La camioneta que utilizó la víctima del crimen unos días antes de ser asesinadoEste viernes apareció la camioneta que Fernando “Lehuga” Pérez Algaba (41) utilizaba días antes de ser hallado asesinado y descuartizado dentro de una valija en un arroyo de Ingeniero Budge. Se trata de una Land Range Rover Evoque modelo 2012, que estaba a nombre de la empresa Antártida Compañía Argentina de Seguros S.A. y que puede resultar clave para la reconstrucción del crimen.Fuentes judiciales informaron a Infobae que el vehículo fue entregado este mediodía ante los investigadores de la DDI de Lomas de Zamora por Maximiliano Pilepich, un vecino de Hurlingham dedicado al rubro de la construcción que había mantenido un conflicto económico con Pérez Algaba. Supuestamente, habían sido socios pero el vínculo entre ambos terminó muy mal, con acusaciones y amenazas cruzadas y hasta una denuncia por intento de homicidio que fue archivada por la Justicia.“Fernando Pérez Algaba, si ustedes lo googlean, es una persona que se dedicó a estafar gente con una agencia, pidiendo plata, haciéndose el “chico trading”. Lo único que hizo fue comerse todo el capital y el capital de los demás (…) Está desesperado porque le debe a todo el mundo (…) Es una persona que se dedica a arruinar gente”, dijo Pilepich en un video contra “Lechuga”, en el que lo acusaba de haberlo estafado a él y a otros amigos, entre ellos al tercer protagonista de esta historia: Nahuel Vargas, otro hombre con el que Pérez Algaba tenía diferencias.Te puede interesar: “Te voy a cortar las manos con una sierra”: se conocieron más audios con amenazas al comerciante descuartizadoPilepich también contó en el video que “Lechuga” los había atacado hace unos meses. De acuerdo a la denuncia por ese hecho, eso ocurrió el 13 de febrero pasado, en la puerta de la casa de Vargas. Según aseguraron ambos denunciantes, el comerciante descuartizado apareció armado en el lugar y los amenazó: “Te tiro”, les dijo. Ambos corrieron y al regresar un rato más tarde, notaron la luneta del auto de Vargas estacionado frente al domicilio, dañada. Dentro del vehículo había piedras y vidrios.La víctima del crimen, Fernando Pérez AglabaSi bien los investigadores continúan reconstruyendo la relación entre los tres, fuentes del caso afirmaron que Pilepich y Vargas tenían hasta hace poco tiempo una deuda económica con Pérez Algaba: le debían 150 mil dólares. En ese contexto, surge en escena la camioneta Land Rover: Pilepich se la había prestado a “Lechuga” cuando este volvió de Estados Unidos, tal vez a modo garantía hasta saldar la deuda.Según Pilepich y Vargas, esa deuda había sido cancelada en los últimos días. Ellos contaron que le entregaron la mitad del dinero a Pérez Algaba en una escribanía de Castelar. El resto, de acuerdo a sus relatos, se lo dieron el 18 de julio en una reunión en un descampado de General Rodríguez.Fuentes del caso comunicaron que, ese día, la víctima del crimen llegó al lugar del encuentro junto a Vargas, a bordo del vehículo en cuestión. Al recibir el dinero, “Lechuga” le devolvió la camioneta a Pilepich, quien se retiró junto a Vargas. Mientras, el comerciante descuartizado se quedó allí esperando que otra persona lo pasara a buscar.Desde entonces la Land Rover no había sido localizada. Hasta hoy.Te puede interesar: “Me promete la muerte”: la advertencia del empresario descuartizado sobre el hijo de un barra al que le debía dineroAhora la camioneta será peritada en busca de rastros y datos de interés para la causa. Lo mismo sucederá con notebooks halladas en el departamento que Pérez Algaba había alquilado temporalmente en Ituzaingó tras su arribo al país.En la inspección a ese domicilio, los investigadores además encontraron un certificado de su psiquiatra en el que se consigna que presentaba un cuadro depresivo y de ansiedad y le aconsejaba que viajara con su perro. Se trata de un bulldog francés color beige, llamado Kupper, que todavía no apareció. Tampoco se encontró el teléfono celular del trader.El lugar donde fue hallado el cadáver descuartizadoEste viernes, por otra parte, se conocieron los resultados de la autopsia a los restos de Pérez Algaba. El informe precisó que el comerciante recibió dos disparos de arma de fuego que ingresaron en la zona de la espalda y que le causaron una hemorragia aguda, lo cual le produjo a la víctima un paro cardio-respiratorio traumático.En la autopsia se reveló, además, que los restos también presentaban una herida cortante en la espalda y golpes en el rostro: todas estas lesiones fueron realizadas cuando la víctima ya había fallecido. El desmembramiento fue posterior a la muerte.