: El 85% de las aseguró que sus ventas aumentaron en 2021 respecto a 2020. En tanto la rentabilidad aumentó, durante el mismo período, para el 60 % de las empresas encuestadas, mientras que para 18 % se mantuvo igual”, se indicó, como reflejo de la mejora general del año pasado frente a la cruda recesión del 2020 por la pandemia y la cuarentena. Thomas Owsianski, de la AHK y Presidente de VW Group ArgentinaEn relación a 2023, “el nivel de crecimiento se estima menor, pero el panorama es, de igual manera, alentador: el 73 % estima que sus ventas crecerán el próximo año, mientras que el 17 % estima que se mantendrán constantes”. Respecto de la rentabilidad, “el 41 % estima que aumentará, mientras que el 39 % que se mantendrá igual”.Respecto de las proyecciones de inversión, “el 28 por ciento de las empresas aumentará el volumen de inversiones respecto al año anterior, en tanto para el 43 % las inversiones se mantendrán constantes”.Sobre las fuentes de financiamiento, “se obtuvo que éstas provendrán en mayor medida de sus casas matrices (36 %), así como de autofinanciamiento (33 %)”.Por otro lado, “esas inversiones serán destinadas principalmente a activos fijos e incorporación de tecnología (61 %), y, en un segundo lugar, al aumento de capital de trabajo (33 %)”.La encuesta de la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK Argentina) junto a EY Argentina.En cuanto a los ejes “en los que la gran mayoría de las empresas coincide es en el impacto negativo que la situación, tanto política como económica, afectan a sus negocios”.Al respecto, “las empresas respondieron que la estabilidad de la política cambiaria (21 %), la simplificación tributaria y administrativa (20 %) y un plan económico claro y sustentable por parte del Estado (19 %), mejorarían su competitividad y facilitarían su plan de inversiones”.Por otra parte, “la encuesta refleja la creciente importancia que los temas de personal están cobrando en el mundo empresario”.En este sentido, “más del 50% de las empresas aseguró que invertirá hasta un 5% de sus inversiones en la formación de su personal”.Además, “el 29% de las empresas indicó que participa del Sistema Dual alemán y el 27% cubre por reintegro las capacitaciones de sus empleados”.La encuesta de la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK Argentina) junto a EY Argentina.En cuanto a las medidas que las empresas alemanas en el país tomaron para sobrellevar la caída de la actividad relacionada con la pandemia del COVID-19. “El 23% de las empresas optó por el lanzamiento de nuevos productos asociados a la coyuntura, el 21% recurrió a aportes de capital propio y el 19% a la renegociación de contratos”, se concluyó.“Algunas medidas tomadas en el contexto pandémico que las empresas creen que perdurarán serán el trabajo remoto parcial (26 %), la mayor digitalización de procesos (20%), así como la inversión en tecnología (15 %)”.“Somos optimistas respecto del futuro en Argentina. A lo largo de los 115 años de presencia de nuestra empresa en el país fuimos parte de una historia rica y desafiante y siempre hemos acompañado esa vocación de progreso de los argentinos. Hoy la coyuntura mundial compleja, pero sabemos cómo sortear tormentas”, señaló Alejandro Köckritz, Presidente y CEO de Siemens Argentina.Alejandro Köckritz de SiemensEn tanto, Nicolás Piallat, de Knauf Argentina, expresó: “Trajimos mucho crecimiento del 2021. El por qué no podemos mantenerlo en 2022 responde a que vivimos en un mundo complejo. Como líderes, no estamos para gerenciar el cambio sino para liderarlo”.A su vez, Ivana Dip, de BMW Group Argentina, sostuvo que “si bien el contexto es complejo, creo que hay que enfocarse en aquello que es posible. En nuestro caso, continuamos con proyectos como la electromovilidad y el litio. El año pasado, BMW anunció que, a nivel global, se eligió a Argentina como segundo origen del litio para las baterías de los vehículos eléctricos”Como conclusión, Bárbara Könner, vicepresidente Ejecutiva de la AHK Argentina, expresó: “Luego de dos años de un contexto mundial tan desafiante e incierto, vemos los resultados de este relevamiento como una luz de esperanza para los negocios internacionales”. Dadas las respuestas observadas