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La secta del horror: “Se quiere gastar toda la plata que heredó”, las escuchas detrás del plan criminal

“La alemana amenazaba con el tema de su sobre. Bueno, pasó de 10.000 a 1000. Se quiere gastar toda la plata que heredó. Está muy mal. No me preguntó, ella decidió que viene a la Argentina a encontrarse con su familia biológica para los cumpleaños de su madre y su padre. Una cosa, realmente, muy fea”. Así, dos integrantes de la denominada Secta Sociedad Anónima, mostraban su malestar porque una de las alumnas, como llamaban a las adherentes que participaban de la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), y que vive en los Estados Unidos, había bajado considerablemente su colaboración mensual y, además, había decidido por su cuenta viajar país para reencontrarse con sus familiares más cercanos.El malestar porque una de las adherentes había decidido viajar al país y disminuir su colaboración mensualEl “sobre” del que se habla en la escucha telefónica incorporada en el expediente judicial, era la denominación a la colaboración económica mensual que tenían que hacer los alumnos y alumnas.“Para el sostenimiento de la organización, los líderes reclamaban a sus ‘alumnos’ y ‘alumnas’ el aporte del denominado ‘sobre’, que consistiría en la entrega mensual de dinero cuyos montos alcanzaban, en algunos casos, los más altos, los US$10.000 mensuales. El hecho de realizar el aporte, así como su monto, reflejaban el compromiso con la EYBA y su adoración a Juan Percowicz [el sindicado líder]. Lo mismo ocurriría en cada uno de los cumpleaños del líder, fecha en que los ‘alumnos’ y las ‘alumnas’ deben mostrar su fidelidad aportando sumas de dinero que este año habrían alcanzado los US$65.000″, sostuvieron el fiscal federal Carlos Stornelli y sus colegas Alejandra Mángano y Marcelo Colombo –que están a cargo de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex)–, en el que pidieron la detención de 23 sospechosos de cometer delitos de trata de personas y lavados de activos, entre otros delitos, bajo la fachada de la EYBA.Según fuentes de la investigación, la voz femenina que muestra su malestar por las decisiones de “la alemana” es Marcela Sorkin, conocida por el apodo de La Leona, una de las 19 personas detenidas por orden del juez federal Ariel Lijo.El traslado de los sospechososNo solo, según la conversación, existía un malestar con “la alemana” porque la reducción del sobre, también uno de los motivos del enojo fue la decisión de viajar a la Argentina para visitar a sus padres.“Para ascender dentro de la jerarquía de la organización, los ‘alumnos’ debían realizar un proceso de aprendizaje basado en la lectura de libros y la realización de talleres y diferentes tareas. La decisión final acerca del ascenso recaía exclusivamente en Juan Percowicz, quien era el máximo líder. Por medio del proceso se generaba el ‘aislamiento social’ de los ‘alumnos’, alejándolos de sus familias y allegados. Incluso, en varios casos se les ofrecía dejar sus domicilios y mudarlos a algunos de los departamentos de la sede central. Durante este proceso, los acercamientos a la familia biológica eran monitoreados por los líderes de la organización”, explicaron los representantes del Ministerio Público Fiscal en el citado dictamen.Entre el viernes a la noche y el sábado, detectives del Departamento Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvieron aJuan Percowicz, que se hacía llamar Maestro o Ángel y es señalado como el líder de la organización criminal, y a 18 supuestos cómplices. Otros cuatro sospechosos, que residen en los Estados Unidos, tienen orden de captura internacional.En los allanamientos ordenados por el juez Lijo, la PFA secuestró 1.130.454 dólares, 1000 libras esterlinas, 1.638.532 pesos, 53 monedas de oro, una pistola calibre 45, una camioneta Ford Bronco, 300 historias clínicas que “serán sujetas a estudio de posibles pacientes damnificados)” y 186 títulos de propiedad.Escucha donde hablan sobre una sucesión de una de las víctimasEn otro audio de una escucha telefónica, La Leona y su interlocutor hablan sobre una partida de defunción de uno de los alumnos y de cómo, supuestamente, “ocultarle” bienes a sus familiares biológicos.“De los autos no se habla más”, le dijo La Leona a su interlocutor, de nombre Federico.Sobre este punto, el de los bienes de los alumnos y alumnas, los fiscales habían explicado: “El desapoderamiento económico de los adeptos [de la secta] no culmina ni siquiera con su muerte porque, con anterioridad a que esto ocurra, los encargados del estudio jurídico-contable de la EYBA confeccionaban los testamentos para repartir sus bienes y que no sean heredados por sus familiares, contando para ello con la participación de una escribanía”.Los 19 sospechosos detenidos se negaron a declarar ayer ante el juez Lijo en la audiencia donde fueron indagados.LA NACIONTemasSectasTrata de PersonasConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de SectasTensión al aire. Pablo Salum cruzó al abogado de la “secta del horror”: “Yo estuve en tu casa”La secta del horror. Los “sobres” mensuales y el regalo en dólares para los cumpleaños del Maestro, los secretos del espantoA Comodoro Py. Trasladaron a los tribunales a los 19 integrantes de la secta del horror para ser indagados

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Horror en General Madariaga: Mató a su novia, escondió el cuerpo debajo de la cama y luego intentó suicidarse

