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El sobrino nieto de Luis Ángel Firpo y una obra de teatro que recrea el primer “combate del siglo”

La obra “17 segundos” se presenta en el Centro Cultural de la Cooperación durante el “Día del boxeo argentino” (Foto: Judit Gutiérrez)En el primer piso del museo Whitney de Nueva York está colgada Firpo & Dempsey, una pintura de George Bellows, uno de los grandes de las artes plásticas estadounidenses. Fue terminada en 1924, justo un año después de la “pelea del siglo”, que enfrentó a nuestro Luis Ángel Firpo con Jack Dempsey, quien por entonces hacía cuatro años que retenía la corona mundial de los pesados. La pintura de Bellows captura el instante en que Firpo saca de un brutal gancho al campeón mundial del cuadrilátero y lo tira, patas para arriba, por encima de las cuerdas. “El toro salvaje de las pampas”, como lo apodaron los periodistas yanquis, debió haber ganado la pelea ahí por dos razones estrictamente reglamentarias: Dempsey fue ayudado por terceros a regresar al ring y hacerlo le tomó 17 larguísimos segundos que el árbitro se abstuvo de contar. En el segundo asalto, el campeón defensor metió un par de buenas manos y Firpo se dio por noqueado, observando de reojo las primeras filas del ringside, donde se sentaban los mafiosos italoamericanos que apadrinaban la carrera de su contrincante.Este 14 de septiembre se cumplen 100 años de la llamada “pelea del siglo” (llegarían varias más, como la de Ali-Foreman en Kinshasa, pero ésta siempre guardará el honor de haber sido la primera). Un evento que, por muchas razones, dejó marcas profundas en la cultura popular tanto de la Argentina como de los Estados Unidos. Con motivo del centenario, en ambos países tendrán lugar numerosas evocaciones, pero la más singular ocurrirá este jueves en el porteño Centro Cultural de la Cooperación, donde se presentará 17 segundos, una obra teatral escrita y protagonizada por Emilio Firpo, sobrino nieto del boxeador. Entre el monólogo y el biodrama, la obra indaga en la narrativa de este mito del boxeo argentino, a partir de las tensiones entre su faceta pública y la intimidad familiar, marcada tanto por la admiración como por los rencores. Y con aquel combate en el estadio Polar Grounds de Nueva York como referencia retumbante e ineludible.Emilio Firpo, autor y protagonista de “17 segundos” (Foto: Judit Gutiérrez)“Fue durante el parón de la pandemia cuando los recuerdos familiares del boxeador se empezaron a agolpar en mi cabeza, anécdotas y memorias que escuché a lo largo de toda la vida, que pasaron de mi bisabuelo a mi abuelo, y de ellos a todos los demás”, cuenta Emilio Firpo, que le dio forma al texto teatral en el taller de la prestigiosa dramaturga Sandra Frazen. “Mi bisabuelo y Luis Ángel vivieron juntos toda la infancia y la adolescencia, fueron muy compinches, casi como hermanos, pero se distanciaron a partir de que el boxeador comienza a hacerse famoso. El título de la obra –que cuenta con la dirección de Marina Doudebbes y Judit Gutiérrez– se refiere por un lado a esos 17 segundos que marcaron la mitología de la pelea con Dempsey, pero también a los segundos que Firpo pasó a solas con el cuerpo de mi bisabuelo en su velorio, proponiendo un relato que va y viene entre los planos de la fama y de la intimidad de la historia familiar”.—¿Qué revela la obra de ese costado personal, familiar, de Firpo?—Mi bisabuelo falleció en un accidente de trabajo. Era un herrero muy conocido que, entre otras cosas, realizó la herrería de la mayólica del Teatro Colón. Siempre fue un laburante, un tipo de barrio que no tenía mucho que ver con la gente con la que comenzó a codearse su primo famoso. Cuando se entera del accidente –muchos años después de la pelea y tras mucho tiempo sin verse–, el boxeador se presenta en el velatorio y pide que salga todo el mundo de la sala, para quedarse a solas con su primo, que había sido como un hermano para él. Ese episodio se convirtió en una especie de enigma familiar, una fuente de especulaciones que yo en la obra decidí abordar desde la ficción. ¿Qué cosas dijo Firpo ante el cuerpo de mi bisabuelo? ¿Le contó cómo conoció a su mujer? ¿Le habló de su amistad con Gardel, de las noches de juerga que compartían en el Abasto? ¿Le pidió perdón por haberse alejado? La obra va y viene permanentemente entre estos dos espacios, el público y el personal. Con bastante humor va recorriendo su carrera profesional y también su vida más íntima, trazando el arco de un pibe de barrio que comienza como cadete de farmacia y termina siendo uno de los boxeadores argentinos más famosos de todos los tiempos.La obra va y viene permanentemente entre el espacio público y el personal en la vida de Luis Ángel Firpo (Foto: Judit Gutiérrez) (Photographer: hqfstudio.com/)—¿El hecho de realizar esta función en el centenario del combate te resulta de una significación especial?—No fue algo planeado, pero sin dudas es especial presentar la obra en el marco del centenario de la pelea, por todas las implicancias que tiene. El combate significó el inicio del boxeo profesional en la Argentina, de hecho la licencia de Firpo fue la primera en expedirse en el país. Y es partir de la repercusión popular de la pelea que se autoriza la práctica del boxeo, que hasta entonces funcionaba de manera bastante clandestina. Además marcó varios otros hitos históricos, como haber sido la primera transmisión de radio internacional, seguida por más de diez mil personas desde aparatos que se montaron en la calle. Para la Argentina de 1923 fue como un mundial de fútbol y Firpo generaba algo parecido a lo que genera hoy Messi.—Las familias son siempre mundos aparte, ¿cómo se vivía en la tuya la presencia de un personaje de estas características?—En la familia siempre hubo tensiones en relación a la figura del boxeador. Mi abuelo Héctor y su hermano Pocho fueron de chiquitos a sus peleas y para ellos era una referencia total. Ir a visitarlos a la casa en la que ambos vivían en Avellaneda era escuchar una y otra vez los mismos cuentos. Por otra parte, mi bisabuela lo odiaba, lo defenestraba siempre que podía, porque decía que Luis Ángel nunca había ayudado a la familia, siendo que todos eran laburantes muy humildes. Para la familia, el boxeador nunca dio una mano y tenía fama de “cocodrilo en el bolsillo”. Y al mismo tiempo, sobre todo para los hombres, era una especie de héroe.”En la familia siempre hubo tensiones en relación a la figura del boxeador”, cuenta Emilio Firpo (Foto: Judit Gutiérrez) (Photographer: hqfstudio.com/)—¿Descubriste en el proceso de la obra cosas que no se conocían de Firpo y su mitología?—Sí, a partir de la investigación que realicé aparecieron muchos testimonios grabados de mi abuelo –muchos de los cuales aparecen en la obra– en los que relata cosas que el boxeador le reveló a la familia, como que la pelea estuvo influenciada en muchos sentidos. Antes del combate le ofrecen a él arreglarla, pero se niega rotundamente. Lo loco es que le ofrecen arreglar que sea una derrota o una victoria, por lo que se infiere que a Dempsey también lo tenían hablado. La intención, obviamente, era que supieran el resultado de antemano para ganar en las apuestas. Y también que de alguna manera él decidió terminar la pelea en el segundo round, porque veía que el contexto ya estaba totalmente en contra, tras lo que había pasado en el primer asalto. En la filmación del combate –que está en Youtube– se puede ver con bastante claridad que Firpo no parecía ni muy golpeado ni muy agitado cuando se produce el knock-out. Según los relatos de los hombres de mi familia, Luis Ángel decía que decidió perderla porque entendía cuál era el contexto.Al Capone –nada más y nada menos– era uno de los patrocinadores de Dempsey y las apuestas de la mafia ya estaban hechas a su favor. Sabía que no lo iban a dejar ganar de ninguna manera. Y no lo decía como queja, lo aceptaba como algo natural. Por eso nunca exigió revancha. Otro aspecto no muy conocido es que él se armó la gira solito, consiguió patrocinadores y fue en Estados Unidos donde logró la posibilidad de pelear por el título. En muchos sentidos, Firpo fue un tipo que se hizo a sí mismo de una manera muy impresionante. Al ser tan grandote, laburaba de joven como cobrador de una fábrica de ladrillos de la familia Bunge. Una vez lo quisieron asaltar tres tipos cuando salía con la recaudación: noqueó a dos y el tercero salió corriendo.Ahí Félix Bunge lo invita a su casa en la avenida Alvear, donde funcionaba el Buenos Aires Boxing Club, y empieza la relación de Firpo con el boxeo. Cuando vuelve de Nueva York, pelea un tiempo más pero después ya se dedica de lleno a los negocios, primero en ganadería y luego como importador de los autos Studebaker. A diferencia de lo que suele pasar con muchos peleadores, a él le fue muy bien económicamente. Fue, incluso, miembro de la Sociedad Rural. Raro destino para un boxeador, ¿no?Este 14 de septiembre se cumplen 100 años de la pelea entre Firpo y Dempsey (Foto: Judit Gutiérrez) (Photographer: hqfstudio.com/)Una de las razones por las que la pintura Firpo y Dempsey es tan popular en Estados Unidos tiene que ver con que Dempsey era un tipo bastante odioso, con un talante arrogante y provocador, demasiado vinculado con la mafia. Fue por eso que Bellows lo retrató en caída y vergüenza. Muchos años más tarde, Dempsey se mandó a hacer una copia y la exhibía socarronamente en un restaurante muy famoso que puso en Manhattan tras colgar los guantes (que aparece en una escena clave de El Padrino).La pintura aparece en una escena de Buenos muchachos, de Scorsese, aquella en el bar de los mafiosos, cuando están a punto de ahorcar al pesado de Maury. Y también en aquel capítulo de los Simpsons donde Homero se larga a boxear. En la cultura popular, Dempsey estará eternamente cayendo del ring. Una dulce venganza para el “toro salvaje de las pampas” que, cien años más tarde, sonríe ahí donde esté.* Única función de 17 segundos: jueves 14 de septiembre, 20 hs. Centro Cultural de la Cooperación, Av. Corrientes 1543.

