En un caso que generó conmoción en la capital de la provincia de Córdoba, un cabo de la Policía Barrial fue detenido bajo la acusación de haber robado un celular y un perfume importado durante un procedimiento policial.Este procedimiento se llevó a cabo en el marco de una investigación sobre un millonario robo a una distribuidora en el barrio Yofre H, ubicado en el noreste de la ciudad. Según las autoridades, el fiscal Andrés Godoy ha imputado al oficial por los delitos de hurto calamitoso calificado y abuso de autoridad.Según informó el portal El Doce.tv, el incidente ocurrió cuando el propietario de la distribuidora notó la desaparición de dos teléfonos móviles que estaban presentes al momento de la llegada de los agentes. Uno de estos dispositivos fue posteriormente encontrado dentro de una bolsa, a pocos metros de los vehículos policiales. Este hallazgo incrementó las sospechas sobre el comportamiento de los oficiales presentes en el lugar.El caso puso en el centro de la investigación a al menos nueve policías, incluyendo a un comisario del distrito. Este último es señalado por haber ordenado la finalización del procedimiento sin esperar la requisa en el lugar de los hechos, una acción que contraviene las disposiciones de la fiscalía. La investigación sigue su curso para determinar la responsabilidad de cada uno de los involucrados en este episodio.El casoCabe recordar que todo ocurrió en aquel procedimiento realizado el pasado 25 de noviembre en la distribuidora Simple Distribuciones, objeto de un robo millonario. Un grupo de delincuentes ingresó al establecimiento durante la madrugada, aprovechando la oscuridad y la lluvia, para sustraer aproximadamente nueve millones de pesos en efectivo.Los ladrones, que llegaron en un vehículo, lograron sortear el alambrado perimetral y abrir un boquete para acceder al interior del edificio. Una vez dentro, desactivaron las cámaras de seguridad y el sistema de alarmas, lo que les permitió llegar hasta las oficinas del primer piso. Allí, utilizando diversas herramientas, se apoderaron de dos cajas fuertes que estaban fijadas al suelo, las cuales fueron cargadas en su vehículo para huir del lugar.El gerente de la empresa fue alertado por un llamado y llegó al lugar a las 3:43 de la madrugada, cuando el robo ya había sido consumado. Al llegar, se encontró con la presencia de la Policía, que había sido alertada previamente por un llamado al 911. Sin embargo, el gerente manifestó su descontento y sospechas hacia los efectivos policiales, ya que durante el operativo notó la desaparición de dos celulares que había visto en su escritorio momentos antes.La situación de acuerdo a lo recolectado por el diario La Voz, se tornó aún más tensa cuando, tras la llegada de un comisario de Bomberos, se ordenó a los policías presentes que formaran una fila para revisar sus pertenencias. Sorprendentemente, uno de los celulares robados apareció dentro de una bolsa en el predio, hallado por un policía que también fue visto sacando un perfume costoso de su pantalón.El fiscal a cargo del caso continuó tomando declaraciones a los afectados en los días siguientes, y se descubrió que el perfume encontrado coincidía con uno que había sido reportado como robado por un empleado de la empresa. Esto llevó a que las sospechas recayeran sobre un suboficial, quien fue detenido bajo la acusación de hurto calamitoso agravado y abuso de autoridad.Mientras tanto, el segundo celular sustraído aún no ha sido localizado, y las investigaciones continúan. La situación ha generado un gran malestar en la fiscalía debido a la demora en la entrega del procedimiento por parte de los jefes policiales, lo que ha llevado a que un comisario inspector sea puesto en situación pasiva.
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