MAR DEL PLATA. El cadáver de Eugenia Montenegro, a quien su familia había visto por última vez el jueves en la ciudad de General Madariaga y a la que buscaban desde el inicio de este fin de semana, estaba debajo de una cama en la casa de su novio, a quien un allegado encontró con heridas cortantes en el cuello, en un presunto intento de suicidio tras cometer el crimen.El cuerpo de la joven de 21 años presentaba decenas de puñaladas y evidencias de que habían transcurrido varias horas entre la violenta muerte y su hallazgo, logrado esta madrugada, con participación de personal policial y del Cuerpo de Bomberos.Damián Vegas, de 31 y ahora aprehendido bajo acusación de femicidio, pudo ser trasladado hasta el Hospital Municipal, donde quedó internado con pronóstico reservado, dado la gravedad de las lesiones que se provocó.La madre de Montenegro, según pudo conocer LA NACION, fue la que realizó la denuncia una vez que transcurrió más de un día de la última vez que supo de ella, una situación que consideró anormal y que la preocupó más de lo habitual.La investigación se había puesto en marcha cuando, también según fuentes de la pesquisa, un familiar de Vegas llamó a un número de emergencias médicas para pedir asistencia para el hombre, que estaba desvanecido sobre el piso y bañado en sangre, en el patio de su casa de la calle Brasil al 600.La requisa de esas instalaciones, en pos de determinar origen de esas heridas que presentaba el dueño de casa, permitió dar con el cadáver de Montenegro. La autopsia se hará esta tarde en Pinamar, aunque investigadores anticiparon que la muerte se habría producido por “20 a 30 puñaladas”.La causa judicial se tramita por estas horas en la Unidad Fiscal de Pinamar, que está a cargo de Juan Pablo Calderón, que además ordenó una serie de peritajes –entre ellos, de las armas blancas halladas en la escena– para sumar evidencias que permitirían confirmar la hipótesis de un femicidio seguido de tentativa de suicidio.Darío PalavecinoTemasFemicidio y suicidioConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Femicidio y suicidioCondenaron a prisión perpetua a un femicida que mató e incineró a su expareja en el baúl de un autoEstrenos. El caso Natalia Fraticelli fue llevado al teatroBrasil. Encuentran muerto al sospechoso de asesinar a una empresaria argentina en Buzios

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Caso García Belsunce: una cena, una invitación al cine y una puesta en escena, los secretos de un robo de Pachelo

Nicanor Cetrá y Nicolás Pachelo, el exvecino del country Carmel acusado del homicidio de María Marta García Belsunce, crimen ocurrido hace casi 20 años, se conocieron en Pilar, cuando eran adolescentes. Era una amistad de fin de semana, cuando se encontraban en las casaquintas de sus padres. El grupo también lo integraba Fernando de la Rúa (h.), más conocido como Aíto. Pasaban sus días montando caballos, pescando en las lagunas de la zona y cazando con armas de aire comprimido. Se volvieron a cruzar cuando los dos estaban casados. Un domingo, a mediados de 2003, Cetrá sufrió un robo en su departamento de Palermo. Pachelo estuvo preso y fue condenado por ese hecho y otros similares ocurridos en inmuebles de personas de su amistad.Cetrá, hijo del fallecido empresario de medios Luis Cetrá, declaró como testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del debate donde Pachelo es juzgado por su presunta responsabilidad en el homicidio de García Belsunce.Después de definir a un Pachelo adolescente como “inquieto e intrépido”, ante una pregunta del fiscal Patrico Ferrari, Cetrá recordó el robo del que fue víctima a mediados de 2003, en su departamento de Cavia y Castex, en Palermo.El testigo, de 45 años y que se definió como desarrollador inmobiliario, sostuvo que advirtió del robo en su departamento después de acostar a sus hijas y querer jugar con su consola de juegos, que no estaba donde él la había dejado.El departamento estaba ordenado. Ninguna puerta estaba violentada. El intruso había ingresado con las llaves. No solo se habían llevado la consola de juegos, también le robaron un teléfono inalámbrico, un equipo de DVD y joyas de su esposa y 6000 dólares que tenía en una caja fuerte, dentro del placar de su dormitorio.Nicolás Pachelo, acusado del homicidio de María Marta García BelsunceRicardo Pristupluk – LA NACION“La única opción era que para ingresar hubiesen usado las llaves de casa. Los investigadores del caso nos decían que tenía que haber sido la empleada doméstica. Con mi mujer nos costó creer que fuera ella porque era de mucha confianza”, recordó Cetrá.El testigo contó que, por orden de la Justicia, hicieron un allanamiento en la casa de su empleada doméstica, pero no encontraron nada de lo que le habían robado.Poco, después, por pedido del segundo esposo de su madre, de nombre Eduardo, se juntó con John Hurtig, hermano de María Marta.ESCÁNDALO EN CORRIENTES. DETIENEN A FUNCIONARIOS Y A DIRECTORES DE CATASTRO Y DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD POR ESTAFAS CON TERRENOS“Cuando nos juntamos, Hurtig tenía la cámara fotográfica que me habían robado. Me dijo que Pachelo la había dejado en un negocio de la calle Libertad para su venta, junto con una lista de otros artículos, que reconocí. Me costó creerle a Hurtig. Me fui mal de esa reunión. Pero al poco tiempo, por intermedio de mi hermana, me enteré que a otros amigos de Pachelo, les había pasado lo mismo y que él había confesado. Terminé de darme cuenta que era cierto [lo que le había dicho el hermano de María Marta]. Tenía cargo de conciencia por haberla culpa a Wilma, mi empleada doméstica”, sostuvo Cetrá.Cetrá, finalmente se presentó como querellante en la causa en la cual el TOC porteño N° 15 condenó a la pena de tres años y tres meses de prisión a Pachelo.Nicolás Pachelo está acusado del homicidio de María Marta García BelsunceFabián MarelliA pedido del fiscal Ferrari, Cetrá relató detalles de una cena en su departamento con Pachelo e Inés Dávalos Cornejo, la por entonces pareja del acusado de matar a García Belsunce.Se trató de un encuentro que, en principio, se tenía que hacer en el domicilio de Pachelo, pero unas horas antes del encuentro, con la excusa de que tenían desorden por la mudanza, el exvecino de Carmel o su exmujer se comunicaron con la familia Cetrá y pidieron “el cambio de sede”.Según Cetrá, en un momento de la cena, Pachelo ”estuvo un largo rato”, como diez minutos, en la cocina donde le preguntó a Wilma, la empleada doméstica, si los fines de semana trabajaba o se iba del departamento.“Siempre fue carismático, bastante entrador con los caseros de los caseros de las casaquintas”, recordó Cetrá.Nicolás Pachelo, acusado de homicidioAnte una pregunta del fiscal sobre si el fin de semana que sufrió el robo, Pachelo sabía que él y su familia no estaban en el departamento, Cetrá sostuvo que sí. “Nos llamó para organizar una salida al cine, pero le dije que no íbamos a estar, que nos íbamos a Pilar”, afirmó el testigo.También contó que, días después del robo, Dávalos Cornejo llamó a su mujer, con la excusa de pedirle la receta de lo que habían cenado o para que le recomendara una empleada doméstica,“Mi mujer le dijo que no era el momento indicado, que la habíamos pasado mal [por la sospecha de los investigadores hacia la empleada doméstica] e Inés le preguntó si teníamos cámaras de seguridad”, sostuvo Cetrá.Además, el encargado del edificio, le dijo que el fin de semana del robo había visto varias horas estacionado un Renaul Clío verde. “Coincidía con el auto que tenía Pachelo en ese momento”, dijo el testigo.María Marta García BelsunceArchivoPor un último, contó un detalle que le llamó la atención. El día del robo en su departamento descubrió en el patio un banquito y una radio con auriculares que había en el techo del lavadero.Supuso que el ladrón dejó el banquito, la radio y los auriculares en ese lugar para despistar y que se sospechara que se había escapado por el patio. También afirmó que el departamento estaba todo ordenado, salvo los cajones del baño donde guardaba la llave de la caja fuerte.Antes de terminar la declaración, sostuvo que por gentileza hacia Pachelo, tras un pedido del que había sido su amigo, se retiró como querellante del expediente judicial.Gabriel Di NicolaTemasCaso García BelsunceConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Caso García BelsunceCaso García Belsunce. “Pachelo miente” y la alcantarilla donde se habría arrojado el arma homicida, las novedades del juicioEl último sospechoso. “No voy a formar parte del show de la familia García Belsunce”, afirmó Nicolás PacheloCaso García Belsunce. El apoyo espiritual de Carrascosa, el recuerdo del último beso y los dardos hacia Molina Pico