“Por los datos expuestos y los aportados por la instrucción, cuerpo desmembrado hallado en un arroyo, la muerte dataría de aproximadamente 5 a 7 días antes de efectuado este examen”, concluyó el análisis que se llevó a cabo el martes pasado en la morgue judicial de Lomas de Zamora.Seguir leyendo:El misterio de la mujer trans detenida por el crimen del comerciante descuartizado y los rastros que encontraron en su casa
Tag: últimas noticias
Alfredo Toth, Oscar Moro, Litto Nebbia, Pappo y Ciro Fogliatta, la última formación de Los Gatos (Wikipedia)
En toda banda que se precie de tal cosa hay un bajo. Por lo tanto hay un bajista casi en cada banda, así que es una gran cantidad para hablar de bajistas.Desde mi mirada, el gran bajista del rock argentino, por permanencia y estilo, es Alfredo Toth. Sin desmerecer a nadie, cuando tengo que dibujar un bajista empiezo por él. A pesar de esos heroícos bajistas de los comienzos de la historia Emilio del Guercio de Almendra o Alejandro Medina de Manal, tan grosos como Alfredo, o más quizás. Ni hablar de Sr. Flavio, el pulmón de los Fabulosos Cadillacs, Christian Basso de La Portuaria, Fricción y Las Ligas de Charly García. Cachorro López en Los Abuelos de la Nada ha hecho escuela, mismo Diego Arnedo, el mas volado de todos, es en Divididos material de estudio, ya en Sumo marcó diferencias con el resto. Me quedo corto obviamente. Pero recalar en Alfredo Toth es llegar al cenit hablando del asunto.Bajista, cantante, compositor y productor entre otras cosas, Alfredo Toth fue parte de Los Gatos cuando tenía 17 años. Grabó todos los discos del grupo, así que obviamente fue parte del genial Rock de la Mujer Perdida, la gema de 1970 que marcó el ritmo de lo que vendría después, un álbum por demás decisivo y reconocido en el mundo del rock en español. Y además esa canción… Rock de la Mujer Perdida, justamente.Mis primos, las amigas y hasta alguna tía que tenía eran hippies. Crecer entre hippies no era de los mas saludable para un niño en esos años. Pero era ciertamente mas divertido que para otros párvulos de mi edad. Se escuchaban muchos discos todos los días, puedo acordarme perfectamente de la semana que llegó al tocadiscos a mi casa y ese LP. La tapa me llamaba mucho la atención, esa mujer sin edad precisa, lejos del estereotipo de “chica de tapa” que tan bien enarbolaban en sus portadas revista Gente y los discos de Fausto Papetti.Esta era rara.Y las canciones que traía el long play eran mas raras aún. Me acuerdo claramente de estar sacando la bicicleta del patio, donde después de comer empezarían a llegar los amigos hippies de mis primas, cuando de repente, de la nada empieza a sonar una guitarra enloquecida sobre una batería y el bajo, ese bajo que me hacía mover la cabeza sin dominio. Al rato supe que eso que había escuchado se llamaba Rock de la Mujer Perdida y era lo nuevo de Los Gatos.Lo peor fue días después, ver a esos hippies descabezándose tratando de tocarla con sus guitarras baratas. Había uno con bajo Kuc sin equipo que intentaba hacer sonar algo parecido a lo que hacía Toth. Ni parecida les salía, lo cual me llenaba de preguntas, tan difícil no parece, aunque ninguno, ni siquiera uno que se llamaba Capitán Memo y un año después sería plomo de Pescado Rabioso se le acercaba al groove enloquecido de esa canción.Ciro Fogliatta, Alfredo Toth, Litto Nebbia, Kay Galiffi y Oscar Moro, la formación de Los Gatos que llegó a Buenos Aires desde Rosario y grabó La Balsa (Wikipedia)
