Por Eliana RaszewskiBUENOS AIRES, 8 jul (Reuters) – Argentina dará el viernes un
nuevo paso en la construcción del gasoducto que unirá la
formación de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta -una de
las más grandes del mundo- con Buenos Aires, una obra vital para
que el país reduzca su dependencia de las importaciones de
energía.La última etapa de la licitación para seleccionar a la
empresa que hará las obras civiles se realizará el viernes y el
Gobierno espera que los trabajos -para la primera fase del
gasoducto- comiencen en octubre y finalicen en 2023. La nueva
ministra de Economía, Silvina Batakis, dio esta semana su
respaldo al proyecto en medio de turbulencias políticas.”Es una obra con la que hay consenso en todo el espectro
político. Está en marcha y se trabajó en tiempos muy rápidos”,
sostuvo una fuente del Gobierno que pidió no ser identificada.”Si bien no son muchas las empresas que pueden hacer la obra
porque tienen que tener experiencia en gasoductos grandes, hay
un conjunto de empresas interesadas”, señaló a Reuters y agregó
que esperan adjudicar la obra en agosto.La ejecución del gasoducto está en manos de Energía
Argentina, una empresa pública bajo la órbita de la Secretaría
de Energía, que depende del Ministerio de Economía.En medio de disputas políticas en el oficialismo, que
derivaron en la renuncia del anterior ministro, la flamante
titular de la cartera dijo esta semana que no tiene previsto
realizar cambios en esa área.El gasoducto y las obras complementarias permitirán aumentar
la capacidad de transporte en 11 millones de metros cúbicos de
gas por día, que unos meses más tarde se ampliará a 19 millones
de metros cúbicos por día, según los expertos.La tercera economía más grande de la región atraviesa
severas dificultades financieras, que llevaron al banco central
a restringir las importaciones para destinar las escasas divisas
internacionales que tiene a las compras de energía para el
invierno austral.La saturación de los gasoductos desde Vaca Muerta, la
segunda reserva mundial de “shale” gas y la cuarta de petróleo,
impulsaron las necesidades de importación de Argentina, en
momentos en que los precios internacionales aumentaron por la
guerra en Ucrania.En 2021, Argentina importó 56 buques de GNL por 1.095
millones de dólares, a un valor promedio de 8 dólares por millón
de BTU, para satisfacer las necesidades de gas de industrias y
hogares, de acuerdo con datos oficiales.Este año ya importó 41 buques a un precio promedio de 30
dólares por millón de BTU, con lo que se podría totalizar unos
3.700 millones de dólares en 2022, estimó Daniel Dreizzen,
experto de la consultora Ecolatina.Mientras que la balanza comercial del país en 2021 arrojó un
déficit de 1.551 millones de dólares, este año se profundizará a
6.109 millones de dólares, agregó.”Es muy fuerte el impacto que tendrá el gasoducto en la
balanza comercial en Argentina, porque ese gas local reemplazará
a la importación más cara que hace el país”, explicó Dreizzen,
quien calcula que en una primera etapa, con una inyección
adicional de 11 millones de metros cúbicos por día, la obra
permitirá ahorrar unos 3.000 millones de dólares.Argentina importa alrededor del 20% del gas que consume. El
Gobierno tiene la esperanza de desarrollar Vaca Muerta para
compensar la importación y el declino que sufre en las otras
cuencas.(Reporte de Eliana Raszewski, con reporte adicional de Hernán
Nessi
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