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Caso García Belsunce: “A las 19.32 estaba en la zona de Carmel”, el testimonio que derriba la coartada de Pachelo

Con su testimonio, Christian Blanco, un comisario inspector de la policía bonaerense, puso en peligro la coartada de Nicolás Pachelo, acusado de matar a María Marta García Belsunce: “A las 19.32 estaba en la zona de Carmel”, sostuvo el testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del juicio.Pachelo sostuvo, siempre, que a las 19.32 del 27 de octubre de 2002, día del crimen, estaba en el shopping Paseo Alcorta, de Palermo, con su madre, Silvia Ryan, y su hijo mayor, Felipe.Blanco es jefe de gabinete de Delitos Informáticos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro. En 2002 se encargó de las tareas del VAIC, “el software que permite simplicar el análisis de las comunicaciones telefónicas”, según su definición.En esa tarea, en su momento, analizó 30 o 40 líneas telefónicas vinculadas a la investigación del homicidio de García Belsunce, ocurrido en el country Carmel, entre las que se encontraba el teléfono celular de Pachelo.Comisario inspector Christian Blanco declaró como testigoBajo juramento de decir la verdad, sostuvo que, según el análisis, el teléfono celular de Pachelo se activó dos veces: a las 19 y las 19.32. Las comunicaciones impactaron en la antena 394, que cubre la zona de Carmel.Según Blanco, las dos comunicaciones tuvieron una duración de 120 segundos. Una de las llamadas fue entre Pachelo y su madre; la otra entre el imputado y su por entonces suegro, de apellido Ávalos Cornejo.¿Puede haber existido un desperfecto por la cual ese abonado celular esté en Paseo Alcorta y una llamada haya impactado en la antena de Pilar?, preguntó el fiscal Patricio Ferrari.La respuesta de Blanco fue contundente: “Es imposible que si la persona está en el shopping Paseo Alcorta, la comunicación haya impactado en Pilar. Hay 48 kilómetros de distancia”.Ante una nueva pregunta del fiscal Ferrari, Blanco volvió a tomar la palabra y afirmó: “Lo afirmo, el teléfono de Pachelo estaba en Pilar”.A diferencia de otras audiencias, Pachelo estaba serio. Su rostro parecía reflejar la incomodidad ante las afirmaciones del comisario inspector Blanco.Desde 2002, cuando comenzó a ser señalado por la familia García Belsunce como sospechoso del homicidio, Pachelo siempre sostuvo que el día del crimen, a las 19.30, estaba en Paseo Alcorta. Lo volvió a asegurar en audiencias pasadas cuando pidió la palabra para refutar a un par de testigos.La “confesión” a un compañero de pabellónLa audiencia había comenzado pocos minutos después de las 11, cuando el fiscal Andrés Quintana adelantó: “Vamos a desnudar las nuevas mentiras del señor Nicolás Pachelo”. Así, el Ministerio Público le dio continuidad a la información que había incorporado la jornada anterior: que el exvecino del country Carmel, de Pilar, acusado de matar a María Marta García Belsunce, le habría confesado el crimen a Marcelo Maradei, un preso con el que había compartido lugar de detención en una dependencia de la Prefectura Naval.ESCÁNDALO EN CORRIENTES. DETIENEN A FUNCIONARIOS Y A DIRECTORES DE CATASTRO Y DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD POR ESTAFAS CON TERRENOSHoy, Quintana relató que Maradei, fallecido hace un año, llamó por teléfono a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 2 de Pilar el 8 de agosto a las 13.45 y dijo que tenía información para aportar sobre la causa García Belsunce.“Maradei fue trasladado a la fiscalía el 20 de agosto de 2019 a la fiscalía. Maradei relató que Pachelo le reconoció que mató a María Marta y que había arrojado el arma [homicida] en una alcantarilla de la autopista Panamerica cercana a la salida del country Carmel”, sostuvo Quintana, ante la sorpresa de Pachelo y sus abogados defensores. Todo habría ocurrido cuando ambos, Pachelo y Maradei, compartieron pabellón en la División de Investigación Penal y Administrativa (DIPA) de la Prefectura Naval, en el barrio porteño de Retiro.Nicolás Pachelo, acusado del homicidio de María Marta García Belsunce“Pachelo miente, miente”, sostuvo el fiscal Quintana al presentar pruebas testimoniales y fotográficas de que en la DIPA había espacios comunes y que las celdas no eran individuales, tal como había sostenido el acusado al pedir la palabra en otra audiencia.Tras un cuarto intermedio, se presentó a declarar Viviana Maradei, hermana del preso que, según la fiscalía, escuchó la confesión de Pachelo.Antes de que la testigo ingresa en la sala de audiencias, el fiscal Patricio Ferrari informó que Maradei tenía temor y quería que Pachelo no estuviera presente en su declaración. Pérez Iglesias se opuso.En su relato, Maradei recordó que durante una visita a la Unidad 9 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en La Plata, mientras tomaban mate, su hermano le contó que Pachelo le había revelado que había matado a García Belsunce y que también le había revelado dónde se había descartado del arma homicida.Maradei, en esa charla, le pidió a su hermana que se contactara con los abogados de Carlos Carrascosa, esposo de la víctima y que estuvo preso por el homicidio, pero la mujer nunca lo hizo, contó hoy ante el tribunal bajo juramento de decir la verdad.Gabriel Di NicolaConforme a los criterios deConocé The Trust Project