en la encuesta, seguramente las empresas alemanas apuestan a que esa esperanza no sólo se mantenga, sino que también se fortalezca para hacer crecer sus negocios en el país.Alemania se ubica entre los principales inversores directos en el país y es el principal acreedor de la Argentina en el Club de París.SEGUIR LEYENDO:Martín Guzmán en Francia: lejos de los rumores, el ministro esperará en París la aprobación del acuerdo con el FMILa bolsa de Moscú reanudó parcialmente sus operaciones tras un mes de cierre: cayeron las acciones en dólaresLos controles no frenan la “fuga”: en 2021 creció la salida de dólares de la economía

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Mayor inflación, más gasto en subsidios e incumplimientos: los riesgos del programa acordado según el FMI

El Staff Report del Fondo reconoce que el programa acordado con el Gobierno está sujeto a riesgos externos e internos. Entre los internos, asigna alta probabilidad de ocurrencia a la inestabilidad política y la falta de consenso interno ante lo cual –observa- las reformas enfrentarían “serios desafíos políticas que pondrían en riesgo la consolidación fiscal y la estrategia de reducción de la inflación”.Según el organismo, en tal escenario los “deslizamientos” en la implementación del programa socavarían la confianza, pondrían presión sobre las reservas internacionales y la capacidad de refinanciar incluso la deuda doméstica en pesos, alejando la posibilidad de un eventual regreso a los mercados internacionales de capital. Una menor disciplina fiscal comprometería la sostenibilidad de la deuda y el aumento de la incertidumbre llevaría a una caída de la demanda doméstica y mayor descontento social.En esa eventualidad, el Gobierno debería intentar un plan más participativo, de modo de lograr más apoyo, mediante una más proactiva actitud política, pero manteniendo una consolidación fiscal gradual y reforzando las medidas de protección de los sectores más vulnerables. El FMI señala explícitamente que en cualquier caso el Gobierno deberá “resistir presiones que debiliten la disciplina fiscal” y persistir en el objetivo de “restaurar sostenibilidad”. Entre las medidas, recomienda adoptar reformas como reducir las barreras burocráticas (red tape, dice, en inglés) y facilitar esquemas más rápidos de empleo e inversión, además de reforzar la comunicación de sus planes políticos. En otras palabras, un “relato” más convincente del programa.Entre los internos, asigna alta probabilidad de ocurrencia a la inestabilidad política y falta de consenso interno ante lo cual –observa- las reformas enfrentarían “serios desafíos políticas que pondrían en riesgo la consolidación fiscal y la estrategia de reducción de la inflación”El Fondo asigna en cambio una probabilidad media a un shock del precio de los comodities inducido por el cambio climático. La Argentina, observa, está sujeta a una frecuente volatilidad de sus términos de intercambio, golpes que –recuerda- se han vuelto más severos. Sugestivamente, cita como ejemplo la “severa sequía” de 2018 que llevó al crédito concedido ese año a la Argentina, durante el gobierno de Mauricio Macri.Aunque de probabilidad media, en caso de ocurrir, un riesgo de ese tipo tendría un impacto alto, como una declinación de exportaciones debido a la sequía y reducción de la producción agrícola que llevaría a un menor superávit comercial que, a su vez, provocaría una salida de divisas que complicaría los esfuerzos de consolidación fiscal, disminuiría los ingresos del comercio y aumentaría el gasto en subsidios debido a una menor generación hidroeléctrica y la necesidad de mayores importaciones de energía.El FMI y el Gobierno adelantarán la primera revisión para “recalibrar” los números del acuerdo (EFE/Esteban Collozo)
