“Estamos encantados y honrados de que Su Alteza Real el Príncipe de Gales haya aceptado ser el anfitrión de la conferencia y de que estará presente en parte de ella”.Corría 2001. El productor agropecuario Roberto Peiretti revisaba su correo personal y en uno de los mails encontró una carta. Al abrir el documento, le llamó la atención ver que en el margen izquierdo de la hoja estaba el escudo de la casa real británica. Nunca imaginó encontrarse con una invitación a disertar en un evento auspiciado y promovido por el entonces príncipe Carlos, actual rey de Reino Unido. Menos aún, que dos meses después iba a hablar con él durante más de 15 minutos.Fue así que en enero de ese año se embarcó en un vuelo rumbo a Londres y luego a la residencia privada del soberano, el palacio Saint James. El objetivo: participar del encuentro denominado “Reduciendo la pobreza y aumentando la seguridad alimentaria a través de la agricultura sustentable”, organizado por la Universidad de Essex y el departamento de Desarrollo Internacional del Gobierno Británico (DFID), y patrocinada por el ahora monarca.“En la reunión lo que se apuntaba era a dialogar sobre formas de reducir la pobreza mundial y mejorar la seguridad alimentaria a través de la agricultura de conservación, que es como le dicen al sistema de siembra directa en Europa”, comentó Peiretti, que es uno de los pioneros de la siembra directa en el país, que implica la no remoción del suelo, y socio fundador de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid). Además de productor, es asesor de empresas agropecuarias en el mundo.MENSAJE A LOS CANDIDATOS: HAY QUE BAJAR LAS RETENCIONES A LA SOJAPeiretti recordó que ese día, el 15 de enero de ese año, pasó todo el día adentro del palacio, desde las 8 hasta las 20. La jornada comenzó temprano con disertantes de los diferentes países, él fue uno de ellos. Cada uno hizo presentaciones sobre la forma en cómo trabajaban en sus lugares, algunas de las cuales tuvieron al príncipe como oyente. El ahora rey agasajó con un cóctel a los asistentes a la conferencia en el mismo salón en el que el último sábado dio su primer discurso como monarca. Carlos III tras recibir los atributos de la coronaOLI SCARFF – AFPSi bien ya había estado con él durante el día, Peiretti consultó si podía tener una conversación personal con quien ahora es Carlos III. “Pregunté si podía hablar con el príncipe, me dijeron que sí, entonces él se arrimó y estuvimos conversando”, comentó y agregó: “Se mostró muy interesado por conocer en profundidad cómo producimos en la Argentina. Hablamos más de 15 minutos. De acuerdo a lo que yo le contaba, él me iba preguntando para que profundice en todo lo que le interesaba saber”“Él tenía una mirada de la agricultura más orgánica, amigable con el medio ambiente. Así que puse mucho hincapié en las ventajas del sistema de siembra directa, de cómo se podía producir más y mejor, conservando el ambiente, mejorando los suelos, con mayor eficiente y productividad”, contó el productor, que estaba acompañado por su esposa Cintia Castagnino y su hija María Marta, quienes también estuvieron presentes durante el cierre de la jornada.“Le comenté que estábamos usando todas las tecnologías modernas basadas en la ciencia y entre ellas la biotecnología. También le hablé con mayor detalle sobre lo que estábamos haciendo en el país y de los progresos que se habían logrado en mejorar la agricultura en el país”, agregó.“Me escuchaba con mucha atención. Le llamaron la atención los datos y los conceptos en que se basaba el sistema de siembra directa. Eso desencadenó una serie de inquietudes y la demanda de aclaraciones de nuestra realidad productiva”, precisó.Asimismo, el productor contó que en el encuentro “causó impacto” y “llamó la atención de los asistentes” los niveles de adopción del sistema de siembra directa que ya en ese momento había en el país.El sistema, que tiene un uso por encima del 90% en la superficie sembrada, está basado en tres grandes pilares o principios: la ausencia de labranzas o no remoción del suelo; mantener los suelos cubiertos con rastrojos o con cultivos y hacer uso de la rotación de cultivos más variada posible. Es un planteo amigable con el ambiente.“Fue una extraordinaria oportunidad para revisar las realidades del mundo en materia de la producción de alimentos, seguridad alimentaria y sustentabilidad, así como la estrecha relación que existe entre estas cuestiones y las socioeconómicas y culturales de los distintos escenarios donde el hombre desarrolla su actividad vital”, rememoró Peiretti sobre el encuentro que tuvo.Esta nota se publicó originalmente el 14 de septiembre de 2022LA NACIONTemasComunidad de NegociosReino UnidoIsabel IIActualidadConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Comunidad de Negocios”De alta tecnología”. Era abogado, se jubiló y con hidroponía encontró una solución para una situación extremaResiliencia. Su familia perdió un valioso capital y el negocio del juego le abrió la puerta a una revanchaFenómeno extremo. “Es lo que faltaba para terminar un año pésimo”: estaban a punto de cosechar y el viento hizo un desastre
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