Desde 2018, cuando fue reconocido como uno de los autores de la agresión al micro de Boca en el que se trasladaban los jugadores xeneizes para disputar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de ese año en el Monumental, Matías Sebastián Nicolás Firpo tiene prohibido el ingreso a las canchas. Sin embargo, ayer quiso volver a entrar al estadio en Núñez con el carnet de otro socio.Al menos no esta vez, el agresor, de unos 35 años, finalmente no pudo lograr su cometido. Cuando ayer por la tarde comenzaban a ingresar los espectadores para ver el partido que disputaría River con Central Córdoba – que finalizaría alrededor de las 20 con una victoria 3 a 0 del equipo de Marcelo Gallardo – los efectivos policiales reconocieron a Firpo cuando estaba a punto de ingresar a la cancha con una menor y el carnet de otra persona.Gracias al programa Tribuna Segura, detuvimos a Sebastián Firpo tratando de entrar al Monumental con el carnet de otra persona. Se trata de uno de los autores de la agresión al micro de Boca en diciembre de 2018, que provocó la suspensión de la final de la Copa Libertadores. pic.twitter.com/j0cJlLdgaE— Marcelo D’Alessandro (@MarceDaless) August 21, 2022
Los agentes lo reconocieron y lo siguieron hasta la línea de Tribuna Segura, donde finalmente lo demoraron, no lo dejaron entrar al estadio y se labró una contravención por la falta.Firpo fue socio de River entre 2009 y 2012. Tras darse de baja, recuperó su status en 2015. Hasta 2018, el hombre vivía en Lomas de Millón, un barrio de la localidad de Ramos Mejía, en La Matanza. Es mecánico.El carnet de socio de Firpo, el abono a la Centenario Alta, entradas y documentos del hincha detenido por atacar al ómnibus de BocaFirpo había conseguido su entrada para la superfinal como el resto de los socios. A través de la página de venta de River (era miembro de la comunidad “Somos River”, quienes suelen comprar pases cuando termina el turno de los abonados), pagó entonces $800 por una popular Centenario Alta, donde solían ir los hinchas visitantes.El detenido por la agresión al micro de BocaPrensa Ministerio Público Fiscal – ArchivoPero el tan esperado partido no se pudo disputar ese 24 de noviembre. Cuando el micro de Boca estaba a unas pocas cuadras del Monumental un grupo de hinchas de River lo atacó. Volaron piedras, sobre todo. No solo fue dañado el rodado, sino que algunos jugadores, como el entonces mediocampista xeneize Pablo Pérez, sufrieron las consecuencias de la agresión. Incluso, quedaron afectados por gas pimienta que la policía utilizó para dispersar a los violentos.Matías, Firpo, el hincha de River que había sido detenidoArchivoDiez días después del hecho, Firpo fue detenido en su casa porque su accionar quedó registrado en las cámaras de seguridad y las municipales. Acordó en un juicio abreviado una condena de 2 años y 4 meses.Fue entonces imputado por la fiscal Adriana Bellavigna de los delitos de daño agravado por tener lugar en el marco de un espectáculo deportivo; lesiones leves dolosas agravadas por haberse cometido con motivo o en ocasión de un espectáculo deportivo; daño agravado, por tratarse de un bien de uso público, atentado a la autoridad; daño agravado por haberse provocado en ocasión de un espectáculo deportivo, impedir la realización de un espectáculo deportivo de carácter masivo con concurrencia pública.LA NACIONSeguí leyendo”Todos valen uno”. La cantidad de partidos que Vázquez no convertía en Boca, su curiosa definición y aquella frase de BianchiDe arco a arco. El festejo monumental de River, para volver a tomar impulso, con dos protagonistas determinantesCampeón con récord. La marca que batió Borna Coric, el inesperado ganador del Masters 1000 de CincinnatiTemasViolencia en el fútbolRiver-BocaCopa LibertadoresConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Violencia en el fútbol”Zona liberada”. Violencia en el fútbol: barras de Temperley a las trompadas con la policía y los socios, tras la derrota ante Quilmes”¿Qué sigue? ¿Un tiro en la cabeza?”. Después de la barbarie: el angustiante reclamo de los jugadores de AldosiviFútbol violento. Con mala ortografía y hasta “humor”, pero igual de amenazantes: pasacalles contra Lanús e Independiente