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El “Indiana Jones del arte” recuperó una obra de Van Gogh robada en Holanda

escucharescucharLo hizo de nuevo. Arthur Brand, el detective holandés conocido como el “Indiana Jones del arte”, recuperó un valioso cuadro de Vincent van Gogh que había sido robado de un museo hace tres años durante la cuarentena. Se trata de Jardín rectoral en Nuenen en primavera, pintado en 1884, según informó la policía de ese país a cargo de los crímenes relacionados con las obras de arte.“Se trata indudablemente del verdadero (cuadro), no hay ninguna duda”, dijo a la agencia AFP Richard Bronswijk, miembro de esa unidad especializada con la cual colaboró Brand. Se refería a la pieza valuada entre 3,2 y 6,4 millones de dólares que un hombre, cuya identidad no trascendió, llevó hasta la casa del detective en Ámsterdam en una bolsa azul de Ikea, recubierto con plástico y metido dentro de una funda de almohada.Jardín rectoral en Nuenen en primavera (1884), la obra de Van Gogh recuperada, está valuada entre 3,2 y 6,4 millones de dólaresHANDOUT/Marten de Leeuw/EPA-EFE/ – Shutterstock“Quiero devolver el Van Gogh. Me ha dado muchísimos problemas”, le anunció a Brand un hombre que se comunicó con él hace dos semanas, y que según este experto conocido por recuperar obras de arte robadas “no tenía nada que ver con el robo”. “Sabíamos que la pintura pasaría de una mano a otra en el mundo criminal, pero que nadie quería tocarla porque no valía nada”, explicó el detective al periódico The Guardian. “Solo podrías meterte en problemas. Así que estaba un poco maldita.”La obra de Van Gogh fue restituido al museo de Groningen, que lo había prestado al museo Singer Laren, de donde había sido sustraída el 30 de marzo de 2020. Esa noche, un ladrón rompió una puerta de vidrio del museo cercano a Ámsterdam y se la llevó bajo su brazo derecho, según imágenes difundidas entonces por la policía. En abril de 2021 fue detenido un hombre, identificado por la prensa local como Nils M, que fue declarado culpable por el robo y condenado a ocho años de cárcel.“Unos meses después supe por una fuente del mundo criminal quién había comprado el Van Gogh” a Nils M., explicó Brand, famoso por haber recuperado obras dos esculturas de bronce creadas por Josef Thorak que representan caballos, con las que Adolf Hitler decoró la escalinata de su cancillería; un cuadro de Picasso valuado en unos 25 millones de euros y robado dos décadas antes del yate de un jeque saudita en la riviera francesa, y un anillo que perteneció a Oscar Wilde.Arthur Brand con la reliquia recuperada de la “Preciosa Sangre de Cristo”, en 2022JEREMY AUDOUARD – AFPEl comprador, identificado por la prensa local como Peter Roy K, se encontraba preso por otro caso relacionado con la importación y la exportación a gran escala de cocaína, y quería utilizar el cuadro como garantía para negociar una reducción de la pena. Brand confirmó la identidad de Peter Roy K., pero insistió en que no habría “ningún acuerdo para una reducción de pena”.En 2022, Brand recibió en su casa otro paquete muy esperado: un relicario dorado con la “Preciosa Sangre de Cristo” que ha sido objeto de alabanza de peregrinos católicos por más de mil años. Se trataba de uno de los objetos más sagrados que le hayan robado a la Iglesia católica, conservado desde hacía mil años en la abadía de Fecamp, en el norte de Francia. “Como católico que soy, esto es lo más cercano que se puede estar a Jesús y el Santo Grial”, aseguró entonces.En junio de este año, el “Indiana Jones del arte” había advertido que intentaban vender en Alemania dos cuadros de Francis Bacon robados en Madrid en 2015, en lo que se consideró el mayor robo de arte contemporáneo en España.LA NACIONSeguí leyendoAntes del verano. ¿Por qué hoy Mar de las Pampas es “trending topic”?Desastre. El terremoto de Marruecos destruyó importante patrimonio histórico: “El daño es mucho mayor de lo que esperábamos”Expertos lo ponen en duda. ¿Y si todos los libros de historia están mal y la Segunda Guerra Mundial no empezó en 1939?TemasArteArte y CulturaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de ArteEl artista del momento. El rockstar del Di Tella al que la publicidad le enseñó que todo era posible y hoy es suceso en el Malba“Los artistas como familia”. Reabre la casa de Alberto Heredia como residencia creativaBaño de lujo. Restauraron una sala del Palacio Errázuriz que funcionaba como vestidor de Josefina de Alvear

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10 artistas jóvenes para conocer en arteba