No llegué a ver Los Gatos en vivo, pero éstos iban todo el tiempo a verlos. En los bailes del club del barrio, en teatros de todo tamaño, en boliches y sociedades de fomento. Los Gatos tocaban siempre y bien, eran nuestros Beatles.El resto de los temas estaban a la altura, pero por algo la obra se llamaba Rock de la Mujer Perdida. Pasado el tiempo Litto Nebbia aclaró que el nombre original era Rock de la Mujer Podrida, pero los de la grabadora lo frenaron a tiempo. Ese fue el último disco de Los Gatos, su canto del cisne elevadísimo.Entre 1967 y 1969 sacan 4 discos. Los Gatos Vol I y II, Seremos Amigos y Beat Nro 1. Todos geniales, por momentos mas cerca del beat que del rock propiamente dicho. En el final, definen el rock argentino.Fueron desde el comienzo Litto, Kay Galiffi en guitarra, Oscar Moro en la batería, Ciro Fogliatta tecladista y el niño bajista Alfredo Toth, de Avellaneda Town, apenas salido de la secundaria. Aunque ya había estado en una banda, tocando en el patio de la iglesia.Llegado el momento en medio de toda esa parafernalia musical, Kay abandona la banda. Es reemplazado por un jovencísimo guitarrista que había tocado solamente con Miguel Abuelo en los primitivos Abuelos de la Nada, le decían Pappo y era descollante. El primer disco de este quinteto fue Beat Nro 1 que estaba buenísimo, algo mas rocker y psicodélico que los anteriores, con una zapada interminable que se llamaba Fuera de la Ley, 11minutos a puro groove, fue el presagio de lo que vendría.La tapa del disco de Los Gatos que hizo historiaEn 1970, con circunstancias inmejorables para el grupo, donde ya se les permitían la experimentación sonora y un espacio de libre creatividad, privilegios de los que disponían gracias a las monumentales ventas de shows y discos, graban Rock de la Mujer Perdida consagrándose para siempre.Aunque todas las composiciones eran parejas, algo detonó con el tema que daba nombre al álbum. Podría ser la rítmica, también la letra perfecta, la belleza interpretativa de los cinco o simplemente que la base del bajo y la batería era imbatible. Ahí es donde se engrandece el nombre de Alfredo Toth, porque junto a Oscar Moro eran la plataforma desde donde Pappo, Ciro y Nebbia se apoyaban para lucirse cada quien en lo suyo.”Mujer, vas a entenderQue hoy, hoy mas que ayer,Necesito tenerte a mi lado hasta el amanecer.Mujer, vas a encontrarGente que te ame igual,Pero hoy necesito tenerte a mi lado otra vez”.Eso alcanzó para hacer historia, unas inspiradas palabras envueltas en un vertiginoso ir y venir de riffs y solos que inevitablemente te trasladan sensorialmente a un lugar que no conocés.Alfredo Toth, el bajista de otro planeta (Centro Cultural La colina)Se me hizo menester una charla privada con Alfredo Toth, ese gentilhombre pura onda atrás de un bajo, para despejar toda duda que se puede manejar cuando estamos frente a una masterpiece.”Si bien todos los discos que grabamos con Los Gatos fueron increíbles, Rock de la Mujer Perdida marcó otra época, desde la composición hasta todo. Fue el disco mas rocker que hicimos y fue el último también. Un discazo absoluto. ¿Vos querés saber que es desde mí? Grabarlo fue una experiencia tremenda. Nos habíamos instalado en New York Ciro, Moro y yo casi un año. Ahí vimos bandas de todo tipo, Santana, Frank Zappa con los Mothers of Invention, The Who haciendo Tommy su opera rock. Todos los fines de semana íbamos a un teatro que se llamaba Fillmore East donde veíamos a todos estos, que sonaban increíble, era impresionante todo lo que pasaba, la época en todo sentido explosiva.“Cuando volvimos ya no estaba Kay Galiffi, que fue suplantado por Pappo, así hicimos Beat Nro 1. Escuchando el disco notás que la banda estaba en un momento muy groso. Si bien en todos los discos las canciones de Los Gatos eran bárbaras, en éste último eran mejores por la onda de composición, primero, donde Litto escribió unos temas buenísimos, el Rock de la Mujer Perdida, pero también están Los Días de Actemio, Mujer de Carbón, No fui hecho Para Esta Tierra que tiene un beat de batería extraordinario…”Los Gatos, ya con Pappo en la banda“Escuchando ahora el disco – agrega Alfredo Toth- no te digo que es como si hubiese sido ayer, pero se me hace inolvidable todo. La compañía, como habíamos vendido tanto, nos había alquilado un estudio. No ensayábamos las canciones, pasábamos todo el tiempo en el estudio trabajándolas. Las componíamos ahí, las mejorábamos ahí y las grabábamos ahí.