Categories
living revista Ñ

En Martínez. Seguimos a dos arquitectos en su mudanza a esta casa con un añorado jardín

escuchar>LA NACION>Revista LivingDiego Victorica y Florencia Bosisio dejaron su PH en la Lucila para reformar esta construcción, a la que le dieron total apertura y foco en el aire libre.16 de octubre de 2022Inés MariniArq. Eugenia CidesescucharCuando visitamos a Diego Victorica y Florencia Bosisio a mediados de 2021, el foco de la nota estuvo en cómo les había resultado durante la pandemia la reforma de su PH en La Lucila, y una premonitoria frase quedó picando: “¡No hay nada más que le podamos hacer a esta casa!”. Entonces, si sumamos que a Flor el 2020 plus le terminó de confirmar que necesitaba más sol y verde, y que el bichito de la reforma andaba suelto en el hogar de dos arquitectos, no extraña que Diego haya accedido a acompañarla esa misma tarde a ver una casa que estaba a la venta a la vuelta de la suya (de chusma, nomás).”Calamos el techo porque pensábamos poner acá la escalera caracol a la futura planta alta. Con el uso de los últimos meses, decidimos ubicarla en el patio. Mientras, la claraboya resulta genial”.Daniel KarpPara cuando terminó la recorrida, tenían 10 proyectos en la cabeza. Pero al día siguiente, alguien más la reservó. Pocos días después, manejando por el vecino barrio de Martínez, vieron a alguien entrando en una casa con cartel de venta. Frenaron y charlaron unos minutos. “Por lo que me cuentan, esta casa no es para ustedes, pero les puedo mostrar otra a una cuadra”, les ofreció, para su enorme sorpresa.La alfombra, una colaboración entre Las Martas y el artista visual Paul Sende. El aparador era de la abuela de Diego. Al cuadro ‘Loco de Amor’, de Inés Haas (Alternativo Galería) ya lo habíamos visto en la casa anterior.Daniel Karp“Cuando vimos el árbol blanco de flores, nos dijimos: «Es acá»”, recuerda Diego. “Si activás, algo aparece, aunque no sea el momento (porque nunca es el momento). También acelera el proceso saber mirar, el filtro que te da la experiencia”. “¿Ahí entra el árbol?”. “Y, sí… Nosotros podemos hacer todo en una casa; pero un ciruelo en flor es invalorable”.Diario de una transformaciónANTES Y DESPUÉS. “Sacamos el cielo raso que bajaba la altura y picamos el revoque viejo que encontramos. Nos gustó tanto el ladrillo que apareció que lo dejamos”.Daniel Karp”Ser nuestros propios clientes agilizó todo. Igual, estuvimos casi siempre de acuerdo, aun cuando cambiábamos de opinión por lo que iba surgiendo naturalmente en la obra. Esta reforma nos agarra con más experiencia.” Arq. Diego Victorica, socio del estudio Ottone-Victorica y dueño de casaQuitaron la chimenea de obra. Hoy, la mesada/banco revestido en pórfido cortado como laja está esperando una salamandra.Daniel Karp”Con esta planta tan abierta, el porcelanato es lo mejor en términos de mantenimiento, y ponerlo en toda la casa simplificó las compras y la colocación. Tomamos muchas decisiones en base a la rapidez: la reforma duró solo cuatro meses.” Arq. Florencia Bosisio, socia del estudio Aire y dueña de casaLas sillas BKF, la mesa baja con tapa de mármol (todo Arq. Diego Victorica), el sofá azul donde Max duerme plácidamente y el gris con funda de El Taller de Mirta vienen de la casa anterior.Daniel Karp“Acá podemos construir en alto, tenemos jardín, más sol y tantos metros como en nuestra casa anterior. Por eso, los muebles son los mismos. Si das un salto muy grande, el interiorismo es otro gasto a considerar”.Óleo sobre tela en tonos de verde de Paula Revigliono (Alternativo Galería). Piso de porcelanato ‘Compacta Graphite’, de Vite.Daniel KarpHecho realidad“Acá vivían los paisajistas Pedro Duggan y Guadalupe Bunge, dos genios que usaban su jardín como terreno de experimentación. Aunque es chico, está plantado de manera tal que cada dos meses tenés algo en flor, lo que te va ‘contando’ el paso del año a través de las plantas”, nos cuenta Diego.Las ventanas miden 2,80 de alto, lo que implica mucho sol. Para aplacarlo, prefirieron cortinas (El Taller de Mirta) antes que un toldo, que invadiría mucho el jardín.Daniel Karp“La primera vez que entramos y vimos tantas orquídeas, un helecho arborescente enorme y el ciruelo, nos enamoramos. A ellos les sorprendió que dejáramos el jardín tal cual. ¡Como para no! Antes de empezar la obra, lo protegimos para que no lo dañara el polvo y veníamos todos los días a regar. Nos sentimos muy afortunados de haberlo heredado”.Los arquitectos Florencia Bosisio y Diego Victorica.Daniel KarpOpiniones en torno de una galería“El día antes de empezar la obra, hicimos un asado en el jardín con nuestros amigos de la facultad. La mayoría insistía en que no teníamos que sacar la galería. «¡¿Qué hacemos?!», nos dijimos. Apenas se fue el último, agarramos la cinta de papel y dibujamos la silueta de nuestros muebles en el piso. Una vez más, confirmamos que entraban la mesa y las sillas que teníamos, pero que el espacio no daba para circular con comodidad alrededor”, recuerda Flor.ANTES: la casa tenía galería.Daniel Karp“Lo que terminó de decidirnos a sacarla, a pesar de lo que decían personas tan valoradas, es que, al construir en alto y aumentar los metros cubiertos, el living-comedor iba a quedar chico en proporción. Sabemos que no es lo mismo tener ventanales enormes que una galería con su reparo, pero nos volcamos por un espacio interior más generoso: si no, no iba a ser ni chicha ni limonada”. Y se los nota conformes con el resultado.La escalera caracol que lleva a la terraza también es superficie para que crezca más verde.Daniel Karp“La idea es, lo antes posible, empezar a construir en planta alta tres dormitorios a la calle, dejando parte de la terraza libre para no sofocar el jardín”.Díptico blanco de Michelle Dabul. Aberturas de aluminio anodizado con DVH (Alukolor).Daniel KarpAcompañar la forma de vida“Antes no teníamos una cocina integrada; la hicimos porque así vivimos, cocinamos nosotros todas las noches. ¿Que siempre tiene que estar prolija? No es un tema: somos bastante ordenados”, dicen, mirándose convencidos.Piso de porcelanato ‘Compacta Graphite’, de Vite.Daniel KarpANTES Y DESPUÉS. La unión del antiguo living con la cocina, la dependencia y la galería dio lugar a un amplio sector social.Daniel Karp“Cuando fuimos a elegir piedras, este granito nos encantó, así que Flor adaptó el color de los muebles que estaba diseñando a la mesada y la alzada en ese material”.Mesadas y alzada de granito ‘Maorí’ (Mármoles Olivos). Muebles a medida (Umeblo) hechos con placas de melamina ‘Negro’ y ‘Carvalho Mezzo’ (Egger).Daniel KarpPlanos del antes y despuésQué se hizo.Seguir el sol“El patio le dio mucha vida a este sector. De hecho, íbamos a usar el cuartito de adelante como estudio, pero cuando vimos el sol que entraba, trajimos la mesada de nuestra antigua parrilla e instalamos el escritorio”, dice Flor, que se declara fan de los patios internos. “En la casa anterior también teníamos uno. Da una escala doméstica, además de aire y luz. Y acá posibilita una doble circulación que está muy en sintonía con nuestra dinámica familiar”.Sillas ‘Aluminum’ blancas, más lindas que las típicas de oficina para un espacio altamente visible.Daniel KarpSector privadoAlmohadones de pana y algodón y cortinas de gasa (El Taller de Mirta).Daniel KarpCama ‘Dora’, hecha con piezas encastrables de MDF (MEM, Materiales en Movimiento). Pie de lana natural (Elementos Argentinos) y manta gris de Ikea.Delfina y Belisario pronto van a necesitar cuartos separados. Por un tiempito, seguirán juntos. Por suerte, todavía les sirven sus camas en fila, que vienen de la casa anterior.Daniel Karp“Como para arriba proyectamos dos baños, dejamos uno solo en planta baja, en lugar de tres. Serán unos meses no tan cómodos, pero, si no, íbamos a terminar en una casa con cinco baños”. Arriba, a la derecha, mampara (Vidriería Martínez), mesada de punta a punta en ‘Porfido Café’ (Mármoles Olivos) y bacha ‘Tori’ (Ferrum) con grifería ‘Puelo’ (FV). Inés MariniArq. Eugenia CidesSeguí leyendoCon plano y fotos del antes. Dos arquitectos adaptaron un PH en La Lucila al crecimiento de su joven familiaReforma brillante. Un PH de 45m2, a nuevo con presupuesto mínimo y grandes ideasAntes y después. Una pareja hizo su casa uniendo dos de 35m2 y potenció su jardincito construyendo pileta y parrillaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasLifestyleAntes y DespuésReformas LivingReciclar, renovarCasas de arquitectosCasas de arquitectasPaisajismoCocinasEspacios de trabajo LivingMás notas de Antes y DespuésCambio de época. Con una reforma total, la dueña de una casa de los 90 en San Isidro esquivó la mudanzaEn casas reales. 18 ideas prácticas y con estilo para darle el merecido protagonismo al hall de entradaCon plano y fotos del antes. Una pareja que reformó su depto en contrafrente decidió vivirlo antes de hacer los últimos ajustes

Fuente

Categories
clarin social fútbol internacional revista Ñ

Leo Ponzio, el capitán eterno de River que decidió invertir en campos, pero quiere seguir ligado al fútbol

