escucharescuchar“Está impecable. Lo único, que los autos se van en el día. Es para solucionar hoy. La Amarok cuesta cinco millones; si no querés, tenés una Hilux por seis millones”. Así, el empleado de una agencia de venta de automóviles ofrecía a un precio mucho menor que el valor de mercado una camioneta que había publicado en una red social. “¿Querés que transfiera la seña?”, preguntó el comprador. “Si querés que te la guarde, sí. En caso contrario la sigo ofreciendo y, el primero que viene, se la lleva. Qué te sirve más, la Hilux o la Amarok”, respondió el vendedor, para presionar al interesado.La oferta era tentadora, comprar una camioneta usada modelo 2018 a un precio tres o cuatro veces menor que el valor del mercado, constituía el anzuelo que usaba el vendedor de una concesionaria de automóviles de primera línea de La Matanza para convencer a las víctimas.Semejante diferencia de precio tenía un motivo que el eventual comprador ignoraba: las camionetas y automóviles que ofrecía el vendedor eran robadas. La banda que, a punta de pistola, se dedicaba a sustraer esos vehículos tenía la estructura para armar la carpeta con documentación falsa en menos de 24 horas y ponerlas a la venta en una plataforma de una red social.Esta organización delictiva fue desbaratada en las últimas horas por efectivos del Departamento Casos Especiales de la policía bonaerense, que apresaron a tres integrantes de la banda, entre los que figura el titular del falso perfil de la red social en la que se ofrecían los automóviles robados.“Me interesa una Duster. Estoy en Hurlingham”, expresaba en el chat de la red social en la que se habían publicado una serie de fotos para una camioneta Renault Duster para la venta. Entonces, ante la inquietud del potencial cliente, el integrante de la banda, que usaba el perfil “Nazareno L.” como fachada respondió: “Cuesta $ 1.800.000. La camioneta está en Monte Grande. Está flamante, me la quieren sacar de las manos con ese precio”.Uno de los detenidos por la venta de vehículos robadosPolicía bonaerense“¿Sos reventa?”, preguntó el interesado. “Tengo un taller. Me dedico a esto. Alguna de estas camionetas o autos los llevo afuera. Si nos ponemos de acuerdo, haremos lindos negocios. Yo tengo autos todos los días”, manifestó el falso “Nazareno L” que, en su perfil se presentaba como vendedor de automóviles.Los detectives de la División Casos Especiales, con sede en Morón, identificaron al sospechoso que se ocultaba detrás del perfil falso y lo detuvieron en la agencia oficial de automóviles de primera marca que funciona en San Justo, partido de La Matanza.Al revisar su celular y las anotaciones que tenía en su escritorio, los investigadores comprobaron que el imputado era empleado de dicha concesionaria y que, durante el tiempo que debía estar trabajando para la empresa, usaba su cartera de clientes para vender los vehículos que robaban sus cómplices.“Nazareno L. Venta de motos y automóviles legales en Moreno, Merlo y alrededores”, expresaba en la presentación de su falso perfil de aplicación de ventas de la red social. Según fuentes policiales, el vendedor y los dos cómplices formaban parte de una banda que, en dos semanas robó siete vehículos a mano armada.Los delincuentes robaban los automóviles y camionetas en Ramos Mejía, San Justo y Merlo y los vendían en Hurlingham, Moreno, Morón e Ituzaingó. “La maniobra consistía en que no pasara mucho tiempo entre el robo a mano armada de los autos y el momento de la venta. Por ese motivo los ofrecían a muy bajo precio”, explicó uno de los investigadores.Durante la pesquisa los policías determinaron que la banda tenía tres grupos que cumplían funciones bien definidas: una célula estaba formada por los “cañeros” o “gatilleros” que robaban los vehículos a mano armada.En el segundo grupo estaba el “papelero” que se encargaba de confeccionar el título de propiedad, la cédula para circular y el formulario 12, de verificación policial falsos. A estos documentos se sumaba la confección de una patente apócrifa que corresponde a un automóvil que no tiene pedido de secuestro. En el ambiente delictivo, la maniobra de falsificar los documentos del vehículo robado se conoce como “emponchado”.Mientras que en el tercer grupo aparece el falso “Nazareno L” que, mediante engaños y desde su escritorio en una importante agencia de automóviles se dedicaba a ofrecer los vehículos robados mediante el ardid del precio bajo y la urgencia de concretar la operación de forma urgente para no “dejar pasar la oportunidad de concretar un negocio”.Al revisar las cédulas, los investigadores concluyeron que parecían auténticas, aunque carecían de algunos detalles de seguridad que poseen las oficiales. Con respecto al título de propiedad, la falsificación era muy buena porque estaba facilitada a partir de que dicho documento es digital.Gustavo CarabajalTemasrobo automotorConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Robo automotorOperación Fénix. Más de cien allanamientos y 42 detenidos por robo, desarme y contrabando de autosSangriento robo de vehículosLe apuntaron con un arma. Asaltaron al constitucionalista Félix Lonigro y los ladrones se escaparon con su camioneta
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