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Luis Pescetti: “Un maestro tiene que tener una biblioteca con muchos libros que le hayan gustado”

Luis Pescetti, invitado al ciclo “Es por acá”, organizado por Fundación Varkey, UNESCO y Ticmas (foto: Juan Pablo Baliña)En Villa Ocampo, la histórica residencia que Victoria Ocampo donó a la UNESCO, se llevó a cabo una nueva entrevista en el marco del ciclo “Es por acá”. Esta iniciativa, que reúne los esfuerzos entre Ticmas, la Fundación Varkey y la UNESCO, tiene como objetivo promover la educación y la cultura a través de conversaciones enriquecedoras con destacados personajes. En esta ocasión, el protagonista fue Luis Pescetti, un artista polifacético reconocido por su habilidad para cautivar a jóvenes y adultos por igual, no solo como músico y autor, sino también como un ferviente defensor de la lectura.—Tenés una canción que habla de Harry Potter y Harold Bloom.—”Yo leí Harry Potter y me gusta”.—Exacto. Quería partir de una frase de esa canción: “Qué suerte que Harold Bloom no hace los planes de lectura”, y preguntarte qué tendría que tener un plan de lectura.—El origen de la canción fue una nota que le hicieron a Harold Bloom, en la que él afirmaba que Harry Potter no era literatura. Si quien arma el canon dice eso, los chicos están en el horno. De ahí surgió eso que dije en broma pero en serio. Porque también en Latinoamérica hubo grandes controversias sobre qué libros dar. Es un tema complejo, según de dónde lo mires. Tal vez habría que hacer como la CONABIP, que les entrega dinero a las bibliotecas populares y son los bibliotecarios los que compran. El bibliotecario de cada escuela y cada maestro de grado podrían escoger los libros del año. Tampoco estoy convencido de que todo el grado lea el mismo libro.—Pero eso también trae riesgos.—Sí, claro. Yo creo que habría que tener libros sugeridos, los infaltables, y el resto del recorrido lo rellenás vos como maestro, dando buena cuenta de qué y por qué elegís. Estamos en Villa Ocampo y este lugar me hace acordar que Borges decía que la lectura no acepta el imperativo. “¡Leerás!”. Es como el amor, ¿no? Leer debería ser uno de los momentos más privados de tu vida espiritual, personal.Con Villa Ocampo de fondo: Luis Pescetti en el ciclo “Es por acá” (Foto: Juan Pablo Baliña)—Borges decía eso y también decía que, si el libro no te gusta, lo tenés que dejar. Y María Esther Vázquez escribió que Borges no se daba cuenta que, con esa afirmación, cuánta gente alejó de la lectura.—Menos de los que acercó, sin dudas.—La pregunta, en todo caso, es cómo hace un maestro para acompañar a los alumnos con esos libros que suponen un desafío.—Para seguir con tu pregunta anterior, los maestros deberían tener autonomía de, no sé, el 60%, el 70%, y que el resto esté sugerido por el Estado. Tiene que tener mucha autonomía porque, como lector, tenés que tener la autonomía de leer lo que te gusta. Ese camino, con todos los riesgos, es preferible. Vas a crear un lector que, tarde o temprano, va a encontrar los otros libros. Y no uno que leyó y que después no quiso leer nunca más. En cuanto a las dificultades, frente a los millones de minutos de reproducción de videos por día, ¿a quién le estás compitiendo? Como maestro: terquealo, convencelo. Siempre doy este ejemplo: la hija de doce años de un amigo había tenido un desengaño y se sentía sola en el mundo, y yo le dije: “Que lea Lucky Live”. Pero imaginate que sos esa nena y te traen una receta médica que dice que tenés que leer una novela: los mandás a freír churros por metidos, por impertinentes, porque expusieron tu intimidad. Ahora, si el que te lo recomienda te dice: “Tenés toda la razón, dejame que te lea dos capítulos”, y leemos y lo compartimos, por ahí te quedás leyendo.—¿Qué ventaja trae que la maestra o el maestro pueda elegir los libros?