El presidente de Argentina, Javier Milei, en una fotografía de archivo. EFE/EPA/GIAN EHRENZELLER
(GIAN EHRENZELLER/)Buenos Aires, 26 ene (EFE).- Casi 24 después de que la rumorología política -y luego la prensa con base en fuentes no reveladas- situase fuera del Ejecutivo argentino al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, una vez que el presidente, Javier Milei, presuntamente pidiese su renuncia, sigue reinando un profundo silencio oficial sobre la cuestión.El portavoz presidencial, Manuel Adorni, postergó la rueda de prensa que ofrece diariamente a las 11.00 horas (14.00 GMT) en la Casa Rosada (sede de Gobierno), pero nunca se confirmó si se mantenía para este viernes o se suspendía; ninguno de los voceros -incluido él- que, de forma habitual, publican mensajes en redes sociales dijo nada al respecto; y el mandatario, con un perfil muy activo en X, sigue callado.Un ‘me gusta’ a una publicación de una cuenta del ámbito de La Libertad Avanza -formación de ultraderecha que lidera el economista-, la de Osvaldo ‘Beto’ Mendeleiev, hecha anoche, cuando se esperaba alguna declaración oficial sobre el ‘caso Ferraro’, fue la única reacción -si puede llamarse así- de Milei.”Atención. El Ministerio de Infraestructura dejará de existir y pasará a ser Secretaría bajo la órbita de Toto (apodo de Luis) Caputo, super Ministro de Economía. Buena decisión. No hay plata”, fue el texto de dicho posteo.A falta de otros mensajes expresos sobre el particular, la canciller Diana Mondino confirmó este viernes la renuncia de Ferraro, al justificar que la cartera de Infraestructura será absorbida por Economía debido a una “reducción de costos”.”Es una cuestión de reducción de costos. Necesitamos la coordinación y que la famosa frase ‘no hay plata’ quede bien clara en todos los casos”, dijo a la prensa la titular de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto al salir del Museo del Holocausto, donde participó, junto a Milei, de un acto conmemorativo por el Día Internacional por las Víctimas del Holocausto.Mondino confirmó que las áreas de Transporte, Obras Públicas y Vivienda y Telecomunicaciones, que eran independientes con la anterior Administración y que se fundieron bajo la cartera de Infraestructura con el Ejecutivo de Milei, pasarán ahora a manos del titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, que cada vez está tomando más peso en el Ejecutivo del libertario.La canciller negó saber el motivo por el cual el Ejecutivo pidió la renuncia de Ferraro y se limitó a decir: “Tratamos de ser cuidadosos porque puede haber algún tipo de mal interpretación o tergiversación, pero peor es no hablar”.El presidente argentino participó este viernes del acto conmemorativo por el 79 aniversario de la Shoá en el Museo del Holocausto, en Buenos Aires, en lo que fue su primera aparición pública después de conocerse la crisis ministerial.No obstante, el mandatario no hizo comentario alguno y acudió después a la Casa Rosada, pero tampoco trascendió información alguna sobre esta visita extraña en él, ya que, desde que se mudó a la Quinta de Olivos (residencia presidencial) el pasado 8 de enero, sólo acude a la sede gubernamental martes y jueves para la reunión del gabinete.Precisamente en ese último cónclave, el celebrado ayer, es donde estalló la bomba en el seno del Gobierno.La frase “Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos”, presuntamente pronunciada por Milei y filtrada a la prensa, abrió la caja de Pandora y los vientos del mandatario soplaron contra su sospechoso: el ministro de Infraestructura.Ferraro, uno de los hombres más experimentados del actual gabinete en la vida política, era parte del núcleo duro del libertarismo y estuvo a cargo de la coordinación nacional de la fiscalización del partido en las elecciones que dieron la victoria al economista en el balotaje del 19 de noviembre.Según versiones periodísticas, su mala relación con Nicolás Posse, jefe de gabinete y persona del Ejecutivo más cercana a Milei, junto a su hermana, Karina Milei, le habría llevado fuera del Gobierno y la supuesta filtración de esa expresión sería sólo una excusa.El trasfondo de esta crisis, abierta sólo 46 días después de que asumiera el Gobierno el 10 de diciembre, es la dificultad que está encontrando Milei para hallar los apoyos suficientes con vistas a avanzar con el trámite parlamentario de la ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, conocida como ‘ley ómnibus’.Este proyecto estrella del mandatario busca desregularizar la economía y acometer una serie de reformas estructurales en el Estado que lleven hacia su minimización en numerosos ámbitos. Concepción M. Moreno
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