escucharescucharAdemás del cese de una inolvidable aventura futbolística (20 títulos, más de dos décadas en el máximo nivel), lo que se extingue con el retiro de Leonardo Ponzio es el despliegue de una ética profesional, una forma de entender la alta competencia deportiva. “Mi ejemplo era mi viejo trabajando, no esperándome en la tribuna para ver si llegaba a Primera”, manifestó alguna vez el volante surgido en Newell’s y convertido en bandera de River. En un ambiente que suele someter a sus jóvenes a tensiones descabelladas, la frase suena como un aguijón de verdad, un soplo de sensatez dentro de un medio proclive a naturalizar las distorsiones y los excesos. Hubo, evidentemente, una comprensión temprana de que el mundo no suele refugiar su suerte en las quimeras ajenas, y menos en las de un niño, sino, en el mejor de los casos, en la imprecisa combinación de sacrificio propio, talento y, naturalmente, fortuna. Ponzio vuelve sobre esa frase en su charla con la nacion revista. “Mi viejo jugaba en el equipo del pueblo (Las Rosas, Santa Fe), pero no era fanático del fútbol. Le gustaba, sí, pero nunca me preguntó qué iba a hacer, dónde iba a jugar, nunca se metió en nada, siempre fueron decisiones mías”, explica con esa dosis de seriedad zen a la que nos tiene acostumbrados.LEO PONZIO: UNA NOCHE MÁGICA Y DE EMOCIÓN PARA EL CAPITÁN ETERNO EN EL MONUMENTALAquel ejemplo de su padre refleja una filosofía vital que acompañó a Ponzio a lo largo de una carrera. La manifestación de un espíritu y una conciencia atravesados por los hilos de la humildad, la abnegación y una notable ausencia de ansiedad, atributo, este último, que no abunda en el siempre crispado deporte profesional. Al igual que otros próceres terrenales como, por poner dos casos entre muchos, el basquetbolista Juan Ignacio Pepe Sánchez o José Pico Mónaco en tenis, el exjugador de Zaragoza y de la Selección nacional pareció enarbolar siempre las banderas de la convicción personal, el coraje sin aspavientos –como lo opuesto a la demagogia– y la lógica cartesiana, virtudes que bien podrían servir para definir su estilo de juego. Capitán de River, además de sus dones persecutorios y de raspaje, Ponzio fue un caso paradigmático de jugador minimalista, alguien que con poco supo construir mucho. Esa capacidad para simplificar el juego, para leer y manejar, en medio de la tempestad, los ritmos del partido y la respiración del equipo, explica, en parte, su larga trayectoria, la certeza de que todavía, con casi 40 años, su fútbol podía seguir llamando la atención aun cuando estuviera compitiendo con colegas a quienes doblaba en edad.En partido-homenaje fue en septiembre pasado. “Lo que se hizo fue un trabajo profesional”, dice respecto de los últimos años en RiverGentilezaPorque durante su ciclo inolvidable –la década ganada que va desde su regreso a River en 2012 hasta su retiro en 2021–, Ponzio no solo fue capitán de un doble campeón de América y triple campeón de la Recopa Sudamericana, no solo le marcó goles a Boca e incluso alcanzó el cenit de su rendimiento contra el eterno rival –semifinal de la Copa Sudamericana, 2014–, sino que fue el gran lubricador del mediocampo, el afilado hombre con visión 360° que basculaba en el Ecuador de la cancha, el álter ego de Marcelo Gallardo, el duque en los dominios de un conjunto que alcanzó altísimas cotas de calidad, un nivel comparable con cualquiera de los grandes equipos de la historia nativa. El partido que el club de Núñez le ofreció como despedida fue a su carrera modélica, esa larga peripecia coloreada por el bronce de los trofeos, pero resonó por la gracia del afecto popular y, mucho más, por la satisfacción del respeto unánime de sus colegas.LAS REACCIONES POR EL PARTIDO DESPEDIDA DE LEO PONZIO: “ESTUVO EN TODAS”Hablemos de lo prolongada que fue tu carrera, aspecto, el de la extensión, que cambió en los últimos tiempos. Ahora es posible encontrarse con jugadores no solo a un gran nivel después de los 30 años, sino que incluso alcanzan el máximo de su rendimiento después de esa edad. ¿Qué cambió?Sí, el profesionalismo se extendió. Hoy en día el cuidado, los lugares de entrenamiento, la ambientación, el contexto de todo club es diferente de otros años. La realidad es que hoy sos un Fórmula 1, y eso te permite alargar y a la vez entender por qué vas alargando tu carrera. Antes, las lesiones te venían todas seguidas, y a lo mejor las infiltraciones te cortaban la carrera a los 33 años.Con Paula, su hija, y otra de sus pasiones: los caballosInstagram-Antes, por caso, no había tanta especificidad en la alimentación, ¿no?-Siempre digo que tanto el estilo de vida como “la cabeza” es de uno, o sea, que lo maneja uno, y que eso influye mucho. Yo no hice un estudio para mi alimentación, pero sí aprendí qué tipo de comida necesitaba, con qué me sentía bien.-Prácticamente no tuviste lesiones.-Tuve dos o tres lesiones puntuales, que fueron específicas por el esfuerzo y la exigencia. Después tuve la última, en la rodilla, el año pasado jugando en mi pueblo. Te diría que hasta entiendo por qué fue: tenía la cabeza acá y el cuerpo allá, no iba todo alineado, no asimilé el lugar en el que estaba. Las lesiones son siempre el acarreo de algo.DE CARLOS TEVEZ A LEONARDO PONZIO, LOS GRANDES NOMBRES QUE SE DESPIDIERON DEL FÚTBOL ARGENTINO EN 2021-Fuiste la bandera de uno de los períodos más gloriosos de la vida del club. Ahora que ya empezás a ver todo con cierta distancia, ¿qué crees que sucedió para que se diera un ciclo tan destacado?-Haber tocado fondo a nivel institución; ahí se hizo cargo todo el mundo de River del momento que se estaba viviendo. No fue un tema solo de los jugadores que estuvieron en ese momento. Lo que se dijo fue: “acá salimos todos y desde acá vamos para arriba”. Hubo una bajada de línea institucional, dirigencial, con entrenadores como Ramón [Díaz] primero, luego [Matías] Almeyda, que es parte del club, después Marcelo. Mientras, el hincha ya empezaba a sentir esa cercanía de vuelta, porque o te acercabas o te alejabas, no había otra puerta ahí. Y después, el hecho de jugar bien te va dando un ímpetu, hace que te sientas ganador, que entres en una dinámica positiva, y el viento de cola te va llevando. Así se arman los grupos, y entonces el nuevo que viene sabe que llega a un grupo ganador y le resulta más fácil acoplarse. La verdad es que se puso cada uno en su lugar, lo que se hizo fue un trabajo profesional.Leo Ponzio, capitán eterno de River PlateIgnacio Coló-El fútbol es tan pasional que muchas veces se confunden los roles.-Una vez Rodolfo [D’Onofrio] dijo: “Yo estoy a cargo de gestionar emociones, de gobernar pasiones”. El hecho de ganar, además, genera todavía más pasiones. Pero [en River] cada uno entiende su propósito. Ganar es parte del ADN del club, y una vez que se lo tiene ya no se lo suelta. No es algo esporádico. Y además los rivales lo saben también, eso también influye cuando se está en ganador.-Y yendo al juego en sí, River tuvo secuencias de alto vuelo. ¿Hubo momentos que te sentías orgulloso dentro de la cancha?-Sí, lo que pasa es que cada uno cumple su tarea. Yo sabía que lo mío era estratégico, posicional, el control de la zona. Así es cómo se empiezan a armar los equipos que tienen su dinámica, porque cada uno cumple su función. El buen desempeño se logra cuando los equipos se conocen, los goleadores aparecen porque se generan situaciones, etcétera. Es una mezcla de todo. Lo que notás adentro es que, cuando no funcionan las cosas, a veces es porque en el inconsciente querés hacer más de lo que realmente sabés. Y cuando empezás a hacer de más, todo se complica. Eso pasa también cuando uno está falto de confianza.-Vos, además, te jugaste una patriada en 2012, cuando volviste. River estaba en la B. En ese momento, imagino que lo que más te impulsó fueron las ganas de volver al país, que te sedujera la propuesta y que te sedujera también el desafío.-Yo había estado en el 2007-2008, y había pasado medio desapercibido. Sí, salimos campeones, pero después terminamos últimos. Yo jugaba y no jugaba. Estaba ahí. Después volví a Europa, al mismo club [Zaragoza] donde había ido la primera vez, donde me quedaban seis meses de contrato. Ya teníamos a mi nena de 3 años y medio. Cuando apareció River era en un momento en el que teníamos mucho por ganar, y mucho por perder, aunque es cierto que se tenía que dar un contexto muy desfavorable para no ascender. Fue una “patriada pensada”, porque a mí me daban ganas de volver al país y tratar de ser alguien en el mundo River. Y es como todo, en la vida hay que tener un poco de suerte, pero después hay que acompañarla. Y asimilar a dónde uno llega. Yo ya conocía los pasillos, siempre digo que en el Monumental hay un pueblo adentro.. Le gusta el polo y tiene amigos en ese ambiente, como Alfredo CappellaInstagram-En cuanto a Gallardo en sí, alguna vez dijiste que lo importante fue que, desde un principio, estableció pautas firmes: había que entrenar duro, respetar las reglas, etcétera. Vos, que eras casi generacional con él, ¿cómo manejaste esa situación?-Es un lema o una línea que hay que seguir en la vida, si tenés a una persona arriba que es entrenador o es un director de algo, si le faltás el respeto se desvirtúa todo. El respeto va desde cómo te lo dan hasta cómo llega de uno a otro. Y si nos ponemos a trabajar, lo hacemos, y si tomamos mate, el respeto está, pero más suelto, de la mirada, de preguntar, del ida y vuelta, de familias, amigos. Y está bueno que en River haya gente que sea de ahí, porque eso influye mucho en todo, en cómo te miran.-¿Quiénes fueron referentes en tu vida?-Mi viejo, por supuesto, que es un hombre tranquilo. Si bien no era fanático del fútbol, lo jugó, le gustaba y también me lo mostraba. A veces le preguntaba algo, para que me diera una devolución, y a lo mejor no me la daba, porque él es así, por eso fue un ejemplo en muchas cosas. Después, referentes en el mundo del fútbol fueron Almeyda, por su posición, por juego y manera de ser. Como entrenador, en la época de juveniles, [José] Pekerman nos marcó mucho, porque nosotros de Rosario veníamos el lunes y volvíamos el jueves, estábamos toda la semana acá. Entrenábamos acá y podíamos jugar en nuestra categoría. Y la Selección era disciplina, era escuela. De todo eso algo te queda, y sino te queda es porque no seguiste las reglas, y durás poco. Almeyda era muy parecido a mí en la vida, en la manera de ser, en la personalidad, muy humano. Después, en España tuve a Javier Aguirre, el mexicano que se acercó mucho a mí, eso me llamó la atención; tuve a Marcelino Toral, un entrenador español que estaba ahí cuando ascendimos con Zaragoza, y después me tocó, en la época justa, Marcelo [Gallardo], pero por todo lo que se dio: justo a esa edad, el hecho de que yo quería estar en River, y eso hizo que yo estuviese continuamente tratando de escuchar, como para sostenerme. Por suerte se fue dando así.Las 70 mil personas que fueron el Monumental le rindieron tributo al jugador con más títulos en la historia del clubMAURO ALFIERI-¿Y en Zaragoza cuánto tiempo estuviste?