Vistiendo un traje de luchador de sumo, Fletcher (izq.), un turista australiano de 8 años, desafía al exluchador de sumo Jokoryu (dcha.) en un ring de sumo ante turistas extranjeros durante un almuerzo con espectáculo de sumo en el restaurante Yokozuna Tonkatsu Dosukoi Tanaka, en Tokio. EFE/EPA/FRANCK ROBICHON
(FRANCK ROBICHON/)Tokio, 12 ene (EFE).- Un restaurante de Tokio gestionado por exluchadores de sumo se está erigiendo como un popular punto de encuentro para turistas por sus espectáculos en inglés, que permiten al público extranjero acercarse al icónico deporte japonés a la vez que ofrece una nueva vida laboral a profesionales retirados.Situado en el ecléctico barrio Sumida, los primeros comensales del día del local Yokozuna Tonkatsu Dosukoi Tanaka comienzan a llegar una media hora antes de que empiece el espectáculo y poco después de sentarse las camareras empiezan a servirles la comida, cuyo plato principal es ‘tonkatsu’, filete de cerdo empanado y frito, troceado.Este popular plato nipón inspirado por la cocina francesa es también célebre entre los turistas, razón principal por la que se especializaron en él, explica a EFE Kazumasa Sato, antiguo ‘rikishi’ (luchador) y planificador de eventos en la web sumoexperience.com, desde donde se gestionan el restaurante y otras actividades.Otro de los motivos que llevaron a esta elección nace de la superstición. El nombre del plato incluye la misma pronunciación que el verbo ganar en japonés, ‘katsu’, y se cree que da buena suerte.En los fogones del Yokozuna Tonkatsu Dosukoi Tanaka cocinan antiguos ‘rikishi’, como hicieran habitualmente en los establos (‘heya’) donde convivieron en sus años como profesionales, antes de ataviarse con el revelador cinturón ‘mawashi’ de estos deportistas y subirse a un ‘dohyo’ (ring del sumo) instalado en el centro del local.La hostelería es una salida habitual entre los luchadores de sumo retirados, que habitualmente rompen su vinculación laboral con este deporte cuando deben abandonarlo a edades relativamente tempranas, especialmente aquellos en categorías inferiores, que pueden llegar a encontrar serias dificultades en su renovación profesional.Actualmente muchos luchadores retirados se dedican al sector de la restauración o a ser cuidadores, señala Sato.El restaurante que regenta representa una nueva oportunidad de trabajo que les permite, además, seguir vinculados al sumo. En la actualidad, seis exluchadores forman parte del proyecto, que ofrece espectáculos a la hora de comer los lunes, miércoles y viernes.Desde que abriera en noviembre de 2022, el local ha cubierto la totalidad de las reservas de forma habitual.Durante la comida de mediados de esta semana, los ex ‘rikishi’ Jokoryu y Matsunoumi fueron los encargados de agasajar a un salón completo, con 60 comensales de al menos cinco países: Australia, Estados Unidos, Filipinas, Irlanda y el Reino Unido.Sobre el ‘dohyo’, ‘Jo’ y ‘Matsu’ representan con humor algunos rituales de los entrenamientos diarios de los luchadores, del comienzo de los combates, técnicas destacadas entre las decenas para derrotar a los rivales o prácticas prohibidas.”Empezamos esta empresa para expandir el conocimiento entre los turistas extranjeros de esta parte de la cultura japonesa, el sumo”, dice Sato. Durante el espectáculo “les enseñamos sobre los orígenes del sumo, sus reglas y al final les dejamos experimentarlo”.Para muchos de los asistentes a este restaurante el espectáculo es su primera toma de contacto directo con el sumo. Fue el caso de los británicos Jane e Ian Shipway, dos jubilados de 68 años que decidieron recalar en el local en su visita exprés al país de menos de una semana y en la víspera de su aniversario de bodas.Los Shipway supieron del Yokozuna Tonkatsu Dosukoi Tanaka tras la visita al restaurante de la cantante Jane McDonald, señalan a EFE.Los australianos Emma y Anthony y sus tres hijos adolescentes optaron por el lugar tras comprobar que no había ningún combate al que poder asistir durante su estancia en Japón, al igual que un trío de amigos de Minneapolis (EE.UU.), pues la primera jornada del Torneo de Enero tendría lugar el día de su marcha, este domingo.La gran mayoría de los comensales más jóvenes se animaron a probar suerte contra los exluchadores, como el australiano Fletcher, de 8 años, que ataviado con un desproporcionado disfraz de ‘rikishi’ se enfrentó con arrojo a Jokoryu entre los vítores de los asistentes.”Lo he disfrutado mucho”, dijo por su parte la irlandesa Aoife, de 30 años, que al principio no se veía capaz, pero se dio cuenta de tener más fuerza de la que pensaba. “La comida estaba deliciosa (…) y me interesó mucho aprender sobre la historia del sumo y los rituales”, añadió recomendando la experiencia. María Roldán
Categories