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“Pegar tiros o quemar la persiana”. La caída del capo de la mafia china que pedía videos como prueba para pagar el “trabajo”

Apenas el conductor estacionó el auto, el joven que estaba sentado del lado del acompañante se bajó y cruzó la calle. Caminó hasta el supermercado Fu Shun y, por debajo de una de las puertas, deslizó un papel, que en idioma chino tenía escrita una advertencia: “Tenés que pagar cincuenta mil dólares dentro de dos días si no, te matamos”. El muchacho, de nacionalidad venezolana y de 22 años, no lo advirtió, pero a pocos metros de él, había un oficial de la Policía de la Ciudad, que observó todo el accionar sospechoso y, después de darle la voz de alto, lo redujo.Poco segundos después, el uniformado hizo lo mismo con el conductor del auto, un joven colombiano de 24 años. En el interior del vehículo secuestró otras cinco notas, también escritas en chino: “Te doy dos días, prepara 50 mil dólares o te voy a cagar a tiro”; “Arregla ya”; “Última oportunidad, en dos días, si no arreglás, te mato a tu familia uno por uno y van a salir en las noticias”; “Te doy una última oportunidad: si en dos días no arreglás te mato a tu familia, si no crees, vamos a probar”, y “Prepara 50 mil dólares, si no arreglás el problema, la vas a pagar vos”. Todas las amenazadas finalizaban con un número de teléfono para que la víctima se comunicara con los extorsionadores.La caída de Adrián, un capo de la mafia chinaLos dos jóvenes quedaron detenidos. En su indagatoria ante el juez porteño Darío Bonanno, los dos jóvenes dieron la misma versión: que, poco antes de ser detenidos, cuando se detuvieron en un semáforo en rojo, se les apareció un ciudadano chino y les ofreció dinero a cambio de que arrojaran por debajo de la puerta un papel en el supermercado situado en La Rioja 2137, en Parque Patricios. Ambos fueron procesados por el delito de extorsión en grado de tentativa. En el expediente, el Ministerio Público está representado por el fiscal Leonel Gómez Barbella, que tiene delegada la causa.En parte, no mentían. Tras dos años y ocho meses de investigación, detectives de la División Antifraude de la Policía Federal Argentina detuvieron en las últimas horas a Zheng Jianwei, conocido por su alias de Adrián, acusado de ser quien les encargó el “trabajo” de dejar la amenaza en el supermercado Fu Shun, de Parque Patricios, un mensaje de la denominada mafia china, a cambio de 500 pesos.Adrián, según fuentes policiales, operaba desde una pescadería de la zona de Once. El procedimiento que derivó en su detención fue denominada como Operación Pescado Explosivo.Tras el análisis de los teléfonos celulares secuestrados en poder de los jóvenes detenidos en Parque Patricios, los detectives policiales y judiciales pudieron recuperar mensajes de WhatsApp que se enviaban los “brazos ejecutores” de la mafia.Una de las notas con amenazas de la mafia chinaEn uno de los mensajes de audio, uno de los sospechosos detenidos le explicaba a su interlocutor cómo era el “trabajo”: “Lo que tenemos que hacer es eso que te pasé en los videos, boluda, nada más. Es pegar tiros o prenderle fuego la persiana al chino, es una boludez”.En otro de los chats, un de los sospechosos contó que “lo de la granada de humo o granada de fuego” se paga “entre 2000 o 3000″. En otro mensaje, hubo una definición: “Son giladas, quilombos de la mafia china”.En las pruebas halladas en los teléfonos celulares quedó claro que los “ejecutores del plan” criminal tenía que hacer una filmación cuando lograran concretar la “misión”.“Con ese video, me lo pasás. Con ese video del chino [supermercado] quemándose ya ganás. Yo te pago al otro día, a la noche”, afirmó un sospechoso, según la prueba incorporada al expediente judicial.Zheng Jianwei, según informaron fuentes judiciales, va a ser indagado mañana por el juez Bonanno.“Para pagar por los ‘trabajos’, el jefe, Adrián, exigía un video donde quedara documentado que efectivamente el mensaje a los damnificados llegaba”, explicaron fuentes de la PFA.Así opera la mafia chinaSegún fuentes de la División Antifraude, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, Adrián y sus “brazos ejecutores” son parte de A. C., una facción de la mafia china que significa Argentina-China.Gabriel Di NicolaTemasMafia chinaPolicía Federal ArgentinaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Mafia chinaMafia china en Recoleta. Cayó el supuesto cómplice del sicario que atacó a tiros a una víctima que viajaba en taxiClan Panda. “Jefe, prepare 50.000 dólares, si no lo mato a tiros”: el relanzamiento de una peligrosa tríada de la mafia chinaExtorsiones. Cuatro detenidos, rifles y granadas en un operativo contra la facción A. C. de la mafia china

