La primera vez que vio el océano, Sibusiso Sizatu pensó que, con tanta agua, debía tratarse de un lago muy grande.Un par de décadas después, aquel niño pastor se prepara para cruzar ese mismo océano en una simbólica carrera, al frente del un equipo sudafricano de vela que espera inspirar a nuevas generaciones de navegantes negros.”Va a ser un descubrimiento para los jóvenes”, declara a la AFP Sizatu, de 30 años, vestido con un polo blanco, en un muelle de Ciudad del Cabo junto a su barco, el “Alexforbes ArchAngel”.El “ArchAngel” deberá partir hacia Rio de Janeiro el 2 de enero, en el marco de la 17ª edición de la carrera Cape2Rio, que empezó en 1971 pero no se celebra todos los años.Competirá con más de una decena de barcos de cinco países, que recorrerán los 6.000 km de aguas del Atlántico que separan a las dos ciudades.Sizatu cree que su velero, de 10 metros de eslora, tiene posibilidades de ganar.”La primera meta es terminar la carrera. Ganar será un bono adicional”, afirma.- Aguas abiertas -La tripulación, de cuatro hombres y una mujer, es la primera que procede en su totalidad de la academia de vela Royal Cape Yacht Club.La academia fue creada en 2012 para ayudar a jóvenes de comunidades marginales a acceder a un deporte dominado por blancos ricos.De niño, Sizatu pastoreaba los animales de la familia en una zona rural de la provincia de Cabo Oriental, antes de trasladarse a una barriada de Ciudad del Cabo a los nueve años.Allí empezó a ir a la escuela y conoció la navegación por un amigo.Al principio no le gustó mucho. Las aguas abiertas no le daban mucha confianza y se mareaba en el mar.Prefería el fútbol y esperaba convertirse en profesional.La navegación le parecía un lujoso pasatiempo reservado a jubilados ricos, a un mundo de distancia de la vida de su comunidad, donde abundaban la droga y la violencia y faltaba el dinero.En su primera salida, regresó a nado a la orilla.Todo cambió cuando su amigo le pidió que lo ayudara en una carrera de yates y su barco ganó.Sizatu dice que fue en ese momento cuando entendió que la vela era “un deporte” y no solo “divertirse en el agua jugando con un bote”.”Vi una oportunidad”, señala.Las posibilidades de ser futbolistas eran pocas, con millones de personas buscando lo mismo, mientras que pocos sudafricanos lo intentaban en el mar.”Pensé: ‘ok, aquí es donde realmente puedo hacer algo grandioso con esto'”, cuenta.- Navegación tranquila -El océano llegó a gustarle y se volvió muy hábil pilotando un barco.”Es muy pacífico y tranquilo cuando estás en el agua, olvidas todo lo demás”, explicó.Pero no todo eran aguas mansas. A menudo no tenía dinero para viajar a los eventos o comprar comida allá donde se celebraban.Estuvo sin documento de identidad hasta que cumplió los 20 años, por lo que competir en el exterior le resultaba difícil.Pero, según explica, la comunidad de vela de Ciudad del Cabo lo apoyó plenamente y lo ayudó a ampliar horizontes.Ahora espera que su disciplina deportiva también amplíe sus horizontes.”Me gustaría ver más diversidad”, declaró. “Aún hay gente que no nos ve como parte de esto, el racismo sigue presente”.Un motivo por el cual soñó con competir en Cape2Rio con una tripulación cuya historia es similar a la suya fue para desafiar los prejuicios.El equipo que ha formado se ha mantenido unido, indica, incluso cuando algunos pudieron verse tentados por las ofertas de otros barcos que buscaban tripulantes.Con edades de 21 a 30 años, siendo Sizatu el mayor, la tripulación del “ArchAngel” es joven y está motivada y preparada.Sin embargo, solo uno de ellos ha cruzado el océano.”Esto va a ser un gran paso al frente para todos nosotros”, asegura el capitán.strs-ub/sn/ri/mas/jvbAFPSeguí leyendoPolémica. Fue a comer a un restaurante con su hija, pero la echaron por la ropa que llevaba puestaAumento de transporte. Qué días y horarios pueden viajar gratis los jubilados y pensionadosSe supo. Qué significa el emoji del corazón con un punto abajoConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasservicio-de-noticias
Categories