“Fíjate, que Rock de la Mujer Perdida tiene dos solos que para mí son los dos mejores del rock argentino. El solo de Pappo es insuperable y el de Ciro es tremendo, todo en ese tema, que es una bomba atómica. El álbum era el cierre y la separación de una época alucinante, tenía que salir un disco increíble”.Los gatos ya estaban instalados cuando estallaron Almendra y ManalY sí, le digo yo, aportando poco al relato pero sabiendo que estamos hablando de algo seriamente trascendente. ¿Lo del viaje a New York fue una iluminación no?, le pregunto.Sigue Alfredo, entonces.”Después de haber estado en USA, y de comprar equipos, hasta un órgano Hammond, todo fue decisivo para cambiar el sonido de los shows. Teníamos muchísimos y trabajar con todo lo que habíamos traído nos cambió la logística absolutamente. Para transportar los equipos, el Hammond por ejemplo, necesitábamos dos millones de personas. Imagínate lo que era para subir semejante artillería, tocar, bajar todo eso otra vez…“Las presentaciones a veces se limitaban a 20 minutos, media hora digamos y listo. No daba extendernos porque pensábamos que después había que desarmar todo ese embrollo gigantesco… y sobre todo el órgano de Ciro que llevábamos a todos lados, eso era una locura. Ahora, Los Gatos sonaban de putamadre, pasábamos momentos indescifrables. Tengo tantos recuerdos que a veces no los recuerdo. Todos esos años con Los Gatos es una experiencia que agradezco diariamente haber vivido. Ser parte de algo así, que no le pasa a cualquiera. Aunque por otro lado sé que la luchamos mucho para vivirla, siempre pensando en adelante”, dice.Y cierra con emoción: “Haber conocido a estos músicos impresionantes -Litto, Ciro Fogliatta, Oscar Moro, Pappo- ellos me hicieron pasar grandes momentos hasta que nos separamos, donde cada uno rumbeó distinto sin perder el amor. Nos tomamos un tiempo para encarar nuestras carreras propias. Ciro grabó un par de discos divinos, Litto se largó solista y ya sabemos lo que pasó, Pappo ni hablar, Moro terminó tocando en Serú Girán por ejemplo, una banda que me rompió la cabeza cuando apareció. Por mi parte toqué bastante con Nito Mestre, con León Gieco, con Raúl Porchetto donde conocí a Pablo Guyot y Willy Iturri, grabé un disco con Santaolalla. Antes de todo eso toqué en Sacramento con Ciro, gran proyecto, donde estaban tambien Gustavo Jelicie, y Bocón Frascino después de Pescado Rabioso, musicazos. Han pasado demasiadas cosas en este camino. Por eso agradezco siempre la música, mis proyectos, las personas que he conocido, tocar y producir discos, algo que jamás hubiese pensado. Y lo de hoy, con Pablo después de separaciones y discusiones volvimos a ensayar con GIT. No sé dónde irá a parar todo esto, pero agradezco siempre”.Hablar con Alfredo Toth resulta además de gratificante, aleccionador. Es el número uno como bajista y es inmenso como persona. Mucho más que lo contado es Toth. Siempre jugando en primera, rindiendo y sosteniendo mucho en las grandes bandas que integró. Invicto en lo suyo. De su generación es uno de los que mejor está, no solo musicalmente sino desde lo personal, da gusto verlo siempre… y escucharlo, obvio.Seguir leyendo:El rock después de los Grammy y el elogio a un baterista que a los 80 años sigue golpeando los tamboresLos 15 minutos de fama de La Joven Guardia y la historia del hit “La extraña de las botas rosas”
