El Gobierno de Alemania ha anunciado la próxima implantación de controles fijos en las fronteras con Polonia y República Checa para combatir la inmigración ilegal, ya que considera que al menos una quinta parte de los migrantes que llegan a territorio alemán lo hacen de forma irregular.
La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, ha abogado por reforzar la vigilancia, en una entrevista a la emisora Deutschlandfunk en la que, sin embargo, también ha asumido que los controles no serán suficientes para atajar el actual tráfico de migrantes.
“Sólo las soluciones europeas serán eficaces y aliviarán la carga de los municipios a largo plazo, es decir, el control fronterizo en la frontera exterior, no a través de las fronteras interiores”, ha explicado.
Por su parte, el sindicato de la Policía alemana (GdP) ha reiterado sus dudas a través de su líder, Erika Krause-Schoene, que ha reclamado ser más “ágil” en las fronteras, ya que considera que las mafias que trafican con migrantes se limitarán a sortear los controles.