escuchar>LA NACION>Revista LivingLa decoradora Sol Larrosa pone en marcha lo que la inspira sin demora y obtiene como resultado una casa en permanente cambio, tal como le gusta.12 de enero de 202400:30Lucrecia ÁlvarezLucía Benegasescuchar“Esta casa no surgió de un proyecto integral: lo que se me pasa por la cabeza, lo llevo al plano. Hace ocho años que vivimos acá, y el living ya debe haber cambiado ocho veces”, dice Sol Larrosa sobre la antigua fábrica de sobres de papel en Villa Crespo que se convirtió en el hogar de su familia ensamblada, con hijos que hoy tienen 13, 14, 16 y 18 años.El portón de calle no da la menor idea de la explosión de color que se avecina en el interior.Magalí Saberian“La araña de cristal de roca y bronce es una verdadera obra de arte: la trajeron los abuelos de mi marido de Rusia, adonde fueron como embajadores”, nos cuenta Sol que encontró en la entrada bien industrial el lugar donde se luciera, por contraste . “El cuadro de Stranger Things estaba en una obra que hice y me lo regalaron para uno de mis hijos, que es fanático. A los chicos les divierte la casa, pero –lógicamente– la tienen normalizada; sus amigos flashean más”, se ríe.Un telón rojo separa del “hall” donde se estaciona la moto. Contra la pared amarilla, consola de Duveen y obra de Cynthia Cohen. Lámpara colgante ‘Monkey’ de Marcantonio Raimondi Malerba para Seletti (Italia).Magalí Saberian“Me pongo muy creativa en mi casa. Por mi profesión, veo cosas nuevas todo el tiempo y me dan ganas de reproducirlas acá. Como tampoco me apego demasiado a los objetos, el cambio se da sin muchos obstáculos”, cita como otro rasgo positivo de su oficio. Sobre la chimenea, obra circular de Claudio Roncoli. Sillón cubo giratorio tapizado en animal print, sillón naranja con puf y mesas ratonas ‘Elefante’ (Sol Larrosa). Lámpara de pie (La Feliz).Magalí Saberian“La pandemia para mí fue un momento de gran inspiración: me ocupé, con lo que se podía en ese momento –aunque fuera apenas pintando–, de muchas cosas que, con el trajín del trabajo, había desatendido en mi casa. Mi casa era mi paraíso”, recuerda.”Creo que hay que darse el gusto con los colores y descreo del argumento de no aplicarlos por temor a cansarse. O a equivocarse. Lo peor que puede pasar es retapizarlos con el tiempo, cosa que eventualmente hay que hacer también con los de tonos tranquilos.” Sol Larrosa, decoradora y dueña de casaEl enorme sofá curvo se compró en una página de reventa de muebles y fue retapizado. La pared de ladrillo, vestigios industrial bien acompaña por una decoración audaz y muy atenta a la escala.Magalí SaberianLas dimensiones del espacio y el espíritu lúdico de sus habitantes le dieron la bienvenida a esta mesa de pool, comprada a un bar.Obra 3D en blanco y negro y biblioteca vertical (Sol Larrosa). Juego de comedor (Walmer). Flamencos de cerámica traídos de un viaje. Magalí SaberianTodo abierto al patioSol Larrosa, retratada en el comedor diario. En la doble altura, su dormitorio ocupa lo que alguna vez fuera una de las oficinas de la fábrica. Sillón azul de segunda mano (Casa The Stock) sobre alfombra rayada de Mihran.Magalí Saberian“Compré este empapelado por internet. Me encantó cuando lo vi, súper naranja y con hojas distintas de las típicas, y me encanta aun más ahora. Es un recurso que recomiendo muchísimo para levantar un ambiente”Mesa ‘Elefante’ (Sol Larrosa), sillas de Eugenio Aguirre en gamuza. Lámpara colgante (La Feliz). Magalí Saberian“No alteramos gran cosa el planteo abierto de la fábrica. Solo achicamos un poco el patio para construir los cuartos de los chicos”La decoradora mandó a hacer los sillones de teca y les puso colchonetas de tela náutica. En medio, mesas bajas de chapa (Sol Larrosa). Junto a la barra de hierro con tapa de Neolith hecha a medida, banquetas con asiento de ratán sintético.Magalí SaberianEscaleras arribaEn esta casa que se vive intensamente, los pisos de cemento alisado aseguran un bajo mantenimiento, además de que su claridad potencia la luz que viene del patio. La escalera de hierro que surge en la pared posterior del living está acompañada por caños de electricidad a la vista, propios de la historia fabril del lugar.La escalera conduce a la suite.Magalí SaberianArriba, la suite de la pareja que se distingue desde el living, “funciona como un monoambiente”, en palabras de la decoradora.Respaldo vintage retapizado con género de Caro Deane. Se apoya sobre un murete del mismo tono que las cortinas, hechas con terciopelo de Casa Almacén (Sol Larrosa). En la cara posterior, aloja el vestidor.Magalí Saberian“Amo mis cortinas de terciopelo color mostaza, lo único que no cambié desde que nos mudamos. Necesitaba moderar la luz de estos seis metros de ventana de manera estética y contundente. Las uso mucho en mis decoraciones”.Vista del baño en suite compartimentado. Cuadro de guacamayo bordado (Estudio Polonia).Magalí SaberianEl baño en suite con mueble de hierro, tapa de Neolith y dos bachas bajo sendos espejos redondos. El estilo industrial sigue en los espacios separados de ducha y bañadera, con azulejos blancos con junta gris y listel negro, el mismo color con que se pintaron los barrales y los caños que llevan luz hasta los spots. Lucrecia ÁlvarezLucía BenegasSeguí leyendoReforma en tres actos. Usina eléctrica en 1920, loft en los 90 y, hoy, departamento ampliadoSuper antes y después. Padre e hijo hicieron de un depósito en Vicente López un loft espectacularCasas espectaculares. Un garage en Palermo se convirtió en el summum del loftConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasLifestyleColor y texturaDecorar con colorDiseño interiorCasas de diseñadoresLivingsChimeneasPatiosLoftsMás notas de Color y texturaUn coleccionista fuera de serie. “En casa, todo lo que existe en grande, también está en chiquitito”Puertas adentro. El exclusivo hotel que fue hogar del legendario músico Cuchi Leguizamón y de una estrella de HollywoodEn Vicente López. 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