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Era casado, su entorno insistía en que le diera una oportunidad y el resultado fue inesperado: “¿Cómo puede dejarse llevar por el rencor?”

escuchar>LA NACION>LifestyleÉl insistía, ella lo esquivaba, pero hay amores que son inevitables…6 de octubre de 202302:18Señorita HeartPARA LA NACIONescucharHace poco más de veinte años, Marian venía de una ruptura amorosa cuando Luis se cruzó en su vida. Una y otra vez, ella huía de sus acercamientos sutiles, sus propósitos acordes a alguna ocasión inventada. Él tenía una vida armada y Marian lo esquivaba, convencida de que aquel no era el camino y aún afectada por las heridas del viejo amor.Luis, sin embargo, insistía con aplomo y cierto día logró dar con el domicilio de su trabajo. Gracias a ello, él logró construir un encuentro casual y una amistad dentro de aquel ámbito laboral: “Por conveniencia”, asegura Marian con una sonrisa.Para su asombro, los compañeros de Marian parecían empujarla hacia Luis, a pesar de su situación marital. Preocupada, ella les pidió que comprendieran su posición, segura de que la estaban exponiendo y comprometiendo terriblemente: “Entonces, entre ellos se turnaban para decirme que, a pesar de que él era casado, en realidad estaba solo”.Una charla, un romance incipiente y un camino para sanarReticente, Marian seguía algo esquiva, hasta que cierto día una conversación transformó sus vidas para siempre. Cara a cara, como nunca antes lo habían hecho, Luis narró su historia y ella comprendió lo que en el fondo acontecía: “Si bien convivían con su exmujer, estaba separado hacía mucho tiempo”, explica.Marian y Luis comenzaron un romance que creció de a poco.Muy de a poco, la armadura de Marian comenzó a caer para dejar entrar lo que creía que ya había despedido de su vida: el amor. El incipiente romance comenzó despacio, atendiendo las heridas, los prejuicios sociales, las condiciones familiares por parte de Luis -quien se separó oficialmente- y algún que otro malentendido que debía sortearse.El cuidado logró fortalecer su vínculo, que se consolidó gracias a su genuino amor, signado por la profunda comunicación y el entendimiento: “A la par, cada uno hizo su terapia individual para sanar y constituir una relación sólida”.Un amor a prueba: el rechazo y la enfermedadEl vínculo formalizado de Luis y Marian creció día a día, aunque las resistencias y el dolor los desafiaron desde el comienzo. Desencantado por el camino de vida de su padre, el hijo de Luis se alejó, algo que sumió a su progenitor en una profunda tristeza: “Hasta el día de hoy busca recomponer el vínculo. La lejanía lo destroza emocionalmente”.Con aquella pena a cuestas, Marian y Luis continuaron alimentando su pareja y hallando en la vida instantes de felicidad inolvidables, hasta que otra noticia golpeó sus vidas: “Luis cayó con una enfermedad neurológica progresiva”, revela.Marian jamás soltó la mano de Luis.La noticia conmocionó a Mariana y, a partir de entonces, emprendió una cruzada: restaurar los vínculos dañados, convencida de que el amor y las emociones bien encauzadas influyen directamente en la evolución de la enfermedad.“¿Cómo, tras años de amor de padre tan dedicados, podía el propio hijo dejarse llevar por el rencor?”, se preguntó Marian desde el comienzo.Un camino para sanar cuerpo y almaMás de dos décadas pasaron desde aquel día en que Marian y Luis se cruzaron para cambiar sus historias para siempre. Hoy Marian sabe que el amor genuino triunfa, contra viento y marea. A pesar de aquel comienzo tumultuoso, siente que estaban destinados; aquel día en que se conocieron, se dieron permiso para ser felices; no se puede romper lo que ya está roto, y no hay mejor mensaje para un hijo que aquel que se predica con el ejemplo: nadie debería permanecer en los lugares que dañan, y sí luchar por ser feliz.“Pero sigue faltando el hijo y eso sume al padre en una profunda tristeza”, continúa Marian, pensativa. “Nosotros seguimos juntos, atravesando las complicaciones, apoyándonos en la fuerza del amor. Solo desearía que el hijo revocara su postura para dejar, una vez más, que el amor en su completud sane el cuerpo y el alma”, concluye Marian, con un suspiro y un agradecimiento por el espacio catártico.Si querés contarle tu historia a la Señorita Heart, escribile a [email protected] con todos los datos que te pedimos aquí.Señorita HeartConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasTodo es historiaCor@zonesMás notas de Todo es historia“Surfeá la ola”. Lo que era un trabajo práctico de la facultad se transformó en su vida y nunca olvidó el consejo de su hermanoAlthorp House. Un Airbnb de lujo alquila el palacio donde creció Lady Di, donde conoció a Carlos, donde descansan sus restos“Fue como ver la tumba de Tutankamón”. Cómo cuatro jóvenes de 18 años descubrieron una corbeta inglesa hundida a metros de la costa argentina

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