10 artistas jóvenes para conocer en artebaNo es un ranking, ni tampoco un estudio de mercado, sino una selección subjetiva de artistas jóvenes, nacidos todos en democracia, de la que este año se cumplen 4 décadas, que tienen prácticas artísticas disímiles, que van de la pintura a la escultura, del uso de las nuevas tecnologías a la potencia del grafito o lo textil, y que, por supuesto, tampoco indagan en los mismos temas.Arteba abrió las puertas el miércoles para invitados y coleccionistas en el Centro Costa Salguero y a partir de hoy lo hace para el público en general. Infobae Cultura recorrió la feria más importante del país de la que participan 58 galerías (divididas en dos secciones: Principal y Utopía) y de la forman parte 400 artistas del país y el exterior, y de la que selección este decálogo de creadores.Lucrecia Lionti (San Miguel de Tucumán, 1985)Lucrecia LiontiLa artista tiene una obra que recorre los textiles, collages, dibujos, pinturas, objetos e instalaciones, en los que siempre propone algún tipo de juego sobre la alteridad y la construcción del sentido a partir de las palabras, como también reflexiona sobre los contrastes entre la vida contemporánea y las tradiciones, lo actual y la historia, sea de las sociedades o del arte.Sus dos obras en Barro (Stand 27, Sección Principal) justamente proponen ese tipo de juegos a partir de las marcas de dos prendas (una campera tipo college extra oversized) y un morral típico del norte, también en gran formato, en que las iniciales de su firma (LL) se presentan de una manera como lo hacen las grandes casas de moda como Gucci.”IA” (Inteligencia Artificial) y morral, obras de Lionti en Barro “Ella teje a mano, todo lana de oveja natural. Su trabajo es como una paradoja, como algo ridículo, que hace juego para exponer lo artesanal y lo súper moderno”, explican desde el espacio.Licenciada en Artes Plásticas por la Universidad Nacional de Tucumán 2003-2008, continuó su formación en Programa de Artistas 2010 y Laboratorio de Cine 2011 en Universidad Torcuato Di Tella. Tuvo cuatro muestras individuales y participó de múltiples exhibiciones corales. Sus obras ya se encuentran en las colecciones de los museos Castagnino + MACRO (Rosario); Museo de arte Moderno (Buenos Aires); Museo Reina Sofía (Madrid, España), y Le 19 CRAC (Montbéliard, Francia).Te puede interesar: De Berni a los NFT: arteba abre al público con una agenda que funde tradición y vanguardiaPorkería mala (San Pedro, 1994)La porkeria mala con algunas de sus pinturas “sobre lo cotidiano” Explica que no usa el nombre de su DNI porque “la persona también es una invención, una ficción” y que él es su propio invento, luego de una serie de fotos con representantes del museo Franklin Rawson de San Juan, que adquirió una de sus pinturas.La Porkería mala presenta una serie de pinturas en acrílico (con detalles en óleo para dar cierta corporidad en algunos detalles) de los últimos años con un estilo “de los ‘80″, con una herencia de Marcia Schvartz, y que surgen de “la vida cotidiana, que se puede leer como marginal quizás por el exceso del uso del símbolo, el agua derramada, el zapato, los bichos, las colillas de cigarillos, pero que en sí son una muestra de la vida, la tragedia de vivir”.Dibujos de “La comparsa drag”, adquiridos por el Museo Moderno También se presentan en el NN (Utopía, 48) dibujos en birome, “con lo que tenía a mano”, realizados durante el encierro de la pandemia. “Yo pertenecí a un colectivo, la Comparsa Drag, un grupo de maricas y gente decente que armábamos performance en la calle, salíamos más que nada por Corrientes y otros lugares de Buenos Aires a hacer escándalo en la vía pública. Estos dibujos los hice en una época que estaba bastante triste y sola y recordaba un poco eso”.Las obras de la artista tienen una potencia gestual absorbente, como un Lucian Freud en ácido y poseen, en sus expresiones, una espera, una insatisfacción y también alegría. Sobre su formación, dice, estudió Artes Visuales, para farmacéutico, serigrafía, pero abandonó antes de recibirse.Jimena Losada (Mendoza, 1990)Jimea LosadaLosada es una pintora de mano académica, detallista, con una pincelada de trazo muy fino, a tal punto que es un gesto casi invisible, y con técnica que se observa en el cuidado de la forma y el armado arquitectónico. En ese sentido, recurre a cierto imaginario neoclásico, pero a partir de atmósferas que tienen conexiones con cierto surrealismo y con la pintura metafísica.En Pasto Galería, se aprecian una serie de obras que realizó para la muestra Fangal, que se realizó en julio en el espacio de San Telmo, barrio al que se mudó desde Rosario, donde también residió por unos años.”Fangal II”, “Hermana” y “Fangal”, óleo sobre lienzo de de Jimena Losada Justamente, este cambio de escenario la motivó a crear a Fangal, personaje de algunas piezas, que surge a partir del fileteado porteño. “Trabaja mucho los pasos de tonalidades y las luces y sombras, siempre con colores muy oscuros. Antes de pintar hace unos fondeados negros siempre primero, entonces cuando comienza la pintura que vemos ya le sacó toda la luz”, comenta César Abelenda, directo de la galería.Licenciada en Artes Visuales por la UNCuyo, formó parte del colectivo artístico Cerda 2009-20011 y participó de muestras colectivas en Mendoza del 2011 al 2016. Hasta el momento, tuvo 3 muestras individuales, una en cada provincia. Para los que pasen por el espacio, que se encuentra en la Sección Principal (Pabellón A Stand 17) también es muy recomendable la obra de otros sub 40, como las esculturas en madera tallada por Federico Cantini (Rosario, 1991) y, si nos vamos del país, las obras del peruano Iosu Aramburu (Lima, 1986).Te puede interesar: Eduardo Costantini, primer premio al coleccionismo de artebaTrinidad Metz Brea (Buenos Aires, 1994)Trinidad Metz Brea En Aura VTV (Utopía, stand 44) se encuentran tres trabajos de esta artista que se especializa en la escultura y que trabaja a partir de la impresión 3D, a partir de los que crea escenarios que desbordan mitología, como al a vez cierto arrumbamiento de la composición del medioevo.En el mural La lengua, la espada y la máquina, “se toma un concepto y se acomoda para crear universos entre utópico y distópico, de criaturas alienígenas extrañas, en naturalezas extrañas”, comenta a Infobae Cultura. Y agrega: “Me gusta la idea de agarrar lo que es el alto y bajo relieve y traducirlo en clave digital en algún mundo. Que de esa apariencia de un tallado a mano, pero que es todo modelado digitalmente”.Detalle de “La lengua, la espada y la máquina”, y las dos esculturas de Metz BreaLicenciada en Artes Visuales en la UNA, en 2019 tuvo su primera muestra individual “Nada que lastime” en la Galería CPU, Palacio Barolo. En 2020 formó parte de las muestras “Toque de Seda” en Quimera Galería y “Mientras mi sueños sangran” en Fundación El Mirador, donde un año después tuvo un solo show, “La Motherboard”. Del 2016 al 2019 gestó KIDZ, un colectivo artístico y autogestivo LGBTIQ+. Además, fue parte de muestras en CC Recoleta, los centros culturales San Martin, CCK y Haroldo Conti; las galerías Gachi Prieto, Nora Fisch y Pasaje 31 entre otras. En 2021 obtuvo el Premio en Obra de arteba y en la edición 2021-2022 de La Bienal de Arte Joven, su obra Delicia fue seleccionada en la convocatoria Artistas Visuales.Luego también se encuentran dos escultura, una colgante, La pantanosa, que a partir de la impresión trabajó con técnica de “masillado para refinarla”. “Busco incorporar lo que es las nuevas tecnologías, que es algo que aprendí de manera autodidacta, con una tradición de oficios y técnicas en el acero”, comenta, sobre una obra sin título (pero que podría pasar a llamarse El monstruo de la infancia ha vuelto a atormentarme), que remite a El íncubo (o La pesadilla) que nos observa en la pintura de Henry Fuseli (Johann Heinrich Füssli) del XVIII, en la que realiza un fundición al bronce con patina negra para “moverlo a otros territorios y producir hibridaciones”.Nicolás Santiago (Resistencia, 2001)Nicolás Santiago y “El oráculo” un lienzo repegable, pintado al óleo En la chaqueña Galería Chorizo (Utopía, stand 61), el muy joven artista presenta la instalación Consulta el oráculo, que se compone en el frente por un lienzo al óleo y detrás una serie de cartas en papel cartón, pintadas con fibra y cubiertas por una laca protectora.Autodidacta, Santiago solo tuvo formación en arte en la escuela secundaria y hoy estudia una licenciatura en administración, sin embargo comenta que la inspiración llegó de “un montón de libros de historia del arte” de su abuela, que era profesora en la materia.Detrás, los arcanos mayores“Desde siempre, esas imágenes quedaron en mi cabeza y son como el mi canon de belleza”, y allí se pueden ver desde El Bosco a Brueghel el Viejo, “todo lo que sea arte flamenco me apasiona”, dice, como también mucho de la composición de Remedios Varo. Y agrega: “Las cartas son Arcanos Mayores del Tarot, se han hecho interpretaciones a lo largo de la historia porque son arquetipos, de la muerte del diablo o del auto descubrimiento, por ejemplo. Cada uno trataba de sentirse cómodo haciendo sus propias versiones, yo hice las mías”.“Trato de armar un lugar íntimo, donde la gente se mete a resolver las dudas sobre el futuro, las inseguridades. Vivimos en un mundo en el que no hay misterio, como que no hay más allá, es solamente un engranaje y listo. Quería traer a la gente un lugar donde no todo está resuelto, una especie de mundo mágico, donde existe la incertidumbre”, comenta sobre la pieza que pertenece a una serie “sobre ocultismo, de gente que accedió a un conocimiento que no debía de un Dios que te vuelve loco”.Te puede interesar: La Fundación Corporación América entregó su primer Premio AdquisiciónCandelaria Fernández Coya (Buenos Aires, 1991)Candelaria-Fernández-CoyaFernández Coya trabaja a partir de lecturas, que van de manuscritos del medioevo e historias de hadas a El maestro y Margarita de Mijaíl Bulgákov, por ejemplo, a las imágenes vívidas de los sueños, con una propuesta que toma la mentalidad de collage, en el sentido de una composición que puede mixturar diferentes referencias que no necesariamente, a priori, tienen una conexión.En la Sección Utopía, el espacio de San Telmo El Mirador (Stand 62) presenta cuatro piezas de la artista que posee una licenciatura en Artes Combinadas de la Universidad de Buenos Aires, y trabaja como crítica de arte y en conservación del patrimonio.Candelaria-Fernández-Coya“No realizo bocetos, sino a partir de una imagen que se me presenta, trabajo de derecha a izquierda, con lápices de colores, acuarelas y mis crayones al óleo sennelier. Me interesa que se note el trazo, para ingresar en un tipo de arte más artesanal y donde también dejo que sucedan los accidentes como parte de la obra”, comenta.“Me gusta tomarme mi tiempo para cada obra, creo que la contemplación durante la producción es tan importante como una vez que está terminada”, dice sobre las piezas realizadas sobre papel y a las que les marouflage, técnica para fijar una superficie ligera sobre un soporte más sólido y rígido, en este caso, lienzo.Gisella Mailén Scotta (Córdoba, 1988)Gisella Mailén ScottaLa artista se presenta en Sátelite (Utopía, 50), con una serie de dibujos en lápiz, de trazo potente, irregular y así expresivos, de la serie Un animal demasiado solitario se come a si mismo, surgidos a partir de la lectura Eisejuaz de Sara Gallardo.“Hace rato que vengo como entusiasmada con lo épico, dejándome encontrar con esos grandes relatos, las promesas memorables y cómo se representa la valentía, el coraje, lo que consideramos valiente también dependiendo el contexto y qué nos devuelven esas imágenes y que te enfrentan como a un acantilado”, explica la artista.Gisella Mailén ScottaEn ese sentido, toma la historia del libro, en la que un poblador originario que se convierte al catolicismo, en la que crea personajes que no son ilustrativos del libro, sino que los aborda como a partir de lo que le “despierta a nivel recuerdos, más emocionales” y así, en el acto creativo, se deja abordar por su propio territorio, el de las sierras cordobesas, con las cabras, el cuchillo y el trabajo.Técnica en Artes Visuales en la Escuela Figueroa Alcorta, en 2016 obtuvo el título en la Diplomatura Superior en Dibujo de la misma institución y actualmente cursa una Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Nacional del Litoral. Se formó paralelamente mediante becas de clínicas y talleres del FNA, como también realizó talleres y clínicas con diferentes artistas y formó parte de Trillo Sustentable – La Pinguela – Residencia para artistas, Oberá Misiones, y de Manta-taller – residencia de arte, San Martin de los Andes.Te puede interesar: Llega Affair, una feria colaborativa de arte contemporáneo que busca nuevos públicosEmilia De las Carreras (Buenos Aires, 1989)En el stand de Galería Grasa (Utopía, 51), la obra se introduce a la obra de una artista que trabaja con una de las temáticas que interpela a las nuevas generaciones, con la cuestión del cambio climático y la huella del hombre presente, a partir de piezas en las que aparecen caracoles, chapitas de latas de aluminio descartable, y osamentas (artificiales).“Trabaja a partir de la recolección de residuos tanto orgánicos como inorgánicos y combinándolos va muy a tono con lo que es la idea del Antropoceno, que es el impacto o el ser humano como factor de cambio geológico en esta época”, sostiene Torcuato González Agote, director del espacio.“Podríamos imaginar que sus obras son de algún modo como piezas arqueológicas futuras de este presente, lo que uno de repente encuentra en una excavación, como esa mezcla y el resultado de justamente de un organismo combinado”, agrega.Emilia de las Carreras es licenciada en Artes Visuales de el I.U.N.A. Realizó clínica de obra con diferentes artistas; participó de muestras colectivas, entre otras, en Munar, Museo MBA- MAC, La Alianza Francesa, Bikini Wax (México), CAC (Ecuador) y tuvo individuales en Gachi Prieto Gallery, No Lugar (Residencia en Quito), Proyecto A, Espacio Qubo Quimera Galería y en Grasa. Fue seleccionada en la Beca ABC, Proyecto PAC 2014, y en 2018 becada para el programa de formación de ArtistasxArtistas, y Spooky Vision. Fue ganadora del concurso Proyecto A ,donde realizó su muestra individual “Luego, con los restos armarse”. En 2019 fue seleccionada en la Bienal de Arte Joven y Premio Itaú Cultural. Actualmente es parte del equipo docente de Vergel, en el programa “Pintando en el Hospital” y asiste al Programa de Artistas Torcuato Di Tella.Roja (Comodoro Rivadavia, 1987)Roja Pionera (Utopía, 57), espacio de Pinamar que abrió hace dos años y que participa por primera vez de la feria, introduce a esta artista textil que trabaja temas “medio catastróficos, utópicos también y con un tinte humor”, comenta Eugenia Amodio, una de sus directoras.Roja teje a mano cada uno de los tapices en lo que se mezclan elementos de la cultura pop, a partir de escenarios que tienen desde elemento bíblicos, apocalípticos, a cuestiones más fantásticas. La violencia y el amor conviven en las piezas, pero aparecen matizadas en una simbiosis y que se presentan en una elección de colores con fuertes contrastes.Obras de Roja Trabaja a partir de pocas demarcaciones previas, “con un pequeño plano” con el punteo de alguna figura en particular, y a partir de allí comienza a jugar con las formas “con un estilo muy libre, sin buscar algo predeterminado”.Estudió artes plásticas en la UNLP con orientación a cerámica y grabado; maquillaje y vestuario en la escuela de teatro de La Plata y realizó talleres de efectos especiales en FX, como de Dirección de arte en el SICA y cursos de bordado en el taller border con Florencia Russi y en la TAE (Escuela del Teatro Argentino). Desde el año 2010 trabaja en dirección de arte, donde realizó videoclips, películas y series. Participó en muestras colectivas en La Plata, Buenos Aires, Estados Unidos y Países Bajos.Lucila Palladino (Buenos Aires, 1991)Lucila PalladinoEntre los representado por Luogo (Utopía, 49), galería de Rafaela, Santa Fe, se encuentra esta artista de matriz dibujante, así por lo menos ella se considera, pero que tomó la escultura en cerámica como segundo lenguaje al haberse críado, justamente, con una profesora en este oficio.“Me considero dibujante y me interesa trabajar con el grafito, con el que hago dibujos en muy gran formato y en una de esas búsquedas empezó a ocurrir que cuando borraba aparecían estas formas, estos seres oscuros, estos animales en algunos casos, que son medio armadillo, medio humano, o las babosas”, explica Palladino.Las criaturas aparecidas de PalladinoA partir de estas apariciones que parecen surgidas de lo más profundo del mar en algunos casos, comenzó a mutar hacia el trabajo en cerámica, del que también es profesora. Y agrega: “Entonces con la cercanía con el material y la posibilidad de la experimentación salen estos animalitos, que se van poniendo en el cuerpo, que pueden subirse a uno, que están moldeados así, y la idea es un poco que se genere como un movimiento, que tengan vida propia”.Profesora Nacional de Arte egresada de la UNA, actualmente se encuentra cursando la Licenciatura en Arte, en la misma Universidad. Trabaja como artista y docente en espacios formales y en talleres. En 2014 viajó a Oaxaca, México donde estudió Litografía, grabado y cerámica en el taller Rufino Tamayo, entre otros talleres.Seguir leyendoSemana del Arte: 8 obras para recorrer Buenos Aires¿Resistencia, refugio o adorno?: cultura en tiempos de incertidumbre por la crisis