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Caso García Belsunce: Nicolás Pachelo relató lo que hizo el día del crimen y habló del infierno que vivió su familia

Una vez más, como ya lo hizo en otras audiencias, Nicolás Pachelo, pidió la palabra en el juicio donde es juzgado por el homicidio de María Marta García Belsunce. Pero, a diferencia de las otras oportunidades donde refutó declaraciones testimoniales, en esta ocasión hizo varias referencias a lo que hizo el 27 de octubre de 2002, día del crimen, y también del infierno y de la tortura que dijo haber vivido él y su familia cuando empezó a ser señalado como sospechoso del asesinato.Pachelo, de 46 años, habló ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo de debate, después de que el Ministerio Público Fiscal presentara una serie de escuchas telefónicas donde el imputado, en conversaciones con periodistas, hacía referencia al horario en que se había ido de Carmel el día del homicidio.“Fue un domingo normal para mí. No cronometré mi domingo. Nunca preparé una coartada”, dijo Pachelo al referirse al 27 de octubre de 2002, día del crimen.Poco después también contó que su vida y la de su familia, cuando comenzó a ser señalado como sospechoso a pesar de que no había sido imputado por la Justicia, fue un infierno. “El agobio [de los medios de comunicación] era permanente”.“Nuestra vida era un infierno”, sostuvo el imputado ante los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.También reveló que por el caso se divorció de su esposa, Inés Dávalos Cornejo, y que hace seis años que no se hablan.Nicolás Pachelo, con barbijo, en la sala de audienciasFabián Marelli – LA NACIÓN“Nos mudamos [de Carmel] y cerramos la empresa que habíamos heredado de mi padre, que era fructífera, por este caso”, afirmó Pachelo, quien solo respondió preguntas de su abogada Raquel Pérez Iglesias y de los magistrados. Como en las anteriores audiencias, no quiso responder consultas de los fiscales Patricio Ferrari, Federico González y Andrés Quintana.También afirmó que su familia vivió “una tortura” cuando se difundió en medios de comunicación un identikit de una supuesta mujer vestida de rosa que había estado en la casa de la víctima durante el velatorio.“Nosotros vivimos una tortura con el identikit, era un retrato de mi mujer. Fue hecho a propósito, con maldad”, dijo. También sugirió que quien estaba detrás de esas maniobras era la familia de la víctima, que “tiraba la piedra, pero escondía la mano”.Vestido con un jean gris, buzo negro, campera azul y zapatillas deportivas negras, Pachelo, por momentos, como pasó en la audiencia del viernes pasado, se cruzó con el fiscal Ferrari.El imputado dijo que va a contestar preguntas de los representantes del Ministerio Público cuando los fiscales actúen de buena con la defensa y le dijo a Ferrari que no “recogió el guante”. Pachelo se refería a que el viernes pasado le dijo al fiscal: ¿Sabe cuando voy a responder preguntas? Cuando, con 72 horas de anticipación, les den a mis abogados la lista de testigos [de las audiencias]”.Ferrari respondió que los fiscales tienen derecho a preguntar y definió como “capricho” el pedido de Pachelo de que se entregue con 72 horas de anticipación los testigos citados para cada audiencia y que su defensa ya tiene la nómina de 70 personas que propuestas para declarar por parte del Ministerio Público.“No responde [preguntas de la fiscalía] porque no quiere”, resumió Ferrari.Pachelo definió como una “avivada” que, hoy, cuando su abogada llamó a los fiscales para saber qué testigos iban a presentarse a declarar durante la jornada, le entregaron el apellido de casada de una amiga de María Marta y no el de soltera. Se refería a Viviana Decker de Binello.La queja era porque le habían informado que se iba a presentar a declarar Binello. Los fiscales argumentaron que no ocultaron información porque en el listado hay una sola persona con ese apellido. El juez Ecke, que ejerce la presidencia del tribunal, le pidió al Ministerio Público que, para las próximas oportunidades, informe los apellidos que las mujeres tienen de casada y de soltera para evitar nuevos malentendidos con la defensa.Pachelo se definió a sí mismo como un “calentón”, pero aclaró: “Es muy distinto a ser agresivo, soy vehemente”.“Nunca antes visto”Al presentar una serie de documentos y escuchas telefónicas, y cuando todavía no se sabía que Pachelo iba a pedir la palabra, el fiscal Ferrari hizo referencia a la decisión del imputado de declarar el viernes pasado tras los testimonios de dos hermanos de la víctima, María Laura y Horacio García Belsunce.“Pachelo se sentó frente a los jueces para valorar y criticar la prueba, una situación nunca vista antes con una persona que se encuentra sometida a proceso. Esto habla de su necesidad de control, dominio y triunfo”, afirmó el representante del Ministerio Público.En su declaración ante los jueces, Pachelo relató lo que hizo durante el domingo en que mataron a García Belsunce. Recordó que fue a Nordelta a jugar un partido de fútbol y que cuando regresaba a Carmel pasó a buscar a su hijo mayor, Felipe, que se había quedado a dormir en la casa de una familia amiga, en el barrio cerrado La Herradura, de Pilar.“¿En que cabeza cabe que una persona que va a entrar a una casa a matar o a robar va a ir a buscar antes a su hijo? Soy totalmente ajeno a esto. Yo no tengo nada que esconder sobre ese 27 de octubre. No cronometré mi domingo ni armé una coartada. Fue un domingo como cualquier otro”, afirmó el acusado de matar a María Marta.Gabriel Di NicolaTemasCaso García BelsunceConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Caso García BelsunceCaso García Belsunce. “Mejor no meterse con este tipo, que es capaz de cualquier cosa”: el miedo que la víctima le tenía a PacheloCaso García Belsunce. Recuerdos de amenazas y un fuerte cruce, qué pasó durante la audienciaGarcía Belsunce. “No me grite, usted es rápido, pero yo no soy lento”, el tenso cruce entre Pachelo y un fiscal

