La propuesta de reforma laboral, que “revivió” en el Senado de la República pese a su hundimiento en marzo de 2025, no es un articulado que termine de convencer a los diferentes gremios productivos del país. Entre los gremios preocupados se encuentra el de las estaciones de servicio (EDS), que agrupan alrededor de 6.400 puntos en todo el país y generan cerca de 50.000 empleos formales directos.Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.Fue durante una audiencia pública en la Comisión cuarta del Senado, David Jiménez Mejía, presidente de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce), expresó las inquietudes del sector ante la reforma que está en discusión.Jiménez Mejía explicó que aproximadamente el 46% de las estaciones de servicio emplean a 10 trabajadores o menos y son clasificadas como microempresas dentro del comercio. “Con la reforma laboral que se propone, se impactará directamente la operación de las EDS, al ser muy intensiva en capital de trabajo. Somos una fuente importante de empleo formal en el país, especialmente para jóvenes entre 18 y 25 años, y para mujeres, muchas de ellas madres cabeza de familia”, destacó. El ejecutivo añadió que las estaciones de servicio cumplen un papel clave en la formalización laboral en regiones alejadas, garantizando el abastecimiento de combustibles y servicios esenciales las 24 horas del día, los siete días de la semana.Sin embargo, desde Comce, consideran que la reforma no aborda el problema de la informalidad de manera efectiva. Jiménez Mejía advirtió que el aumento en los costos laborales, consecuencia directa de la reforma, incentivará la automatización y el autoservicio, particularmente en un sector tan operativo y con alta rotación como el de las estaciones de servicio. “Esta reforma lo que va a incentivar es la automatización de los procesos e incluso el autoservicio ante el aumento en los costos de operación con ocasión de la reforma”, enfatizó.El representante gremial señaló que los costos laborales representan cerca del 60% de los costos operativos de las EDS. Por ello, los cambios propuestos en la legislación podrían desincentivar la formalización y afectar la calidad del servicio, además de poner en riesgo la generación de empleo. Entre las preocupaciones más destacadas se encuentran la rigidez en los procesos disciplinarios y los plazos excesivos para la gestión laboral, que podrían encarecer y dificultar la operación diaria.Jiménez Mejía también mencionó la demora en las respuestas de las inspecciones de trabajo, lo que limita la capacidad para tomar decisiones oportunas en la gestión laboral. Otros factores que podrían incrementar los costos son la imposición de recargos nocturnos y trabajo suplementario sin considerar que las EDS operan las 24 horas, lo que afectaría la competitividad del sector. La inclusión de límites al trabajo suplementario y las licencias remuneradas, como las de paternidad y matrimonio, sumarían cargas adicionales que podrían impactar la estructura de costos.Enfatizó que “siendo un servicio 24/7, nuestro sector debe tener una especial consideración, teniendo en cuenta que más del 45% de las estaciones de servicio vinculan 10 trabajadores o menos y son clasificadas como microempresas en el comercio”. Esta particularidad, insistió, requiere que la reforma contemple medidas diferenciadas para sectores como este, que operan bajo condiciones especiales.Para Jiménez Mejía, una reforma que favorezca la flexibilidad laboral y promueva la formalización sería más beneficiosa para el país. “La informalidad sigue siendo uno de los mayores desafíos del mercado laboral colombiano, y una legislación que promueva relaciones laborales más flexibles y menos onerosas puede impulsar la creación de empleo formal, especialmente en las regiones más apartadas”, indicó.El presidente de Comce concluyó reiterando el compromiso del sector con el desarrollo del país y la generación de empleo formal y digno, pero insistió en la necesidad de que las reformas laborales consideren las particularidades de sectores que son esenciales para garantizar la movilidad y el bienestar en Colombia. “En el sector de las estaciones de servicio hacemos un llamado respetuoso pero enérgico para que se tengan en cuenta estas mipymes, muchas ubicadas en las zonas más alejadas de las principales ciudades”, puntualizó.