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La vida en podcast: los recomendados de agosto

Hay cierto desamparo en el momento cuendo termina una serie de podcast que se ha disfrutado mucho. Cuando es muy buena, invita a sumergirse en ese universo construido por sus creadores. El desamparo es similar al que se siente cuando termina un libro que ha gustado mucho. Pero es aún peor: si uno es lector, por lo general ya tiene referencias de lo que le gusta, termina un libro y suele saber por dónde seguir. Pero en el flamante y creciente mundo de los podcasts, todavía no existen muchas referencias más que algunas recomendaciones. Así es como se elige un podcast, se lo escucha, abandona y así sucesivamente. Por eso es que resulta tan gratificante oprimier el ícono de “play” y escuchar un contenido atractivo y original. Esas joyitas que dan muchas ganas de recomendar. A continuación, los podcast que aparecieron como un oasis sonoro en medio de esta búsqueda. Este mes, una entrega especial con todo contenido de no ficción y 100% argentino (donde no puede faltar el Diego).Hermanas bravasEl título ya es tentador. Como todo lo popular y todo lo que rodea el folclore de la cancha y las hinchadas en territorio argentino. Esta serie, producida por La Maldita para Spotify Studios, cuenta la historia de las hermanas Ana y Angelica Molina, supuestamente protagonistas de una interna por liderar la barra brava del club Chacarita Juniors.Son nueve episodios que comienzan con una música muy arriba, compuesta para el podcast por Mariano Otero. A esa melodía se le suma la voz de Andrea Rincón, una modelo, actriz y vedette argentina. Y un gran acierto como narradora de este podcast: su voz es la compañía ideal para esta cortina musical y esta trama. Además de la narradora, aparece un cronista que va caminando por el territorio de la hinchada de Chaca, el barrio de San Martín y hablando con vecinos, integrantes de la banda, y la familia de las hermanas Molina. Este cronista es Mauro Albarracín, un youtuber alguna vez apodado por algún medio como el “Marley del conurbano”.El club Chacarita Juniors es famoso por las historias de hinchada. En la barra hay internas. ¿Qué tan reales son? ¿Son Ana y Angélica las líderes de la barra? ¿Cuáles son las causas de la rivalidad entre las hermanas? ¿Qué rol tienen los medios? Sobre estos interrogantes avanza la serie mientras Albarracín camina las calles de San Martín en busca de las hermanas Molina para escuchar sus propias versiones.Como en varias series donde los protagonistas coquetean con la ilegalidad, se corre el riesgo de romantizar la delincuencia, el ser guapo, bravo, temido. Y en cuanto la producción, el cronista aclara varias veces todo el tiempo que les llevó conseguir esa entrevista, o qué difícil es lograr lo que lograron, donde quizás es mejor que los hechos hablen por sí solos y que el oyente sea el que realice su propia valoración del trabajo periodístico de fondo. Más allá de estas frases, que es solo un detalle, hay una muy buena producción periodística con muchos entrevistados que aportan su mirada y un guión, escrito por Florencia Flores Iborra y Juana Alfonso, muy bien organizado para aportar claridad y dinamismo a la historia de las “hermanas bravas”.Te puede interesar: Llega una nueva Fiesta del Libro Usado: un espacio para leer lo ya leídoDemasiados librosPara los amantes de la literatura, hay varias series que se ocupan del tema. Demasiados libros me gustó por lo honesta, lo minimalista y fresca. El autor y presentador, Guido Lautaro Padin, anticipa -y advierte- que no es un especialista y se define como lector. Así, presenta de qué va el espacio. A lo largo de los capítulos, Padin, que asiste al taller de lectura del escritor cordobés Martín Cristal, comparte sus lecturas, sus miradas e interpretaciones. El primer capítulo se estrenó en agosto de 2021. Después de una introducción breve y simpática, se escucha la voz de Padin mientras presenta el podcast y explica que el título hace referencia a Los demasiados libros del ensayista y escritor mexicano Gabriel Zaid, que se reeditó este año y es sobre el funcionamiento de la industria del libro. En cada episodio, Padin cuenta cómo fue su encuentro con ese título, brinda un poco de contexto y habla sobre algún libro, puede ser no ficción (como Los suicidas del fin del mundo, de Leila Guerriero en el primer capítulo, y Los otros, de Josefina Licitra), ficción, argentinos (como Los llanos de Federico Falco), de otros países (como el gran libro de Edouard Levé, Autorretrato).La duración de los capítulos varía: hay algunos de alrededor de 15 minutos y otros con entrevistas a escritores que duran alrededor de media hora. En los primeros capítulos, el presentador lee algunos fragmentos del libro y luego conversa sobre sus impresiones, el escritor, su vida y ese libro. Hay también entrevistas a autores como Santiago La Rosa, Eugenia Almeida y Andrés Burgo y algunos episodios conducidos por Luciana Gallo como invitada especial.En los últimos capítulos se suma como co-conductora la periodista cordobesa Stefanía Coggiola y cada episodio se centra en una consigna que puede abarcar varios libros. Por ejemplo, “Alguien que extraña un ser querido” y allí conversan sobre libros como Los sorrentinos y Unos ojos recién inaugurados de Martín Felipe Castagnet. En uno de los últimos capítulos la consigna es Libros para habitar la naturaleza y allí mencionan al escritor Federico Falco.Producida por Parque Podcast, Demasiados libros es una serie prolija, despojada (muy pocos efectos sonoros, algunos ecos cuando el host lee algún fragmento de un libro) y amena para escuchar hablar sobre libros.FemiautistaAndy Chukier creía que algo le sucedía. Por eso fue un alivio para ella y lo recuerda como un día feliz al momento en que le diagnosticaron, a sus 37 años, autismo. Sobre este día y todo lo que fue descubriendo, investigando y reflexionando es el podcast Femiautista. Chukier trabaja en el universo podcaster hace varios años, brindando consultorías, produciendo y editando. También es docente en las escuelas de comunicación Eter y Tea. Además de esta serie, Chukier realiza los podcasts Gatocracia, Crudo y Está bien, no estar bien.Con frescura y honestidad, Andy Chukier habla sobre ser adulta, autista y feminista. La podcaster asegura que el mundo del autismo se centra en los niños y hay una falta de representación de adultos y, sobre todo, de mujeres.Ella se sentía rara, pero al no conocer a ninguna mujer autista, no pensaba que podía serlo. Una vez puso en Google: ¿Las mujeres pueden ser autistas?. Chukier comparte su camino hacia el descubrimiento de su “identidad autista”, como ella lo define. Cuenta como en terapia le dijeron que no lo era y enumera algunos de sus rasgos. A pesar de que ella le habla directamente al oyente como si fuera alguien en una situación parecida: “tal vez te pasó a vos”, “tal vez a vos te dijeron lo mismo”, recomiendo este podcast para cualquier oyente interesado, más allá de si transita una situación similar. Este tipo de contenidos siempre enriquecen porque nos acercan a las diferencias, nos facilitan el camino a ponernos en los zapatos del otro. Cualquier tipo de oyente puede enriquecerse y comprender más al otro, gracias al testimonio honesto de Andy Chukier.Los últimos días de MaradonaEsta serie se estrenó a fines de 2021, al cumplirse el primer aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona. Son seis capítulos que narran su paso por los Dorados de Sinaloa en la segunda división de México, su trabajo como director técnico de Gimnasia, su última casa futbolera, la pandemia y sus problemas de salud. El último entorno de Diego y los debates sobre cómo manejar su delicado estado de salud. Narrado por el periodista argentino Matias Martin, los episodios duran entre 25 y 40 minutos e incluyen los audios de WhatsApp que se enviaron entre el médico Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el testimonio del médico cirujano Colin Campbell, vecino de Diego en su última residencia en el barrio San Andrés, en Tigre, provincia de Buenos Aires.El guión, su estructura, la edición sonora, los testimonios, todo funciona impecable. Una voz emocionada de Matias Martin en el último episodio, intercalada con el famoso discurso de Maradona, donde dijo: “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”, estos últimos minutos resultan muy conmovedores.El triste ocaso del ídolo argentino, su última etapa, su adicción al alcohol y a las pastillas y los interrogantes que giran en torno a su muerte: ¿Hubo malas decisiones? ¿Su final podría haber sido diferente? ¿Estuvo Diego mal acompañado en su última etapa? Una serie triste, que deja un sabor amargo del barrilete cósmico que le dio tantas alegrías al pueblo argentino.Filma y aclaraciónDiego Lerer es un crítico de cine argentino, actualmente a cargo del blog Micropsia. Ha sido jurado de la crítica en festivales como Berlín, Venecia, Toronto, Buenos Aires (BAFICI), entre otros. En Filma y aclaración, Lerer conversa con directores de cine argentinos sobre su vocación, su recorrido hasta dirigir películas, sus películas. La serie es producida por Espacio Potencia con apoyo de Mubi Latinoamérica, Fundación Itaú, Mecenazgo y el Fondo Metropolitano de Cultura.En el primer episodio, Lerer conversa con Santiago Mitre, director de películas como El estudiante, La patota, Pequeña flor y de su última película Argentina 1985, que fue nominada al Oscar a mejor película. Este primer episodio es como una charla entre amigos, donde no parece estar presente el oyente, donde Mitre se refiere varias veces a Lerer en tono de confianza como “boludo” y donde repasa su vínculo con el cine, sus estudios y sus primeras experiencias cinematográficas.En el segundo episodio la entrevista es la siempre generosa e interesante Ana Katz, directora de películas como El juego de la silla, Una novia errante, Los Marziano y Mi amiga del parque. Damián Szifrón, una figurita difícil, es el entrevistado del tercer episodio y siempre es atractivo escucharlo, así que el oyente se queda con ganas de más con un final algo abrupto.La entrevista a Albertina Carri es muy interesante. Su vida, su infancia, su exilio en el campo, su vuelta a Buenos Aires, la repercusión de Los rubios y sus búsquedas. Además, otros directores argentinos entrevistados son Diego Lerman y Anahí Berneri. Y la lista promete continuar en este podcast ideal para los amantes del cine argentino.Seguir leyendoDario Gentili: “La democracia liberal está en una crisis profunda y ya no es capaz de garantizar el bienestar”“Manal en Obras”: regresa restaurado el disco de la mítica reunión de la primera aplanadora del rock“Gambaro”, una mirada íntima y actual de la obra de una referente de la dramaturgia argentina