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Violencia en Rosario. Siguen los crímenes de adolescentes y ya suman 171 los homicidios en lo que va del año

Una adolescente de 15 años y un hombre de 58 fueron asesinados de múltiples balazos en dos ataques cometidos por personas armadas que dispararon desde motos contra sus viviendas de los barrios Moderno y Ludueña, de la ciudad de Rosario, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.Con estos dos nuevos ataques, se eleva a 171 la cifra de víctimas de asesinatos cometidos en el Departamento Rosario en lo que va de 2022. En cuanto a los menores víctimas de homicidios en este conglomerado urbano, el nuevo caso se suma al de Lucas Vega, el futbolista de las inferiores de Rosario Central, de 13 años, baleado en Fisherton cuando estaba con su hermano y dos amigos, también adolescentes.El primero de los hechos se registró anoche, alrededor de las 21.30, en la calle Garzón al 3800, del barrio Moderno, ubicado en la zona oeste de Rosario, consignaron a Télam los voceros.Según la investigación, una adolescente identificada como Zoe Romero, de 15 años, salió a la puerta de su casa respondiendo a un llamado del timbre y fue acribillada a balazos a quemarropa por hombres que se movilizaban en una moto, que escaparon a alta velocidad.La víctima fue trasladada malherida por su familiares al hospital de Emergencias, donde los médicos constataron que presentaba cinco impactos de bala, dos de ellos en el tórax, otro en el abdomen y dos en la zona dorsal, detallaron los voceros.Alrededor de las 22.10 los médicos de ese centro asistencial informaron el fallecimiento de la adolescente debido a la gravedad de las lesiones sufridas.Los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) encontraron evidencias de al menos 10 impactos de bala que quedaron incrustados en las paredes de esa vivienda y la lindera.El hecho es investigado por la fiscal de homicidios dolosos de turno en Rosario, Gisela Paolicelli.El segundo homicidio se registró casi a la misma hora, alrededor de las 21.35, sobre la calle Bielsa al 6400, y Cullen, del barrio Ludueña, ubicado en la zona noroeste de Rosario.En la vereda de su vivienda se encontraba un hombre identificado como Julio Alberto Sosa, de 58 años, quien fue atacado a balazos por dos hombres que le dispararon desde una moto y huyeron.Sosa cayó malherido y fue trasladado por familiares y vecinos al hospital de Emergencias, donde los médicos constataron que presentaba múltiples heridas de arma de fuego que le originaron la muerte a poco de su ingreso al centro asistencial.En la escena del crimen los peritos secuestraron varias vainas servidas que fueron enviadas a peritar.El cuerpo de la víctima fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de Rosario para la autopsia de rigor.El hecho es investigado por el fiscal de homicidios dolosos de turno en Rosario, Adrián Spelta, quien ordenó una serie de medidas que apuntan a determinar la mecánica del ataque e identificar a los tiradores.Con los crímenes de Romero y Sosa, ascienden a 171 los homicidios registrados en lo que va del año en el Departamento Rosario, seis de los cuales se registraron en lo que va de agosto.LA NACIONTemasHomicidioRosarioConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de HomicidioSicarios. Lucas Vega, el chico que soñaba ser campeón para sacar a su madre de un barrio peligroso y terminó acribilladoPadre e hijo, asesinados. Comenzó el juicio por el doble crimen cometido en el predio del Gauchito Gil“Decía que era el que le seguía a Messi”. El duro testimonio de la madre Lucas Vega, el chico de 13 años asesinado por sicarios en Rosario