—Primero, implica que sea un profesional independiente y autónomo. Sos un profesional, el Estado invirtió un montón en tu formación: tengo que darte esa autonomía, si no, qué estoy diciendo de vos y de mí. Lo segundo es que estás vos en campo: ¿quién va a estar más cerca de tu grado?—Alguna vez dijiste que los maestros deberían tener una gran biblioteca. ¿Por qué?—El almacén de tu barrio no puede estar peor que tu alacena. Como maestro, uno tiene que tener una buena cantidad de lecturas. Por la historia que te acabo de contar recién. El libro no tiene que ser sólo la anécdota que le ilustre al chico lo que le pasa; puede ser también lo que se apuesta. Un maestro tiene que tener una biblioteca con muchos libros que le hayan gustado.Cómo impulsar la lectura en la escuela (Getty Images)—Hace poco, Graciela Bialet publicó Lectores rebeldes, un libro muy lindo en el que, entre otras cosas, dice que hay que recuperar el momento de la lectura en el aula. Frente a esto, un maestro podría oponer que no tiene tiempo. ¿Cómo se hace para que conviva el tiempo de la lectura con el del hacer?—Graciela Pérez de Lois, que es una editora con mucha experiencia pedagógica, dice que, puertas adentro, el maestro es el dueño del momento. ¿Cuánto leés? Lo que puedas. Se puede hacer tiempo para leer, y se puede hacer tiempo para hacer distinto las cosas. Los maestros tienen que aprender a defender su dinámica de clases. Durante la pandemia me puse a leer las currículas de Provincia y de Capital. Eso es otra cosa: las currículas tenían 500 páginas, pero en pandemia se pusieron los contenidos principales, y ¡tenían 250 páginas! Es como decir: “Acá hay una inundación, no nos podemos llevar todo Villa Ocampo, nos llevaremos sólo los muebles”. No, para. No entendiste. Entonces, claro que falta tiempo y claro que el maestro está ahogado de contenidos.—Si la educación es educación en valores, ¿qué valores se pueden desarrollar con la lectura?—La lectura es el encuentro íntimo de uno con uno mismo. Poner un valor como si fuera poner vitamina C… La lectura es buena en sí. Aunque a veces miro la realidad y digo: “Qué al cuete leer”. Veo las grandes discusiones de los intelectuales a un lado y a otro lado de la grieta, y pienso que mi próxima charla en la Feria del Libro va a ser: “Al cuete leer”. Me produce desazón que la lectura no tenga efectos más poderosos. Y, sin embargo, hay un punto en donde no tengo dudas, y es cuando me imagino a un chico solo en su cuarto leyendo. No tengo dudas de lo que le aporta la lectura, de lo que le agranda el mundo.—Una vez le pregunté a Ana María Shua qué no se podía hacer en un libro infantil. Yo esperaba que me dijera algo sobre la violencia o la muerte, pero me dijo: “No se pueden decir malas palabras, un libro con malas palabras no entra a la escuela”. Y, sin embargo, está el cuento de Roldán de las pulgas que cantan “pata, peta, pita, pota, puta” y también están tus rimas de los nenes que hacen caca. ¿Qué cambió?—Lo mío es muy naíf, esa es una semi mala palabra. Es muy bueno lo que dijo Shua, porque si te quedás afuera de la escuela, te quedas fuera de muchos chicos. Yo diría que lo que no se puede hacer es bajar línea. Cuando escribo Natacha estoy hablando de los derechos de los chicos, de las mujeres, un montón de cosas, pero está “metido en”. No podés bajar línea. No podés bajar línea política, por ejemplo.—¿Cuántos nenes están detrás de la construcción de Natacha?—Primero, fueron chicos de algunas escuelas de Argentina, de los que tomaban anécdotas. Después se sumaron chicos de México. Siempre eran cercanos. Yo ponía el oído para su vida familiar cotidiana y tomaban anécdotas. Fueron muchos: no cientos, pero sí algunas decenas de chicos.—Y, por otro lado, ¿cuántos niños se ven reflejados en Natalia?—Eso sí: muchos. Uno de los comentarios que más se repite es: “Dice mi mamá cómo hiciste pata saber lo que pasa en casa”.  