-Seis años. Los tres primeros años fueron buenísimos, un club para quedarse a vivir. Después, volví a la Argentina, y me volví a ir. Fue cuando ascendimos, pero el club ya estaba medio complicado. El jugador argentino está bien visto ahí, fuimos con los Milito [Gabriel y Diego], con [Andrés] D’Alessandro, [Pablo] Aimar, éramos muchos. No es la misma cultura, pero hay cosas que el argentino llevó para allá y que se incorporaron. Les ganamos la Copa del Rey al Real Madrid y la Súper Copa española, al Valencia.-¿Pensás que volviste mejor jugador?-España me incorporó un poco de orden futbolístico. Ahí, la estadística es algo frecuente y muy usado. Y la verdad es que me ayudó muchísimo, porque me hizo corregir algunos aspectos. Cuando volví de España, la segunda vez, volví con una pretemporada hecha. Y acá jugué 19 partidos y no salí nunca, y eso me hizo muy bien.Cuando visita Las Rosas, recorre sus campos sembrados de maíz, soja, sorgo y girasol. “No me necesitan en el día a día”, aseguraInstagram-¿Por qué creés, como escuché que dijiste, que el jugador de 20 años de hoy es mejor que el jugador de la época en la que vos tenías 20?-Hoy los jugadores de 20 años se plantan en una cancha de fútbol mejor que nosotros, con más herramientas, mejores controles, mejores pases, pensando un poco más en equipo. Antes hacías partidos individuales dentro de la cancha. Ya no. Lo de ahora tiene de bueno que de entrada empezás a tener más conocimiento sobre todo el juego en sí.-Y en cuanto a producción de talentos, ¿creés que van a seguir apareciendo nuevos valores en el país?-Sí, va a haber siempre jugadores, eso es indudable. Pero hago una diferencia. El otro día, Aimar hizo una reflexión muy buena. Dijo que al pibe de 4 a 14 años hay que dejarlo que juegue, que se divierta, porque dice que si vamos a jugar a la escondida y les decís a los chicos “solo vale esconderse allá atrás”, pierde la esencia, la naturalidad. Entonces, en el fútbol tenés que dejar que sean naturales. Yo pienso que hay que enseñar, porque todo lo que adquirís de chico no te lo saca nadie, pero también hay que dar un poco de libertad. Ahí depende mucho de quién lo transmite, del que te lo enseña. Van a salir miles de jugadores, pero después depende del contexto. Todo es de a poco. La ansiedad quema etapas. Y depende mucho de la gente que está adentro de los clubes.La camiseta del partido que reunió a figuras de River e invitados especialesIgnacio Coló***Miércoles 21 de septiembre. Es el Día de la Primavera y Núñez desborda de calor humano. Aquí la fiesta no es por lo que llega, sino por lo que pasó y queda para siempre. La despedida del capitán eterno es, también, una especie de panzada de historia viva millonaria, una de esas reuniones en las que el club y su gente –tal vez cuatro generaciones de hinchas– se celebran a sí mismos, y en la que desfilan jugadores legendarios. Emergen, uno tras otro, integrantes del Olimpo riverplatense como Norberto Beto Alonso, Ariel Ortega, Fernando Cavenaghi, por supuesto Gallardo y, cómo no, ese aristócrata de la elegancia llamado Enzo Francescoli, quien, con 60 años, cuando arranca el amistoso apila a tres jugadores, mete un caño, ingresa en el aérea como si todavía flotara y define a un palo. Como la buena poesía, su arte no conoce el deterioro. No solo eso: tras el gol, de vuelta hacia su campo, exhibe ese aire desentendido tan propio (y tan uruguayo), mezcla de ligera timidez y cortesía. Con ese gesto, Enzo parece indicar, a la vez, que sabe que construyó una inesperada obra maestra, pero que también sabe que esta es la noche de otro, la noche de Leo Ponzio. “Me dejaron pasar”, dirá después, restándole importancia. Perplejo, Ponzio levanta sus brazos y los cruza en el aire, como indicando que eso es demasiado, que eso que pasó no solo engalana su despedida, sino que es inmortal, se hará viral en unos minutos. Pero es a los 23 minutos cuando se detiene. En buena parte de su carrera, Leo Ponzio usó en su camiseta el número 23. Es entonces cuando todo el estadio le rinde una ovación aplastante, de esas que calan los huesos, de esas que se clavan, como una bandera, en la tierra blanda de la memoria. Conmovido, Ponzio saluda, levanta los brazos, se lleva su mano al corazón. Luego se agacha, se acomoda las medias, disimula un poco, quiere que ese momento pase, pero que también sea infinito: es esa vergüenza dulce de sentirse abrazado, y arrasado, por la ternura masiva. El juego sigue. Los hinchas celebran, están en Disney, viendo a sus referentes mezclarse, hacerse bromas, tirar lujos con desenfado, perder la pelota absurdamente. “Por otra noche como esta doy mi vida. Porque los días se nos van, quiero jugar hasta el final”, entona la Sole, también santafesina. Una ola de cálida melancolía recorre las butacas del estadio, viborea por el aire y se cuela por los históricos pasillos del club. Ponzio da una vuelta olímpica saludando a la gente. Hablan algunos de sus compañeros. Todos subrayan la calidad de su persona, su generosidad y temperamento, la enorme sensibilidad que tuvo como líder. Las 70 mil personas que atiborran el Monumental hacen bajar el calor de su cariño al jugador más ganador de todas las épocas del club. La cumbre, entonces, llega a su clímax y cumple con sus dos cometidos. El primero, lo sabemos, es homenajear al jugador que se retira, retribuir su pasión y su entrega, provocar en él una huella inolvidable. El segundo es revivir la rica historia contemporánea del club toda junta, como si fuera un compilado de greatest hits, una polaroid de grandeza extraordinaria.***La noche de la despedida, cerca de 500 personas de Las Rosas, entre familiares, conocidos y vecinos viajaron más de 400 kilómetros hasta Nuñez para acompañar a su ciudadano ilustre. “Es mi lugar en el mundo”, repite Ponzio cuando se refiere a su rincón nativo de tan solo 14 mil habitantes, donde además de sus amigos de siempre, viven sus padres, hermana, cuñado, abuela y sobrinos. Allí, el volante suele llevar adelante iniciativas benéficas. Hace un tiempo convocó al neurocientífico Facundo Manes, futbolero e hincha de River, para brindar una charla motivacional para los más jóvenes. Manes es un hombre escuchado por Ponzio, quien gracias a su cercanía con el médico radical profundizó su vena de líder. Conceptos como inteligencia emocional, liderazgos positivos, Motivación e inspiración por el ejemplo”, frecuentes en la liturgia narrativa de Manes, han sido tomados por el santafesino para potenciar su condición de referente. A su vez, Manes ha detectado en él condiciones únicas: “Leo es un líder que predica con el ejemplo: su conducta, su tenacidad, su compromiso, su ética. Es un líder ideal. Ojalá que se quede en el club. No importa si es técnico o es dirigente, nosotros como hinchas no podemos perder una figura como Ponzio”, comentó.Leo Ponzio con su hijaInstagramCuando visita Las Rosas, además de las rondas de mate y los infaltables costillares saboreados con amigos, Ponzio recorre sus campos sembrados de maíz, soja, sorgo y girasol. Desde 2006, cuando comenzó a capitalizarse gracias al fútbol, el volante invierte, guiado por su padre, en ese vasto territorio enclavado en el corazón de esa generosa pampa agrícola argentina. “Cuando voy, son dos o tres días en lo que soy yo. Y tengo mi emprendimiento, claro. Pero la verdad es que el fútbol es lo mío”, advierte, a modo de síntesis.-¿Qué viene ahora?-Me gustaría seguir en el mundo River, y si no es así, porque hoy en día River tiene todo cuajado, buscar el camino por otro lado.-Vos tenés campo. ¿Te ves involucrado ahí?-El campo es algo donde uno invirtió, y hay que cuidarlo, claro. Es un campo agrícola. Pero entendí con mi cuñado, que es ingeniero, que se puede hacer a distancia y no me necesita en el día a día. Yo voy, me subo a un tractor para boludear, no para ponerme a sembrar. Tengo los empleados.-Sos una persona a la que le gusta comunicar y transmitir, alguien interesado en el costado humano de las relaciones de grupo, ¿ves que puede abrirse una puerta por ese lado? Hiciste recientemente una función en el teatro Ópera…-Tendría que decirle que no al mundo del fútbol y encaminarme en eso, hacer un buen proyecto y prepararme para eso. Posiblemente se van a dar este tipo de presentaciones, como para contar experiencias que uno ha vivido en el mundo del fútbol hasta esta edad, pero después, considerarlo como una herramienta para vivir de eso, no sé, todavía no me veo por ese lado.-Ahora bien, se viene un vacío con el retiro, y lo que desaparece es algo grande, una actividad que genera una efervescencia como tal vez ninguna otra. En este sentido, ¿te fuiste preparando?-Tuve la posibilidad de que, en los últimos cuatro años en River, me ofrecieran firmar un contrato de forma anual, y eso, para mí, fue prepararme para el después. Porque cuando tomé la decisión de retirarme, la había determinado yo. Pero sí, hay un vacío, hay un después que uno tiene que encajar en lo familiar y en lo social, sobre todo desde el lugar de cómo te ven. No nos olvidemos que a nosotros se nos genera un ego importante. Y si uno no asimila ese cambio, ahí vienen los errores en los negocios, de meterse en un lado o en otro. La realidad es que tengo 40 años y me queda una vida por delante en la que lo económico lo tengo acomodado; voy sobre otros propósitos.-Se puede pensar entonces que es un gran momento para vos, un nuevo comienzo con más herramientas y sin urgencias.-Uno está acostumbrado a que lo reconozcan en la calle, y eso va a cambiar, pero sí, este puede ser un gran momento en lo personal. Para hacer algo que me guste, para que de ahora en más pueda estar rodeados de amigos, de familia, y no mucho más.Pablo PerantuonoTemasEntrevista exclusivaFútbol argentinoConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Entrevista exclusivaEntrevista. Sam Rockwell y su papel en Mira cómo corren: “Me gusta interpretar a gruñones e imbéciles”Roberto García Moritán. “Los opositores me caen todos bárbaro, pero son pésimos gobernando”Brie Larson. Su revelador documental para Disney+: “Pasé años ocultando cosas sobre mí de las que me avergonzaba”

