Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, es escoltado por la policía tailandesa en el puerto de la isla Koh Samui, en Tailandia, de camino a los juzgados. (EFE/Somkeat Ruksaman)Dicen que la repercusión de una noticia depende del momento. La muerte del Papa abriría todos los periódicos de España cualquier día del año, pero si ese mismo día falleciera Felipe VI o tuvieran lugar unas elecciones, el protagonismo del obispo de Roma se vería reducido. Por eso, un descuartizamiento en pleno agosto con medio país de vacaciones ha sido la noticia protagonista de la semana.El pasado sábado, Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, era detenido en Tailandia por el presunto asesinato de Edwin Arrieta Arteaga, un cirujano colombiano que ha aparecido descuartizado. Un escabroso suceso que ha ocupado los platós de televisión y que la ciudadanía ha consumido en masa hasta posicionarlo como uno de los temas del verano. Nada como un crimen morboso para combatir la ola de calor.Te puede interesar: España se tiñe de rojo por riesgo extremo de incendios forestalesDurante la cobertura mediática del caso se han dejado entrever muchos errores por parte de la prensa y de los periodistas que se han acercado al caso, todo alimentado porque detrás hay muchos clicks y mucho share televisivo que convierte un asesinato en una batalla por la audiencia y al espectador en cómplice de un show amarillista que convierte la tragedia en espectáculo.Uno de los apartados más conflictivos de este caso ha sido la conversión de la información en morbo, algo que tampoco es novedad dentro de muchos sectores de la prensa, tanto escrita como televisiva. Con el caso de las chicas de Alcácer en los años noventa como paradigma de cómo un crimen puede monetizarse, el caso de Daniel Sancho tiene importantes similitudes en la práctica informativa.Te puede interesar: La ‘solidaridad’ de Madrid: es la CCAA que más aporta en la financiación autonómica, pero recauda 1.400 millones menos en impuestosFernando Quirós, doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y director del departamento de Periodismo y Nuevos Medios de la Facultad, no duda en tildar de “desmesurada” la cobertura del caso y asegura que el presunto asesinato orquestado por Daniel Sancho ha ganado protagonismo por las fechas en las que se ha producido: “Si no fuera verano, este no es un asunto de portada ni de breaking news. Se ha convertido en noticia de portada un crimen horrendo que ha sido confesado por el asesino”, asegura el profesor.Cuando un famoso recibe trato de favorDaniel Sancho, hijo del actor español Rodolfo Sancho, custodiado por la policía tailandesa. (Reuters/Dailynews) (DAILYNEWS/)“¿Te podemos ayudar en algo?”, inquiría una reportera de Telecinco a Daniel Sancho tras hablar con él por teléfono. Una pregunta que ha puesto el foco en el trato con el presunto asesino. ¿Qué pasaría si un esa pregunta se formulara a un etarra o a un violador? Por tanto, hay una importante aclaración e incluso cierta interpretación sobre racismo: “El asesino es español y famoso chef, eso parece justificar un trato comprensivo, casi favorecedor. La cobertura es una vergüenza, se mire por donde se mire”, sentencia el doctor Quirós.Ronny De La Cruz, presidente del Colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de Madrid (COGAM), una persona racializada, analiza la cuestión también desde el punto de vista del racista. No han parado de florecer informaciones sobre las prisiones de Tailandia sin ningún tipo de veracidad y la mirada occidentalista sobre Asia ha predominado: “Se habla de las cárceles y se pone el foco en las condiciones que tiene esa persona en la cárcel y no tanto sobre el proceso penal o las garantías del sistema”, asegura De la Cruz, aunque incide en un agravio comparativo respecto al trato que reciben las personas migrantes o racializadas en prensa y tilda de “sangrante” la cuestión, ya que “si el presunto asesino fuera colombiano directamente no se le entrevistaría”. El presidente de COGAM no tiene dudas de que “al ser español y famoso, la cosa cambia”.“Homofobia interiorizada”Otra de las cuestiones que se ha puesto en el foco ha sido la presunta homofobia interiorizada, que gran parte de la prensa no ha sabido identificar ni contrarrestar. Según las informaciones publicadas, gran parte del móvil del crimen de Daniel Sancho parece haber sido una posible revelación de sus relaciones sexuales con el asesinado: “Cuando asumimos sin rechistar que la revelación de que has tenido relaciones homosexuales es humillante, pero si son heterosexuales no, mal vamos”, reclamaba el periodista Alberto Rey a través de su cuenta de Twitter. En esta línea también se expresaba el reportero Rubén Serrano: “Con medios cómplices, el asesino está imponiendo su relato de “el maricón malvado que descuarticé se lo merecía”, tuiteaba el autor de No estamos tan bien.Esta parte de la noticia contiene “homofobia interiorizada”, que desde el colectivo LGTBI se define como rechazo o miedo a la homosexualidad cuando se es homosexual o se llevan a cabo