Dormir con la cabeza en Francia y los pies en Suiza no es una metáfora, sino una experiencia real. Enclavado en el corazón de los Alpes, el Hotel Arbez es una rareza arquitectónica y geopolítica: su edificio está construido exactamente sobre la línea fronteriza entre ambos países. En su interior, una cama puede tener el colchón del lado suizo y la almohada en territorio francés.ASÍ ESTÁ LA TABLA DE PRECIOS DE LA CONSTRUCCIÓN EN JULIO 2025Un límite convertido en oportunidadLa historia de este hotel único comenzó con una jugada estratégica. A mediados del siglo XIX, tras la firma del Tratado de Dappes entre Napoleón III y Suiza, se redefinió el límite entre ambos países, y un contrabandista local llamado Monsieur Ponthus vio una oportunidad. La parte trasera del hotel conserva la arquitectura alpina tradicionalPatricia Gallardo (Contenidos Digitales)El salón de la barra combina detalles rústicos con un ambiente acogedorUna de las habitaciones del hotel muestra de forma gráfica su carácter binacional: cada almohada representa la bandera de uno de los dos países que comparte la camaLa sala de estar, amueblada con mesas de madera y decorada con elementos de ambos paísesEl pasillo de madera conecta las habitaciones del hotelbooking.comEl baño mantiene el estilo alpino del edificio, con revestimientos de maderabooking.comHotel Arbez Franco Suissebooking.comConstruyó apresuradamente un edificio sobre su terreno antes de que el tratado entrara en vigencia, lo que le permitió mantener sus derechos sobre la propiedad. Así nació una casa que, al quedar partida por la nueva frontera, albergó en un mismo sitio un bar francés y una tienda suiza: la excusa ideal para continuar con sus actividades ilícitas.EMPRENDEDORES: SON ARGENTINOS Y DESEMBOLSARÁN US$20 MILLONES EN CHAPADMALAL EN UN PROYECTO CON MAR Y VIÑEDOSDe refugio clandestino a símbolo de unidadDécadas después, en 1921, Jules-Joseph Arbez —hijo de Ponthus— transformó el edificio en el “Hotel Franco-Suizo”. Durante la Segunda Guerra Mundial, su carácter binacional lo convirtió en un punto clave: mientras una parte del hotel estaba ocupada por oficiales alemanes, otro sector, en suelo suizo, servía de refugio para fugitivos. La neutralidad suiza protegía legalmente los pisos superiores, y cientos de personas salvaron sus vidas cruzando apenas unos escalones.En el Hotel Arbez es posible bajar escaleras en Francia y terminar en Suiza, como ilustra este turista en pleno cruce fronterizoIncluso el general Charles de Gaulle reconoció el valor simbólico del lugar, y en 2012, el Estado de Israel otorgó a la familia Arbez el reconocimiento de “Justos entre las Naciones”.CUÁNTO CUESTA CONSTRUIR UNA CASA “BARATA” DE 73 A 81 METROS CUADRADOS HOYUn hotel con doble personalidadEl Hotel Arbez sigue funcionando hoy con normalidad, aunque su lógica interna desafía las convenciones. Su comedor atraviesa la frontera; los comensales pueden brindar desde países distintos sin moverse de la mesa. Las habitaciones tienen mitades en un país y mitades en otro. Hay escaleras en las que se sube en Suiza y se baja en Francia. Su arquitectura alpina, de maderas oscuras y tejados inclinados, convive con un aire familiar y ruidoso, más parecido a una cantina que a un refugio de montaña.Un mapa del hotel señala la línea fronteriza que atraviesa la propiedadGentileza fronterasblog.com En los papeles, los franceses lo consideran suizo y los suizos, francés. Quizás por eso, en 1958, Max Arbez —heredero del hotel— decidió proclamarlo como el “Principado de Arbezie”, una micronación irónica que buscaba burlarse de las obsesiones burocráticas con las fronteras. De hecho, el Tratado de Évian, que puso fin a la Guerra de Argelia, se firmó dentro de sus instalaciones.¿Cuánto cuesta alojarse?Hoy el hotel sigue administrado por descendientes de la familia original. Se ubica en el paso de montaña de La Cure, una aldea francesa colindante con la comuna suiza de Saint-Cergue. Los precios por noche varían entre €130 y €180, según la habitación.Entre los atractivos cercanos, se destacan los centros de esquí de Les Rousses y la naturaleza exuberante del Jura. Pero el principal motivo para hospedarse allí sigue siendo el mismo: vivir, aunque sea por una noche, en dos países a la vez y sin límites. LA NACIONInmuebles ComercialesHotelesFranciaConforme aOtras noticias de HotelesMás de 400 habitaciones. Así es el nuevo hotel de Nickelodeon que abrirá en Florida en 2026″Me das miedo”. Una argentina mostró su increíble experiencia en un hotel y se volvió viralLa lógica del zig zag. Así es el hotel que se pliega como una serpiente y respeta la geografía de su entorno natural
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