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Gira. La Compañía Argentina de Teatro Clásico volvió a sorprender al público español

MADRID.– Las salas llenas, los críticos elogiosos y el público enamorado. La Compañía Argentina de Teatro Clásico (CATC), dirigida por Santiago Doria, acaba de culminar su gira por tres festivales de España con dos obras del Siglo de Oro. “Brillante broche”, evalúa el diario manchego La lanza el desempeño de este grupo de notables artistas en el cierre del Festival de Almagro. El director de este encuentro, Ignacio García, se refiere a un “éxito arrollador” y a la “luminosa presencia argentina” en una carta que le escribe a Tristán Bauer, ministro de Cultura. La Vanguardia destaca cómo la propuesta de Doria “potencia la naturalidad del verso”.”Siempre les digo a los actores que no psicoanalicen al personaje: si lo curan, no hay obra”, confiesa Santiago Doria.Mónica D’Agostino Irene Almus, Gastón Ares, Andrés D´Adamo, Mónica D’Agostino, Pablo Di Felice, Luis Longhi, Francisco Pesqueira y Ana Yovino (por orden alfabético) integran el elenco de la gira de esta compañía, pero hay más almas que conforman este cuerpo: Jazmín Ríos, la productora ejecutiva Fabi Maneiro y el jefe técnico Horacio Novelle. Hace algunos días falleció el actor y docente Gabriel Virtuoso, también miembro de la compañía, y la noticia sacudió a sus compañeros poco antes de llegar al primer escenario de España: “Es un tema muy doloroso, pero mágico al mismo tiempo. Estábamos acercándonos al Mediterráneo y nos enteramos de que Gaby había muerto. Él se nos adelantó. Estaba en Peñíscola esperándonos para recibirnos. Este hecho nos ha hecho incluso más unidos de lo que estábamos”, destaca Doria.La CATC cumplió el 5 de mayo pasado cinco años de vida. Tras la pandemia, regresó a España y en lugar de una pieza ofreció dos propuestas para un público que ha sabido conquistar: La celosa de sí misma, de Tirso de Molina, fue presentada en el 45° Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro; y El lindo Don Diego, de Agustín Moreto, fue llevada a Olmedo Clásico y al Festival de Teatro Clásico de Peñíscola. Este año en el Centro Cultural de la Cooperación presentaron estos dos espectáculos, así como también La discreta enamorada, de Lope de Vega, obra por la cual Doria recibió el ACE de Oro en 2017 y Yovino, el ACE a la mejor actriz.La Compañía Argentina de Teatro Clásico cerró el Festival de Almagro con elogios de la críticaMónica D’Agostino “Quiero esmerilar algo. Esta no es «la compañía de Santiago Doria». No. En algún momento, dentro de muchos años, tendrá otro director. Sí me gustaría que se diga que fue fundada por mí, pero quiero que la CATC trascienda. Que siga, que siga, que siga. Además, mi ilusión es que vengan directores españoles a la Argentina y que se integren también actores españoles a futuras obras. Me gustaría crear un puente”, asegura Doria. El director es un realizador incandescente que mantiene vivos textos clásicos gracias a su inteligencia, a su experiencia sobre el escenario, a su cultura general y a su actitud siempre conciliadora. También ha llevado a escena clásicos argentinos, como El conventillo de la Paloma y Así es la vida. “Seguiremos siendo fieles al Barroco español, pero también podemos hacer otros clásicos, por eso elegimos este nombre”, explica el director de la CATC –en ningún sitio aclara que este grupo se dedique exclusivamente al Siglo de Oro, a pesar de que año a año suma títulos de este período en su haber–.La Compañía logró obtener un pequeño subsidio de Proteatro, un programa que depende del gobierno porteño, pero no logró respaldo económico a nivel nacional. Doria escribió una carta abierta dirigida al Ministro de Cultura argentino –una vez que ya contaban con los pasajes, que ya habían resuelto el alojamiento y que tenían confirmadas las fechas de las funciones– donde le aclaraba a