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Córdoba. Condenaron a 11 años de cárcel a un policía que mató a un hombre y no reportó el caso

CÓRDOBA. Once años de cárcel fue la condena para el suboficial de la Policía de Córdoba, Lucas Gonzalo Navarro, autor del disparo que mató a José Ávila en julio del 2020. La Justicia lo consideró culpable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. El cabo Sebastián Gabriel Juárez, que llegó al juicio en libertad, recibió tres años de cárcel por encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público. Además, quedó inhabilitado por cinco años para ejercer como policía.El 4 de julio del 2020, en el barrio Villa el Libertador, de Córdoba capital, José Antonio Ávila, de 35 años, fue asesinado. Era padre de dos hijos. Ese día salió de su casa para buscar a su hermano para vender ropa a domicilio. Los agentes no informaron el hecho ni llamaron a Emergencias.El fiscal de Cámara, Marcelo Hidalgo, había solicitado perpetua para Navarro y cinco años y seis meses de prisión para Juárez. La Cámara Tercera del Crimen y los jurados populares dictaron penas menores.Gabriela, la esposa de Ávila, contó hace unos meses a LA NACION que un vecino testificó que sintió dos tiros; el segundo dio en el hombro de José: “No fue una persecución; la moto estaba estacionada. Mi marido tenía la llave en la mano, quedó tirado en el patio de la casa adonde iba. Lo auxilió un hombre, pero ya estaba agonizando. No entiendo el por qué, no tengo consuelo. Voy a cerrar los ojos preguntándome por qué hicieron eso, no hay razón. El policía Juárez se quedó al frente, no hizo nada. Tal vez, si hubiese hablado, habría cambiado algo. Mataron a un ser humano por matarlo”.El día del crimen, Ávila iba en moto con un amigo por el barrio cuando los agentes motorizados quisieron requisarlos. No frenaron. Cuando llegaron a la casa de un tercero, recibió el balazo mortal.Al hacer uso del derecho a la última palabra, Navarro dijo: “Primero, y principal, quiero pedirle perdón a la familia por lo sucedido. Nunca tuve la intención de matar a nadie, nunca quise que las cosas terminaran de esa manera. Lo que pasó fue un accidente trabajando, como declaré y dijo mi abogado”.La viuda sostuvo que no aceptaba el pedido de perdón porque “si estaba arrepentido, hubiera actuado de otra manera”. La referencia fue que no habían notificado a la Central de Policía ni habían ayudado a Ávila.El hijo mayor de la víctima le escribió una carta a su padre. “Papá, me gustaría tanto tenerte conmigo, que me hicieras pollo al disco, que fuéramos a tomar café con leche. Que veas cómo he crecido. Aprendí a leer, a sumar. Mi hermana va a jardín, si vieras lo grande que está. Papá, cómo te extraño. Cuánta falta me hacés. Estoy creciendo y entiendo menos lo que te hicieron. ¿Por qué a vos, papá? Si eras el mejor padre. No entiendo nada de lo que pasó. Te amo papá”.La familia estuvo acompañada por Soledad Laciar, la mamá de Blas Correas, asesinado por la policía tres meses después que Ávila. “Solamente lo que estamos acá entendemos este dolor y desde el primer día dije que iba a estar presente acompañando a quien pueda y como pueda”, afirmó a El Doce, tres días antes de que se cumplan dos años del homicidio de su hijo.También estuvo la madre de Joaquín Paredes, un adolescente de 15 años, asesinado por la Policía en octubre del 2020 en Paso Viejo, una localidad al oeste de Córdoba.LA NACIONTemasGatillo fácilCórdobaViolencia institucionalConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Gatillo fácilDenuncian gatillo fácil. Un policía disparó contra un grupo que apedreaba su casa y mató a un chico de 19 añosA dos años del crimen. Fijaron la fecha para el juicio a 13 policías cordobeses por el asesinato de Blas CorreasMendoza. reactivan una causa que complica a gendarmes y que el juez Walter Bento tuvo casi ocho años estancada

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Caso García Belsunce: disparos con las manos y “pum”, la amenaza de Nicolás Pachelo a una amiga de María Marta

En 2003 o 2004, cuando defendía a Nora Burgués de Taylor, una amiga de María Marta García Belsunce más conocida como Pichi y que hasta 2007 estuvo imputada por el supuesto encubrimiento del homicidio ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, el abogado Juan Pablo Vigliero tuvo un “contacto visual” con Nicolás Pachelo. Estaba arriba de su auto, acompañado de su clienta, cuando el ahora sospechoso se cruzó intempestivamente e hizo con sus manos un ademán “como de disparos hacia la señora”.“Hizo pum [sic] y se sopló los dedos. Burgués de Taylor quedó conmocionada”, sostuvo Vigliero al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro, a cargo del debate donde Pachelo es juzgado por el homicidio de García Belsunce.Juan Pablo Vigliero, el primer testigo de la audiencia de hoyFabián MarelliEl hecho, según Vigliero, ocurrió cuando él y su clienta se retiraban de la fiscalía de Diego Molina Pico, primer fiscal de la causa.“Era una persona que para mí era Pachelo”, sostuvo Vigliero, en referencia a la persona que protagonizó el acto intimidatorio. Pero después, ante una pregunta aclaratoria del juez Osvaldo Rossi, el testigo afirmó: “Era Pachelo”.El testigo recordó que tras ese hecho y otros actos que calificó como intimidatorios solicitaron custodia para los hijos de su clienta, pero no recordaba qué decisión había tomado el magistrado Diego Barrotaveña, que intervino en el expediente como juez de Garantías.Noticia en desarrolloGabriel Di NicolaTemasCaso García BelsunceConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Caso García Belsunce”Lo del perro es mentira”. La escucha telefónica de Pachelo donde habla de Tom, el labrador de María Marta García Belsunce”No es mi letra ni mi firma”. El audio de Nicolás Pachelo que desmentiría parte de su declaración en el juicioCaso García Belsunce. “Nunca tuve una discusión con María Marta”, Nicolás Pachelo, el último sospechoso, rompió el silencio en el juicio