prácticas homosexuales, que puede ser consciente o inconsciente y se puede manifestar en pequeñas cosas o en grandes cuestiones.Blue Rodríguez, con relación con COGAM y a la Federación Estatal LGTBI+, hace hincapié en esa homofobia interiorizada que ha pasado por alto: “Daniel Sancho decía que estaba presionado para hacer pública su relación. Si tienes miedo a que una relación homosexualidad salga a la luz, algo de homofobia hay. Si el punto de ruptura de la pelea fue hacer pública la relación, yo sí la consideraría homofobia interiorizada”, asegura.Pero las acusaciones de homofobia también aparecen contra la prensa que ha informado del caso: “Si la pareja fuese heterosexual, no se daría trato humano al asesino y no se especularía tanto sobre el tipo de relación que tenían. Esa especulación y ese giro sobre qué son sí es bastante homofóbico, aunque bastante sutil, pero hay un trato desigual en cuanto al tema si fuera protagonizado por personas heterosexuales”, zanja Rodríguez.Seguir leyendo:Meloni recula: limita el impuesto a la banca al 0,1% de sus activos tras el desplome en Bolsa del sectorLa noche de hotel se encarece un 15% para el puente de agosto: de los 135 euros de 2022 a los 160 de este añoLos otros Ricky Rubio del deporte español: “Al final, crees que el suicidio es la única solución”
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Supuesta cabeza del médico colombiano asesinado y descuartizado en Tailandia Edwin Arrieta Arteaga habría aparecido en el mismo vertedero donde fueron arrojadas las otras extremidades de su cuerpo. Foto: Archivo. No para la conmoción a nivel nacional e internacional por el asesinato y desmembramiento del médico cirujano Edwin Arrieta Arteaga en una habitación de hotel en Tailandia. Recolectores de basura hallaron partes de su cuerpo en un vertedero de basura, pero hacía falta su cabeza.Pues según un reporte el programa de televisión español ‘Fiesta’, esta extremidad habría aparecido en el mismo lugar donde fueron encontradas las otras partes de su cuerpo. Ahora deberá realizársele una autopsia para verificar si efectivamente se trata de la cabeza del médico cirujano de 44 años.El español Daniel Sancho, de 29 años, ya confesó haber sido el autor del crimen y justificó que lo hizo porque supuestamente había estado sufriendo acoso por parte del colombiano. “Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”, dijo ante los abogados de oficio tailandeses y varios agentes de policía.Sancho viajó el domingo junto con la policía Tailandesa hacia los siete lugares a donde dijo haber arrojado bolsas plásticas con los restos de Arrieta, incluyendo la playa a donde habría llegado para arrojar algunas partes del cuerpo al mar.Se cree que ambos habrían estado envueltos en una relación sentimental por un año. El español fue detenido en la estación de policía de Phangan, y deberá enfrentar los cargos de asesinato premeditado, ocultamiento, y de remoción de las partes del cuerpo para ocultar la muerte o las causas de la muerte.El teniente general Surapong dijo al diario Bangkok Post que, al momento de ser detenido, el sospechoso aparentaba estar relajado. Por lo pronto, la Policía provincial y turística siguen recolectando las evidencias e interrogando al español.La primera versión que Sancho entregó al ser capturado fue que Arrieta llegó hasta su habitación a pedirle sexo, pero que él no aceptó y como el colombiano enfureció, él lo empujó y lo hizo caer, haciéndolo golpear en la cabeza contra la tina y produciéndole la muerte. Sin embargo, las autoridades no creyeron esta versión dado que la evidencia apunta a que la muerte fue premeditada.Los investigadores determinaron además que Sancho fue el que le dijo a Arrieta que viajara a Tailandia para las Fiestas de la Luna Llena y que fue el colombiano el que le pagó los gastos al español e incluso le permitió usar su tarjeta de crédito. Además, Arrieta había abierto un restaurante en España para Sancho.Teniendo en cuenta todos los hallazgos, las autoridades tailandesas creen que el dinero y las propiedades pudieron ser las causantes de la muerte del colombiano, pero todo sigue siendo materia de investigación.Un kayak habría sido utilizado por Sancho Bronchalo para deslizar las partes del cuerpo del colombiano hacia el marRecolectores de basura encontraron en un depósito de Koh Phangan algunas partes del colombiano Edwin Arrieta. Sin embargo, el resto de su cuerpo estaría en el mar de Koh Phangan.Justamente, las autoridades tailandesas encontraron este sábado 5 de agosto un kayak a unos 300 metros del hotel en donde tuvo lugar el asesinato y se cree que aquel bote habría sido utilizado para desplazar el cuerpo del colombiano hacia el mar.Dos mujeres identificadas como Tuk y Akanda, propietarias del kayak, le dijeron a la Policía que alrededor de las 9 de la noche del martes el español llegó hasta el local que ellas tienen para alquilar el bote. Al principio le dijeron que no porque sería peligroso utilizarlo a esa hora, pero el hombre insistió y ofreció 1.000 dólares para comprarlo, así que las mujeres aceptaron.