CompartirEscucharEl senador Juan Manzur declaró este jueves en el juicio contra el exgobernador y exsenador por Tucumán José Alperovich, a quien una sobrina suya denunció por abuso sexual, supuestamente ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires y en Tucumán. Durante su declaración testimonial el actual legislador, que supo ser vice de Alperovich, dijo que vio a la joven en la casa que el acusado tiene en Capital Federal, pero habló de una “situación normal”.“A ella la vi un par de veces, tengo un recuerdo vago en la actualidad. Una o dos veces la vi en casa de gobierno y otra en el departamento que José Alperovich tenía o tiene en Capital Federal. Entre ellos había una situación normal, no vi nada que me haya llamado la atención”, describió Manzur durante su declaración vía Zoom, según consigno el sitio El Tucumano. “Sé de qué se lo está acusando a Alperovich, pero no sé el trasfondo. Me enteré por los medios periodísticos, esto fue de público conocimiento. Ni bien salió la denuncia fue de mucha notoriedad. José es un hombre público, reconocido, y una denuncia de estas características causa mucho impacto. La difusión ha sido importante”, agregó el senador sobre la acusación que recayó sobre quien supo ser su mentor y gobernador de Tucumán durante 12 años.“Esto le debe haber causado mucho dolor a ella [por la denunciante] debe haber sido algo tremendo”, reconoció Manzur en relación a la víctima, según consignó La Gaceta. De acuerdp a al medio local, que el también exjefe de Gabinete de Alberto Fernández prestó declaración por más de media hora ante el fiscal Sandro Abraldes, los querellantes Pablo Rivatti y Carolina Cymerman y el defensor Augusto Garrido.Por otro lado, Manzur se explayó acerca sobre su vínculo con Alperovich, el que según sostuvo, fue una relación “muy cercana” hasta 2017. “Fui su funcionario y su vicegobernador. Y luego, por cuestiones de la política, nos separamos. Eso es hasta ahora. No sé nada de él desde esa época”, describió.En ese sentido, Manzur también indicó que Alperovich formó parte de su gobierno como asesor ad honorem si bien contaba con “seguridad, transporte e incluso el avión de la provincia”, beneficios que luego le fueron retirados cuando en la campaña electoral de 2019 se desemarcó de su espacio. “Él eligió no estar con nosotros y por eso las asignaciones que se le habían dado le fueron retiradas”, precisó al respecto.La causaEl testimonio de Manzur se enmarca en el juicio oral y público que desde febrero de este año lleva adelante el juez Juan Ramos Padilla, en el Tribunal Oral en lo Criminal 29, donde se espera que presten declaración más de 80 testigos. Alperovich fue acusado de tres casos de abuso sexual, dos de ellos en grado de tentativa, y seis casos de violencia sexual agravada por acceso carnal, de acuerdo con lo establecido por la investigación judicial en base a las denuncias de su sobrina por los ataques ocurridos entre 2017 y 2018 en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Tucumán.El expediente se inició cuando la joven denunció los hechos a fines de 2019, mientras se desempeñaba como asistente de Alperovich en el Senado de la Nación. El Senador pudo terminar su mandato sin que lo desaforaran, aunque pidió licencia sobre el tramo final.Alperovich, que no declaró en el juicio y dijo que lo iba a hacer al final después de oír toda la prueba, no niega haber tenido un vínculo con la chica, sino que niega de plano los cargos de abuso.La denunciante indicó que los abusos y ataques se produjeron en Tucumán y en un departamento del barrio porteño de Puerto Madero. En la investigación intervinieron la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 10 de la Capital Federal, interinamente a cargo del fiscal Santiago Vismara, y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), que dirige Mariela Labozzetta.En mayo de 2022, la fiscalía había considerado que “en todos los casos, mediando para su comisión intimidación”, el exsenador “abusó de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”. “Quedó comprobado cómo el imputado utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”, señaló la acusación fiscal.LA NACIONConforme a los criterios deConocé The Trust Project
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