Fuente

Categories
lugares revista Ñ

Juanele Ortiz. Las huellas de un poeta fundamental en Puerto Ruiz y Gualeguay

>LA NACION>Revista LugaresJuan L. Ortiz nació y murió en Entre Ríos. Además de escritor fue muy buen dibujante. Tuvo oportunidad de estudiar en Europa, pero su madre su opuso y su destino quedó sellado a orillas del Paraná14 de octubre de 202213:52Teresa ArijónPARA LA NACIONPuerto Ruiz es un pueblito de pescadores en la provincia de Entre Ríos, de unos 450 habitantes, a solo 10 km de Gualeguay por ruta recién asfaltada. Un lugar apacible de casas bajas y quintas dispersas, con olor a río y verde. Caminando por sus calles de tierra –que son todas, excepto la principal, tapizada de adoquines que los barcos traían como contrapeso– el viajero se cruza con escenas que tejen crónicas instantáneas: una señora le corta el pelo a su vecina en la vereda; dos amigos corren carreras, uno en moto y el otro en bicicleta; don Cejas dormita, la gorra a cuadros ladeada sobre la frente, en la puerta de su despensa-bar La Betty. Los pescadores, que abastecen a la parrilla que tienta el olfato, arrancan el día de noche.Juan L. OrtizGentileza CEDOCZarpan en sus barcazas con la primera luz, cuando el Gualeguay es “un enjambre de peces”, y solo vuelven cuando han llenado sus heladeritas de bogas, sábalos, dorados, bagres laguneros. La pesca río adentro y de orillas –sumada a los paseos en lancha y el recorrido por Santa Adelina, una flamante reserva natural– es el principal atractivo turístico de Puerto Ruiz. Eso, y el hecho de que a menos de cien metros del río todavía sigue en pie la casa donde Juan Laurentino Ortiz (uno de los más grandes poetas argentinos, nacido el 11 de junio de 1896) pasó su primera infancia. Es una de las más antiguas, de paredes descascaradas y portón de madera agrisada por la intemperie, con una pequeña placa que dice: “En el aura del sauce tu voz se escucha todavía”.El Agua y la Noche, de Juan L. Ortiz. Ejemplar de la Biblioteca Mastronardi.Xavier MartinQuizás los sauces sean los mismos que vieron corretear al pequeño Juanele en este pueblo hoy bucólico, con algo de postal detenida en el tiempo. Aunque la historia cuenta que, desde mediados del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, su puerto era uno de los más activos de la provincia.Los saladeros, el puerto, el ferrocarrilEl paraje fue fundado en 1750 por Pedro y Domingo Ruiz, dos hermanos de origen cordobés que, gracias a los buenos pastos y a la abundancia de ganado cimarrón en la zona, pronto instalaron un saladero. Para transportar el charqui y los fardos de cueros secados al sol había que seguir el curso del río, cuya bajante dificultaba a veces la tarea. Dicen que los Ruiz, que se daban maña para todo, mandaban coser varios cueros de vacas con tientos y usaban esas “grandes planchas”, tiradas por yuntas de caballos, para aumentar la profundidad de las aguas (como lo haría una pala de arrastre). Poco a poco se fueron alambrando otros campos y se construyeron nuevos saladeros. Hasta que en 1830 se inauguró formalmente el puerto, el tercero de cabotaje más importante de la pampa húmeda, donde llegaron a trabajar hasta dos mil personas. Por esos años, circa 1839, Giuseppe Garibaldi (que tuvo una breve pero intensa vida social en Gualeguay) aprendió a cabalgar en Puerto Ruiz.Retrato de Juan L. Ortiz en el centro cultural que lleva su nombre en Paraná.Xavier MartinY en 1864 llegó el ferrocarril al pueblo: “El Primer Entrerriano”. La estación todavía existe y entre los yuyales y en el muelle adoquinado aún se dejan entrever las vías. En ese Puerto Ruiz pujante y a la vez agreste vivió hasta sus tres años Juanele, décimo hijo de una lavandera y un peón rural, que quizás evocó esa primera vivencia del paisaje fluvial en versos como “Misterios antiguos vagan en las orillas / Memorias fantásticas se anudan en los claros”. Sin embargo, cuando la baja profundidad del río desplazó a Puerto Ruiz y la mayoría de sus habitantes rumbearon hacia otros pagos en busca de conchabo, la familia Ortiz ya llevaba varios años radicada en Gualeguay.Una biblioteca que cumple 110 añosLos Ortiz se afincaron en Gualeguay en 1906, cuando Juanele tenía diez años y hacía sus primeros garabatos con el lápiz y la pluma. Cesáreo Bernaldo de Quirós, el gran pintor gualeyo, vio sus dibujos y quiso llevarlo a estudiar con él a Roma.Biblioteca Carlos Mastronardi, Gualeguay.Xavier MartinPero su madre se opuso y, quizás sin darse cuenta, le marcó ese destino de contemplador de las magias del agua y sus claroscuros. Después de una temporada en Buenos Aires –donde conoció a la genial Salvadora Medina Onrubia, quien le dedicó un artículo en la revista Fray Mocho titulado “A caballo, a pie, a nado, en bote. Un pintor y poeta entrerriano que quiere hacerse célebre”– y de un viaje “como polizonte” a Marsella en un barco que llevaba hacienda, Juanele regresó a Gualeguay y se consagró a las dos pasiones de su vida: leer y escribir. Consiguió un puesto en el Registro Civil, fundó el “Grupo de Amigos de la Revolución Soviética” y se mudó con su esposa Gerarda Irazusta a la “Casa del Parque”, frente al Parque Quintana. En 1933, una editorial de Buenos Aires publicó su primer libro: El agua y la noche. 1924-1932. Un ejemplar de ese poemario –autografiado “Para la Fomento Internacional, en la simpatía de Juanele”– es uno de los numerosos tesoros que alberga la Biblioteca Popular Mastronardi, un ícono de la ciudad.Libro autografiado por Juan L. Ortiz en la biblioteca MastronardiXavier MartinEl majestuoso edificio, construido por la Sociedad de Fomento Educacional en 1912 sobre una tranquila calle empedrada, tiene signos masones en el frente. Una puerta de hierro negro y una ancha escalera de mármol de Carrara conducen a la sala de lectura del primer piso: un espacio inmenso y luminoso con pisos de madera lustrosa, tres mesas de lectura con tapetes de cuero verde, miles de libros protegidos en vitrinas con sus etiquetas de clasificación en el lomo, arañas de cristal custodiadas por ángeles de bronce. Lejos de ser un resabio del pasado, la Mastronardi es eje y figura de la vida gualeya: las quinceañeras la eligen para tomarse fotos, los escolares acuden a estudiar e incluso cuenta con un exhibidor de novedades solicitadas por sus lectores registrados, que superan los 600. Cobijados por sus paredes, Juanele, Carlos Mastronardi y Emma Barrandeguy contestaban las acusaciones de un cura párroco que los tenía a mal traer, pero cuyo nombre ya nadie recuerda.Busto de Juan L. Ortiz en Gualeguay.Xavier MartinLa Internacional EntrerrianaLos tres escritores integraron durante mucho tiempo la comisión directiva de la Biblioteca, donde hacían valer su voz y su voto. La iglesia, que condenaba sus ideas socialistas y el estilo de vida “poco femenino y desafiante” de Emma, llegó a crear listas opositoras para desbancarlos.La intensa relación de Juanele con el río Paraná está representada en varios murales de Entre Ríos.Xavier MartínEse es el tema de La internacional entrerriana, un libro de Agustín Alzari publicado en 2014. Alzari relata que, durante sus largas horas de investigación en la profusa hemeroteca de la Mastronardi, se topó con un ejemplar del diario El Día del 3 de marzo de 1937, cuyo título lo “dejó helado”. Y no era para menos, pues rezaba con tono amenazante: El comunismo en Entre Ríos. El caso Gualeguay. “El que los tenía entre ojos era el párroco de la iglesia San Antonio”, explica Luisina Viviani, actual presidenta y alma máter de la Biblioteca. “Él los atacaba desde el Eco Parroquial y ellos contratacaban desde El Debate y El Pregón, firmaban con un solo seudónimo para los tres. Se sentaban ahí mismo para contestarle”, acota, señalando uno de los escritorios. “Mastronardi acostumbraba quedarse hasta altas horas de la noche en la biblioteca, escribiendo, leyendo, y por eso el cura decía que tenía hábitos non sanctos”.Los retratos realizados por Juanele fueron descubiertos en 2019, un siglo después de que fueron pintados. Son parte del acervo de la biblioteca Mastronardi, de Gualeguay.Xavier MartinLa biblioteca que fue testigo de esas batallas y hoy lleva el nombre del poeta gualeyo comenzó con 600 volúmenes donados por el Club El Progreso y ya cuenta con más de 50.000. Además de su innagotable hemeroteca, conserva todos los números de El mosquito del año 1874, una colección completa de Caras y Caretas y cuatro retratos en carbonilla de los primeros presidentes de la institución realizados y donados por Juanele, que fue discípulo de Secundino Salinas. El hallazgo de los retratos fue producto de un “frenesí de limpieza” que acometió a Luisina a fines de 2018. Cuando bajaron al sótano con el bibliotecario Aníbal Vescina para descartar publicaciones irremediablemente dañadas por la humedad, encontraron las carbonillas enmarcadas “de espaldas contra una pared, como si estuvieran en penitencia”. Al ver que los marcos estaban deteriorados, decidieron retirarlos y así descubrieron, para su gran sorpresa, que el autor de los retratos no era otro que Juanele.Recuerdos a orillas del ParanáEn 1942, felizmente jubilado como empleado público, Ortiz se muda a Paraná con su esposa, su hijo Evar y su perro Prestes, a una casa de la calle Tucumán. Continúa escribiendo y publicando, en 1957 viaja a China como integrante de una delegación oficial, y en 1959 se muda a la casa del Parque Urquiza, que todavía sigue en pie y donde vivirá hasta su muerte, el 2 de septiembre de 1978.Mural de Juan L. OrtizXavier MartínAsí evocó Juan José Saer sus encuentros con el poeta en esa ciudad, en un texto de 1989 titulado simplemente “Juan”: Jóvenes o viejos, hombres ordinarios o artistas, celebridades o perfectos desconocidos, todos teníamos derecho al mismo trato, a la misma bonhomía, al “¡Pero cómo le va!” apresurado y franco con que dejaba su libro y se precipitaba, con sus pasitos afables, hacia el visitante inesperado que, después de trepar por las barrancas del Parque Urquiza, llegaba a la hora de la siesta a conversar un rato. Nosotros, sus amigos de Santa Fe, tuvimos la suerte de verlo a menudo. A veces, era él quien cruzaba el río […] Otras veces, éramos nosotros los que cruzábamos a Paraná. Tomábamos la lancha temprano, un poco después de mediodía, y a eso de las tres ya estábamos subiendo la barranca en la siesta soleada y, al cruzar la calle ancha y curva que se abría frente a su casa, divisando a Juan a través de la ventana de su despacho desde el que, en una banqueta en la que se sentaba a leer, no necesitaba más que levantar la cabeza para contemplar de tanto en tanto el gran río que corría a los pies de la barranca.Juan L. OrtizBiblioteca Provincial de Entre RíosSi hacía buen tiempo, nos sentábamos a matear en el jardín o, mejor todavía, atravesábamos la calle y nos instalábamos en algún rincón del parque, bien alto, a la sombra si hacía calor y, fumando y conversando, nos demorábamos hasta el anochecer que iba subiendo por la barranca, el río y las islas. Luego bajábamos a alguna de las parrillas del puerto y Juan, después de co­mer, por tarde que fuese, nos acompañaba hasta la lancha, a la que casi siempre llegábamos corriendo porque era la última y sólo esperaban que sacáramos los pasajes y saltáramos a bordo para retirar la planchada. Adormilados de vino y de fatiga nos balanceábamos con la lancha que se balanceaba en el río de medianoche, contentos de haber salvado un día —y la vida entera quizás, si juzgo por la alegría intacta que me visita hoy, casi treinta años más tar­de, mientras escribo estas páginas.Biblioteca Popular Carlos Mastronardi. 25 de Mayo 414, Gualeguay. T: (0344) 442-2048. De lunes a viernes de 9 a 12.30 y de 16.30 a 20, y los sábados de 10 a 12. Teresa ArijónSeguí leyendoEn Entre Ríos. Se enamoró de un árbol, compró una chacra, plantó 5 hectáreas de frutales y se convirtió en la reina de los arándanosEntre Ríos. El castillo francés y las dos “princesitas” que inspiraron el libro de Saint ExupéryLiebig. El pueblo de Entre Ríos que creció alrededor del frigorífico y le dio de comer al mundoConforme a los criterios deConocé The Trust Project

Fuente

Categories
lugares revista Ñ

Alzhir, el gulag femenino que Stalin construyó para castigar a las mujeres de los traidores a la URSS