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Murió Claude Ruiz Picasso, hijo del pintor español Pablo Picasso, a los 76 años

escucharescucharClaude Ruiz-Picasso, hijo de Pablo Picasso, falleció a los 76 años en Suiza, según informó su abogado Jean-Jacques Neuer en un comunicado en el que no precisó las causas del deceso. Desempeñó el rol de administrador entre 1989 y 2023 de la “Succession Picasso”, que gestiona los derechos ligados al artista y su obra. El mes pasado cedió el cargo a su hermana Paloma. Pablo Picasso tuvo cuatro hijos: Paul, su hijo mayor, nacido de su relación con Olga Khokhlova y que falleció en 1975; Maya, hija de Marie-Thérèse Walter, que murió en 2022; y Claude y Paloma, fruto de su relación con Françoise Gilot.Claude Ruiz Picasso era fotógrafo y director de cine, vivió en Nueva York entre 1967 y 1974. Fue asistente de fotografía de Richard Avedon durante casi un año y estudió cine y puesta en escena en el Actors Studio. También trabajó como fotoperiodista para Time, Life, Vogue y Saturday Review.La “Succession Picasso” tiene el monopolio de los derechos de autor y de reproducción de la obra del pintor malagueño, fallecido en 1973, así como de los derechos de personalidad, derechos morales y derechos de marca. Emite certificados de autenticación y lucha contra las falsificaciones, emprendiendo periódicamente acciones legales.Noticia en desarrolloCon información de AFPLA NACIONTemasPablo PicassoSuizaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Pablo PicassoTenía 101 años. Murió Françoise Gilot, la mujer que se rebeló contra Picasso y publicó los maltratos que sufrió junto a él¿Picasso se desploma? Por qué los cuadros del genio cotizan en baja por primera vez en la historiaGenio y provocador. ¿Qué tan bueno era realmente Picasso?

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Murió el reconocido sociólogo estadounidense Howard Becker

escucharescucharLas ciencias sociales despiden a uno de sus pensadores fundamentales. Este miércoles, a los 95 años, falleció en San Francisco el sociólogo estadounidense Howard Becker. Nacido en Chicago el 18 de abril de 1928, desde muy joven había mostrado talento para tocar el piano y, en su adolescencia, trabajó como músico en bares nocturnos en la década de 1940 (”Ganaba el sueldo de un adulto y ya no dependía de mis padres”, recordó). Se licenció en Sociología en la Universidad de Chicago en 1946. Mientras estudiaba, consideraba la música su carrera y la sociología un hobby. A Becker se le atribuye la teoría del “etiquetado” social.”MÚSICA DE MIERDA”: UN ENSAYO ESTÉTICO PROFUNDO Y PROVOCADOR SOBRE EL BUEN GUSTO, LA SENSIBLERÍA Y LOS PREJUICIOSSu experiencia como pianista de jazz y su intimidad con músicos y aficionados -muchos de ellos, afrodescendientes- dio lugar a uno de sus libros más importantes, Outsiders. Hacia una sociología de la desviación (Siglo XXI), de 1964, donde abordaba novedosos objetos de estudio, como las interacciones sociales en bares y discotecas, el consumo de drogas y los “pactos” sociales que determinan qué es “normal” y qué es “anormal”. “La desviación no es una cualidad de la acción cometida sino la consecuencia de la aplicación -por parte de otros- de reglas y sanciones. El desviado es alguien al que la etiqueta le ha sido puesta con éxito; el comportamiento desviado es el comportamiento etiquetado así por la gente”, postuló.Despedimos a un autor muy querido, Howard Becker, quien murió ayer a los 95 años. Entramos a su mundo en 2009, con la publicación de “Outsiders. Hacia una sociología de la desviación”, un clásico de los años 60 que no circulaba en español y que tradujo Jaime Arrambide. pic.twitter.com/4Ws34RbA9Q— Siglo XXI Editores (@sigloxxiarg) August 17, 2023

