Piden que liberen a los más de 70 monos que están enjaulados en un bioterio del CEMIC de Saavedra (Cemic)Durante más de 20 años, los pequeños monos habrían sido utilizados en experimentos científicos dentro de las instalaciones del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas “Norberto Quirno” (Cemic). Los animales, nacidos y criados en un subsuelo y sin jamás haber visto la luz natural, habrían sido utilizados como modelo experimental en distintas pruebas que se suspendieron hace, al menos, dos años, denuncian grupos de proteccionistas. Pese a eso, siguen enjaulados y aún no hay fecha ni lugar cierto de traslados hacia un espacio natural para que pasen el resto de sus días.Una médica que trabajó allí hasta marzo de este año (y que pidió mantener oculta su identidad), le contó a Infobae que el bioterio está “al lado del vestuario de los médicos y que nunca se los escuchó”. “En plena pandemia, cuando estaba todo el hospital vacío, uno estaba al lado del lugar donde están ellos y no se los escuchaba, lo que me hace presuponer que, como suele suceder en los casos en los que se experimentan en animales, les cortaron las cuerdas vocales para que no gritasen cada vez que se les hace algo”, cuenta sobre la situación a la que habrían sido sometidos los monos en el centro ubicado en en Galván y Triunvirato, en el barrio de Saavedra.El Cemic se describe en su página web como “una Asociación Civil sin fines de lucro, Entidad de Bien Público y Universitaria” nacida en 1958 con el objetivo de “mejorar la medicina argentina”. Allí, desde el 10 de marzo de 1983, funciona el Centro de Investigaciones en Reproducción Humana y Experimental (CIRHE) donde “científicos y técnicos trabajan para develar los mecanismos que permiten que las especies animales y los seres humanos se perpetúen más allá de la muerte de sus individuos”, describen. Esto es trabajar en un bioterio en el cual crían a primates Cebus apella, conocidos como mono capuchino y primates Macaca fascicularis.Consultados por Infobae respecto a la situación de los monos, desde Cemic respondieron: “Por el momento no vamos a dar más notas ni vamos hacer comentarios”.CEMIC SaavedraEn el CIRHE funciona el Laboratorio Fertilidad – Bioterio, a cargo de la profesora Mónica Lahoz, según la propia web, donde desde 2013 hay animales “en más de 15 jaulas”, según sostuvo una trabajadora actual del lugar, que también pide preservar su identidad.“Por lo que tengo entendido, a los primeros monos los trajeron entre los años 80´s y 90´s, porque eran de la escuela de odontología de Córdoba. Después los llevaron al centro de reproducción. El número es incierto, pero eran unos 90 y hoy son pocos más de 70, se dice que 74. Sé que hay más 15 en una subsala y que hay más en otros espacios, pero a esos no los pude ver”, detalla.Aunque desde el Centro aún no se expresaron sobre esta situación, según explicó una investigadora del CONICET especializada en primates que habrían contactado los encargados del bioterio, el traslado que se pide “no es una decisión que haya tomado el Cemic”, dijo a TN y confirmó que “en este momento y desde hace dos años, no se hace nada con los animales. A partir de la decisión de cerrar la colonia, se dejaron utilizarlos para los proyectos de investigación”. Además, aclaró que el cierre del bioterio fue una resolución del Cemic, pero “los motivos solo son conocidos por la institución”.A ello, agregó que la razón por la que la entidad aún no tiene “fecha de traslado ni un lugar específico” se debe a que “desarmar la colonia y reubicar a los animales” es un proceso súper complejo que “implica muchos cuidados, significa que hay que tener extremadas precauciones con cada uno de los pasos que se van a hacer”, dijo.Sobre el por qué de los monos allí, en la propia página el Cemic explican en el apartado de Trabajos Científicos: “Los primates nacen y viven en ambientes climatizados en distintas secciones destinadas a: cuidados de recién nacidos, salas de alojamiento para infanto-juveniles y facilidades individuales para monos adultos. Desde su nacimiento, los monos son cuidados tal cual neonatos humanos y luego son socializados e integrados a sus pares, para permitir su posterior reproducción en cautiverio; alcanzan una expectativa de vida que en el caso de los capuchinos supera los 50 años y en el caso de macacas supera los 40 años. El programa de Conservación y Cría de Primates del Instituto Universitario CEMIC se encuentra enrolado en el Sistema Nacional de Bioterios del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Resolución 050/16″.Más de 100 millones de animales son utilizados cada año en experimentación biomédica. Foto ilustrativa (AFP)