Según el Fondo, en un escenario así el gobierno debería focalizar mejor los planes de ayuda en los más vulnerables y en los sectores más expuestos al shock, pero preservando la disciplina fiscal y adoptando nuevas medidas de ingreso, priorizando gastos y buscando nuevas fuentes de financiamiento externo, con un ojo siempre atento a que la política monetaria y cambiaria preserven las reservas del BCRA.Entre los riesgos externos incluye un aumento de las tensiones y riesgos geopolíticos y menciona expresamente los que surjan del “conflicto en Ucrania”. Esos riesgos, dice, son de “alta” probabilidad de ocurrencia y causarían disrupciones globales políticas y socioeconómicas que, a su turno, aumentarían la aversión al riesgo de los inversores y llevarían a una caída de los flujos de comercio y de capital. Las disrupciones de las cadenas de abastecimiento y el shock de precios de los commodities generarían también nuevas presiones inflacionarias.¿Qué sucedería en tal caso? Según el Fondo, una menor confianza debilitaría la demanda interna y el crecimiento del PBI y habría un impacto negativo sobre las exportaciones. A su vez, la suba de los commodities llevaría a una mayor inflación, mayores importaciones energéticas y un mayor monto de subsidios. En el sentido contrario, un precio más alto de los cereales y productos que exporta la Argentina mejoraría las exportaciones y los ingresos fiscales. Todo lo cual sucedería en un contexto de mayor volatilidad financiera, aumento del riesgo-país y salidas de capital. El resultado sería un deterioro en las condiciones sociales y una erosión del apoyo a las políticas del gobierno.Entre los externos incluye un aumento de las tensiones y riesgos geopolíticos y menciona expresamente los que surjan del “conflicto en Ucrania”En tal caso, dice el FMI, el gobierno debería reforzar las medidas de “crecimiento inclusivo” y aumentar los programas de asistencia social, pero –dado el limitado espacio fiscal con que cuenta- debería preservar la sostenibilidad de las cuentas priorizando gastos y apurando la optimización de la administración tributaria. Contra las recomendaciones ortodoxas, el Fondo señala allí la posibilidad de aumentar la imposición sobre los ingresos del sector agrícola para compensar la cuenta de subsidios.Además, dice, el gobierno deberá estar atento a la “segunda ronda” de efectos inflacionarios y listo para ajustar las políticas rápidamente. Ese ajuste debería incluir respuestas a mayor presión sobre el tipo de cambio y las reservas y una aceleración de reformas que alienten la inversión y la creación de empleo, “incluso en el sector energético”.Según el FMI, hay riesgos en la balanza de pagos por la crisis de los precios internacionales por la guerra en Ucrania. EFE/Demian Alday Estévez
El Fondo asigna en cambio una probabilidad media al riesgo de un nuevo brote de alguna variante letal y altamente contagiosa de Covid 19. El consecuente aumento de hospitalizaciones y muertes llevarían a nuevos confinamientos, mayor incertidumbre global y también mayor descontento social. Las políticas monetarias y fiscales, dice, serían insuficientes en un espacio político menguado en el que aumentarían las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, los mercados financieros reevaluarían riesgos y la pandemia provocaría reacciones proteccionistas.En tal caso, el gobierno debería reinstituir medidas de contención de la economía que socavarían la recuperación de la economía y aumentarían el financiamiento monetario del déficit. La sostenibilidad de la deuda sería también cuestionada y entraría en cuestión incluso la solidez de los bancos más pequeños, deteriorándose las condiciones sociales y el apoyo a las políticas oficiales.El tercer “riesgo externo” listado es la volatilidad y continuo aumento de los precios de la energía, al que también asigna una alta probabilidad y estima que se traduciría en mayor inflación y un mayor gasto en subsidios que “desafiaría las metas fiscales”¿Qué podría hacer en tal caso el gobierno? Lo primero, señala el Fondo es “asegurar la licitación de vacunas “en estrecha coordinación con los proveedores globales”, anticipando en lo posible dosis de refuerzo a hogares y empresas y proveyendo esquemas de garantía crediticias a las pymes. Al igual que en el caso de la guerra, aquí también el Fondo insiste en la necesidad de “priorizar” gastos, desechar los no esenciales y acelerar las mejoras de administración tributaria, para reducir el deterioro fiscal, amén de fortalecer la supervisión del sistema bancarios y profundizar el acceso al mercado de financiamiento doméstico, recurso al que por cierto Economía ha usado