Hágase su voluntad. Cristina le pidió que usara la lapicera, y él le hizo caso. Echó a Kulfas, uno de los ministros más odiados por la vice.
Hágase su voluntad. Cristina le pidió que usara la lapicera, y él le hizo caso. Echó a Kulfas, uno de los ministros más odiados por la vice.