Yo lo escribí con oído. El otro día fui al mecánico y cuando llegué le dije: “Hola, Edgardo, vengo por…”, y él me interrumpió y me dijo: “Ya sé, por los frenos”. Oyó cómo frené el auto y supo la razón antes de que se lo dijera. Acá es lo mismo. Vos oís un pedacito y ya sabés la situación que sigue. Eso produce alivio: “Me encontré a mí mismo”. En Historia latina para idiotas, John Leguizamo dice que hasta que vos no te ves reflejado afuera, te sentís invisible. Él lo dice por un montón de latinos que faltaban en la historia de Estados Unidos. Pero es lo mismo. Por eso la literatura tampoco puede ser prescriptiva: porque si el chico no se ve reflejado, eso que se pone como valor a aprender, no va a tener el efecto transformador. Chimamanda Adichie decía que, como leía libros ingleses, los cuentos que ella escribía tenían personajes rubios que tomaba el té hasta que un día descubrió a los escritores africanos y se voló la cabeza. Es el derecho a la identidad: “Yo soy”. Eso es lo que tiene que pasar con un chico en la lectura.—Pasaste mucho tiempo en México: ¿son muy distintos los nenes de allá y de acá? Está bien que cada chico es una individualidad, pero, en una generalización, ¿son muy distintos?—Los grandes cambios se dan entre chicos de zonas urbanas y chicos de zonas rurales. Los chicos de escuelas privadas de zonas urbanas se parecen muchísimo. Los de las zonas rurales, quizás no tanto. La zona rural en la Argentina se parece un poco más a una zona urbana pequeña; la zona rural en México realmente es más una zona rural. Tienen un primer tiempo que es distinto: en México son más cautos y observadores; en Argentina son más activos y confiables. Pero una vez pasado ese primer tiempo, levantás el peaje y te encontrás con los mismos chicos.SEGUIR LEYENDOTicmas presente en el XX Congreso Educa de Ciudad de MéxicoAna Borzone: “La escuela de hoy está condenando a los chicos pobres a ser analfabetos”

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Más de 300 alumnos de escuelas secundarias participan del Modelo de Naciones Unidas Regional en Mar del Plata

Los estudiantes que participan del MONUR 2023 en Mar del Plata integran las Comisiones y Consejos de lo que sería una Asamblea General de la ONU. Del 7 al 9 de agosto se desarrolla en Mar del Plata la décima edición del Modelo de Naciones Unidas Regional (MONUR), una simulación de la Asamblea General de la ONU organizada por el Instituto Juvenilia que, en esta oportunidad, también cuenta con la colaboración de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).El MONUR consiste en una simulación de Asamblea General de la ONU que cuenta con diversas Comisiones y Consejos, en las que participan alumnos de escuelas secundarias de la ciudad y la zona, y durante la cual representan a todos los países como sus diplomáticos.Las comisiones de las que participan los más de 300 estudiantes son: el Consejo Económico y Social, el Consejo de Seguridad, la Organización Mundial del Trabajo, la Organización Mundial del Comercio, y en esta oportunidad se incluyó a la ONU Mujeres. De esta última participan 13 delegaciones que debaten sobre trabajo y género, haciendo foco en la brecha salarial, la distribución de empleo y cupos laborales en contextos de diversificación tecnológica y desigualdades digitales, y las políticas públicas para el empoderamiento económico femenino y el crecimiento inclusivo.Te puede interesar: Huyó del régimen talibán y ahora estudia en Argentina: la historia de Suraj Samim“Desde su inicio, el MONUR ha sido una plataforma de enriquecimiento personal y desarrollo de habilidades, donde estudiantes del Nivel Secundario de todo el país se reúnen para explorar y debatir cuestiones globales, asumiendo los roles de delegados de diferentes naciones y organizaciones internacionales” comentó a Infobae la magíster Mercedes Sisterna, quien junto a la abogada Luciana