Categories
leamos

De Lisboa a Buenos Aires: Lídia Jorge invita a las nuevas escritoras a mirar al pasado para ver el futuro

Lídia Jorge considera vital reconocer las raíces literarias para crear una narrativa rica y diversa. (João Barata)La nueva generación de escritoras necesita hacer equipo con sus similares de “otros tiempos” para crear una narrativa que tenga una visión general sobre todas las historias que se pueden construir no solo en torno a la mujer sino a todo lo que compone el mundo literario, aseguró la escritora portuguesa Lídia Jorge, uno de los personajes lusitanos que estarán presentes durante la 48 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires del 25 de abril al 13 de mayo, que tiene como invitada a la ciudad de Lisboa.Jorge, una de las escritoras más premiadas y reconocidas de la llamada “Generación post 25 de abril” -fecha en la que en 1974 la llamada Revolución de los Claves llevó al derrocamiento de la dictadura militar en Portugal-, afirma que en el mundo literario actual las nuevas generaciones de autoras no deben sentir “desprecio” por sus antecesoras, ni pensar que es tiempo de que dejen el campo libre para plumas más jóvenes, sino tratar de conocerlas mejor para tejer lazos solidarios en los que ayuden a difundir el trabajo de unas y otras.“Uno tiene siempre raíces y es importante, para crear una mirada, no simplemente mirar adelante diciendo ‘ahora es mi tiempo’ porque su tiempo siempre será una mezcla con el tiempo que acaba de ocurrir”, expresó en diálogo con Infobae en Lisboa, donde hizo un llamado a voltear hacia lo humano en un mundo cada vez más en conflictos de todo tipo: bélicos, sociales, económicos, climáticos y culturales.La “hermandad” antimachista con América LatinaLa escritora repasa su carrera, marcada por premios y un compromiso con la memoria histórica. Para la autora, una persistente candidata al Premio Nobel de Literatura, este entendimiento entre las distintas generaciones de creadoras es un primer paso hacia la construcción de un gran puente que ayude a lograr un mejor entendimiento pero también a una defensa del feminismo.Aunque cuando se habla sobre la situación actual de la mujer, para Lídia Jorge es difícil hacer una comparación entre Europa y América Latina, pues existen contrastes y similitudes marcadas no sólo por la diferencia geográfica sino también por el nivel de desarrollo y acceso a la educación que tiene en cada país, no obstante, un punto de unión es que en ambos lados del océano Atlántico existe la necesidad de hablar abiertamente sobre el feminismo.“Del punto de vista del arte, del punto de vista del cine -principalmente en América del Sur-, tiene una mirada muy fuerte, muy capaz de denunciar el machismo que existe, la represión”, expresó. En este aspecto consideró el feminicidio, un delito que golpea a distintos países de América Latina, como algo horrible e inaceptable.Para la portuguesa, la defensa de la mujer puede constituirse como un puente que una a las escritoras de Buenos Aires y Lisboa, que ayude a tejer una relación más sólida entre las voces que han hecho escuchar los abusos para así integrar un grupo de “grandes compañeras que cada quien desde donde pueda tome cosas de las otras y que las otras tomen cosas de ella”.Se dijo dispuesta a compartir historias de mujeres que lograron un cambio en su país como la de las autoras de Nuevas cartas portuguesas (Maria Isabel Barreno, Maria Teresa Horta y Maria Velho da Costa, conocidas como las Tres Marías) quienes en plena dictadura fueron encarceladas acusadas de haber escrito un libro pornógráfico cuándo únicamente plasmaban su sentir y punto de vista en relación a una serie de situaciones personales, sociales y políticas, entre otras.“En Portugal el libro y las mujeres han marcado claramente la denuncia y el anuncio de cómo se puede ser libre y lo han hecho desde el punto de vista social y del lenguaje. Con el lenguaje corporal han hablado del deseo femenino, han creado toda una apertura y libertad”, agregó.La importancia de la memoriaLa autora hace un llamado a la solidaridad entre escritoras para difundir sus obras. Nacida en Boliqueime, en el Algarve, en 1946, Lídia Jorge es considerada hoy en día una de las autoras más influyentes de su país. Fue testigo de los últimos años de guerras independistas en Angola y Mozambique en los que ejerció la docencia. Su primer libro O Dia dos Prodígios (1980) está considerado como un parteaguas en la nueva literatura portuguesa.Egresada de filología romántica, que estudió en la Universidad de Lisboa, ha recibido a lo largo de su carrera una serie de premios y reconocimientos en su país y el extranjero entre los que se pueden mencionar el Jean Monnet de Literatura Europea en 2000, el Grande Prémio de Romance e Novela APE/DGLB en 2002, el premio internacional Albatros de Literatura, de la fundación Günter Grass, en 2006 y el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, que le fue concedido en 2020.Algunos títulos de Lidia Jorge en español.Una de sus obras Misericórdia (Misericordia) está considerado como una de los más audaces en la literatura lusa de los últimos tiempos. La obra está centrada en Alberti, una mujer de avanzada edad que vive en un asilo donde reflexiona sobre el bien y el mal de su existencia. El texto fue inspirado por su madre, quien murió de COVID-19 en una casa de retiro, y quien le pidió escribir sobre la misericordia.La autora tiene lazos con Argentina: su padre vivió en este país y su única hermana también nació en estas tierras. A lo largo de su carrera ha publicado tanto novela como relato y de entre su obra traducida al español habría que destacar títulos como Los memorables, La costa de los murmullos y La instrumentalina. En sus libros también examina las secuelas del pasado colonial y las luchas por la independencia.Como parte de sus actividades en la Feria, el 4 de mayo junto con Jorge Sigal encabezará en el Pabellón de Lisboa el diálogo “Literatura y poder” en el que los dos autores debatirán sobre cuestionamientos como ¿Por qué las novelas, la poesía, los ensayos incomodan a los regímenes autocráticos? ¿Qué puede hacer la literatura para generar tantos miedos? ¿Y por qué también parece ser motivo de muchos temores en regímenes democráticos y libres, donde algunos proponen cambiar términos y expresiones en obras literarias para no ofender las sensibilidades de los lectores? ¿Qué debe proponer la literatura? ¿Y qué no?