En esta línea de investigaciones apoyadas en la práctica se pueden mencionar El jazz en acción. La dinámica de los músicos sobre el escenario (Siglo XXI), escrito con el profesor y también músico de jazz Robert R. Faulkner; Cómo fumar marihuana y tener un buen viaje. Una mirada sociológica y Para hablar en sociedad. La sociología no basta (Siglo XXI), donde analiza con humor el modo en que las novelas, las obras de teatro, el cine, las fotografías y la moda construyen imágenes de la realidad. “El entretenimiento es también una fuente seria de conocimiento”, dijo a LA NACION en 2015.Para leer a Howard BeckerLa obra de Becker, a la que se vinculó con el interaccionismo simbólico y el construccionismo social, tuvo enorme influencia en la teoría cultural y en el estudio de las subculturas y la cultura popular en su país natal, el Reino Unido y Francia. En Los mundos del arte (Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes) demostró que los modos de validación de la esfera artística no están por fuera del universo que los consagra como tales. Su estilo de escritura, fluido y “musical”, captó el interés de reconocidos investigadores; lo desarrolló en Manual de escritura para científicos sociales. Cómo empezar y terminar una tesis, un libro o un artículo (Siglo XXI), donde aconseja a los jóvenes investigadores usar un estilo directo y evitar la jerga y las abstracciones.“Una mala escritura no puede separarse de los problemas teóricos de la disciplina -dijo- La organización social de la vida académica está basada, entre otras cosas, en recompensas y castigos. Y una de las cosas que recompensa y castiga es la escritura”.¿QUIÉN FUE ULYSES PETIT DE MURAT?“Howard S. Becker, ‘Howie’, como él se encargaba de informar a quien se le acercara, estudió cuando joven sociología con Everett Hughes y piano con Lennie Tristano, siendo ambas experiencias centrales para el desarrollo de sus ideas -dice a LA NACION el doctor en Sociología Claudio Benzecry, profesor de la Universidad de Northwestern-. Publicó libros de investigación y conceptualización centrales para la sociología norteamericana como Outsiders y Los mundos del arte. Más tarde se dedicó a escribir sobre el artesanado de la práctica sociológica, con hermosos volúmenes, como Trucos del oficio, que han acompañado a múltiples generaciones de cientistas sociales, donde se ve ya su generosidad, su compromiso con una idea democrática de la teoría, y una minuciosidad para pensar la relación entre datos, teoría y evidencia. Su sociología nos obsequia una prosa engañosamente sencilla, con una elegancia y frescura que no envejecen; es sencilla pero no simple, se necesita haber ‘masticado’ mucha teoría para poder mantener las conversaciones que de manera implícita y elegante Becker mantuvo con los popes de la ‘Gran Teoría’”.Benzecry mantuvo un estrecho vínculo con Becker desde 2004. “Becker cuenta una historia que atribuye a David Mamet -recuerda-. Dice que en cada obra de teatro, cada personaje que está en una escena está ahí por alguna razón. Si no tuviera razón alguna para estar allí, estaría en algún lugar donde sí tuviera sentido su presencia. Y en cada escena, cada personaje está intentando hacer aquello para lo que entró en escena. Lo que resulta de esto no es lo que cada uno de los personajes quería sino el resultado de lo que sucede porque todos intentaron realizar sus intenciones y lo que sucedió cuando intentaron hacerlo. Esta historia sintetiza algunas de las ideas cardinales de Becker: la centralidad de la cooperación en los procesos interactivos, los patrones de actividad que funcionan de manera tal que la inclusión de nuevos actores en escena cambia poco, el foco de cómo la acción en conjunto desvía y organiza los patrones de acción individual. Se fue un gigante generoso, pero por suerte nos quedan sus enseñanzas”.Benzecry entrevistó a Becker para la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, de la Universidad Nacional de San Martín, en 2022. La charla se puede ver en YouTube. Y en este enlace se puede escuchar una serie de cinco capítulos de Radio France dedicada al hombre que estudió sociología y jazz en la Chicago de posguerra.Daniel GigenaSeguí leyendoPedido de informes. Una diputada de Juntos por el Cambio duda de la transparencia del concurso en el Bellas ArtesEn medio de las dudas. 10 preguntas y respuestas sobre los requisitos y procedimientos para elegir al nuevo director del Museo de Bellas Artes”Estudiar al candidato”. Milei pegó un salto: por la demanda, se reimprimen los libros de y sobre el candidato a presidenteTemasArte y CulturaPensamientoJazzLibrosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Arte y CulturaTras la polémica por “Secret garden”. El Jardín Botánico vuelve a ser motivo de disputa por una obra en construcciónTiempo de descuento para arteba. Larisa Andreani: “Tenemos entusiasmo, en épocas de crisis hay mucha renovación”¿Quién era Ulyses Petit de Murat? Amigo de caminatas de Borges, marcó un sorprendente récord Guinness

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Dilemas del escritor como trabajador

La Feria de Editores (FED) se encuentra en pleno desarrollo mientras estas líneas son publicadas. El evento anual ya se convirtió en un clásico. Las editoriales “independientes” convocan multitudes ávidas de encontrar libros de todos los géneros, con los que alimentar a sus bibliotecas y espíritus. La definición de “independiente” se realiza mediante una principal oposición: no son las grandes empresas multinacionales de la industria del libro. De allí en adelante, pequeñas, medianas, relativamente grandes, nacionales, extranjeras (sobre todo españolas y mexicanas) se dan cita para promocionar el producto del esfuerzo y la vocación de publicar. Un oficio que en Argentina ha tenido grandes maestros e hitos del libro en español, y que hoy se manifiesta en un legado profuso y entusiasta. Tanto como hay lectores ansiosos por adentrarse en el entusiasmo propio de aquellos que ejercen el oficio de escribir.La FED, que se desarrolla en el Complejo Art Media, se diferencia de la tradicional Feria del Libro, por ejemplo, por la cercanía entre el libro y los lectores. Cada stand es atendido por los mismos editores o por libreros (o ready made libreros) y con la presencia de muchos de los escritores, argentinos al menos (que también recorren la feria en tanto lectores ellos mismos). Además hay charlas, mesas debate y actividades para los más chicos.Te puede interesar: El discurso completo de Selva Almada en la apertura de la Feria del Libro de RosarioLa FED 2023 se realiza este fin de semana en Buenos Aires (Foto: gentileza Feria de Editores)En fin, es una buena costumbre en épocas en que el objeto libro es un bien suntuario para la mayoría de la población, crisis económica mediante; con una industria golpeada por los años de pandemia, que no recibe beneficios como sojeros, mineras, siderúrgicas y entidades financieras (todo excedente económico general va a parar a manos del FMI, dicho sea de paso). Por otro lado, justo al iniciarse la FED, la Unión de Escritoras y Escritores, una de las entidades que se proponen como gremio de quienes ejercen el oficio de escribir (las otras son la decorativa SADE y la SEA), publicó en sus redes el siguiente texto:“Llega agosto y con él, la comunicación de las editoriales informándote las regalías correspondientes a los libros vendidos en el semestre. En el mail suele leerse: ‘Los pagos locales se realizarán entre el 28 de agosto y el 8 de septiembre, pudiéndose demorar otras 48 hs’. Es decir, un pago semestral que sucede recién a los ocho meses, con suerte”.Sumémosle a esta ecuación que quienes somos escritores recibimos apenas el 10% de cada libro vendido. Ahora sumémosle un contexto inflacionario anual del 142, 4 %.Volvamos al mail inicial: “si una editorial te explica hoy que lo que vendiste en los primeros seis meses lo vas a cobrar en agosto o septiembre, en un país tomado por la inflación, alguien sale perjudicado y alguien se beneficia, ¿no?”.Karl Marx (1818-1883)El eslabón más débil de la cadena de la industria editorial es el escritor. Y surge como siempre la discusión acerca del escritor como trabajador. Un tema difícil.El escritor produce. He allí una obra, un trabajo. Examinemos la teoría económica para decidir si corresponde la categoría “trabajador”. Para Karl Marx (ojo, no se lo cita caprichosamente, sino porque es el pensador que con mayor eficiencia teórica y perspectiva histórica definió las relaciones que se materializan en torno al trabajo humano y a la sociedad de clases que se cristaliza mediante la apropiación –por parte de unos pocos– de la riqueza que la fuerza de trabajo produce), el trabajo es una actividad específica de un individuo mediante la cual puede expresar su humanidad. Esta materialización del “ser humano” mediante el trabajo, cobra vida en un producto que es externo al individuo. Es creado por él y al mismo tiempo el propio hombre creador sufre modificaciones en su constitución. Hasta ahí, tout va bien.Ese trabajo es producido por la fuerza de trabajo, en este caso, del escritor. Según El capital de Marx , la fuerza de trabajo es “el conjunto de las facultades físicas y mentales que existen en la corporeidad, en la personalidad viva de un ser humano y que él pone en movimiento cuando produce valores de uso de cualquier índole”. En ese marco, el salario es el valor para producir esa fuerza de trabajo. El plusvalor es la parte de excedencia que la fuerza de trabajo produce y que el capitalista se apropia en el marco de las actuales condiciones del sistema de producción.Ahora, la definición es clara respecto a la pertinencia de nombrar como trabajador al escritor. Más difusa se pone la cuestión al analizar cómo los capitalistas, es decir, las editoriales (pequeñas, medianas, grandes, megaeditoriales) pagan por la mercancía, fuerza de trabajo del escritor. Es que, como señala el texto de la Unión de Escritoras y Escritores, el pago de regalías a los escritores se realiza cada seis meses. Por lo general, al escritor le corresponde el 10% del precio de venta al público de cada ejemplar vendido.Por cada libro vendido, al escritor le corresponde el 10% del precio de venta al público (Foto: REUTERS/Marcos Brindicci) (MARCOS BRINDICCI/)Si consideramos que en la Argentina de 2023 el precio de un libro es de alrededor de 5.000 pesos, al escritor le corresponden 500 pesos por cada libro vendido. Las tiradas de la mayoría de los libros editados rondan los 1.000 ejemplares. Si se vendiera toda la tirada, un éxito, corresponderían 500.000 pesos que, divididos, por los 6 meses del semestre, resultarían en 83.000 pesos por mes. Una cifra muy inferior al salario mínimo, que ya se encuentra por debajo de la línea de pobreza.Perdón el enmarañamiento de cálculos en esta columna, pero la intención es señalar que la gran mayoría de los escritores no alcanzan, de manera material, a sostener el valor de lo que producen con lo que obtienen al vender su fuerza de trabajo a las editoriales. Se pueden contar con los dedos de las manos los escritores argentinos que viven de las regalías de sus textos. El resto no se dedica puramente a escribir, sino que realiza trabajos relacionados con la literatura (talleres, docencia, periodismo, etcétera) o directamente otro tipo de trabajos relacionados con cualquier otra rama de la producción. O son magnates y escriben por el puro placer de escribir, que parecen ser un mito. Pero que los hay, los hay.En la Argentina el Estado, a través del Fondo Nacional de las Artes, otorga algunas becas a proyectos concretos en el área de Literatura u otorga premios a obras presentadas a concursos. Es otra forma de estímulo pero que se realiza una sola vez –es decir, el monto del premio o la beca debería ser dividido por el tiempo que insume la creación de una obra o la reproducción de la fuerza de trabajo que la creó–.Fondo Nacional de las Artes (Foto: Ricardo Alberto Maciel) (Ricardo Alberto Maciel/)Es complicado ser escritor, en tanto trabajador.¿Podría ser diferente? Señalemos la experiencia mexicana. Todos los años la Secretaría de Cultura, a través del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales convoca al ingreso al Sistema Nacional de Creadores de Arte (para creadores –en distintas disciplinas pero la mayoritaria se centra en los creadores literarios– mayores de 35 años con una trayectoria artística comprobable, aunque también existe otra línea para jóvenes con o sin obra publicada) que otorga, a los ingresantes elegidos por sus pares y en concurso, un estímulo mensual, por tres años, de 32.173 pesos mexicanos (esto equivale a 1.884 dólares por mes).Debe haber otras opciones a imitar, pero sería tiempo de pensar que el Estado reconozca a los escritores como tales y les otorgue un salario, así sea por un tiempo limitado, para poder usar su fuerza de trabajo en una nueva realización que llegará a manos de los lectores, probablemente, en una FED que cobra vida como la que se realiza actualmente en Buenos Aires.Seguir leyendoEl discurso completo de Selva Almada en la apertura de la Feria del Libro de RosarioComienza la Feria de Editores: en la variedad está el gustoExpectativa y realidad: cómo trabajan las editoriales independientes argentinas en el exterior