abundantemente.El tercer “riesgo externo” listado es la volatilidad y continuo aumento de los precios de la energía, al que el Fondo también asigna alta probabilidad y estima que se traduciría en mayor inflación, deterioro de los ingresos reales de la población, en especial de los pobres, erosión de reservas, mayor racionamiento de divisas y mayor gasto en subsidios que “desafiaría las metas fiscales”.Al igual que en el caso del impacto de la guerra, el gobierno debería entonces, dice el Fondo, aumentar y focalizar mejor la asistencia social, explorar más la reducción de los subsidios energéticos para cuidar las finanzas públicas, estar atento a la “segunda ronda” de efectos inflacionarios y estar listo para ajustar la política fiscal. Además, debería acelerar la implementación de planes energéticos de mediano plazo para reducir el costo, fomentar la inversión y mejorar la eficiencia tanto en la producción como en el transporte de “las vastas reservas de gas” de la Argentina.SEGUIR LEYENDO:El FMI advirtió que el riesgo del acuerdo es “excepcionalmente alto” y anunció que adelantará la primera revisión para recalibrar metasCuánto le tiene que pagar la Argentina al Fondo Monetario y por qué serán más dólares que la deuda que contrajo MacriLas reservas del BCRA subieron USD 6.309 millones y superaron los USD 43.000 millones tras el primer desembolso del FMIEl directorio del FMI aprobó el acuerdo con la Argentina y el Gobierno consiguió refinanciar los USD 45.000 millones

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Millones en el limbo: la historia de los productos argentinos casi a la deriva por la guerra

Es imprudente hablar de cantidades”, asegura un productor de carne consultado sobre el impacto del cierre del comercio internacional en los principales puertos de Rusia y Ucrania, como consecuencia de los ataques que desató Vladimir Putin este 24 de febrero. Aunque el golpe es difícil de cuantificar, se pueden anticipar “quiebres” en el tejido productivo de muchas pymes agroindustriales.El conflicto bélico, que ya lleva 4 semanas, dejó a muchos contenedores literalmente flotando a la deriva, sin posibilidades de llegar a destino y la inhabilitación de Rusia en el sistema de pagos internacionales Swift (acrónimo en inglés de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication), otra inmensa cantidad de despachos quedaron demorados en los puertos de San Antonio Oeste (Río Negro), Puerto Deseado (Santa Cruz), Bahía Blanca (Buenos Aires) y Rosario (Santa Fe).Solo en la Argentina unas 400 empresas que habitualmente comercian con Rusia se ven afectadas.Aunque la relación comercial con Rusia, que hoy ronda los US$700 millones, se encuentra lejos de los picos de intercambio que se registraron en 2008 (US$ 1800 millones) y 2014 (US$ 2500) a partir de la exportación de fuel oil, principalmente, el gigante que se extiende sobre Europa del Este y Asia del Norte, es un gran comprador de cítricos, particularmente, de mandarinas, naranjas y limones; peras y manzanas; cortes de carne de baja calidad y “menudeo”, quesos, maní, pescado y vino. Productos que provienen, en su mayoría, de economías regionales de distintos puntos del país y que dependen de una logística de alta precisión.“Como occidente ha generado bastantes restricciones desde el punto de vista económico sobre la normalidad de las operatorias, esas intervenciones están generando muchos inconvenientes”, indicó Miguel Zonnaras, presidente de Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (FeCacera). En principio, los importadores rusos que operan en bancos que han quedado inhabilitados del sistema de pagos internacionales – Swift- que integra a 11.000 instituciones financieras de 200 países, no pueden pagar sus facturas; además, las navieras han retirado de sus rutas los puertos rusos hasta no ver un nuevo horizonte en el conflicto. “Muchas mercaderías que ya estaban en viaje a puertos rusos tuvieron que redireccionarse a puertos que ya están con alto nivel de ocupación, sin posibilidades de acopiar. Entonces, presionan al exportador para que libere rápido los espacios”, explicó Zonnaras.Las propias barreras que dispusieron Estados Unidos, Canadá y otros países de Europa para sancionar