Bauer que nada le pedía.El realizador quería anoticiarlo de la labor de este grupo, de estos embajadores del buen gusto, del verso y de la expresión. “Lo llevamos adelante igual con mucho esfuerzo. Gastamos hasta la última monedita que teníamos. Pudimos más o menos compensar el gasto de los pasajes con lo que nos pagaron los festivales y recorrimos España en micro”, celebra Doria. “Estamos vendiendo naranjas en el Paraguay y nos compran todas las plantas”, también destaca el cariño del público español y el respeto que esta propuesta ha recibido.A pesar de la pandemia y del confinamiento, la CATC continuó reuniéndose, de modo virtual, dos veces por semana, los miércoles y viernes, para ensayar, para hablar de métrica y del verso, para analizar a los autores del Barroco y para afianzar los engranajes de una maquinaria escénica perfecta. “Se busca acortar un poco el texto, buscar si hay reiteraciones, limpiarlos de arcaísmos, quitar algunas palabras españolas que en la Argentina no se puedan entender, sin llegar al lunfardo, claro”, explica. La celosa de sí misma pudo estrenarse en octubre pasado en Buenos Aires y presentarse hace algunas semanas para el público español –que aún recuerda la versión de La discreta enamorada ovacionada en 2018– en Almagro. En aquella edición Doria fue distinguido con el premio máximo de este encuentro: La Berenjena de Plata.Doria, un auténtico maestro, que no necesita aula ni pizarrón, explica que el Barroco español, junto con la zarzuela, dan origen al grotesco y al sainete argentino. “¿Cómo pudo haber alguien que escribiera estas historias, esta acción dramática toda en verso? Cuando el actor entiende el contenido del verso, dice lo que dice sin pensar que está diciendo en verso. Ahí aparece otro elemento, que es la actuación, y se completa el significado de lo que quiere decir el autor y el verso sigue presente como melodía”, precisa. “Los clásicos españoles tienen más fuerza al verse representados que cuando son leídos. Al lector común todo el preludio, por ejemplo, que hacen los académicos, lo aleja un poco. Creo que el éxito de La discreta enamorada nos dio pie para seguir probando. El clásico tiene siempre algo para decirnos, pero el español, en particular, tiene musicalidad en el verso, es un viaje de ida. ¡No sabés el entusiasmo que causa en el actor y en público! Hay que dejarse seducir por él”, destaca. “La celosa de sí misma” es la última propuesta de la CompañíaSantiago Filipuzzi – LA NACIONDoria está encantado con un señalador que contiene una frase de Francisco Romero: “Si la vida fuese perfecta, el teatro no tendría sentido”. Ríe y explica el impacto que le ocasionó la síntesis de esta idea: “Si todos fuésemos buenos y lindos, no habría conflicto. El teatro no podría decirnos nada. Lo que el teatro nos muestra es cómo podemos modificar, si se nos antoja, algo que nos duele o molesta. Siempre les digo a los actores que no psicoanalicen al personaje: si lo curan, no hay obra.”La gira española ha concluido y Doria está en Madrid, pronto a regresar a Buenos Aires. “Tengo que asentarme un poquito. Bajar los decibeles. Reflexionar y después decidir y armar un plan de acción”, dice sin adelantar ningún título posible de su futura producción. En breve pondrá en marcha un nuevo proyecto, una pieza que ojalá pueda presentar en 2023 en el verano español y así brindarle la certeza a este público de un nuevo encuentro para construir año a año un clásico con acento rioplatense.Laura VenturaTemasTeatroArte y CulturaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de TeatroEstrenos de teatro. Geografías, un bálsamo que reconcilia al hombre con sus valores esencialesEstrenos de teatro. Torna amore, una historia simple con personajes muy bien delineadosEstrenos de teatro. El chico de la habitación azul: Humor y horror en una familia disfuncional

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