>LA NACION>Revista LugaresEl nombre es un acrónimo de “Campamento de Akmola para las Mujeres de los Traidores de la Patria”. Funcionó entre 1938 y 1953 en Kazajstán. La Perestroika arrasó con él. Desde 2007 este museo les rinde homenaje.9 de octubre de 202203:21Elida BustosPARA LA NACIONLlegaron en un tren. En muchos trenes.El primer contingente, en enero de 1938, desde Moscú y San Petersburgo. Los siguientes, desde los confines de la Unión Soviética.En las vitrinas se recopila la historia de algunas de las mujeres confinadas.Elida BustosAnsiosas e ilusionadas estaban de reencontrarse con sus maridos o familiares. A todos hacía meses y, a algunos, años que no veían. Cuando las embarcaron sólo les dijeron eso. Que se iban a reencontrar con ellos, todos presos políticos del régimen stalinista. El viaje fue duro, pero la esperanza era enorme. Sólo cuando llegaron, días después, a esa estepa plena de horizonte, en el crudo invierno de Akmola, en el norte de Kazajstán, comprendieron, bruscamente, su nueva realidad. Ellas, también. Acababan de convertirse en presas políticas.Ellas mismas intelectuales y profesionales, maestras y médicas, hijas de la burguesía o la alta aristocracia. Cristianas, musulmanas, judías o ateas. Daba igual. Estaban emparentadas con los traidores a la patria. El stalinismo las había igualado a todas: rusas, kazajas, armenias, coreanas, turcas, gitanas, europeas… 62 nacionalidades compartiendo no sólo su desgracia en el campo de Akmola sino la injusticia de no haber cometido ningún delito.El museo se encuentra en Akmola, a 30 kilómetros al sur de lo que hoy es Astaná, en Kasajstán.Elida BustosSe las arrestó por ser esposas, hijas, madres o hermanas de hombres a los que el régimen temía y había condenado. Y el lugar de confinamiento, precisamente, llevó en su nombre el estigma: Alzhir, acrónimo en ruso de “Campamento de Akmola para las Mujeres de los Traidores de la Patria”.El primer contingente llegó un mes después de haberse creado el campo de confinamiento en la árida y ventosa meseta de Akmola, a 30 kilómetros al sur de lo que hoy es Astaná, la capital de Kazajstán, en Asia Central.El invierno en Akmola significa 40 grados bajo cero y un viento que todo lo barre, sin siquiera árboles que le den ningún reparo. Las heladas queman hasta los pastos duros, el agua se congela, la estepa también y amarillea recién cuando la nieve, por fin, promediando la primavera deja verla.Instalaciones como esta, de manos aferradas a las rejas, invitan a la reflexión en distintas partes del museo.Elida BustosLas mujeres fueron sometidas a un juicio sumario y condenadas en el mismo momento. No había abogados que las defendieran porque ninguna defensa era posible. Y había mucho por hacer como para seguir con las formalidades de un proceso judicial que a nadie interesaba.Las raparon y las pusieron a hacer ladrillos de adobe. Que sus manos sólo conocieran las teclas de un piano no era impedimento para que amasaran el barro. Se necesitaban barracas para ellas y los nuevos contingentes que el ferrocarril traería desde todas las repúblicas del país.Y cuantas más barracas, más ladrillos, así como horas a la intemperie amasando barro. Un barro que no terminaba de secarse por la premura, y así, con su corazón húmedo, se convertía en paredes, luego húmedas y frías.Placas de granito negro recuerdan a las prisioneras en una inacabable lista en orden alfabético.Elida BustosLas pocas herramientas disponibles las ayudaron a mezclar el barro y, con el correr de las semanas, la naturaleza las dotó de callos que aliviaron el dolor que el frío y las lastimaduras provocaban en sus manos.Las tareas se fueron ampliando conforme se engrosaban los contingentes y, cuando el invierno lo permitió, hubo que arar la tierra yerma para sembrar. La alimentación era escasa, como la ropa y el abrigo en las barracas, donde dormían amontonadas. Si se morían, a nadie importaba. Comían repollo y papas; el pan era un lujo y el azúcar no llegaba.Tampoco cartas de sus familias. Ni ellas mismas sabían al principio a dónde habían ido a parar. Casi todas, con hijos en sus ciudades de origen que habían sido trasladados en su mayoría a orfelinatos.El museo de Alzhir fue inaugurado en 2007.Una aldea, un dolorAtravesando un pequeño lago y un cañaveral se hallaban desperdigadas las misérrimas casas del pueblo kazajo de Zhana Zhol. Ya las noticias habían llegado de que la revolución bolchevique que a ellos mismos sojuzgaba había poblado de mujeres la prisión.Un día, al volver las prisioneras de su trabajo en el campo, las interceptaron. Viejos, mujeres y chicos, los únicos que quedaban en la aldea. Se pararon ante ellas, con sus rostros inconmovibles y miradas duras. Las piedras volaron sin cesar. ¿Por qué las atacaban? ¿Acá también? ¿Qué tenían los kazajos contra ellas, si ellas no les habían hecho nada?Carta enviada por dos hermanitos a su madre, prisionera en Alzhir.“¿Ven? No sólo en Moscú no las quieren. Acá tampoco”, sentenciaron los guardias. Y la amargura e impotencia les cerró la garganta mientras inútilmente trataban de esquivar esas raras piedras.Una de las mujeres, con una brazada de cañas tan grande que le impedía ver, se tropezó con una de las piedras y cayó al suelo. La levantó con rabia. Entonces, algo le llamó la atención. No tenía consistencia ni el peso de una piedra. La escondió entre la ropa y siguió caminando. Al llegar a la barraca la miró. La piedra no era piedra, era queso.Los pobres aldeanos, tan pobres y víctimas del terror stalinista como ellas, disimularon así las escasas provisiones que la miseria y la represión política les permitían compartir.Intelectuales, actrices, científicas: las mujeres prisioneras de Alzhir eran lo más granado de la sociedad local.Elida BustosBreve historia de un museoAlzhir fue uno de los 30 y tantos gulags que en esta tierra áspera de Kazajstán creó el régimen soviético. Nada en comparación con los casi 500 que se levantaron en todo el territorio de la ex URSS. Pero éste fue el único exclusivamente de mujeres en el país. Estuvo abierto 15 años, entre 1938 y 1953, y por allí pasaron 18.000 presas.En Alzhir también nacieron niños de las que llegaron embarazadas, que hasta los tres años crecieron en cautiverio, cercados sus juegos por los alambres de púa del confinamiento. Luego los repartieron en orfelinatos de los que nunca volvieron.Escultura de una mujer anónima que representa a los miles de mujeres que pasaron por Alzhir.Elida BustosPasaron décadas y, finalmente, las topadoras de la perestroika (1986-1989) arrasaron con las barracas que guardaban tantas lágrimas y lamentos. Nada quedó en pie. Tierra arrasada para esfumar tanto horror. Sólo silencio y viento barriendo los pastos duros de la estepa.Pero Kazajstán decidió no borrar la historia y levantó, a un costado del pueblo de Malinovka, un monumento y un museo en 2007. Se ingresa al predio a través de una enorme estructura de metal llamada Arco del Dolor.Al edificio del museo –un cono trunco, sin líneas rectas–, lo franquean por tres lados varias decenas de placas de granito negras con los nombres tallados de las prisioneras.En vagones como estos eran transportadas las mujeres.Elida BustosTambién hay dos esculturas de hierro, oscuras. Un hombre con la cabeza gacha, doblegado, su espíritu quebrado. Una mujer extremadamente delgada, también descalza, con la mirada al frente, dispuesta a encarar lo que viniese.En la escalera que lleva al primer piso, fotos de mujeres sonrientes, arregladas, sin asomo de tristeza ni penuria, buscan ser un canto a la vida después de tanto sufrimiento. Son ellas mismas: las esposas, hijas, madres, hermanas que allí padecieron, pero no sucumbieron, las que acompañan al visitante hasta la exposición del piso superior. Es un recorrido sencillo, sin golpes bajos. No se necesitan.En las vitrinas, objetos fragmentarios muestran algún atisbo de la vida en las barracas. Fotos en riguroso blanco y negro, trozos de las cartas de los hijos que dos veces al año les llegaban desde distintos orfelinatos.Rajil Plisetskaya, la madre de la famosa bailarina Maia Plisetskaya, era actriz y estuvo detenida en AlzhirDe todos los apellidos, uno se destaca: Plisetskaya. ¿Tendría alguna relación con Maia? Sí, Rajil era la madre de quien fuera luego un ícono de la Unión Soviética y la bailarina rusa más famosa de todos los tiempos. Su madre también pasó por Alzhir.Hoy Kazajstán les rinde homenaje a esas mujeres. Y desde la apertura del museo, el 31 de mayo se convirtió en el día de las víctimas de la represión política. Elida BustosSeguí leyendoHazaña pampeana. Invirtieron 6 años y su propio dinero para restaurar el auto francés de Marcelo T. de AlvearUzbekistán. La magia de Samarkanda, los minaretes de Bujará y la arquitectura más deslumbrante de Asia CentralMaratón Baikal. El argentino que corrió 42 km sobre hielo volvería a hacerloConforme a los criterios deConocé The Trust Project

Fuente

Categories
lugares revista Ñ

Las Flores: el restaurante donde conviven cocineros y científicos y que tiene un jardín con 40 especies de plantas nativas

>LA NACION>Revista LugaresHace cuatro meses funciona en una propiedad icónica de Palermo y solo prepara platos sin gluten. 7 de octubre de 202200:30Cecilia BoullosaPARA LA NACIONComo muchas otras aperturas de restaurantes, la de Las Flores también se extendió más allá de la fecha original. Primero calcularon abrir en primavera de 2021. No llegaron. La nueva fecha apuntaba al verano. Pero el verano pasó de largo. Comienzos del otoño tampoco pudo ser. Y después de muchas idas y vueltas, ajustes de cartas y conceptos, armado de equipos y hasta la construcción de cero de una nueva cocina de pastelería, abrieron prácticamente entrando en el húmedo invierno porteño. No parecía el mejor escenario para un restaurante que tendría como uno de sus principales atractivos un jardín con más de 40 plantas y flores nativas rioplatenses y casi la misma cantidad de mesas afuera que adentro.Adelante del restaurante funciona un local como take away de pastelería y cafetería de especialidad.Julián Palma Torres“Al principio nos desalentó pero finalmente estuvo bueno porque nos sirvió para aceitar el restaurante y llegar a la primavera mucho mejor plantados”, dicen dos de los cuatro socios de Las Flores, Juan Frenkel y Gonzalo Alvarez Guerrero, dueños de una agencia de comunicación y debutantes en gastronomía. A casi cuatro meses de la apertura, están haciendo unos 400 cubiertos cada día del fin de semana al tiempo que el jardín empieza a expandirse en follajes y aromas.Algo de contexto: es sabido que durante casi 20 años en Gorriti 5870 funcionó el icónico Olsen (de Germán Martitegui), con una arquitectura y una cocina de inspiración nórdica. Pero quizás no tantos recuerdan que antes hubo un taller de motores de tren y que el lugar también tuvo una breve existencia como parrilla. En plena pandemia, en mayo de 2020, Frenkel y Alvarez Guerrero se enteraron de que la enorme propiedad estaba en alquiler. Cuando lograron ir a verla, la vegetación, desbordada, había avanzado sobre el terreno y los objetos en desuso. La postal los atrapó y hasta les regaló el nombre. Todo el concepto se fue desovillando de esa primera impresión.La estética floral presente en todas partes.Julián Palma Torres EL JARDÍN Y LAS MARIPOSASEntre las 40 especies hay una enredadera que abre unas flores grandes y blancas al caer el sol. También pasionarias que atraen a las mariposas.Julián Palma Torres Las mesas del patio son las más demandadas. Un dato: es pet-friendly.Los caminos serpentean de manera que siempre haya verde donde se pose la mirada y las mesas se adivinan detrás de las plantas. Entre las 40 especies seleccionadas hay una enredadera, la Dama de Noche, que abre unas flores grandes y blancas al caer el sol. También pasionarias que atraen a las mariposas Espejitos, con alas que destellan. O un arbusto, el Sen de Campo, que convoca a la Limoncito, un tipo de mariposa que vuela en pareja haciendo la danza nupcial. Todo eso puede suceder inadvertidamente (o no) en Las Flores mientras uno está concentrado tomando un té con torta de mandarinas (la Clementina, uno de los hits de la carta) o comiendo una tarta de pesca curada.Alfajores con flores comestibles, una de las creaciones de Chula Galvez.Julián Palma Torres “Un jardín de plantas nativas requiere mucha menos atención y cuidado que los jardines tradicionales. Salvo regarlo se intenta meter la menor mano posible -cuenta Fabio Marquez (@paisajeante), autor del libro Mariposas Porteñas y parte del gran equipo que terminó de darle forma a Las Flores-. Este es un jardín que va a evolucionar con el tiempo, no va a ser estático ni rutinario”.CIENCIA Y GASTRONOMÍAAdemás de toda su particularidad, el jardín es la transición (o intersección) entre el día y la noche, entre la confitería y el restaurante, entre los dominios de Chula Galvez y los de Santiago Perez, la joven pareja que está al frente de la propuesta gastronómica. Se conocieron trabajando en Miami y cuando apareció el proyecto de Las Flores dejaron en suspenso su idea de volver a instalarse afuera. Se quedaron y armaron un curioso tándem de cocina y ciencia con dos biólogos, Joaquín Ais y Pablo Moroni que habían conocido en la pandemia. Durante meses la casa de Chula y Santiago fue el laboratorio que usaron para probar recetas y técnicas. Hoy ese espacio, abierto a todos los que trabajan en el restaurante, se trasladó al primer piso de Las Flores, entre libros, calendarios con los productos de estación, frascos de especias y hierbas y papers.El patio salvaje y agreste de Las Flores, en versión nocturna.GentilezaLa carne ocupa un buen espacio en la carta del restaurante.Julián Palma Torres “Tanto Chula como Santi son muy valientes. Tenés que soportar que alguien te cuestione todos los días. Es heavy metal. Y ellos entendieron desde el primer momento que el camino era por ahí”, dice Ais. Otro objetivo de los científicos es “permear” cada vez más a la cocina para que prueben nuevas cosas. Por ejemplo, el alcaucil que está entrando en la carta de primavera lleva burrito y cedrón, ambas verbenáceas, una familia de plantas que vienen investigando hace unos diez años (de hecho acaban de publicar un artículo en una revista de botánica que lista las especies comestibles en América Latina).Los cocineros pasan al menos una hora a la semana en el laboratorio, casi un refugio anti “perro”, esa expresión que se usa en los restaurantes para describir el rush del servicio. “La idea del laboratorio es todo lo contrario: que dejen de hacer 75 milanesas y que paren un rato: a pensar, a pensarse, a hacerse preguntas”.EL PAN DE CADA DÍAEl menú es 100% sin gluten, incluyendo los panes: usan otras harinas y féculas para lograr panes fantásticos y crujientes.Julián Palma Torres Todo el menú es 100 por ciento sin gluten, una búsqueda previa de Chula que entusiasmó al resto del equipo. Hay platos vegetarianos y veganos, pero la carne ocupa un buen espacio en la carta. En su brevedad, la intención es que sea lo más inclusiva posible. Pero si hay un plato que sintetiza el trabajo acá es algo en apariencia tan prosaico como el pan. Surgió de pastelería, lo ejecuta cada día cocina, pero en su creación también intervino el laboratorio en esa búsqueda de trabajar con otras harinas y féculas para lograr un pan fantástico y crujiente (y casi adictivo) aún sin gluten. La receta que usan incluye papa, mandioca y sorgo.La cava incluye 140 etiquetas y las botellas están a la vista de los comensales.Julián Palma Torres El salón siempre luminoso gracias a sus ventanales inmensos y techos altos.Con sus techos de vértigo, sus enormes ventanales y su ahora cocina a la vista, Las Flores ya se vislumbra como una de las aperturas del año. Y de seguro, la más ambiciosa. El equipo lo completan Felix Gehle, que nació prácticamente en una cocina, se puso al hombro la obra y hoy dirige el salón. Y la sommelier Sol Tony, cuyo territorio es la cava con más de 140 etiquetas.Así, un día de otoño, casi pisando el invierno, varios meses después de lo planeado, Buenos Aires recuperó uno de sus espacios gastronómicos más bellos y notables.
Cecilia BoullosaSeguí leyendoUn hito de Belgrano. De hotel de prestigio a restaurante: reabrió un icónico edificio del barrioDe película. Los 6 restaurantes más espectaculares de Buenos AiresTiene una pileta de ostras. En Palermo Chico, Dante Liporace abrió una cantina de marConforme a los criterios deConocé The Trust Project