al accionar bélico de Rusia, hoy, traban el comercio y generan consecuencias en distintas cadenas de producción. Claramente, la problemática no es local, pero sólo en Argentina unas 400 empresas que habitualmente comercian con Rusia se ven afectadas.Las dificultades logísticas implican elevados costos, sobre todo para pagar la refrigeración de la carga, un extra que se abona por cada día en un puerto o depósito; además, las características de la mercadería y la sobreoferta de productos que convergen en los mismos puertos sin un destino seguro, hace que su valor se deprecie. “Un barco tarda 35 días en llegar de Buenos Aires a Rusia, por eso, una gran cantidad de containers quedaron alcanzados por esta decisión de las empresas navieras”, explicó Matías García Tuñón, coordinador de la Cámara de Comercio e Industria Argentino Rusa (Caciar), una entidad privada que agrupa a empresas argentinas y promueve el intercambio con Rusia.“Los puertos de destino habitual de las exportaciones a Rusia son Róterdam (en los Países Bajos) o Amberes (Bélgica), desde donde hacen trasbordo”, contó García Tuñón. “Ahora las cargas quedan a la deriva y hay que buscarle otro destino”, aclaró y expresó que eso significa más costos, principalmente para mantener la cadena de frío de los alimentos. “Por eso –aclaró García Tuñón-, hoy sugerimos desde la Cámara Argentino Rusa que pongan toda operación en stand by (suspenso)”.Del total de empresas que comercian con Rusia, 200 lo hace de forma regular. El grueso de las operaciones lo concentran 20 empresas grandes que, “tienen espalda” para sortear las dificultades, explican desde el sector privado, sin embargo, muchas pymes regionales afrontan demoras de pagos por entre 100.000 y 500.000 dólares, que pueden llevarlas a la quiebra.En ese sentido, Julio Delfino, presidente del Centro de Navegación, señaló que “definir volver a origen la carga o revenderla a un tercero vía un COD (change of destination), ya de por si es un incordio para todos los involucrados (exportador, importador, barco, terminales etc), independientemente de la necesidad de renegociar. Todos pierden, El consignatario original posiblemente ya adelantó parte de la compra y simplemente no puede pagar ni recibir la carga para terminar el proceso financiero, documental y comercial”.Alimentos a la deriva“Persisten los inconvenientes por la falta de contenedores, el incremento de fletes marítimos, demoras por congestión portuaria, y consecuentes dificultades para cumplir con los plazos de liquidación de divisas establecidos”, repasaron desde Copal y agregaron que se presentan también demoras en certificaciones vinculadas a la exportación y problemas financieros relativos al esquema de Derechos y Reintegros de Exportación, entre otros aspectos.Puntualmente, sobre el estallido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, destacaron que “genera una situación de vulnerabilidad en aquellos sectores que, por el volumen que representan sus exportaciones con destino a Rusia sobre el total de su producción, no se encuentran en condiciones de modificar su estrategia comercial en el corto plazo”.A las dificultades físicas, con contenedores con destino a Rusia que quedan de retenidos en los puertos de trasbordo de Rotterdam, Hamburgo y Bremen por parte de las autoridades aduaneras, se agregan inconvenientes con los cobros de exportaciones ya efectuadas por parte de importadores rusos, lo que hace “imperiosa” la necesidad de flexibilización del plazo para el ingreso de divisas (180 días). “La Argentina puede resultar beneficiada en la medida que defina políticas claras en favor de la producción y la exportación, adoptando instrumentos fiscales, laborales, de financiamiento y simplificación del comercio exterior”, expresó un vocero de la entidad que conduce Daniel Funes de Roja.Pérdidas en el sector pesqueroEn particular, el sector pesquero registra pérdidas que representan el 20% de las remesas argentinas a Rusia y Ucrania, desde que se inició la invasión.Durante 2021, y hasta antes de comenzar el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la Argentina exportaba un total de US$498 millones a ambos países, según datos de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca) De