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El cabo herido en una “fiesta de bienvenida” lucha por recuperar la movilidad en las piernas

POSADAS. Este mediodía se realizó el operativo de traslado del cabo Michael Verón al Hospital Militar Central en un vuelo sanitario que partió de la localidad de Apóstoles, ya que el aeropuerto de Posadas se encuentra cerrado por refacciones en la pista. Verón, de 26 años, sufrió gravísimas lesiones en la columna vertebral el viernes 8 de julio pasado, tras un “bautismo” que se realizó en el club de suboficiales Achalay en dependencias del Regimiento 30 de Apóstoles, donde presuntamente le habrían ordenado tirarse a una pileta de natación que tenía apenas medio metro de agua.Todo en el marco de una celebración por el ascenso de este soldado voluntario al grado de cabo donde se consumió mucho alcohol.El traslado de Verón fue supervisado personalmente por el jefe de la Brigada XII, general Sergio Jurczyszyn. El lesionado soldado fue trasladado en un avión Lear Jet, acompañado por su madre Mónica Rosalino y personal médico; apenas aterrizó en Aeroparque fue inmediatamente trasladado al centro médico ubicado en Palermo.El cabo Verón fue trasladado en un vuelo sanitario a Buenos AiresMientras que su esposa y su hijo, viajarán a Buenos Aires mañana, en un automóvil de la Brigada XII de Monte, de la cual depende el regimiento donde está destacado Verón. “Allí seguirá la rehabilitación con especialistas”, señaló a LA NACIÓN, el comandante de la Brigada XII, general Sergio Jurczyszyn.El escándalo por este hecho provocó el inmediato relevamiento de la cúpula del Regimiento 30, decidida por el jefe del Ejército, el general de división Guillermo Pereda. En total, unos 19 oficiales y suboficiales fueron separados de sus cargos, además de enfrentar una causa en la Justicia.El caso del cabo Verón fue el segundo hecho grave notificado en poco tiempo en el Ejército, con el denominador común del consumo abusivo de alcohol en fiestas dentro de las unidades militares. Una celebración similar derivó en la muerte del subteniente Matías Chirino, de 22 años, en el regimiento de Paso de los Libres.Chirino, oriundo de Córdoba, falleció después de un festejo de iniciación que se realizó en dependencias de la guarnición del Grupo de Artillería 3.Inmediatamente, el Ejército emitió órdenes estrictas a los comandantes de todas las unidades para contener los excesos en estos festejos, al tiempo que radicó una denuncia en la justicia federal, que imputó en los últimos días a nueve oficiales -con rangos de teniente a capitán- por el delito de homicidio simple. Los acusados podrían enfrentar penas de entre 8 y 25 años de prisión.La muerte del subteniente Matías Chirino derivó en la imputación de nueve oficiales por homicidio simpleApenas tres semanas después de esa muerte, estalló el escándalo de Apóstoles que generó una reacción más drástica de las autoridades.Por ese hecho, el jefe del Ejército, general de división Guillermo Pereda, decidió relevar a la cúpula de ese Regimiento y comenzar una investigación para determinar qué pasó y qué castigos hay que imponer, además de una denuncia penal en la Justicia por abuso de poder.Además, en una decisión inédita, el ministro de Defensa, Jorge Taiana, decidió prohibir festejos similares en el ámbito de las Fuerzas Armadas, además de prohibir el consumo de alcohol en cualquier celebración o circunstancia en dependencias militares.El cabo Michael Veró.Primera Edición Misiones“La investigación disciplinaria se terminó el lunes pasado con las declaraciones testimoniales y de los indagados. Ese día recibí el informe del auditor y están establecidos tiempos, responsabilidades y participación de cada uno. Tenemos 19 presuntos infractores y a fines de agosto llamaremos al Consejo de Disciplina”, señaló el general Jurczyszyn.Una grave lesiónEl cabo Verón ahora corre el riesgo de no poder volver a recuperar la movilidad en sus piernas.“Se encuentra lúcido, sin sedación, lo llevaron al Hospital Militar Central, donde permanecerá internado realizando su rehabilitación neuromuscular”, dijo a LA NACION, Yanina, la esposa del cabo Verón.Verón había sido intervenido quirúrgicamente dos veces y continúa prácticamente sin sensibilidad en las piernas.“Tenemos la garantía que se hará todo lo que haga falta, si es necesario ir a Buenos Aires o a Estados Unidos, donde sea el comandante del Ejército se comprometió en acompañar, incluso en su rehabilitación”, dijo su madre, hace unos días.Martín BoerrTemasEjército ArgentinoConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Ejército ArgentinoMuerte en el cuartel. Imputaron a nueve oficiales del Ejército por la “fiesta de bautismo fatal”Repudio oficial. El Gobierno denunció a Aldo Rico por llamar a los militares a organizarse ante la crisisLey seca. Por la repetición de prácticas violentas, prohibieron el consumo de alcohol en las guarniciones del Ejército

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