Fuente

Categories
jardin revista Ñ

Bienvenidas mariposas: estas son las 10 plantas indispensables para que tu jardín sea su hogar

>LA NACION>Revista JardínUna guía básica de plantas muy fáciles de cultivar en tu jardín para asegurar la reproducción y alimentación de las mariposas.1 de octubre de 201816:10La presencia de mariposas en el jardín siempre es bienvenida.Para que la visita no sea fugaz, hay que generar un espacio poco ventoso, con zonas húmedas y soleadas y también es necesario incorporar plantas para que las mariposas puedan alimentarse (nectaríferas) y donde puedan poner sus huevos (hospederas).Las mariposas tienen una metamorfosis completa, su ciclo biológico cumple cuatro estadíos: huevo, larva u oruga, pupa o crisálida, adulto o imagoInés Clusellas – JardínPlantas nectaríferasLas mariposas adultas, en su gran mayoría, se nutren libando néctar de flores.El color de pétalos también es un factor influyente. Se trata de una forma de atracción que han desarrollado las plantas para sus insectos polinizadores. Se podría decir que la mayoría de las especies de jardín pueden ser potencialmente proveedoras de néctar. Estas son algunas:AgeratumInés Clusellas – JardínLantanas: son especies muy atractivas para mariposas. Se recomiendan especialmente las Lantana camara y L. trifolia, nativas, ya que cumplen con el requisito de floración continua para la provisión durante toda la época de fin de primavera, verano y otoño.Echinacea purpurea: es una planta muy vistosa, perenne y de floración continua durante gran parte del verano y otoño. Muy resistente a la sequía por su raíz profunda. Es recomendable plantarla en su lugar definitivo. No le gusta la división y corte de raíces.CÓMO RECUPERAR LA HUERTA A COMIENZOS DE LA PRIMAVERAIzq.: Lantana camara, variante flor morada. Der.: Echinacea purpureaInés Clusellas – JardínHeliotropium sp.: son sensibles al frío y excelentes nectaríferas. La especie Heliotropium amplexicaule es una alternativa para los entusiastas en nativas.Tithonia rotundifolia (mexican sunflower): es muy atractiva para las especies de mariposas grandes. Existen cultivares de distinto tamaño, desde los 50 cm a los 3 metros de altura.Ageratum houstonianum: una ornamental común para canteros que además es buena nectarífera.Izq.: Salvia farinacea y Salvia coccinea. Der.: Heliotropium arborescensInés Clusellas – JardínSalvias: por su tamaño y forma tubular de cáliz es más adecuada para los colibríes y mariposas más grandes, Papilio y Battus. Son grandes productoras de néctar.Cosmos anuales: las especies C. bipinnatus y C. sulphureus. Un género muy valioso como nectarífero. Hay cultivares de todos los colores y alturas en ambas especies,Más especies: Aters. Dahlias de diversas alturas y colores. Verbenas. Zinnias dentro de lo posible, las variedades de flor simple y abierta. Tagetes, Coreopsis, muy ornamentales y buenas nectaríferas. Petunias.Izq.: Cosmos sulphureus. Der.: Tithonia rotundifolia, cultivar ‘Torch’ Inés Clusellas – JardínPlantas hospederasLas mariposas tienen predadores de todo tipo y, para defenderse, desarrollaron infinidad de sistemas de defensa. Uno de ellos es el de nutrirse, en su etapa de larva, de plantas que resultan desagradables o tóxicas a atacantes. Estas son algunas especiesPassifloras caerulea (uno de los mburucuyá): es la más recomendable, tanto por su rusticidad y resistencia al frío, como por su elección como hospedera por parte de la mayoría de las mariposas afines a este género. Hay otras passifloras que también son adecuadas, pero son menos rústicas, o más selectivas para las mariposas. Muchas son ornamentales y, su defoliación por las insaciables orugas, un problema para su dueño.Las mariposas tienen un comportamiento territorial y defienden un lugar para las nuevas generaciones. La vida del adulto dura entre una semana y seis mesesIzq.: Passiflora caerulea. Der.: Pavonia missionumInés Clusellas – JardínEupatorium inulifolium (ahora Austroeupatorium inulifolium): Es la conocida “Mariposera”. Crece en los alrededores de Buenos Aires, en zonas de monte natural, contra alambrados y baldíos. Es una excelente planta nectarífera tardía (fin de marzo/ abril) que atrae mariposas de todas las especies, y muy atractiva para incorporar en los jardines. Hospedera de especies del género Actinote (“Perezosas”).Las mariposas pasan los meses frios en forma de huevo, larva o crisálida y raramente como adultoIzq.: Solanum granuloso-leprosum. Der.: Eupatorium macrocephalumInés Clusellas – JardínAsclepias (A. curassavica y A. mellodora): Además de hospedar a La Monarca, una de las mariposa más reconocida, por sus colores, tamaño, vuelo y “proezas migratorias” en Norteamérica, es también una excelente nectarífera para otras especies de mariposas. Hospederas del género Danaus (“Monarcas” y “Reinas”).Dicliptera squarrosa (fosforito): Por su tipo de flor tubular es también atractiva para los colibríes. Hospedera típica de la Ortilia ithra o “Bataraza” y otras.La principal causa de disminución en la población de mariposas es la modificación del ambiente en el que viven. Si la plantación nativa de la cual se alimentan es destruida o reemplazada por cultivos, desaparecerán o buscarán un lugar más propicioIzq.: Asclepias curassavica. Der.: Dicliptera suberecta Inés Clusellas – JardínLA NACIONSeguí leyendoPoné pausa. Disfrutá de 3 días junto a los especialistas que más saben de jardinería y paisajismo en Jardín Fest, la feria de Revista JardínLapachos en flor. Una nube rosada cubre la ciudad de Buenos Aires y confirma que llegó la primaveraTamaño inesperado. Más conocidas como orejas de elefante, las colocasias son fáciles de cultivar y sus hojas gigantes las consagran como las reinas del jardínConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasLifestyleJardineríaJardín de primaveraMás notas de JardineríaTamaño inesperado. Más conocidas como orejas de elefante, las colocasias son fáciles de cultivar y sus hojas gigantes las consagran como las reinas del jardínPoné pausa. Disfrutá de 3 días junto a los especialistas que más saben de jardinería y paisajismo en Jardín Fest, la feria de Revista Jardín¡Al rescate!. Cómo recuperar tu huerta en dos simples pasos al comienzo de la primavera

Fuente

Categories
living revista Ñ

En Chacarita: La casa de la arquitecta Mishal Katz, reflejo de su buen ojo para el arte y el diseño

>LA NACION>Revista LivingMuebles icónicos, piezas de cerámica salidas de su taller-escuela y un jardín tupido: el hogar de esta arquitecta es una sucesión de buenas decisiones personales y estéticas. Mirá el video.5 de septiembre de 2022Viviana ÁlvarezCarolina Etchebehere“Pelos y Tijeras” era el nombre de la peluquería que ocupaba parte del frente de lo que hoy es la casa de Mishal Katz, arquitecta, urbanista, diseñadora, curadora y también ceramista (sí, todo eso). Detrás del local, hacia el fondo, la construcción seguía con un pasillo, dos dormitorios y remataba con una prefabricada Kanmar. Así encontraron el lote hace quince años, cuando el barrio todavía no estaba de moda. Todo lo contrario: a esa altura, la calle Rodney (la del bar que se hizo célebre gracias a la canción de Diego Frenkel), era un cementerio de autos confiscados por la policía. Sin embargo, Mishal, detectó un potencial único.Cerámicas de Portugal, España, México y Argentina de las décadas del 60 y del 70 con piezas hechas por Mishal.Magalí SaberianEn ese momento, junto a su ex marido, que también es arquitecto, tomaron la acertada decisión de contratar a Laura Weinschelbaum para llevar adelante la construcción de ambientes amplios e integrados, con vistas abiertas, líneas puras y distribución continua.Con Paca, en la entrada con puerta corrediza embutida. Los paños fijos en ángulo recto prolongan la vista desde el interior hacia el jardín.Magalí SaberianLa vida en movimientoLa ambientación es un espejo de los viajes, los recorridos y las múltiples inquietudes de Mishal representadas en objetos hallados o cuidadosamente buscados, que están en tránsito permanente.El sillón modelo ‘Bastiano’ original de Scarpa es uno de los tantos hallazgos de Mishal en sus recorridas por los mercados de antigüedades. El tapiz fue encontrado dentro de un mueble antiguo. Piso (Patagonia Flooring).Magalí Saberian“No hay una configuración fija. Antes, la mesa del comedor (Remates Capdepont) estaba donde ahora están los sillones, pero casi ni se usaba. Ahora el living está en conexión directa con la cocina”Sillón (Wertheim) con género (Juana de Arco) y almohadones bordados diseñados por Mishal; y mesa baja ‘La Pedrera’, diseño de Barba Corsini. Edición francesa del Modulor, la obra en la que Le Corbusier detalla su sistema de medidas.Magalí Saberian“El piso está hecho con tablas de maderas de descarte, algo que había visto en Barcelona, cuando acá no se conocía. Costó mucho encontrarlo, sobre todo porque son 200 metros cuadrados, pero justamente eso era lo que quería: el ritmo único que le dan las vetas y los colores de placas diferentes”, cuenta la dueña de casa.”A veces voy caminando, veo algo que me llama la atención, vuelvo y efectivamente vale la pena. Hay paletas y formas que están en mí desde hace mucho, que ya veía en la casa de mi mamá o de mi abuela.” Mishal KatzCocina abiertaMostrador antiguo (Mercado de Pulgas), mueble con cajones (Mercado Libre). Lámpara colgante ‘Ph5’ (Louis Poulsen). Jarra y plato (Mishal Katz Cerámicas).Magalí SaberianLos paños de las ventanas de la cocina, igual que las del resto de la casa guardan la proporción de 1/3 y 2/3. La repisa retroiluminada destaca parte de la colección de vajilla.“Usamos mucho la barra. Aquí, desayunamos con mi hijo y comienza la charla antes de la cena con amigas. Dejar los estantes abiertos fue toda una decisión”.Recorrido con ritmo (Video)Mejor si lo ves con música. Crédito: Mariana MilanesiVamos a la planta altaObra del artista @fede_rundontwalk hecha en stencil sobre pallets.Magalí SaberianLos paños de vidrio traen la luz de la calle. Mishal encontró una solución creativa y colorida para el perchero de la entrada. La escalera conserva unas sogas elásticas que puso como protección cuando su hijo era bebé.Tres aspectos marcan la identidad de la casa: la galería, que conecta con el living; el piso, de placas de maderas recuperadas, y el hall con techo de vidrio en doble altura, fuente de luz constante.Las ventanas del taller, que da a la calle, tienen la altura ideal para iluminar el ambiente y mantener la privacidad.Magalí SaberianEn su taller, Mishal pasa horas trabajando en sus piezas de cerámica. Desde hace algunos años decidió explorar el universo de la alfarería. De las clases semanales pasó a los cursos más especializados: modelado, transferencia y química para fabricar sus propios materiales y pigmentos.Dormitorio principalEn el cuarto en suite, la cama se apoya en una tarima con cajones y huecos en todo el perímetro. Camino de lana (Landmark). Almohadones en pana y lino (De Levie). Las mesas, de diseño, tienen estilos diferentes.Magalí SaberianEl género suizo de piso a techo que cubre el respaldo se lleva todas las miradas por el diseño, pero también por lo creativo del recurso que le da color a todo el ambiente. Detrás, más espacio de guardado, que nunca es suficiente, sobre todo en la casa de una diseñadora.En uno de los extremos de su vestidor, Mishal armó un tocador con bacha instalada en una mesa comprada en el Mercado de Pulgas.Magalí SaberianSi algo abunda en el vestidor de Mishal son los accesorios, como los que hizo junto con su hermana en la tienda Las Katz. Aquí están están dispuestos de manera original en bowls y pies para masitas.Galería y jardín escuelaJuego de platos pintados a mano (Mishal Katz Cerámicas). Almohadones batik (De Levie).Magalí Saberian“Otra gran decisión arquitectónica fue la losa que funciona como galería, que es el símbolo de la casa. En 15 años tuvo varias ambientaciones; aquí pasamos casi todo el año, salvo cuando hace mucho frío”El jardín, que estaba en desarrollo cuando visitamos a Mishal, ahora es un vergel tropical. Ella nos envió las fotos de este nuevo espacio diseñado por Ignacio Montes de Oca donde se realizan las clases de cerámica.El césped fue reemplazado por canto rodado de río pulido.Mishal Katz“Cuando le conté a Ignacio que las clases son al aire libre, surgió la idea del un jardín escuela selvático, con espacios definidos para distintas situaciones”El espacio al aire libre tiene unos 100 metros cuadrados y mucha de esa superficie es en sombra. “Creo que mi talento juntar gente, elegir, decidir, desarrollar ideas”, cuenta la arquitecta y diseñadora que decidió abrir las puertas de su casa para recibir grupos de mujeres que se reúnen a crear a cielo abierto.La disposición de las especies crean capas de volumen, textura y color.Mishal Katz Viviana ÁlvarezCarolina EtchebehereSeguí leyendoBarrio Parque Los Andes. Tres vecinos nos cuentan cómo es vivir en el mítico complejo de Chacarita.En Chacarita. Un depto de 17m2 en ochava se agranda por su diseño brillanteAgenda Living. Arte, diseño y gastronomía en las calles de ChacaritaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasLifestyleCasas de arquitectasColor y texturaCocinasGaleríasLivingsChacaritaEspacios de trabajo LivingMás notas de Casas de arquitectasAntes y Después brillante. Una arquitecta se mudó a esta casa de los 70 y capitalizó su rasgo más notorioCómo lo hizo. En total conexión con el verde, una arquitecta renovó su dos ambientes con terrazaIdeas para copiar. En Vicente López, un depto de 65m2 en planta baja ganó comodidades y un patio envidiable