La zona donde ocurrió el doble crimen en González CatánLa localidad bonaerense de González Catán, en el partido de La Matanza, fue escenario de un doble crimen con sello narco: dos mujeres fueron asesinadas a balazos y la principal hipótesis de los investigadores, debido a las condiciones en las que estaban los cuerpos y a las primeras pruebas incorporadas al expediente, es que se trató de un ajuste de cuentas relacionado a la venta de drogas al menudeo.El macabro doble crimen ocurrió durante la madrugada del martes en Gamboa al 6.600, entre Manuel Arias y Azul, en el barrio San Cayetano. Las víctimas fueron identificadas como Gisella Panelo y Margareth Ayelén Valdez, ambas de 31 años. Cuando los agentes de la Comisaría Sur 2ª y una ambulancia se presentaron en el lugar tras la alerta al 911, las mujeres estaban muertas.El caso es investigado por la Unidad Funcional de Instrucción Temática Homicidios de La Matanza, que encabeza el fiscal Federico Medone. A partir de las declaraciones de vecinos, los investigadores hicieron una reconstrucción de lo sucedido. Así, establecieron que Panelo y Valdez fueron atacadas por tres hombres que, según los testigos, les reclamaban algo, aunque no pudieron precisar qué. Al parecer, uno de los victimarios les exigió que “devuelvan lo que se llevaron”.Te puede interesar: Detuvieron a uno de los sospechosos del crimen del policía de Esteban EcheverríaLos vecinos también contaron que a las mujeres las obligaron a ponerse de rodillas antes de que les dispararan. En ese momento, según confirmaron fuentes del caso a Infobae, escucharon que al menos una de ellas suplicó a los gritos: “Nosotras no fuimos, no nos maten”.Los homicidas abrieron fuego y luego escaparon. Los testigos contabilizaron entre cinco y seis detonaciones. Una de las mujeres recibió un disparo en la mejilla derecha, mientras que el cadáver de la otra presentó dos impactos de bala, uno en la frente y otro en el brazo derecho.Para los investigadores, el doble crimen podría estar relacionado con la venta de drogas, ya que ambas víctimas eran consumidoras de pasta base. En las primeras averiguaciones se supo que Panelo no volvía a su casa desde diciembre del año pasado y que era “consumidora de paco”, mientras que Valdez hacía tres días que no aparecía por su hogar.Te puede interesar: Crimen del policía de Esteban Echeverría: dos mujeres fueron la clave para identificar a los sospechososNarcos en González CatánEste año, en González Catán, más precisamente en el barrio Las Casitas, cayó una banda narco llamada “Los Amarilla”, integrada por miembros de una misma familia que solían mostrarse armados y muy agresivos. Esta organización se dedicaba a la piratería del asfalto y la venta de droga. Los familiares regenteaban puntos de venta en la zona y abastecían a los vendedores, señalaron fuentes del caso.Uno de los allanamientos en los que cayó la banda “Los Amarilla”“Los Amarilla” no solo contaban con tecnología y armamento para llevar a cabo los robos, sino también con uniformes policiales para confundir a las choferes de camiones a los que asaltaban. Así lo demostró el procedimiento ejecutado para desbaratar a la familia narco conformada por ciudadanos paraguayos.Tras diez allanamientos, agentes de la Supertintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA desarticularon a fines de enero último a la banda enquistada en el barrio ubicado en el límite con Pontevedra, en los márgenes del Arroyo Las Víboras, uno de los brazos que se abren paso desde el Río Matanza/Riachuelo.En los procedimientos, los efectivos encontraron más de 10 kilos de marihuana y casi dos kilos de cocaína, fraccionada y lista para ser comercializada. También varias armas, municiones, cargadores, chalecos antibala, silenciadores, cinco vehículos, una máquina para contar dinero, una suma en pesos y otra en dólares, equipos de comunicación, un inhibidor satelital -para bloquear señales de rastreo de vehículos- y el equipamiento de la policía bonaerense y de la federal que utilizaban para cometer sus golpes.Seguir leyendo:Capturaron a un hombre que era buscado hace cinco años por un homicidio en La PlataRosario violenta: asesinaron a dos hombres y balearon a un adolescenteDesbarataron una banda que falsificaba agroquímicos y estafaba a productores del Mercosur