ese monto, US$99 millones correspondieron al sector pesquero, principalmente merluza y langostino.Hoy, la incertidumbre afecta a todas las exportaciones a esos países. “La industria pesquera tiene contenedores que regresan, perdiendo los derechos de exportación abonados, ya que la Aduana no devuelve los importes pagados, teniendo que volver a costear cuando se exporte de vuelta el producto, además de salir a vender posiblemente a un menor valor esa mercadería y que no necesariamente consigan mercados alternativos. También las empresas quedan sujetas a posibles sumarios del BCRA por la falta de ingreso de divisas”, denunciaron desde la entidad pesquera.Desde la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura de la Nación, indicaron a La Nacion que se encuentran monitoreando desde el primer día la evolución de aquellos contenedores en tránsito. “La evolución de los contenedores se ha ido modificando, ya que una partida considerable de productos tienen nuevo mercado de colocación, y otro se encuentra a la espera de la confirmación por parte de las navieras para ingreso a puerto ruso, previa autorización, esto debe ser confirmado por la navieras que siguen evaluando las posibilidades de acceso”, confirmó el subsecretario del área, Carlos Liberman.La secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, y el subsecretario de Promoción del Comercio e Inversiones, Pablo Sívori, mantuvieron un encuentro con representantes de más de 30 entidades de un variado espectro exportador, que plantearon las dificultades en torno a cuestiones logísticas (redireccionamiento de mercadería) y financieras (cobros, anticipos, liquidación de divisas), y pusieron sobre la mesa la cantidad de costos adicionales que se generan como consecuencia.“Estamos ante mercados que se paralizan porque obviamente todo el mundo tiene armado un cronograma planificado de cómo van a ser los distintos embarques, cómo está la reserva de bodegas, todo eso queda en el aire en una situación casi de desesperación que está dañando a muchas economías regionales”, analizó Miguel Ponce, el director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior Siglo XXI.Respecto a las perspectivas, Delfino indicó que, si bien la mayoría de los operadores proyecta un conflicto “corto”, las pérdidas son grandes, ya que se suman costos de estadía y enchufe (carga reefer) en algún puerto intermedio “donde las indefiniciones siguen generando más perdidas con un reloj que no frena”.Ponce agregó que “si bien no se trata de un mercado central, en nuestras exportaciones entre 90-95 por ciento son productos de la agroindustria, ya sea bienes primarios o con valor agregado, como el caso del vino, y creo que hasta que no se aclare el estatus comercial en el que queda Rusia, todas esas pymes muchas familiares, no podrán reubicar su producción de un momento a otro por lo que van a estar afectadas”.Ana Belén EhuletcheTemasComunidad de NegociosGuerra en UcraniaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Comercio ExteriorRuta de los dólares. Fuego cruzado entre exsocios por el control de uno de los mayores negocios de la ArgentinaCommodities y autolimitaciones en una era crítica a nivel globalTrufas: el diamante de la gastronomía que cotiza en dólares

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Por la guerra en Ucrania, el Banco Central perdería unos USD 2.300 millones y pone presión a la meta de reservas con el FMI

En las próximas semanas el BCRA deberá tener acumulados USD 1.200 millones para cumplir el objetivo trimestral. REUTERS/Agustin MarcarianEl shock de precios a nivel internacional podría costarle al Banco Central unos USD 2.300 millones de sus reservas, en un año en que deberá acumular USD 5.800 millones para cumplir con el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional. Algunos analistas, incluso, ya ponen en duda qué tan viable es ese objetivo este año.La invasión rusa a Ucrania impactó de manera inmediata en los precios internacionales de dos commodities decisivos para la economía global y, en particular, para la argentina: la energía y los alimentos. Desde que se desató la guerra en el este europeo, el Gobierno y consultoras privadas buscan estimar un