Scherbarth están a cargo de la organización integral del evento.Autoridades a cargo de la organización de la décima edición del MONUR en Mar del Plata. El MONUR contó con la participación de la embajadora María Cristina Perceval, quien actualmente se desempeña como Representante Especial para la Política Exterior Feminista de la Cancillería argentina. La ex embajadora ante la ONU y directora regional de UNICEF instó a los alumnos a trabajar activamente en una agenda internacional que incluya el desarrollo sostenible y los derechos de la juventud para un mundo en donde, como quedó demostrado luego de la pandemia, nadie se salva solo.Este año, el MONUR se lleva a cabo en la sede de la UTN, situada en el puerto marplatense, marcando una nueva etapa en el camino de la educación transformadora. Una característica fundamental de la simulación radica en su enfoque innovador de enseñanza, que complementa los contenidos curriculares tradicionales. “Más allá de brindar conocimientos teóricos, el modelo busca fomentar la participación activa de los jóvenes en la sociedad y resaltar la importancia de habilidades fundamentales como la argumentación sólida, el pensamiento crítico, el dominio de la oratoria y la búsqueda de consensos” resaltó Scherbarth en diálogo con este medio.A lo largo de estos años, más de 1.200 estudiantes participaron de esta propuesta educativa que cuenta con el apoyo institucional de la Biblioteca Depositaria de las Naciones Unidas, el patrocinio de la Provincia de Buenos Aires y del Concejo Deliberante local.Seguir leyendo:Cuáles son las habilidades de los estudiantes que más se valoran en los empleos7 consejos para mejorar la organización del tiempo y evitar el multitasking

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Especialistas en Educación cuestionaron al sindicalista Baradel por el rechazo a extender una hora las clases en escuelas primarias

Roberto Baradel lidera el rechazo gremial a la extensión del horario de las escuelas (Gustavo Gavotti)Tras el anuncio del gobierno nacional, el principal gremio docente, CTERA, se manifestó en contra de la hora extra en las escuelas primarias. A horas de que se discuta la medida en el Consejo Federal de Educación, especialistas apoyaron la propuesta de sumar una hora de clase por día y repudiaron los dichos del sindicato que conducen Sonia Alesso y Roberto Baradel.“Un tema tan importante y trascendente hay que trabajarlo seriamente primero con los ministros de Educación y después con los representantes docentes. Queremos que se cumpla la ley de que todas las escuelas del país vayan hacia una jornada extendida o completa, pero no estamos de acuerdo en sumar carga horaria a los docentes sin previa consulta. Todavía no conocemos en profundidad el proyecto”, dijo Baradel en diálogo con Radio con Vos.Pocas horas antes, los dirigentes de CTERA, el gremio docente mayoritario a nivel nacional, habían sido los primeros en manifestarse en contra de la hora extra en primaria. “Planteamos el rechazo de toda modificación del sistema educativo que vulnere los derechos laborales, implique una sobrecarga en el trabajo docente y no esté orientada hacia la cualificación del sistema educativo”, señalaron en un comunicado.Los especialistas están de acuerdo en sumar más tiempo de clase (Dirección General de Cultura y Educación Bs As)El gremio exigió una “urgente convocatoria” a la paritaria nacional docente para discutir la extensión de la jornada y pidió que el dinero presupuestado para la reforma se destine a infraestructura en lugar de a la hora extra de trabajo docente.La propuesta que elaboró el ministro Jaime Perczyk que será puesta en discusión mañana en Consejo Federal despertó rechazo de los gremios, pero también cierta de adhesión de especialistas, incluso algunos lejanos al gobierno nacional.Al respecto, Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación