No se sabe exactamente dónde nació el ajedrez, pero sí que su origen es oriental: probablemente surgió en algún rincón de la actual India, o quizás –las teorías son diversas– en China, la antigua Persia o en lo que hoy llamamos Afganistán. Y justamente en la capital de ese país, Kabul, es donde se tomó esta foto: el juego sin tiempo, detonante de maestría, arte, simple entretenimiento o incluso indagaciones informáticas, es el eje de una situación encantadora y espontánea. “Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada/reina, torre directa y peón ladino/sobre lo negro y blanco del camino/buscan y libran su batalla armada”, escribió –¿hay necesidad de citarlo?– el más grande enamorado de los espejos, el ajedrez y los relojes de arena. Quienes juegan esta partida sobre una calle de Kabul son afganos y, al mismo tiempo, despreocupadamente universales.Diana Fernández IrustaTemasLa historia detrás de la fotoConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de La historia detrás de la fotoQuizás una esperaÚnicosDesconexión
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