La Policía de Kosovo ha cerrado este lunes nueve oficinas de la empresa de correo postal Posta Serbia en el norte, zona de población mayoritariamente serbia, por “operar sin licencia”, una medida calificada por la Unión Europea de “unilateral”.
“Por decisión de la autoridad competente, se han cerrado nueve sucursales por sospecha de que operaban sin licencia y no estaban registradas en las instituciones correspondientes de la República de Kosovo”, ha indicado en un comunicado.
La Policía ha anunciado que ya se ha abierto una investigación al respecto y se han confiscado “pruebas relevantes”. “La Policía de Kosovo, de conformidad con su deber oficial, sigue cumpliendo sus compromisos de garantizar la seguridad, mantener el orden y la seguridad pública”, ha agregado.
Esto se produce en el marco de la decisión del Banco Central kosovar de aceptar solo el pago en euros, una medida que afecta a la financiación de escuelas y hospitales en el norte de Kosovo, de mayoría serbia.
La Unión Europea ha afirmado que el cierre “es una medida unilateral” que “viola los acuerdos alcanzados en el marco del diálogo facilitado por la UE” y ha señalado que esto afectará “aún más negativamente a la vida cotidiana” de la comunidad serbia.
“Como parte de los acuerdos sobre telecomunicaciones alcanzados en 2013 y el plan de acción acordado en 2015, ambas partes acordaron discutir los servicios postales ‘en una etapa posterior'”, ha indicado en un comunicado el Servicio Europeo de Acción Exterior.
Por ello, la UE ha dicho estar dispuesta “a incluir esta cuestión en el orden del día de la próxima reunión”. “Hacemos un llamamiento al Gobierno de Kosovo para que reconsidere su decisión y encuentre una solución negociada a esta cuestión en el marco del diálogo facilitado por la UE”, ha zanjado.
La UE ejerce de mediador entre Belgrado y Pristina desde hace una década para intentar que normalicen sus relaciones, rotas desde la independencia declarada por Kosovo de forma unilateral en 2008 y que reconocen Estados Unidos y la mayoría de Estados miembros de la UE.
La estrategia europea, tras años sin avances en el diálogo entre Serbia y Kosovo, es que las partes aborden cuestiones pendientes y se centren en el cumplimiento de los acuerdos pactados pero nunca puestos en marcha, si bien, las últimas reuniones en Bruselas siempre han estado marcadas por las tensiones provocadas por distintos roces y crisis.