escucharescucharWASHINGTON.- Inquieto por la actualidad de la Argentina, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que está evaluando el canje forzoso de bonos que anunció el Ministerio de Economía, y dejó una crítica velada a la movida al señalar que el manejo “prudente” de la deuda no debe sumar “vulnerabilidades en el futuro”, y debe estar acompañado de “políticas macroeconómicas estrictas y consistentes”.El Gobierno anunció esta semana la decisión de pesificar la deuda en dólares de organismos públicos, incluidos títulos en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, con el doble objetivo de controlar los dólares financieros y reducir la brecha cambiaria con el dólar oficial y asegurarse el financiamiento necesario para cubrir el déficit fiscal durante los próximos meses.La operación fue duramente criticada por economistas y la oposición, que denunciaron un vaciamiento de los fondos destinados al fortalecimiento y la mejora las jubilaciones. El canje, que fue visto como un manotazo de ahogado del ministro de Economía, Sergio Massa, y su equipo causó también un fuerte derrumbe en la cotización de los bonos argentinos.Julie Kozack, directora de Comunicaciones del Fondo, dijo en su primera conferencia de prensa en Washington en su nuevo rol que el staff del organismo está al tanto de la operación y la está “evaluando” de acuerdo con los objetivos del programa argentino. Kozack dijo además que el reciente acuerdo entre el Gobierno y el staff para completar la cuarta auditoría del programa será discutido “muy pronto” por el Directorio Ejecutivo del Fondo.“Desde nuestro punto de vista, la gestión prudente de la deuda es necesaria para mejorar el funcionamiento del mercado de bonos doméstico y el mercado cambiario, pero debe llevarse a cabo de manera que no agregue vulnerabilidades en el futuro”, indicó Kozack. “Y también debe ir acompañado de políticas macroeconómicas estrictas y consistentes”, agregó.Impacto por la sequíaAnte el azote de la sequía y la continua debilidad de la economía, el Fondo ya había pedido políticas “más sólidas” para encarrilar la economía al anunciar un último acuerdo técnico entre el staff y el Gobierno. El nuevo acuerdo incluyó una flexibilización de las metas de reservas, pero mantuvo intacta el objetivo de bajar el déficit fiscal al 1,9% del producto bruto interno, un nivel ya prácticamente inalcanzable, según economistas.“Ante un contexto económico más desafiante, en particular por la sequía cada vez más grave, se necesitan medidas de políticas más sólidas para salvaguardar la estabilidad, abordar la inflación creciente y los reveses de política, y mantener el papel de ancla del programa”, dijeron en un comunicado Luis Cubeddu, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, y Ashvin Ahuja, el nuevo jefe de misión para la Argentina.Una vez que sea aprobado por el board del Fondo, el nuevo acuerdo con el Fondo liberará US$5300 millones y le brindará al Gobierno una bocanada de oxígeno para intentar llevar la economía hasta las elecciones presidenciales y el fin del mandato de Alberto Fernández, alejando el riesgo de una suspensión de los desembolsos previstos para el resto del año, cruciales para sostener las reservas y cumplir con los pagos de la deuda, incluidos los pagos al Fondo.La economía argentina continuará sufriendo la escasez de dólares, agravada este año por la fuerte sequía que le propinó un duro golpe a la cosecha del campo, una de las principales fuentes de divisas de la Argentina. Pero el impacto de la sequía se sentirá mucho más allá de las reservas del Banco Central. La recaudación crecerá menos de lo previsto por el impacto negativo sobre las retenciones y el impuesto a las ganancias. Y además la sequía de dólares aumenta los temores una devaluación brusca en el futuro, que a su vez eleva las presiones inflacionarias. En última instancia, economistas advierten que la sequía terminará por llevar al país a una recesión. Hasta la sequía, el Gobierno había logrado sostener el acuerdo con el Fondo con un ajuste –insuficiente o demasiado laxo, para muchos economistas– de los subsidios de la energía y de los salarios y jubilaciones reales, y maniobras como el dólar “soja”, que el Fondo avaló a regañadientes. Pero el nuevo contexto económico ya forzó a Massa a renegociar el programa con el Fondo. El Palacio de Hacienda obtuvo ya una flexibilización de la meta de las reservas, pero el Fondo pidió “políticas más sólidas” y el Gobierno se comprometió a mantener intacta la meta de déficit fiscal.Rafael Mathus RuizTemasComunidad de NegociosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Comunidad de NegociosCómo afecta al comercio la tensión entre Estados Unidos y China”Al borde de la parálisis”. En la industria del biodiésel advierten que hay 12.000 empleos en riesgo”Efecto dominó”. Sequía: estiman que los productores necesitarán refinanciar US$8000 millones y alertan que 255.000 empleos quedaron en riesgo
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