Fuente

Categories
jardin revista Ñ

“El jardín me encontró para desestructurarme”: Silvina Antelo y un cambio de vida guiado por las flores

>LA NACION>Revista JardínTiene en Mar del Plata un cultivo para producción de semillas orgánicas. En busca de un cambio, dejó la docencia y encontró una nueva vocación con la naturaleza como principal maestra.4 de septiembre de 202205:37Desde hace poco más de 20 años Silvina Antelo se instaló en Mar del Plata en busca de un cambio de vida. Unos años después comenzó a tomar clases de jardinería en el Vivero Antoniucci.“Mi única inquietud era saber cómo tener plantas en macetas y no morir en el intento”, cuenta Silvina, quien había trabajado como docente hasta ese momento. Durante su segundo año del curso conoció la agricultura biodinámica.Las plantas que cultivan tienen el fin de atraer insectos, aves o mariposas, además de ser ornamentalesInes Clusellas“Definitivamente, fue cuando algo muy grande se abrió ante mis ojos: la Naturaleza. Desde ese entonces los jardines que voy habitando son tratados con respeto: nada de agroquímicos, observación plena, dejar ser y volver a observar”.Así, las plantas dejaron de ser meramente ornamentales para pasar a cumplir un rol fundamental en el ecosistema del jardín: plantas hospederas, nectaríferas, disuasivas y atrayentes de insectos, plantas con funciones específicas en el suelo. Su camino de formación y ejercicio sobre todo lo que iba aprendiendo fue el preludio de lo que se comenzaba a gestar sin siquiera saberlo.LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD ES UNA DE LAS CARAS DE LA CRISIS ECOLÓGICA, ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA DETENERLA?Una cuidadosa atención le permite conocer el momento justo de la cosecha, e implemeta técnicas para optimizar este delicado trabajoInes ClusellasLa elección del cultivo de herbáceas no fue arbitraria, sino que a la hora de una mudanza se facilitaba su traslado, dado el ciclo y forma de vida de estas plantas. “O me iba con la semilla o me iba con gajos y en solo seis meses volvía a armar un jardín donde fuese”.La experimentación de tantos años, en distintos espacios, con diferentes suelos, con otra luminosidad, le brindaron un interesante bagaje para empezar a trabajar en la producción de herbáceas de distintos ciclos de vida, siempre con el calendario biodinámico en mano.El jardín está diseñado con grandes canteros de herbáceas anuales y perennes y algunas bulbosas que se combinan en colores y contrastan en formasInes ClusellasEn 2014 encontró una propiedad en alquiler con el espacio suficiente para fantasear más concretamente con la creación de Savbia Semilla. Luego de observar durante un año el suelo, los vientos y todo aquello que ofrecía el lugar, comenzó con el armado de canteros para luego exponer las variedades de plantines.“Cuando uno vende un plantín de una herbácea anual –como amapola o espuela de caballero– en realidad vende la ilusión de lo que será, lo que hace tal vez más complicada la venta si no se ha visto la planta en cultivo. Y así comenzaron las visitas”.Salvia chamelaeagneaInes ClusellasComo la demanda de plantines era demasiada para el espacio disponible (unos 250 m²), aparecieron las sabias semillas.La cosecha es fundamental y regida exclusivamente por el calendario biodinámico. Se cosechan secas y maduras de la planta, luego pasan por dos estadios más de secado (para extraerles la humedad), se envasan y la gran mayoría se guarda en la parte baja de la heladera, otras quedan en lugar fresco y oscuro.Las semillas se conservan en la heladera o en un lugar seco y oscuro, luego de un proceso de secadoInes ClusellasEn algunos casos, cuando las semillas ya están maduras, pero no es el momento ideal de su cosecha, les coloca bolsitas de tul para que caigan cuando la naturaleza lo decida.Canteros con distintos porcentajes de herbáceas anuales, bianuales y perennes son los espacios cultivados para la producción. Gran parte pertenece a la familia de las lamiáceas (salvias, agastaches, teucriums) y asteráceas (achileas, asters, echináceas, cosmos) y en menor medida de boragináceas, ranunculáceas y malváceas. “No cuento con invernadero ni sistema de riego, lo que me condujo a realizar una selección de herbáceas que funcionen con bajo requerimiento hídrico y de abonos. La única premisa es que el suelo siempre esté cubierto; en mi caso gran parte de la cobertura es brindada por material vegetal, cubresuelos como Salvia procurrens y Polygonum capitatum”.El jardín me encontró para desestructurarme. Aquí se trabaja el desapego, la paciencia, la observaciónAgastache pallidifloraInes ClusellasCecilia Martínez, su pareja, es quien se ocupa de la exquisita limpieza de semillas, atención a clientes, armado de pedidos y demás menesteres comerciales. Silvina es quien cuida el jardín y dicta talleres virtuales y presenciales en su espacio y en la Sociedad Marplatense de Horticultura.Con “v” de savia y “b” de sabiduría, el emprendimiento sintetiza la esencia que tienen las semillas en ese pequeño envase que las contiene. Y también evoluciona. Con el mismo dinamismo que expresa su jardín, esta eximia jardinera comenzó su camino hacia una nueva puerta que se abre: las plantas medicinales.IG @savbiasemillaLA NACIONSeguí leyendoJardines secretos. Un jardín centenario guarda los rumores de la historia íntima del paísBiodiversidad en alerta. 10 decisiones cotidianas que están a nuestro alcance para detener la crisis ecológica”Qué pasa si”. Probó qué ocurría si dejaba sus obras de arte durante meses bajo tierra y el resultado fue extraordinarioConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasLifestyleJardineríaRevista JardínMás notas de JardineríaFacilísimo. Descubrí cuál es el secreto para que tu monstera crezca más rápidoDesprolijamente irresistible. Cuatro combinaciones perfectas para darle un estilo pradera a tu jardínJardines secretos. En una esquina de barrio, un refugio demasiado paradisíaco para llamarse jardín

Fuente

Categories
living revista Ñ

En casas reales. 17 baños para que busques el tuyo poniendo el filtro ‘vintage’, ‘moderno’, ‘clásico’ o ‘campestre’

