Los humanos no pueden oírlos, pero se parecen a los estallidos de un plástico de burbujas, se detectan a más de un metro y su volumen es similar al de una conversación normal.
Los humanos no pueden oírlos, pero se parecen a los estallidos de un plástico de burbujas, se detectan a más de un metro y su volumen es similar al de una conversación normal.