costo aproximado en términos de reservas entre dos efectos opuestos: la mayor cantidad de exportaciones de alimentos, que redundaría en un ingreso de divisas mayor para el Banco Central, con una cuenta de importaciones de gas más oneroso para los meses de alta demanda.Hay distintas conclusiones al respecto: según el presidente del BCRA Miguel Pesce, el impacto combinado de los dos fenómenos debería ser nulo sobre las reservas de la autoridad monetaria. La semana pasada, el economista del Instituto Internacional de Finanzas (IFF) Martín Castellano había calculado un costo menor al 0,10% del PBI (unos USD 550 millones) por cada 10 dólares de incremento en los precios internacionales del barril de petróleo.La invasión rusa a Ucrania impactó de manera inmediata en los precios internacionales de dos commodities decisivos para la economía global y, en particular, para la argentina: la energía y los alimentosEn las últimas horas, un trabajo de la consultora Invecq proyectó una sangría de reservas mayor. “Nuestro análisis para el intercambio comercial argentino nos indica que el efecto negativo del encarecimiento de la energía importada estaría dominando al efecto positivo del aumento de los precios de los commodities exportados”, publicó en un informe reciente.Pasado a números concretos: la liquidación de la cosecha gruesa aportaría más de 4.000 millones de dólares extras en relación a la del año pasado, que ya había sido récord. Pero la importación de GNL y de gas de Bolivia incrementaría el monto de las importaciones en más de 6.300 millones de dólares, dejando así un saldo neto negativo de casi 2.300 millones de dólares como consecuencia de los cambios de los precios”, estimó Invecq, la consultora que dirige el economista Esteban Domecq.“Es cierto que la volatilidad del precio de los energéticos es mayor que la de los commodities agrícolas, y una corrección hacia la baja podría dar vuelta este resultado negativo. Pero también es cierto que la energía está toda por comprarse, y sin precio fijado, mientras que la cosecha en parte ya está comprometida y fijada a precios menores que los vigentes actualmente en los mercados internacionales”, continuó el estudio.El Gobierno deberá sumar de forma neta USD 5.800 millones para cumplir con el acuerdo con el FMI“Ante este escenario y si bien, con el acuerdo, el BCRA tendrá un aire en las reservas internacionales dado el cronograma de desembolsos, el gobierno enfrenta una disyuntiva. Si no interviene de alguna manera en este intercambio ese saldo de casi 2.300 millones de dólares erosionará las escasas reservas y pondrá más presión sobre el tipo de cambio oficial”, consideró Invecq.En ese sentido, un cálculo de Fundación Mediterránea va en el mismo sentido. “En cálculos muy preliminares, estimamos que la suba que puede esperarse para las exportaciones de la Agroindustria en 2022 es del orden de los 4 mil millones de dólares”, comenzó por explicar el reporte de Ieral.“El problema está en que esos USD 4.000 millones no alcanzarían a compensar la ampliación del déficit externo del rubro Combustibles y Energía, que podría estar pasando de USD 628 millones en 2021 a un estimado de USD 7.000 millones en 2022 (guarismo que deberá ser revisado a medida que nos acerquemos al invierno). Vale decir, considerando esos tres ítems de la balanza comercial, se tiene una merma en el ingreso de dólares al país del orden de los USD 2.400 millones en 2022″, estimó ese centro de estudios.La importación de GNL y de gas de Bolivia incrementaría el monto de las importaciones en más de 6.300 millones de dólares, dejando así un saldo neto negativo de casi 2.300 millones de dólares, según InvecqUn escenario posible es que los efectos positivo y negativo del shock internacionales de precios no se den en simultáneo: la venta grande de la cosecha tiene lugar en las próximas semanas, mientras que el pago de importaciones de energía para cubrir la demanda de los meses fríos se concretará a mediados de año.La letra chica del acuerdo con el Fondo Monetario prevé objetivos trimestrales para el refuerzo del colchón de divisas del BCRA. Así, hacia fines de marzo, por ejemplo, el Banco Central debería haber recompuestos unos USD 1.200 millones. Tres