Un automovilista alcoholizado que ingresó a contramano en el túnel de Avenida del Libertador y atropelló a un motociclista que se encontraba trabajando como repartidor. El hecho ocurrió alrededor de las 5:30 de la mañana en el barrio porteño de Belgrano. Tras el impacto, el conductor de la moto sufrió heridas de gravedad y debió ser trasladado al Hospital Fernández.Todo sucedió cuando el chofer del vehículo, un Volkswagen Gol Trend color gris patente LCR 932, accedió por la mano contraria al corredor ubicado en las calles Avenida Del Libertador y Zabala. Luego de circular unos 30 metros, sentido hacia la provincia de Buenos Aires, embistió de frente a un repartidor de delivery, de aproximadamente 26 años de edad, indicaron fuentes policiales a Infobae. Por el choque, el joven, Nahuel Andres Diante, fue asistido por personal del SAME y debió ser trasladado con politraumatismos al Hospital Fernández, donde permanece en estado de gravedad. En tanto, el automovilista, identificado como F.O., de 39 años, no sufrió heridas mayores y fue demorado por oficiales de la Comisaría Vecinal 14 C de la Policía de la Ciudad, quienes le realizaron un test de alcoholemia, el cual arrojó que presentaba un nivel de 1.06 g/l de alcohol en sangre. Asimismo, el vehículo presenta un total de ocho infracciones previas en la capital federal, donde al menos tres de ellas fueron realizadas por exceso de velocidad. Al momento, hay un único carril habilitado para transitar por el puente.En el caso interviene la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 6, a cargo de Federico Jorge Taramelli.Te puede interesar: Choque de colectivos en Flores: al menos 35 heridos, 2 quedaron hospitalizadosChoque y fuga A comienzos de año, un accidente de tránsito similar ocurrió en el túnel de la avenida Del Libertador, en el que un joven de 26 años murió tras ser chocado mientras circulaba en su moto. El accidente tuvo lugar cerca de las 19 horas del lunes 4 de enero, cuando Tomás Emery transitaba a bordo de su Kawasaki 400 color azul. En ese momento, según los testigos, una mujer que conducía un auto -también de color azul- impactó contra la moto y luego habría escapado del lugar.Al llegar la policía se realizó la apertura de la mochila de Emery y se logró contactar a sus familiares. De inmediato, sus amigos y allegados lanzaron una campaña a través de las redes sociales para buscar a personas que hayan presenciado el hecho y poder identificar a la conductora que se supuestamente había huído luego de chocar.Al cabo de unos días, personal policial identificó y notificó a la sospechosa en una vivienda de la localidad bonaerense de Burzaco, donde se procedió a secuestrar su vehículo. La fuerza de seguridad informó que también fue imputada por el delito de homicidio simple. La disposición fue ordenada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 7, a cargo de Paula González.De esta manera, la mujer se presentó ante la Justicia y explicó que ella no chocó al joven y que en realidad es una testigo más del hecho.Ahora, con las dos versiones, la jueza González aguarda que la fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional del distrito Saavedra-Núñez a cargo de José María Campagnoli, pueda esclarecer la mecánica del hecho. Así, los investigadores buscan a un testigo que presenció la secuencia completa ocurrida para que pueda aportar datos sobre lo ocurrido. Se trataría de un motociclista que no fue registrado por los agentes de la Policía de la Ciudad, debido a que, cuando llegaron, ya se habría retirado de la escena, pero fue visto por otros testigos, indicaron fuentes del caso a Infobae.Seguir leyendo:Un conductor perdió el control de su auto y atropelló a un grupo de feriantes en Florencio VarelaEscapaba en una camioneta robada por la General Paz, chocó contra una casa en Ingeniero Budge y se escondió debajo de la cama de un vecinoLa versión que dio la mujer sospechada de haber matado a un motociclista en el túnel de Libertador