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En el CCK se celebra la democracia con una muestra de cartas a Perón, durante el ajuste de 1952

La expo “La participación al poder”, inaugurada la semana pasada, vuelve a tomar un capítulo partidario -las cartas del “pueblo” a Perón y Evita- como emblema de la sociedad civil toda. Se completa con obras actuales y un mural del gran artista Daniel Santoro.

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Juan Villoro: “Mi padre estaba fascinado con ser alguien de peligro para los Estados Unidos”

escucharescucharDe visita en Buenos Aires, el escritor y periodista mexicano Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) conversó este jueves en la librería y centro cultural del Fondo de Cultura Económica (Costa Rica 4568) con la escritora y ensayista Graciela Speranza, que destacó que La figura del mundo. El orden secreto de las cosas (Random House, $ 7999), el nuevo libro de Villoro, “verdaderamente extraordinario”, solo a primera vista podía leerse como un libro sobre el padre del escritor, el filósofo, académico, activista, diplomático e indigenista Luis Villoro Toranzo (1922-2014), autor de clásicos del pensamiento latinoamericano como Los grandes momentos del indigenismo en México, El sentido de la vida, Estado plural, pluralidad de culturas y De la libertad a la comunidad.Graciela Speranza y Juan Villoro, en la librería palermitana del Fondo de Cultura EconómicaCaptura de pantalla“Este no es un libro sobre un filósofo, sino sobre un padre que desempeñó ese oficio”, advierte el autor en las primeras páginas. Entre otros, asistieron al encuentro los escritores Luisa Valenzuela, Jorge Fondebrider, José María Gatti y Federico Bianchini, el editor Daniel Divinsky y autoridades de la editorial y de la embajada de México. El reconocido escritor y cronista dijo que iría mañana a ver La desobediencia de Marte, su obra teatral protagonizada por los científicos Johannes Kepler y Tycho Brahe, que se representa hasta los viernes, sábados y domingos hasta fin de mes en el Centro Cultural de la Ciencia (Godoy Cruz 2270), con dirección de Marcelo Lombardero y con entrada gratuita.Portada de “La figura del mundo”, de Juan VilloroEn diálogo con Speranza, recordó que años atrás había escrito un texto por encargo de la Revista Orsai, que dirige el escritor Hernán Casciari, titulada “Mi padre, el cartaginés”. “Mi padre creció como cartaginés, resistiendo contra el imperio, posponiendo el holocausto de la ciudad sitiada. Estudiar, saber latín, significaba vencer a Roma. Aprendería a no tener familia, ciudad, país concreto. Su guerra púnica sería abstracta, intensa, sostenida”, se lee en ese perfil. “El Cartago de mi padre fue Chiapas”.LA LIEBRE DORADA: UN CUENTO DE SILVINA OCAMPO, EL “SECRETO MEJOR GUARDADO” DE LAS LETRAS ARGENTINASEl miércoles, en el Centro Cultural Borges, Villoro había presentado una nueva edición de El imperio perdido, del escritor y académico mexicano José María Pérez Gay, a diez años de su muerte. Tanto el padre de Villoro como Pérez Gay fueron asesores del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. “A pesar de los defectos que veía en López Obrador, mi padre anhelaba su triunfo -cuenta Villoro en La figura del mundo-. Era una oportunidad única de acabar con los partidos que habían desplegado desde el poder todos los recursos de la corrupción”.Mi nuevo libro, con la hermosa portada de Amanda Mijangos, que captura el sentido del texto: un niño ilumina la sombra de su padre pic.twitter.com/iFbzBcK9qS— Juan Villoro (@JuanVilloro56) May 20, 2023