durante la presidencia de Mauricio Macri, expresó: “El hecho de incorporar una hora en la jornada de cada una de las escuelas de nuestro país es una muy buena idea del Ministerio de Educación Nacional. Ahora bien, eso debe ser correctamente implementado al llegar a las provincias. Esa hora tiene que tener contenido real, tiene que estar articulada, planificada y no consistir en ese tipo de anuncios vacíos”.Finocchiaro también repudió la reacción de Baradel pocas horas después de conocerse el anuncio. “Tantos años de cterismo educativo en la Argentina le han hecho creer a muchos, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, que el sistema educativo argentino es, básicamente, un sistema gremial. Para tener futuro como país hay que salir de esa lógica. El objetivo prioritario debe ser el aprendizaje de los alumnos y no otra cosa. Por supuesto, las provincias van a tener que ajustar con los sindicatos correspondientes las cuestiones vinculadas a las condiciones laborales y lo salarial, pero no hay que negociar con ellos el rumbo de las políticas públicas educativas. A ese rumbo lo decide el Estado argentino”, planteó.En la misma línea, el profesor Gustavo Zorzoli, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, consideró “promisoria” la propuesta de sumar una hora y que el tema se instale en la agenda pública, aunque advirtió que su implementación traerá inconvenientes. “Cambia las condiciones laborales de los docentes, la rutina cotidiana de las familias y sobre todo la de los estudiantes. Debido a la falta de infraestructura en la mayoría de las jurisdicciones, la única alternativa es adelantar el inicio de las clases o llevarla a los sábados”.Para implementar una medida que trastoca ciertas rutinas escolares, Perczyk planteó tres alternativas que luego deberán definir las provincias en caso de aprobarse:-Sumar una hora extra por día y adelantar el ingreso de los chicos a la escuela. Es decir, que el turno mañana pase de 7:00 a 12:00 o de 7.30 a 12.30 y el turno tarde lo haga de 13:00 a 18:00 o de 13:15 a 18:15 horas.-Sumar una hora extra por día y retrasar la salida de los chicos. Aquí la dificultad se presenta en que los turnos se superpondrían.-Mantener las cuatro horas de clase por día en la semana y sumar una jornada los sábados.Sobre la reacción del gremio que conduce Baradel, Zorzoli dijo que “no hace más que confirmar su intención de sostener un status quo” que derivó en una profunda crisis educativa. “Para remontar esta situación todos los miembros de las comunidades educativas tendremos que hacer un gran esfuerzo y deberíamos ser las y los docentes quienes lideremos el cambio necesario”, agregó.Por su parte, Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO, dio su mirada: “Por supuesto que más tiempo en la escuela es deseable, pero lo que importa es tener claro que más tiempo no necesariamente va a generar mejores aprendizajes. La prueba de ello es que nuestros chicos pasan 6 o 7 años en primaria y un porcentaje importante termina sin saber leer y escribir adecuadamente. El tiempo no garantiza el aprendizaje, sino un proyecto, un programa, una metodología. Apoyo que haya una hora más pero junto con una revisión de qué y cómo estamos enseñando”.La especialista no se sorprendió con el comunicado de CTERA. “Los sindicatos siempre se oponen y en este caso sin duda esto va a requerir más esfuerzo de los docentes. Nación ha planteado que va a poner más recursos para pagar el tiempo adicional. Entonces no queda claro por qué los sindicatos se oponen”, señaló en referencia a los 18 mil millones de pesos que pondría el gobierno nacional para afrontar las subas salariales de los docentes por la hora adicional.SEGUIR LEYENDOHora extra en primaria: los gremios docentes y algunas provincias ponen objeciones a la iniciativa del Gobierno

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