La Embajada de Estados Unidos en Irak ha acusado este viernes a milicias vinculadas con Irán del ataque ejecutado el martes contra un complejo diplomático estadounidense situado en la capital, Bagdad, y ha subrayado que mantiene su “derecho a la defensa propia”.
Así, ha afirmado en un comunicado facilitado a Europa Press que el ataque, que se saldó sin víctimas, fue llevado a cabo contra el Complejo de Servicios Diplomáticos, en la base Camp Victoria, en el perímetro del aeropuerto de la capital iraquí.
“El ataque fue iniciado por milicias alineadas con Irán que operan libremente en Irak”, ha denunciado, antes de recordar que “el Gobierno de Irak ha expresado en repetidas ocasiones su compromiso a la hora de proteger las misiones diplomáticas y al personal militar estadounidense, que está en el país a invitación del Gobierno de Irak”.
En este sentido, ha hecho hincapié en que Washington actuará para “proteger a su personal e instalaciones diplomáticas”, así como a los socios de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos. “Afirmamos que mantenemos nuestro derecho a la defensa propia para defender a nuestros ciudadanos en cualquier parte del mundo”, ha zanjado.
La Embajada había detallado previamente que el ataque tuvo lugar a última hora del 10 de septiembre y destacó que “afortunadamente, no se registraron víctimas”, sin que por el momento ningún grupo haya reclamado la autoría del suceso, en medio del aumento de las tensiones en Oriente Próximo.
La coalición de milicias proiraníes Resistencia Islámica de Irak ha llevado a cabo decenas de ataques contra las bases de Estados Unidos tanto en Irak como en Siria en el marco del conflicto desatado tras los ataques ejecutados el 7 de octubre contra Israel por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, que llevaron al Ejército israelí a lanzar una ofensiva contra la Franja de Gaza.
Las tensiones llevaron al Gobierno de Irak a reiterar su petición para la retirada de tropas internacionales del país argumentando que ya no son necesarias para combatir al grupo yihadista Estado Islámico y a que ayudan a desestabilizar la situación en el país asiático. Las conversaciones llevan meses en marcha y podrían derivar en una salida de las tropas internacionales a finales de 2025, según Bagdad.