(MLADEN ANTONOV/)Desde que la ciencia moderna inició el método científico, comenzaron a usar distintas especies de animales no humanos en laboratorios para distintos experimentos como el testeo de productos, el uso de animales como modelos de investigación y hasta como herramientas educativas. Dentro de cada una de estas categorías puede haber también propósitos diferentes para los que los someten a pruebas que les implica sufrimientos o crueldades, y hasta les cuesta la vida. “A nadie de los que trabajan allí les gusta lo que pasa en el subsuelo”Debido a que la ex empleada nunca debió trabajar en el laboratorio de experimentación no supo hasta mucho después de ingresar lo que allí sucedía y cuando comenzó a indagar no toleró sentirse parte de ello. “Lo que pasa allí es un horror. Estando ahí, me entero de lo que pasaba porque me compartieron una petición de la página Change.org para que sacaran a los monos. Así que comencé a averiguar, a preguntar a quienes estaban de antes si era verdad lo que se decía del subsuelo y todos los médicos que llevaban años ahí me dijeron que sí. En un momento eran unos 90, pero fueron muriendo, o los durmieron, y quedaron unos 70″, cuenta.Lo que allí se hacía, hasta hace dos años, era “experimentar con las hembras capuchinos porque tienen la misma tasa de fertilidad que nosotras, las mujeres, entonces, las experimentaciones de fertilización asistida y demás, como todas las técnicas que hay, se estudiaban en ellas y los monitos que nacían se vendían a un instituto”, amplía.“Por lo que investigamos, en este hospital universitario, hasta hace dos años, se estuvieron haciendo experimentos en estas criaturas con el pretexto de estudiar la fertilidad, por las semejanzas biológicas, pero eso fue someterlos a la mayor de las crueldades, esclavitudes y la mayor injusticia. No son más que pequeños animales oprimidos en manos del ser humano, un monstruo para ellos”, dice Cecilia, activista del Frente Antiespecista, uno de los grupos que reclama por la liberación de los primates.Según cuenta, fueron dejados a su suerte hace dos años “en el primer subsuelo, pero hay una persona que se ocupa de cuidarlas y alimentarlos”.Los consumidores pueden no ser parte de la experimentación optando aquellos productos con el logo “Cruelty free”, visible ya en muchos envases de cosméticos y otros (REUTERS)
(ATHIT PERAWONGMETHA/)Pese a eso, debido a los constantes experimentos que tienen encima, los monos no están bien. “Ya se supo que no están en buenas condiciones, más allá de la vida horrible que tuvieron. Por eso decidimos hacer un repudio en ese lugar y pedir que se los traslade, o que dejen que los busquen desde una ONG de Córdoba que puede cuidarlos”, dice la activista en referencia a Proyecto Carayá, quienes se harían cargo del traslado.“Puede recuperarse en semilibertad, en un entorno completamente diferente al que habitan hoy”, asegura.Además de ser usados para ese tipo de estudios sobre la fertilidad, otros fueron usados para investigaciones de neurociencia. “Esos quedaron muy mal, muchos con graves deformaciones. Esa es la parte de más cruda de los experimentos, después la de fertilidad”, cuenta la médica que consternada recuerda que hace unos años se rompió un caño que inundó parte del subsuelo “y nadie sacó a los monos que estaban, y varios murieron ahogados”.El sector donde todo eso ocurre estaría oculto de todas las miradas, según las denuncias. “Ingresan solamente quienes tiene que estar con alguna experimentación, sólo quienes un código, pero bueno, si no trabajas ahí, no tenés porque entrar aunque quisieras. Aunque lo intenté para ver qué era lo que pasaba, no pude. Si no sos parte del equipo de investigación no tenés excusa para pasar. La mayoría de los médicos que trabajan allí no están para nada de acuerdo con lo que sucede en esa área, a esta altura del siglo, seguir haciendo esas experimentaciones no se justifica, pero lamentablemente detrás hay un negocio porque se vendieron crías a otras instituciones”, añade la médica que ya cuando estudiaba la carrera supo por un profesor, y con detalles, que en esos laboratorios se sometían a los animales a terribles prácticas.Las monas, que son la mayoría, ya son adultas y “no les sirven más para experimentos de fertilidad, entonces, quedaron ahí”, lamenta esperando que su testimonio sirva para que los monos puedan ser liberados y vivir los años que les queda en un lugar digno.En reclamo para que los monos sean sacados de ese claustro, los activistas convocaron a una concentración en el CEMIC Saavedra el sábado 18 de noviembre, desde las 10 de la mañana.