Tapices de arpillera chilena realizados por madres y esposas de desaparecidos durante la dictadura de Pinochet, exhibidas en el Museo del Barrio de Nueva York (Ruth E. Hernández Beltrán/)El Museo del Barrio en Nueva York, principal institución cultural latina del país, abrió la segunda parte de su exposición Something Beautiful: Reframing La Colección, que muestra el trabajo de 60 artistas y que incluye nuevas adquisiciones.La exposición, la más ambiciosa en dos décadas y que muestra unas 150 obras de arte, está dividida bajo nueve temas e incluye afiches, fotos, pinturas, artesanías, esculturas, vídeos e instalaciones que se podrán visitar hasta el 10 de marzo del 2024.Something Beautiful: Reframing La Colección, cuya primera parte abrió el pasado mayo compuesta por 500 obras, presenta con otra mirada la colección permanente del museo, comentó su director, el mexicano Patrick Charpenel.Explicó que los curadores del museo han dado un giro a la forma tradicional en que se han estado presentando las exposiciones, para hacerlo ahora desde la perspectiva “de las raíces culturales, de los conflictos culturales en el siglo 21″, tras conversar con curadores de otras instituciones que coleccionan arte puertorriqueño y latino, además de artistas y líderes comunitarios.Obra sin título del artista puertorriqueño Jorge Soto, (Ruth E. Hernández Beltrán/)Los trabajos ahora están mezclados y no separados por temas como solo fotos, o carteles, etc. “Todos los museos tenemos que abordar esto más desde la perspectiva histórica y cultural que desde la perspectiva formal”, afirmó Charpenel, que se mostró complacido porque la colección del museo ha crecido con donaciones recientes que han recibido y de las que por ahora, dijo, no puede dar detalles.“Espero pronto poder hacer ese anuncio para celebrar”, afirmó Charpenel, lo que ocurre en medio de la expansión que encara el museo, que recibió 9 millones de dólares de la ciudad para ese fin. Eso les permitirá tener expuesta su colección permanente mientras muestran otros trabajos en las nuevas galerías, comentó.Edgardo Gimenez (Gentileza Malba)En esta segunda parte de ‘Something Beautiful: Reframing La Colección’, destaca el trabajo de los argentinos Edgardo Giménez (1942), que impulsó el Pop Art en su país durante las décadas de 1960 y 1970 a través de sus carteles y su tienda de diseño Fuera de Caja y el de Jaime Davidovich (1936-2016).El trabajo de Davidovich, un artista conceptual y pionero del arte televisivo, abarca las muchas estrategias que desarrolló como miembro de la escena artística experimental del centro de Nueva York, incluida su temprana adopción de la televisión de acceso público como lugar para actuaciones de vanguardia.En la muestra también destaca el trabajo de Sophie Rivera (1938, Nueva York), que recorrió los condados de la ciudad tomando fotografías de su gente y lugares, incluidas imágenes casi abstractas de la ciudad y sus escombros, y el de Pepón Osorio (1955, Puerto Rico), con ‘La cama’.’La cama’ del puertorriqueño Pepón Osorio (Ruth E. Hernández Beltrán/)Es una instalación que muestra una antigua cama de pilares del artista, en un espacio que asemeja un dormitorio pintado de rosa, que está embellecida de elementos como juguetes, cuentas, y recuerdos personales y cubierta por una colcha de “capias”, un recuerdo que se otorgaba a quienes asistían a bodas, cumpleaños y bautizos.De acuerdo con los curadores, Rodrigo Moura y Susanna V. Temkin, esta instalación tipifica la estética del exceso del artista y hace referencia a los rituales culturales y la dinámica de los espacios públicos y privados que son de especial importancia para sus compatriotas puertorriqueños, y que el artista dedica a la mujer que le crió en Puerto Rico.Destaca también entre las obras el trabajo de arpilleras chilenas – esposas y madres de desaparecidos- hecho durante la dictadura de Augusto Pinochet, cuyas piezas fueron una voz durante marchas de protesta, comentó Temkin.’Señora de las conchas’ del artista puertorriqueño Diógenes Ballester (Ruth E. Hernández Beltrán/)Las piezas, “símbolos de resistencia” según la curadora, fueron sacadas del país de contrabando y vendidas internacionalmente para mantener a sus fabricantes y financiar el movimiento chileno de resistencia a la dictadura.El dominicano Tony Capellán presenta una obra que muestra sandalias recogidas en un río de su país y la parte superior que sujeta los dedos están hechas de alambre de púas.En la muestra hay también una sección dedicada al hip-hop, movimiento que este año celebró los cincuenta años de su nacimiento en Nueva York, afiche de famosos, trabajos en torno al color de la piel, y obras en torno a los Taínos, la única sala con trabajos expuestos en la primera parte que permanecen desde que abrió “Something Beautiful: Reframing La Colección”.Fuente: EFE.[Fotos: Ruth E. Hernández]
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