>LA NACION>Revista LivingEstos son algunos de los ejemplos que forman parte de Living Armá tu Casa, nuestro buscador de fotos por ambientes, con datos de materiales y proveedores que se renueva todos los meses.25 de julio de 202203:00Sabemos que ver imágenes es un gran disparador de ideas. Por eso, en Living Armá tu Casa creamos filtros por estilos, materiales y colores que organizan la búsqueda (los podés ver haciendo click en este link). Tal vez, ese ejercicio placentero puede ser el comienzo de un cambio en el baño o el toilette, ambientes de uso cotidiano, que permiten todo tipo de licencias. A continuación, algunas de las tantas sugerencias que podés encontrar en Armá tu Casa.PARA LOS QUE BUSCAN LUZ EN TODOS LOS ESTILOSSin LímitesCarpintería de hierro y, en el sector de la bañera, revestimiento en madera quemada con técnica Shou Sugi Ban (todo, Binomio Arquitectura & Diseño)Javier PicernoEn la terraza de su loft en un edificio histórico del barrio de Barracas, la Arquitecta Andrea Camacho e ingeniero Gregorio López, dueños de casa y creadores de Binomio Arquitectura & Diseño, diseñaron una suite con todo el combo completo: dormitorio, office y esta bañera a cielo abierto. También llevaron luz natural al baño principal a través de una lucarna.En el antebaño, un corazón de vidrio traído de México. Artefactos de la línea ‘Sense’ (Roca), revestimiento de cerámicos ‘Subway’ (Barugel), fotos enmarcadas y pie de hierro (Iron Home).Javier PicernoTecho transparenteEn el baño, lavatorio y pisos que estaban en la casa. Hecho con la guía de una puerta corrediza, el estante tiene una tira de led que ilumina hacia arriba.Daniel KarpAl techar un patio de la planta baja, generaron la base para este box de ducha que es una extensión del baño principal. Utilizaron revestimientos de gres que estaban en la casa y carpinterías para la ventana y el techo. Luz y clima propicios para dar color con plantas.IndustrialPuerta recuperada, mesada de cemento alisado, revestimientos símil madera, espejo retroiluminado (todo de 11.11 Home & Deco).Javier PicernoUna serie de lucarnas trajo luz natural al baño en suite que mantiene la impronta del dormitorio ambientado con el estilo industrial de un loft.Con balcónEn el baño en suite, pisos de granito y revestimiento color acqua (Carabath). Bacha ‘Diverta’ (Roca). Mueble (Wood Market).Magalí SaberianComo parte de la reforma completa de un depto centenario de Barrio Norte, un cuarto que estaba al lado del dormitorio principal se transformó en baño en suite y vestidor. Así, el nuevo ambiente ganó esta salida directa al balcón.VINTAGEAl usar este filtro, vas a ver las fichas con las fotos de las notas de la revista que tienen este estilo. Cada una tiene información de marcas, proveedores y también el link a la nota completa en su versión online.En blancoBañera ‘ST-11’ (Welttechnik). Mezclador bimando de pie de bañera ‘Axor Montreux’ (Hansgrohe).Javier PicernoPara lograr un ambiente cálido, mantuvieron los techos originales, revistieron las paredes en madera y colocamos pisos de mármol, todo en color blanco, que siempre unifica y da frescura.En la pared hicieron un mueble empotrado con cajones. Al lado de la bañera, silla ‘Provenzal’ comprada en remate y restaurada. Cortinas de algodón (UCQ)Javier PicernoEn el centro de la escena, la bañera es protagonista de este baño pensado como un refugio amplio y luminoso, perfecto para el relax y la evasión.PátinasBacha ‘Bol’ (Roca). Aplique de luz ‘James’ negro mate (Pura Iluminación). Porcelanato oscuro (Ilva). Grifería ‘Alerce’ (FV). En el baño, plato de ducha ‘Niza’ (Ferrum).Daniel KarpLa dueña de casa, creadora de Taller Alsina restauró esta cómoda. Con pátina gris y tapa de mármol de Carrara, convive a la perfección con el actualísimo box de ducha.La cómoda del baño pertenece al set de mobiliario heredado que también su usó en el dormitorio. (Taller Alsina).Daniel KarpEnsambleLa bañadera antigua se enlozó por dentro y se pintó con antióxido bordó por fuera.Javier PicernoUna combinación exitosa, hecha con piezas de demolición, hallazgos y creatividad. El ventanal se fue armando con vidrios de disintos mercados. El lavamanos (Traful original) se complementó con un mueble con marco de hierro empotrado, que se usa como botiquín. Junto a la ventana, bañadera de un anticuario de Tigre con una cortina de encaje.Los calcáreos estaban debajo del piso de la cocina y enamoraron a los dueños de casa. En este baño, los usaron mezclados y en el centro, a modo de tapizResisteVanitory de madera (La Ferme). Espejo hecho a medida. Lámparas galponeras (Indelec). Toalla de algodón (Claudia Adorno).Javier PicernoFiel al estilo de una centenaria casa quinta de Beccar que se convirtió en hogar permanente de una familia, el mueble del baño tiene la contundencia de los clásicos. Para comprobar la coherencia con el resto de los ambientes, mirá la nota completa aquí.Como ayerMueble de paraíso con mesada de mármol de Carrara (Frate Mármoles). Bacha Ferrum ‘Country’. Apliques con caireles (La Merello). Pisos de porcelanato gris (Ilva). Segmento de porcelanto ‘Urba’ (San Lorenzo). Azulejos de 15×15.Daniel KarpLa bañadera que estaba en la construcción original es protagonista en el baño inspirado en el diseño, los materiales y la espacialidad de los de antes.En el toilette se generó un juego de volúmenes con los azulejos hexagonales (Bará). Botiquín original restaurado. Bacha de demoliciónPuerta galponeraANTES Y DESPUÉS. Removiendo el bidet, ampliaron la ducha. El lavatorio empotrado es de los pocos detalles que sobrevivieron del baño original.Santiago CiuffoEl nicho que ocupaba el botiquín se mantuvo. Revistieron su interior con madera y le colocaron una puerta de espejo que corre sobre un riel.Aplique de pared (Ático Iluminación). Espejo corredizo (Soledad Llorente). Grifería (FV).Santiago CiuffoEvocaciónMesada con dos bachas de granito ‘Negro Brasil’ y dos canillas ‘Axor’ (Philippe Starck). En los laterales, lámparas cromadas art déco que dan luz puntual.Javier PicernoEste departamento de los años 20 fue remodelado por su dueño con objetos de diseño icónicos de todas las épocas y también con hallazgos como los dos carteles luminosos que formaban parte de un local de artículos de limpieza de Córdoba. Funcionan y le dan un aire especial al baño en suite.Hacé click en la imagen para ingresar a Living Armá tu Casa CLÁSICOS O MODERNOS, SIEMPRE IMPACTANTESSuperficies brillantesAlfombra ‘Dúo’ (Elementos Argentinos), obra de arte 3D (Delfina Velar de Irigoyen), floreros en bioplástico (Studio Devél) y en vidrio verde facetado (Salazar Casa).Santiago CiuffoCon piso y paredes en porcelanato símil mármol, el baño principal reúne varias funciones: sauna seco de madera, box de ducha, sauna húmedo y ducha escocesa. La presencia de verde y luz natural se mantiene también en el baño de la suite. Para ello, el sauna se diseñó con frente vidriado y una ventana que enmarca las plantas del fondo del lote.El revestimiento marcó la identidad del espacio. En obra, se destinó un buen tiempo a decidir la orientación de las vetas y cómo aplicar los cortesCoherenciaEn el baño principal, sectores idénticos para los dueños de casa. Los espejos están colgados de forma tradicional, pero sumaron dos agarres de hierro como detalles deco. Uno similar eligió para las lámparas de noche.Daniel KarpEn la casa de Jesica Masimiani, la madera, el hierro y el mármol aparecen en diferentes versiones (según su tratamiento, forma y veta) en el recorrido de toda la casa. El baño en suite tiene paredes revestidas en kiri. Eligieron mármol de Carrara para la bañadera, la mesada y el interior de la ducha, que se cerró con una hoja de hierro y vidrio.Cuadro ‘Cactus’ bordado sobre arpillera (Estudio Polonia). Espejos (Rancho). Banco ‘Caña chico’ (Sol Palou). Jabones (Casa de Lavandas).Daniel KarpTransportarsePisos de mármol ‘White Moon’. Bañadera exenta ‘Celine’ (Devon & Devon). Grifería (Robinet). Espejo (Bielfer).Daniel KarpEl mueble artesanal gris, la bañadera exenta, los pisos de mármol y las cortinas ligeras, un conjunto romántico con materiales sofisticados que, cumpliendo los deseos de la dueña de casa, propone un viaje entre París y La Toscana.Juego de espejosEl baño se unificó con el piso de venecitas que, en las áreas húmedas y de sanitarios, también se usaron en las paredes. Santiago CiuffoLas paredes del antebaño de la suite se revistieron en espejos y, sobre la mesada suspendida de mármol, se instaló otro con marco rosado. LA NACIONSeguí leyendoArmá tu casa Ideas refrescantes para renovar dormitorios, solo con detalles de decoraciónLiving responde. Cuánto tienen que medir el escritorio y los interiores de placard y otras soluciones para la vida cotidianaBuenos Reflejos. 14 ideas para los espejos de baños y toilettesConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectTemasLifestyleLiving Armá tu CasaBañosIdeas LivingRevestimientosPisosColor y texturaMás notas de Living Armá tu CasaEn casas reales. De Living Armá tu Casa, 18 ejemplos para usar el amarillo en todos los ambientesMesas ratonas. Sofisticadas, rústicas o modernas, 18 modelos que les dan identidad y función al livingModernas, con madera o en colores. Mirá estas 14 cocinas reales y la que va con tu estilo

Fuente

Categories
lugares revista Ñ

El Castillo de Mandl, la coqueta propiedad de un aristócrata austríaco que se transformó en hotel boutique en La Cumbre

>LA NACION>Revista LugaresConstruida en un alto, la elegante propiedad está decorada con exquisito gusto y es atendida por sus dueños. Las mismas habitaciones que hospedaron a condes y príncipes hoy reciben turistas en las sierras cordobesas.11 de agosto de 202210:03Constanza GechterGuillermo Toribio, Guimi, es uno de los tantos que eligió La Cumbre como lugar donde establecer domicilio. No es que lo anduviera buscando, pero tras idas y vueltas de la ciudad a la sierra, un buen día cumplió un deseo: apoderarse de un castillo sin ser dueño ni rey. “El Castillo de Mandl era un lugar misterioso al que nadie entraba, cuyo dueño austríaco lo visitaba un mes al año, y era heredero de la mayor fábrica de municiones de su país”, cuenta.Guimi, el anfitrión, contempla el paisaje serrano desde uno de los arcos de piedra del castillo.Denise GiovaneliA 95 km de la ciudad de Córdoba, en el verde paisaje del Valle de Punilla y con vista a las Sierras Grandes, se encuentra esta palaciega construcción convertida en hotel boutique de 13 suites y departamentos, en un campo de 60 hectáreas. Primero fue un castillo medieval con torres y almenas: así lo edificó en 1930 el médico rosarino Bartolomé Vasallo como residencia de verano. Diez años más tarde, “el fuerte” fue adquirido por el aristócrata austríaco Fritz Mandl, quien lo remodeló por completo en clave modernista. Aunque lo despojó de su estilo fortaleza –en lugar de las torres, hay techo y tejas–, el sitio conserva todo su esplendor.La historia cuenta que Fritz Mandl recorría el valle sobre su caballo árabe impecablemente vestido con botas de montar, escoltado por sus invitados en ceremonioso silencio. Parco y distante como él solo, el austríaco mujeriego, coleccionista de buen arte, de casas, muebles y zapatos a medida, fomentó todo tipo de rumores en la comunidad local.En las mismas habitaciones donde se alojaron condes y príncipes, hoy lo hacen turistas. Cada una tiene su estilo y disposición particulares, pero todas son muy amplias.Denise GiovaneliEspléndido comedor con vista a las sierras: en la mesa redonda caben 18 personas.Denise GiovaneliLa fachada de la imponente casona, rodeada de verde. Tiene 13 habitaciones, un amplio living, bar y sala de juegos. Denise GiovaneliCuando en 1983 le ofrecieron a Guimi subir hasta allí por primera vez, quedó pasmado. Muchos años y conversaciones tuvieron que pasar para que lograra alquilar a los herederos la propiedad de 2.000 metros cuadrados con todos sus muebles, remodelarla muy poco y convertirla, junto a su esposa, Carola Bargalló, en hotel boutique. En 2006, combinó con Alex Mandl, hijo de Fritz, para tomar las riendas y comenzar a recibir turistas.Eso sí, en honor al solemne Mandl y al respeto que de joven le generaba el castillo, mantuvo los letreros de “Prohibida la Entrada” y “Cuidado con los Perros”, adheridos al túnel de acceso que corre bajo la casa y hace las veces de muro de contención. Un poco intimidan, un poco atraen, en especial si se llega allí en una fría y oscura noche.Una de las terrazas para admirar el entorno. Desde 2006, el castillo recibe huéspedes en plan de desconexión.Denise GiovaneliVarios de los muebles que decoran la mansión fueron provistos por la prestigiosa casa Comte de Buenos Aires que eligió el decorador de interiores Jean Michel Frank. El francés se abocó a crear interiores minimalistas, con piezas de formas simples y materiales nobles. El resultado es un espacio austero pero cálido, sin excesos. Cada ambiente de a casa es un homenaje al art déco.De otro mundo es el gran comedor con una increíble mesa redonda para 18 personas. Para los sentados a esa y otras mesas, cocina orgulloso Guimi, que se puso el proyecto al hombro y es un especie de hombre orquesta que elabora platos y atiende a los huéspedes, a la vez que recomienda paseos y atractivos en los alrededores.La extensa pileta es el gran atractivo del verano.Denise GiovaneliEntre las sierras, la inconfundible arquitectura de El Castillo de Mandl.Denise GiovaneliEn las mismas habitaciones donde se alojaron condes y príncipes, hoy lo hacen turistas: hay suites dobles y dos departamentos cuádruples, cada uno con su estilo y disposición particulares. La habitación más pequeña tiene 20 m2 y la más amplia, 60 m2.En plan recreativo, hay un bar, una sala de juegos y una piscina con solarium. Para garantizar mayor intimidad y el espíritu palaciego, no reciben niños menores de 12 años. Puertas afuera, el menú de actividades es muy variado: trekkings, cabalgatas, bicis, parapente y golf en el cercano Club de Golf La Cumbre, de 18 hoyos. Constanza GechterSeguí leyendoCalamuchita. Dónde dormir y comer y cuáles son los mejores paseos del valle cordobésRécord. Es santiagueño, trabajó en Singapur y Londres, tiene el mejor restaurante de Córdoba (y el más angosto del país)Escapada serrana. Una estancia con encanto a los pies del cerro ChampaquíConforme a los criterios deConocé The Trust Project

Fuente