El Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNDS) del depuesto presidente, Mohamed Bazoum, ha denunciado que está siendo acosado por las nuevas autoridades golpistas, que además han cortado el suministro eléctrico de la residencia presidencial en la que se encuentra recluido junto a su familia.
El PSD ha denunciado en un comunicado que desde este miércoles, “los secuestradores han interrumpido cobardemente la línea que da servicio a la residencia presidencial, aislándola del resto del perímetro que sí dispone de luz”.
En ese sentido, ha responsabilizado al general Abdourahmane Tchiani, antiguo jefe de la Guardia Presidencial y ahora líder del país tras el golpe de Estado, de cualquier contratiempo que pongan en peligro la seguridad de Bazoum y los suyos.
Mientras tanto, continúan las muestras de solidaridad hacia Bazoum, en especial de la Unión Europea y Estados Unidos. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha contado que ha podido hablar con el presidente depuesto para reiterarle el que su seguridad y la de su familia son primordiales para Washington.
Por su parte, Tchiani ha criticado en las últimas horas las sanciones, a su juicio “ilegales, injustas e inhumanas”, impuestas por Occidente tras la asonada y ha advertido a la población que las próximas semanas “serán ciertamente difíciles.
A su vez, ha agradecido a “las repúblicas hermanas” de Burkina Faso, Guinea y Malí por el apoyo mostrado tras las presiones de internacionales, entre ellas la de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental(CEDEAO), que llegó incluso a amenazar con una intervención militar si Bazoum no era restituido en el cargo.
Tchiani anunció el miércoles pasado la destitución del presidente, Mohamed Bazoum, y el cierre de las fronteras, con motivo de la profunda crisis económica y de seguridad en el país, que hace frente a un incremento de las operaciones de las ramas de los grupos terroristas Estado Islámico y Al Qaeda.
La asonada ha azuzado nuevamente las preocupaciones sobre la inestabilidad política en Níger, un país que se ha visto sacudido por otros cuatro –ahora cinco– golpes de Estado desde que obtuviera en 1960 la independencia de Francia, así como varios intentos frustrados, el último de ellos en 2021, días antes de que Bazoum asumiera el cargo.