Fuente

Categories
leamos

“Mala onda”, de Myriam Gurba, una novela sobre la maldad como forma de resistencia política

Myriam Gurba es la autora de “Mala onda”, una de las novedades más interesantes de la editorial Tránsito.Una de las novedades más recientes de la editorial Tránsito, que siempre sorprende con voces impactantes de las que no se tenía noticia hasta que ellos se atreven a publicarlas, es una novela con aire autobiográfico que desafía los géneros. El lector siente que está ante un testimonio novelado, o una novela testimonial; un ensayo sobre binarismo sexual con una alta carga lingüística. En todo caso, el libro es una bomba.Son 324 páginas las que componen “Mala onda”, el título debut de la escritora norteamericana, de origen mexicano, Myriam Gurba. La editorial española ha publicado la novela en el arranque de 2023, con la traducción de la poeta mexicana Elisa Díaz Castelo.Le puede interesar: El hastío infinito ante el sistema en “Lo salvaje”, de Julia ElliottLo que los lectores encontrarán aquí es pura dinamita, un relato audaz, narrado a fragmentos, sobre el ingreso a la adultez de una mujer chicana en California que se reconoce como queer. Con el correr de las páginas, el proceso de asumirse lesbiana, las agresiones sexuales, la misoginia, la homofobia y las secuelas del racismo, son algunos de los tópicos que guiarán el relato.Con un humor agudo y descarado, asegura el sello español, Gurba reivindica la maldad como forma de resistencia política. Probablemente, este sea el punto más fuerte del planteamiento de la autora. Actuamos con mala intención para defender nuestras intenciones, nuestros ideales; para reír y llorar cuando es debido, o solo porque se nos pega la gana; para defendernos de quienes quieren herirnos, de quienes buscan “cortarnos los senos”.“Somos malas para defendernos del aburrimiento y de aquellos que quieren cortarnos los pechos. Somos malas para defender nuestros clubes e instituciones. Somos malas porque nos gusta reírnos. Ser mala onda con niños es divertido, además de ser un deber del feminismo de la segunda ola. Ser grosera con hombres que se lo merecen es una misión sagrada. La sororidad es poderosa, pero ser una perra es más apasionante. Ser una perra es espectacular” – (Fragmento).Le puede interesar: Una hermana desaparecida y una historia que su familia quería olvidar: ¿cómo se recupera lo que nadie nombra?Lo hecho aquí confirma a Myriam Gurba como una de las voces más interesantes y poderosas de la literatura contemporánea, por lo menos en el sur de Estados Unidos y México. Con “Mala onda” consiguió ser finalista del Premio Lambda de No Ficción en 2018. El libro ha sido bien comentado en medios como The New York Times o Publishers Weekly, y ha sido elegido entre los mejores títulos LGBTQ de todos los tiempos por O, the Oprah Magazine.“Gurba parece decidida a derribar muros y a no dejar que las lectoras caigan en la autocomplacencia; su escritura llama nuestra atención sobre la crueldad humana, el sufrimiento y la resiliencia. Y nos hace mejores”, reseña BuzzFeed. Por la misma línea, Meghan Daum escribió para The New York Times, que la novela es, en últimas, “una reflexión sobre la raza, la clase, la sexualidad y los límites de la amabilidad”. Y en Los Angeles Review of Books se dijo que “Mala onda” es “un libro poderoso y vital sobre el daño y los fantasmas del abuso”.Portada del libro “Mala onda”, de Myriam Gurba. (Editorial Tránsito).Myriam Gurba ha publicado los libros, además del ya mencionado, Dahlia Season y Painting Their Portraits in Winter. Textos suyos han aparecido en publicaciones como The Paris Review, Time, KCET, The Rumpus o 4Columns.Seguir leyendo:El hastío infinito ante el sistema en “Lo salvaje”, de Julia ElliottUna hermana desaparecida y una historia que su familia quería olvidar: ¿cómo se recupera lo que nadie nombra?La escritora Sarah Manguso expone en su primera novela cómo en los Estados Unidos lo blanco no siempre es limpio

Fuente