Speranza definió el libro como un “retrato facetado” del padre de Villoro, con recuerdos propios y ajenos, y un recorrido intelectual del “México convulso”, desde el movimiento de 1968 (ese año se produjo la masacre de Tlatelolco, sobre la que Elena Poniatowska escribió una obra imprescindible) hasta el levantamiento zapatista en Chiapas, que Luis Villoro apoyó. “Al mismo tiempo, siempre a contraluz y sin ocupar el primer plano, Juan Villoro se retrata a sí mismo -dijo la escritora-. No sería exagerado decir que Juan ha escrito su Carta al padre y, sin proponérselo quizás, su Retrato del artista adolescente”. Entre el polo de la racionalidad paterna y el de la emotividad materna, Villoro optó por un punto intermedio. “Nunca pensé que pudiera prosperar en el campo de las emociones o las ideas en estado puro. Mi sensibilidad era nerviosa y la literatura apareció como la actividad ideal para aplicarla”, cuenta.En las páginas de La figura del mundo, Villoro menciona, entre muchos otros, a Séneca, Pelé, Gandhi y Dostoievski, Walter Benjamin, los Beatles y Fidel Castro, el filósofo mexicano Alejandro Rossi (el mejor amigo de su padre), Octavio Paz y Elena Garro (en octubre de 1968 logró que Borges, Bioy Casares y Manuel Peyrou apoyaran al gobierno mexicano, responsable de una represión sangrienta; Eduardo Mallea, Victoria y Silvina Ocampo se negaron), Marshall Berman y el subcomandante Marcos (rebautizado como Galeano en 2014).En sus obras teatrales Filosofía del mundo y El filósofo declara, protagonizadas por intelectuales, Villoro se había basado en la figura paterna. “Filosofía de vida tiene frases de él y de sus amigos -dijo este jueves-. Con el director teníamos miedo de que mi padre viera la obra, donde nos burlábamos de la neurosis intelectual y de la comicidad involuntaria de gente muy inteligente que no sabe resolver ciertas cosas. Pero mi padre se divirtió mucho al verla, se tuvo que poner un pañuelo en la boca de la risa. Estaba fascinado con esas criaturas estrafalarias que eran él y sus amigos”. En su novela Arrecife, abordó la imagen de un padre ausente. Su nuevo libro comienza con la frase de una vecina de asiento de avión: “Los intelectuales no deberían tener hijos”.Para Speranza, en su libro Villoro trata de entender a su padre y de entenderse. “Ni novelista que habla de sí mismo ni periodismo selfie”, sintetizó. “Hay un género literario que no se ha cultivado lo suficiente, que es la explicación retrospectiva de por qué escribimos libros”, bromeó Villoro, y citó al escritor Salvador Elizondo (”la teoría que he creado sobre mi novela es muy buena, mejor que la novela”). Y agregó: “Hay algo de ficción en explicarte a ti mismo”.“El periodo que a mi padre le parecía el más interesante de su propia vida fue cuando no podía entrar en Estados Unidos por sus presuntas actividades antinorteamericanas; él había participado en la fundación del Partido Popular Socialista en México y había apoyado la Revolución cubana -recordó Villoro-. Mi padre estaba fascinado con ser alguien de peligro para los Estados Unidos; esa manera de ser enemigo del imperio a mí me parecía, de niño, curiosa y misteriosa. Ser filósofo es como ser un agente doble. Nunca estás en la realidad sino pensando en un mundo alterno”.En La figura del mundo el autor evoca los conflictos sociales que hubo en su país en torno a la realización de los Juegos Olímpicos en 1968. “El caldo de cultivo del libro tuvo que ver con cierta figura irregular de mi padre”. Al llegar a México, a Luis Villoro (nacido en Barcelona) el país le pareció horrible. “Intentó abrir una ventana hacia otro mundo y desarrolló una pasión intelectual en entender al otro, que en su caso fueron los indígenas, el ‘México profundo’ que había sido soslayado; fue una especie de fray Bartolomé de las Casas posmoderno”. Al principio, Villoro padre tomó distancia del zapatismo pero, al advertir que la guerrilla se transformaba en un moderno movimiento social, apoyó con fervor la causa.Villoro es el hermano mayor de su familia y el único que vive en México. “Cuando fui a pedirle a mi padre el acta de nacimiento para que pudiéramos tramitar la ciudadanía española, se molestó mucho y me sometió a un interrogatorio severo -contó-. ‘¿Por qué de manera taimada quieres pertenecer a otro país? Eso vulnera la identidad, que es indivisible y única’, me dijo. Cualquier cosa que yo pudiera decirle lo molestaba más. ‘Tú no sabes el trabajo que nos ha costado ser mexicanos y quieres tirar este esfuerzo por la borda’. Entendí lo mucho que él había tenido que vencer para cumplir algo que en principio no había querido cumplir. Y les dije a mis hermanos: ‘Si quieren ser españoles, búsquense otra vía’”.La vida pública del padre de Villoro -que ayudó a fundar partidos de izquierda e impulsó reformas políticas, dio clases y adhirió a luchas sociales mexicanas e internacionales- queda consignada en el apasionante libro. “Eso fue fácil de rastrear -admitió el autor-. Tenía una genuina admiración por eso; lo curioso es que, siendo yo su hijo, debía tener claves privadas para explicar por qué él había llegado a esa conducta pública, pero lo cierto es que su vida íntima era muy desconocida para nosotros. Era totalmente refractario a las anécdotas; le gustaba hablar de ideas y temas políticos. El desafío fue conectar los momentos de vida pública y tratar de interpretarlos con momentos de la vida privada”. El libro cierra con una conversación, tan conmovedora como divertida, entre Villoro y su madre, la psicoanalista Estela Ruiz Milán.Villoro recordó el fallecimiento, el martes pasado en Ciudad de México, del historiador e intelectual argentino Adolfo Gilly, a los 94 años. “Fue amigo de mi padre”, dijo. Respecto de la salud de este en los últimos años, contó: “Le gustaba mucho desentenderse de su propio cuerpo y comportarse como si la salud fuera una conjetura o una cuestión especulativa. Así vivió de forma muy placentera hasta los 91 años”. Salomónicamente, las cenizas de Luis Villoro se dividieron: una mitad está en la iglesia de los frailes dominicos en el Centro Universitario Cultural, en Ciudad de México, y la otra, en Oventik, Chiapas.La presentación completa se puede ver en la cuenta de Instagram de la librería y centro cultural del Fondo de Cultura Económica.Para agendarLetras, arte y cienciaEste domingo, a las 18, Villoro dialogará con la periodista y escritora Matilde Sánchez en el Centro Cultural de la Ciencia (Godoy Cruz 2270). El escritor, periodista y autor de la obra La desobediencia de Marte, que se presenta de viernes a domingos a las 20 en el auditorio del C3, participará de un encuentro abierto al público dedicado a la literatura, el arte y la ciencia.Inscripción previa en este enlaceDaniel GigenaSeguí leyendoEnfervorizados con Borges. Continúan las celebraciones por los cien años de “Fervor de Buenos Aires””Artista total”. ¿Qué está haciendo Viggo Mortensen en la Argentina?Explosión creativa. El sur de Buenos Aires revive con propuestas transformadorasTemasArte y CulturaLiteraturaPensamientoMéxicoLibrosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Arte y CulturaSigue la polémica Secret Garden. Carta abierta en defensa del Jardín Botánico: “La población debe hacer escuchar su voz”Vacaciones culturales. Juegos en museos, libros viajeros y talleres creativosExplosión creativa. El sur de Buenos Aires revive con propuestas transformadoras

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Murió Tabaré Gómez Laborde, humorista y creador de “Diógenes y el linyera”

escucharescucharEl reconocido humorista y caricaturista Tabaré Gómez Laborde murió a los 74 años, según informaron diversos portales de Uruguay. Autor de historietas e ilustrador de libros, se hizo conocido por su tira “Diógenes y el linyera”, que se publicó ininterrumpidamente desde 1977 hasta hoy.“El gran Tabaré Gómez Laborde murió a los 74 años. Deja decenas de tiras de Diógenes y el Linyera, El cacique Paja Brava, Eustaquio, Bicherío, Max Calzone y Vida Interior y tantos otros para reencontrarlo siempre. Acá, con Raúl Fortín, Alfredo Grondona White y Aquiles Fabregat”, lo despidió Revista Humor en Twitter.El gran Tabaré Gómez Laborde murió a los 74 años. Deja decenas de tiras de Diógenes y el Linyera, El cacique Paja Brava, Eustaquio, Bicherío, Max Calzone y Vida Interior y tantos otros para reenecontrarlo siempre. Acá, con Raúl Fortín, Alfredo Grondona White y Aquiles Fabregat pic.twitter.com/UbAXm45cV8— Revista Hum® (@CabezalesdHumor) July 4, 2023

“Con dolor comunicamos el fallecimiento de Tabaré Gómez Laborde, uno de los mejores exponentes de la historieta rioplatense. Gracias por tus dibujos y personajes maestro, a los que homenajeamos en 2019 con este libro. Que en paz descanses”, lamentó también Montevideo Comics en la misma red social.Con dolor comunicamos el fallecimiento de Tabaré Gómez Laborde, uno de los mejores exponentes de la historieta rioplatense. Gracias por tus dibujos y personajes maestro, a los que homenajeamos en 2019 con este libro. Que en paz descanses. pic.twitter.com/loTaUm2NCw— Montevideo Cómics – Nuevos horizontes (@MVDComics) July 4, 2023

Un breve repaso por su vida y obraNació en la ciudad de La Paz, Uruguay, el 21 de agosto de 1948. Según reconstruye Montevideo Portal, se incorporó al mundo de la historieta recién en la década de 1960. Asimismo, precisa el diario La Diaria, heredó el amor por el oficio y tuvo como primer mentor a su tío, Pedro “el Pita” Laborde.“Allá [por Uruguay] hacía las caricaturas de fútbol del diario Hechos, de Zelmar Michelini. Después hacíamos revistas como La Balota y La Chacota con Pancho [Francisco Graells], Néstor [Silva], Blankito [Luis Blanco], esos dibujantes históricos”, recordó durante una entrevista que ofreció a aquel medio en el año 2021.Hacia 1974, Tabaré decidió radicarse en la Argentina, donde ofreció su talento artístico al diario Noticias y luego a la revista Satiricón.En 1977 comenzó con la publicación de su tira más famosa “Diógenes y el Linyera”, con guion de Carlos Abrevaya, Jorge Guinzburg y Héctor García Blanco. De manera interrumpida, la historieta sobre las aventuras de un linyera y su perro (Diógenes) salió en el contratapa del diario Clarín y superó las más de 9000 tiras. Tras la muerte de Guinzburg, en 2008, Tabaré se hizo cargo de los guiones.Hacia 1974, Tabaré decidió erradicarse en la Argentina, donde ofreció su talento artístico al diario Noticias y luego a la revista SatiricónGentileza La DiariaCon el paso del tiempo, se incorporó a otras publicaciones del ámbito local como Revista Humor, Super Humor, Sexhumor y Eroticón. En el exterior, dibujó y escribió para Lui de Francia, la Editorial Eura de Italia y la revista semana de humor El jueves, que pertenece a España.No se avocó solo a la ilustración de tiras cómicas para adultos. Dedicó gran parte de su tiempo también a la ilustración de libros infantiles. Gómez Laborde colaboró por ejemplo, para editoriales como Alfaguara, Sudamericana y Colihue, y en revistas como Humi, Billiken, Disney y Genios. Además, realizó más de 50 cortos cinematográficos de humor conocidos como “Tabaré se mueve”.Sus dibujos cobraron fama al punto que en 1997 Recibió la Mención de honor del Festival Internacional de Humor Gráfico Fano Funny, en Italia. Fue nombrado además Profesor Honorífico de Humor Gráfico de la Universidad de Alcalá de Henares y, en 2003, recibió el Premio Morosoli de la Fundación Lolita Rubial en su tierra natal.Una tira de “Diógenes y el linyera”, ilustración que hizo ganar notoriedad a Tabaré en el rubro de los caricaturistasEn 2021, forzado por una situación económica adversa, Tabaré Gómez puso a la venta numerosos originales de sus obras.LA NACIONSeguí leyendoLa respuesta del libertario. Reapareció Blumberg y afirmó que el espacio de Milei vendía candidaturas por US$50.000Horror y dolor en Laboulaye. La madre del chico asesinado en Córdoba reveló la inquietante hipótesis que maneja la fiscalíaInédito. El argentino que era un as del tenis criollo, se pasó al clásico, figurará en el ranking ATP… ¡y tiene una sola raqueta!TemasUruguayConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de UruguayInfraestructura y política. ¿Qué falló en Uruguay para quedarse sin agua potable teniendo el río más ancho del mundo?”S.O.S”. El mensaje de auxilio en una botella encontrada en las costas de Maldonado que destapó una trama en un buque chino“Es valiosa”. Destacan que el suelo se beneficia de una actividad con más de 200 años de historia

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