Un equipo de investigación japonés ha logrado convertir un óvulo de ratón fertilizado en un blastocisto, la primera etapa de diferenciación celular, en la Estación Espacial Internacional.
El equipo incluye investigadores de la Universidad de Yamanashi, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y el instituto de investigación Riken. El resultado fue publicado en línea en la revista iScience y avanza en la comprensión de la reproducción de los mamíferos, humanos incluidos, en el espacio.
El equipo de investigación desarrolló un dispositivo que permite a los astronautas manipular fácilmente embriones de ratón tempranos y envió 720 embriones de ratón congelados de dos células al complejo orbital
El astronauta japonés Akihiko Hoshide, que se encontraba en una misión de larga duración en la Estación durante el experimento, descongeló y cultivó los embriones enviados durante cuatro días. De ellos, 360 fueron cultivados en un dispositivo del módulo experimental japonés Kibo que genera 1G de gravedad, la misma cantidad que se siente en la Tierra. Los 360 restantes se cultivaron en un entorno de gravedad cero.
Luego, los embriones se fijaron en formalina y se enviaron de regreso a la Tierra para compararlos con embriones de una prueba similar en la Tierra.
Más del 60% de los embriones de la prueba terrestre se convirtieron en blastocistos, mientras que la tasa fue del 29,5% para los embriones de la prueba espacial 1G y del 23,6% para la prueba de gravedad cero.
En la etapa de blastocisto, las células se diferencian por primera vez en células de masa celular interna, que luego se convierten en el feto, y células de trofectodermo, que luego se convierten en la placenta.
El experimento encontró que las diferenciaciones, la tasa de daño del ADN y las expresiones genéticas de los blastocistos desarrollados en gravedad cero no diferían de los de otros entornos.
También se encontró que las células de la masa celular interna de tres de los 12 blastocistos examinados detalladamente en la prueba de gravedad cero se agrupaban en dos lugares, en lugar del habitual. Estos blastocistos tienen la posibilidad de convertirse en gemelos monocigóticos idénticos.
“Descubrimos que, incluso en condiciones de gravedad cero, los embriones se desarrollan normalmente hasta que alcanzan la etapa de blastocisto”, dijo el investigador principal Teruhiko Wakayama, profesor de la Universidad de Yamanashi, citado por la agencia Jiji Press. “En el caso de los mamíferos, debemos examinar si se implantarán y crecerán adecuadamente”.