Durante seis meses una banda de ciberdelincuentes robó $110 millones de las cuentas bancarias de Pymes y de particulares. Los criminales utilizaron un virus para tomar el control de las cuentas y vaciarlas mediante transferencias a billeteras virtuales que estaban a nombre de integrantes de la organización.Según fuentes de la investigación, la ciberbanda utilizó un troyano denominado Grandoleiro (”Fanático” en portugués) para apoderarse de las claves y contraseñas de las cuentas con el objetivo de vaciarlas de dinero. La pesquisa comenzó el 31 de diciembre de 2023, cuando el dueño de una pyme radicada en la ciudad de Buenos Aires denunció que le habían sustraído $500.000 de su cuenta de ahorro.A partir de esta denuncia, la Policía de la Ciudad y una fiscalía porteña dispusieron la realización del peritaje de la computadora del damnificado. Así se estableció que ese dispositivo había sido atacado por un virus que abrió una falsa página de banca digital. Cuando el usuario marcó su contraseña, la clave y el token no supo que, en realidad, había mandado esos datos a un grupo de Telegram formado por los ciberdelincuentes, que los usaron para apoderarse del control de la cuenta, lo que les permitió, casi en el acto, tomar para sí medio millón de pesos.En el mismo peritaje, los técnicos de la Policía de la Ciudad establecieron que la dirección de IP desde la que había sido enviado el virus correspondía a un usuario con domicilio en la ciudad bonaerense de Pergamino. Esa circunstancia llevó a que el caso pasara a ser investigado por el Departamento de Cibercrimen del Ministerio Público de Pergamino, a cargo del fiscal José María Cifuentes, que trabajó junto al Departamento de Ciberdelitos de la Procuración General bonaerense (PGB), dirigido por Gisela Burcatt, y la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) N°3, a cargo del fiscal Nelson Mastorchio.Luego de casi diez meses de investigación, los representantes del Ministerio Público realizaron una serie de allanamientos simultáneos en el contexto de la denominada Operación Copacabana que terminaron con las detenciones de tres integrantes de la banda y los pedidos de captura para otros ocho acusados, entre ellos, un brasileño que vive en Brasilia y sería el creador del virus troyano.Los allanamientos fueron realizados por la Unidad de Inteligencia Criminal de la División Unidad Operativa Federal Pergamino, a cargo del comisario José Manuel Bravo, y por el Departamento de Inteligencia contra el Crimen Organizado de la Policía Federal, a cargo del comisario inspector Adrián Mazza.Al revisar el organigrama de la banda los investigadores establecieron que el cerebro de la organización era el brasileño cuyo rostro figura en una circular roja de Interpol que lo puso como prioridad de búsqueda en el mundo. Se estableció, también, que desde Pergamino operaba un joven de 24 años que se encargaba de mandar los mails con el virus y de vaciar las cuentas mediante las transferencias de dinero hacia distintas billeteras virtuales.Los titulares de esas billeteras virtuales recibían el 10% de los montos de las transferencias y después remitían el dinero al joven pergaminense, quien, a su vez, le mandaba el 70% del monto robado al líder de la banda en Brasilia. Todas estos movimientos de dinero y rendiciones de cuentas quedaron registrados en el celular del acusado que fue secuestrado por los investigadores judiciales.Entre los integrantes de la banda también llamaban “la máquina”, al virus Grandoleiro que les permitía vaciar las cuentas bancarias de los usuarios atacados. El líder de la célula argentina que mandaba el virus desde Pergamino se presentó con un abogado: declaró, le secuestraron el celular y no quedó detenido. Su padre, un trabajador de un establecimiento rural de la localidad de Mariano H. Alfonso, situada en el kilómetro 248 de la ruta 8, entre Pergamino y Colón, titular de una de las billeteras virtuales que recibía las transferencias del dinero robado, sí quedó preso.Durante la investigación realizada por el Ministerio Público de Pergamino se determinó que la asociación ilícita desbaratada concretó estafas informáticas en distintos y numerosos lugares del país.¿Dónde se pueden denunciar esta clase de delitos?Todas las comisarías y fiscalías deben recibir la denuncia inmediata por la comisión de cualquier delito informático. También, se reciben denuncias en la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci), ubicada en Sarmiento 663, Piso 6, en la ciudad de Buenos Aires. La Ufeci fue creada por la Procuración General de la Nación para enfrentar el fenómeno del cibercrimen de manera articulada con el resto de las áreas del organismo que se dedican a la investigación del crimen organizado.En este tipo de casos, la unidad a cargo del fiscal Horacio Azzolin aconseja tener instalados en todos los dispositivos antivirus y mantenerlos actualizados. Los programas que buscan causar daño o tomar el control de nuestros equipos cambian permanentemente. Ejecutar las actualizaciones te protege contra las amenazas más recientes.La Ufeci recomienda mantener actualizado el sistema operativo de computadoras, tablets y celulares, ya que permiten que los equipos sean menos vulnerables. Sugiere también tener contraseñas en todos los dispositivos, para evitar el acceso en caso de pérdida o robo.LA NACIONTemasCibercrimenConforme a los criterios deConocé másOtras noticias de Cibercrimen“i-Server”. 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