Protesta e incidentes en acceso oesteUna protesta de choferes de colectivos sobre la ruta 23, a la altura del acceso Oeste, derivó en incidentes entre los manifestantes y un grupo de empleados de un comercio cercano que sufrió destrozos.Personal de la distribuidora mayorista “LAIJON” y un grupo de choferes que estaba protestando en el lugar se enfrentaron a piedrazos y botellazos, mientras efectivos de la Policía Bonaerense observaban todo y no intercedían para que cesaran los disturbios.Choferes de colectivos agrupados en “Choferes Unidos” lanzan piedras y botellas contra un empleados de una distribuidora mayorista, en ruta 23 y Acceso Oeste.“¡Mirá cómo me rompieron todo el negocio! ¿Lo van a pagar ustedes? No hacen nada”, le reclamó uno de los empleados del autoservicio a los policías presentes. Y reclamó: “Nos levantamos a las 5 de la mañana para darle un plato de comida a nuestros hijos” En tanto, otro trabajador le explicó a los miembros de la fuerza de seguridad que los disturbios comenzaron cuando le solicitaron a los manifestantes que “paren con el fuego” de los neumáticos que habían encendido para cortar el tránsito.Uno de los comerciante fue detenido por portación de un arma blanco, en tanto que los manifestantes comenzaron a retirarse del lugar cuando se percataron que llegaban refuerzos policiales con el objetivo de disuadir a los violentos.Manifestación de “Choferes Autoconvocados” en ruta 23 y Acceso Oeste.La movilización de Choferes Autoconvocados, agrupación conformada por trabajadores de distintas líneas transportistas de la provincia de Buenos de Aires, es para reclamar que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) acelere las negociaciones con la Cámara Empresarial para conseguir mejoras salariales. “Puntualmente, estamos reclamando en defensa de nuestro salario: en los años 2020 y 2021 nos han quedado debiendo bonos que nos pagan en negro y para nosotros eso no es salario. Estamos reclamando un Salario Básico Inicial Conformado (SBIC) de 180 mil pesos”, enumeraron los voceros gremiales a Télam.Una protesta similar a la de acceso Oeste se desarrollaba en la intersección de las avenidas General Paz y Rivadavia, en el barrio porteño de Liniers. De la medida de fuerza en Moreno participaban trabajadores de las empresas Acceso Oeste, Línea 23, La Primera de Grand Bourg, Línea 203; Transporte La Perlita; Línea 57, Expreso Atlántida, Transporte del Oeste, Empresa Almafuerte, Expreso La Cabaña y Línea 540 de zona sur, entre otras.Acampe en la avenida 9 de JulioA partir de hoy, circular por la avenida 9 de Julio será un verdadero caos. Organizaciones sociales y de izquierda que integran el bloque de “Unidad Piquetera” volverán a concentrarse con un acampe masivo, que se extenderá hasta el viernes, con el objetivo de exigir la reapertura apertura de nuevos programas de empleo y políticas alimentarias.El inicio de la medida está previsto para las 13.30, y se prevé que se extenderá por 48 horas en el microcentro porteño, donde se espera un caos de tránsito, y habrá réplicas y acciones en todo el país. Los dirigentes sociales ratificaron la protesta ante la falta de acuerdo de la reunión que mantuvieron el lunes con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.Eduardo Belliboni (c), uno de los referentes del Polo Obrero y convocante a la protesta (Franco Fafasuli)
La convocatoria es impulsada por representantes del Polo Obrero, MTR-Votamos Luchar, el CUBA-MTR-, Barrios de Pie/Libres del Sur, MST Teresa Vive, el Movimiento Territorial (MTL-Rebelde), el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y fracciones del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), entre otras organizaciones que también formarán parte de la manifestación.En la Ciudad de Buenos Aires se prevén cortes de calles en la zona del Obelisco, y en los cruces de 9 de Julio en Avenida de Mayo, Belgrano, Independencia, San Juan y en el Puente Pueyrredón.SEGUIR LEYENDO:Descontrol en el fútbol infantil: una madre “ahorcó” a un chico y todo terminó en riñaVideo: el ataque de dos motochorras armadas en Rosario