meses después la meta explicitada en el acuerdo habla de USD 4.100 millones netos, entre junio y septiembre solo espera que se sumen otros USD 300 millones más y, hacia fin de año, entonces, la hoja de balance de la entidad debería mostrar un incremento neto de reservas de USD 5.800 millones.Una hipótesis que el informe de Invecq plantea es que, incluso a pesar del ritmo de desembolsos previstos este año desde el FMI al Tesoro -que superará la cantidad de vencimientos de deuda en el calendario- no sea suficiente para que el Banco Central pueda cumplir la meta de acumulación de reservas para este año que prevé el programa económico consensuado con el Fondo Monetario.Distintos cálculos privados hablan de una saldo negativo de entre 2300 y 2400 millones de dólares para el BCRA por la guerra en Ucrania. REUTERS/Marcos Brindicci/“Se dificulta así el objetivo acordado con el FMI de acumular 5.800 millones de dólares. Si no se quisieran sacrificar esas reservas se debería dejar ajustar por precio al mercado cambiario y que la tasa de devaluación administrada mensual se acelere. Eso generaría un incremento inflacionario que tampoco quiere enfrentar el gobierno”, aseguró el informe de Invecq. Otro informe, de la consultora Equilibra, pone en números esa hipótesis.“Podría parecer que la meta de RIN (reservas internacionales netas) no es exigente, pero hay varias cuestiones para tener en cuenta: no se está partiendo de cero, ya que en los primeros dos meses del año se perdieron unos USD 1.500 millones; hay pagos de interés que realizar al FMI y otros organismos internacionales; y el resto de la cuenta corriente del balance cambiario no aportará recursos adicionales, ya que quedaría equilibrada”, mencionó un estudio de la consultora fundada por el ex director de Anses y ex diputado Diego Bossio.“En la cuenta capital también hay otros pagos que realizar. Por eso, el Central deberá acumular alrededor de USD 3.800 millones por alguna otra vía para cumplir con la meta de reservas: un ingreso neto de capitales para inversiones financieras o productivas, endeudamiento de largo plazo público o privado, o una combinación de ellas”, continuó el informe.Según Fundación Mediterránea, el efecto combinado de mayores exportaciones de alimentos y mayores importaciones de energía generará una merma en el ingreso de dólares al país del orden de los USD 2.400 millones este año“La meta de acumulación de reservas para 2022 es un objetivo posible, pero a expensas de una actividad económica estancada: el impacto de la guerra sobre el precio de los commodities energéticos, sumados a la meta de acumulación de reservas, dejarían pocas divisas disponibles para importar y crecer. Vemos probable un escenario en el que la acumulación de reservas se ubique en torno a los USD 4.300 millones, pero la meta se dé por cumplida con un waiver vinculado al shock externo post-guerra”, concluyeron.Como publicó Infobae, el salto de los precios del mercado global por la guerra en Ucrania ya aparece como el principal factor de riesgo para los supuestos incluidos en el acuerdo con el FMI, algo que el propio Gobierno admitió abiertamente. Más allá de las fórmulas habituales en este tipo de programas económicos, en los que se bosquejan posibles elementos que desvíen las proyecciones macroeconómicas, el ministro de Economía Martín Guzmán reconoció que además el conflicto en el este europeo podría tener un impacto en la inflación.La mayoría de las consultoras estiman que el ritmo de suba de precios de este año será superior al rango consensuado entre el Ministerio de Economía y el staff del FMI, que va de entre 38 y 48% anual. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elaboró el Banco Central mostró una proyección de inflación de 55% para 2022.SEGUIR LEYENDO:Las cinco grietas del acuerdo con el FMI que ponen en duda el cumplimiento de lo que firmó el GobiernoMiguel Broda: “La economía ingresará en un sendero de extrema fragilidad financiera”El acuerdo con el FMI afianzó la “paz cambiaria”, pero en Wall Street le bajaron el pulgarEnviar el acuerdo con el FMI al Congreso: un invento argentino que solamente trajo complicaciones a la negociación

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