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Por qué se desaceleró el ritmo de la vacunación contra el COVID-19 en la Argentina

Desde diciembre Argentina enfrentó una nueva ola pandémica por el avance de la variante Ómicron. Ya está en retroceso (REUTERS/Agustin Marcarian)Mientras ocurría la ola explosiva de casos de COVID-19 por la variante Ómicron, el plan de vacunación en la Argentina batió el mayor récord desde su inicio. Se aplicaron más de 2,9 millones de dosis en la primera semana de enero. Pero volvió a desacelerarse en las semanas siguientes. Hoy más del 77% de la población general de la Argentina ya tiene el esquema completo de vacunación contra el COVID-19. El 30% tiene una tercera dosis.El plan estratégico de vacunación empezó el 29 de diciembre de 2020. Avanzó muy lento los primeros cuatro meses por las demoras en las entregas de dosis por parte de los laboratorios que desarrollaron las vacunas en otros países. Se aceleró intensamente entre julio y agosto del año pasado con la aplicación de dosis para la población sin factores de riesgo diagnosticados, y a partir de diciembre pasado nuevamente las aplicaciones semanales volvieron a aumentar.Durante la primera semana de enero, se aplicaron 2.942.768 dosis semanales. Fue un número récord de aplicaciones semanales. Hasta ese momento, la cifra mayor se había registrado en la semana del 29 de agosto pasado, con 2.671.673 dosis aplicadas.El 64% del total aplicado en la primera semana de enero de 2022 se aplicó como tercera dosis. En cambio, en la última semana de enero, se aplicaron 1.893.309 dosis, según el análisis de datos del físico Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación. Es decir, hubo una reducción del 36% en las aplicaciones semanales. También cambió la proporción de aplicaciones de la tercera dosis, que pasó al 69%. Inicialmente, las aplicaciones de dosis fueron para los grupos priorizados como el personal de la salud, las personas mayores de 60 años y las personas con factores de riesgo. Recién se llegó a superar los dos millones de aplicaciones de dosis semanales en la última semana de mayo. En agosto, se aumentó el ritmo cuando predominaba la aplicación de segunda dosis y se sumaba a los adolescentes con factores de riesgo. En octubre, sumó la aplicación de dosis al resto de los adolescentes y a las niñas y los niños mayores de 3 años a 11 años.En la última semana de enero, el 66% de las dosis aplicadas fueron como dosis de refuerzo (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)
En diciembre, el Ministerio de Salud con el Consejo Federal de Salud -que forman las autoridades sanitarias de las 24 jurisdicciones- consensuaron la aplicación de las terceras dosis como refuerzo en el personal de salud y en personas de 60 años y más que hayan cumplido un intervalo mínimo de 4 meses de haber completado su esquema inicial. Ya se avanzó con la tercera dosis en los grupos sin factores de riesgo.Durante el inicio del verano en la Argentina, la ola con la circulación cada vez más predominante de la variante de preocupación Ómicron llevó a desbordes en los centros de testeos y en los de atención médica, y hubo más personas que aceptaron la aplicación de la primera dosis. Más personas completaron los esquemas y otras fueron a recibir la tercera.En la primera semana de enero, en diálogo con Infobae el Subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación, Juan Manuel Castelli dijo con respecto a la aceleración del plan de vacunación: “Seguramente, el aumento de las aplicaciones semanales obedezca a la implementación del pase sanitario, las estrategias en las jurisdicciones que ampliaron el acceso, la confianza de la población en las vacunas y la mayor percepción de riesgo sobre la situación epidemiológica”, explicó a Infobae.En la primera quincena de enero las aplicaciones semanales de dosis aumentaron por el pase sanitario, la suba de casos por Ómicron y a que la gente se fue a inmunizar antes de irse de vacaciones (EFE/Enrique García Medina)
Según dijo a Infobae Leticia Ceriani, subsecretaria de gestión de la información del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, “en la primera quincena de enero aumentaron las aplicaciones semanales de dosis por el pase sanitario, la suba de casos por Ómicron y porque la gente se fue a inmunizar antes de irse de vacaciones”. La funcionaria agregó: “Durante la segunda quincena fue bajando el ritmo, pero igualmente es una tasa buena de aplicaciones”.“La desaceleración del ritmo de las aplicaciones semanales de las vacunas contra el COVID-19 sería por diversos factores. En diciembre, con la ola de casos por la circulación de la variante de preocupación Ómicron hubo más personas que se acercaron a vacunarse. También influyó que existiera un pase sanitario que habilita a actividades masivas si las personas ya están vacunadas”, dijo a Infobae Martín Hojman, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y de la Unidad Infectología del Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires.“En cambio -comentó el doctor Hojman- en enero hubo gente que se fue de vacaciones y muchos que tuvieron COVID-19. Hoy la recomendación para los que tuvieron la infección recientemente es esperar 90 días para aplicarse la tercera dosis. Entonces, ese tipo de situaciones pueden haber influido en que el ritmo de las aplicaciones semanales fuera más lento en las últimas semanas”.Aunque la mayoría de la población ha aceptado las vacunas, aún hay diferencias entre los diferentes grupos según las edades. El grupo que más se vacunó con el esquema completo es el que tiene entre 50 y 59 años: el 94%. En cambio, las niñas y los niños de 3 a 11 años es el grupo que viene más demorado aunque ya tiene disponible el acceso a las dosis. Aún falta que el 26% de ese grupo se acerque para recibir la primera dosis.Los viajes por las vacaciones, que más personas tuvieran COVID-19 en enero, y que haya padres que aún no han llevado a sus hijos a vacunas han sido algunas de las razones por las cuales la campaña de la vacunación contra el COVID-19 pasó a ir más lenta durante las últimas semanas”, afirmó en diálogo con Infobae Gabriela Ensinck, médica e integrante del Comité de infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).En tanto, la médica Gabriela Tapponnier, que es la secretaría del Comité de Infectología de la SAP, comentó a Infobae: “A nivel general el ritmo de la vacunación fue más lento en el país pero también hay que considerar que se avanzó con la inmunización en niñas y niños. A principios de enero, se habían aplicado solo 7 millones de dosis en este grupo y esta semana se superaron los 8,4 millones de dosis”. Para la experta, “es clave que las familias lleven a los chicos a vacunar en febrero antes del comienzo de las clases o que los adolescentes también completen el esquema”.Desde la cartera de Salud nacional, a cargo de Carla Vizzotti, se aclaró recientemente que “al igual que con cada vacuna utilizada en personas de mayor edad, la evaluación de la seguridad y la inmunogenicidad de la vacuna de Sinopharm para ser utilizada en niños y niñas fue minuciosamente llevada a cabo por la agencia regulatoria nacional, ANMAT, cuya jerarquía, prestigio y experiencia son mundialmente reconocidos”.El 1 de octubre de 2021, después de analizar la información aportada por el laboratorio que desarrolló la vacuna de Sinopharm en China estableció que se encuentra en un margen aceptable de seguridad e inmunogenicidad para el grupo mayor de 3 años. La ANMAT recomendó al Ministerio de Salud de la Nación ampliar la autorización de uso de emergencia de la vacuna de Sinopharm para ese grupo.La vacunación en niños de 3 a 11 años es la que viene más atrás (REUTERS/Agustin Marcarian)Se trata de una vacuna que se basa en una plataforma de virus inactivado que también se utiliza en otras vacunas del Calendario Nacional de Vacunación para la población infantil. “La vacuna desarrollada por el laboratorio Sinopharm demostró perfil de seguridad adecuado en las fases de investigación y se utiliza en nuestro país desde el inicio de la estrategia de vacunación contra COVID-19″, resaltó el Ministerio. Los eventos adversos que puede ocasionar la vacuna en niños y niñas, al igual que en adultos, son leves en su gran mayoría (como dolor o enrojecimiento en el brazo, alergia leve/moderada, y fiebre.Entre los adolescentes, el 72% tiene el esquema completo. Pero todavía el 11,7% no se ha aplicado la primera dosis. Entre los mayores de 18 años, solo el 7% no se ha dado la primera dosis. El 86% tiene el esquema completo, y el 40% tiene la tercera dosis, según el análisis de datos de Martín Barrionuevo, contador y senador provincial de Corrientes, quien sigue la evolución del plan en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación. Días atrás se consensuó en el Consejo Federal de Salud la aplicación de las dosis de refuerzo para los adolescentes.“En esta etapa del plan de vacunación, queda muy pocas personas por vacunar”, contó Ceriani a Infobae. “Estamos más preocupados por llegar a grupos específicos que por acelerar el ritmo en general del plan. En provincia de Buenos Aires, organizamos este viernes la Noche de las vacunas. Los niños y las niñas de 3 a 11 años son los que más faltan vacunar. Se hará vacunación en las escuelas según lo consensuado en el Consejo Federal de Salud. También falta que los adolescentes completen los esquemas de vacunación”.SEGUIR LEYENDO:La ola por Ómicron en Argentina comenzó a retrocederOla de Ómicron: qué pronostican expertos de los Estados Unidos para ArgentinaSubió la edad de los afectados por la infección con Ómicron en Argentina: 40 años

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