Categories
opinión

La distancia entre el 1 y el 2

No comienza el Libro Sagrado con la letra “1″ porque ese es el número previo al UniversoLa Cábala judía descubrió detrás de cada número un mensaje. Una historia. Para los místicos, la distancia entre el “1″ y el “2″ es el infinito. No existen números que estén separados por una diferencia mayor. El 1 representa lo único. Al ser único no tiene comparación con ninguna otra cosa, por lo que es indescriptible. Lo Indivisible, lo total. Encarna la soledad más absoluta. Nada se le asemeja ni puede asociarse a nada. Es por eso que sólo Dios es Uno. Ese era el estado de la Creación previa a la Creación. La unicidad del todo. Antes de todo, todo era Uno. Todo una sola Luz. Todo era El Uno.A partir del estallido originario, las partículas de esa Luz primigenia se esparcieron por el cosmos dando vida al mundo que conocemos. Un mundo que es todo “2″. Es por ese motivo que la Torá, la Biblia, comienza con la letra hebrea “Bet”: “Bereshit Barah – En el comienzo del crear”. La “Bet” es la letra número “2″. No comienza el Libro Sagrado con la letra “1″ porque ese es el número previo al Universo. La Creación inicia el tiempo del mundo dual en el que vivimos. El “2″ representa la semilla de lo plural, el origen de lo diverso. Noche y día, claro y oscuro. Pasado y presente, frío y calor. Escrito y oral, texto y con-texto. Agua y fuego, izquierdas y derechas. Bosque y desierto, dulce y salado. Cielo y Tierra, música y silencio.Y el Ser Humano es retrato de esa dualidad. Pensar y hacer, sentimiento y obra. Justicia y corrupción, compromiso e indiferencia. Tristeza y alegría, libertad y ley. Abrazo y distancia, amor y dolor. Objetivo y subjetivo, cuerpo y espíritu. Salud y enfermedad, la vida y la muerte.La celebración próxima del Pesaj nos enfrenta a una esfera esencial del ser dual que somos. El ser individual y el social. El íntimo y el compartido. El solitario y el comunitario.El 1 y el 2.Aquella noche, en el Egipto de los Faraones, cada familia había marcado las puertas de su casa con la sangre del sacrificio. Cada uno en la intimidad de su tienda, esperaba en silencio la señal. En la mesa las hierbas amargas recordaban los siglos de amargura y prisión. Los panes ácimos sabían a las privaciones, el hambre y el dolor. Las canciones de esa noche se cantarían por los siglos. De abuelos a nietos, una y otra, y otra vez. La misma mesa se volvería a servir una y otra, y otra vez. La fragancia a libertad se respiraba en el aire. Esa noche, sería diferente a todas las noches. Volverían a nacer.Hasta ese momento, cada tienda era sólo una entidad privada. Pero al salir por la puerta marcada hacia una Tierra Prometida, se transformarían en mucho más que una familia. Esa noche nacerían como una nación. Por primera vez aparece en el texto la palabra “pueblo”. Ya no estarían solos en la oscuridad de su prisión. De esas que encierra cualquier Egipto hasta el día de hoy. Ahora marcharían en un lazo compartido. De lo particular a lo común. De la soledad del ego, a un conjunto de almas. De lo 1 al 2.La salida de Egipto no ocurrió solo hace 3.300 años. Vuelve a presentarse como oportunidad en cada mesa. Pensar sólo en el metro cuadrado de nuestra existencia, reclamar apenas nuestras búsquedas, quejarnos sólo por los problemas propios o celebrar únicamente triunfos particulares, nos hace caer en la ceguera de creernos “1″. Es el instante crítico en que el ego nos hace creer que somos como Dios. La puerta que se abre en cada Pesaj nos empuja a descubrir que allí afuera hay un mundo esperando. Un mundo que es “2″, porque no estamos solos.Si logramos abrir esa puerta como sociedad, podremos entonces dejar atrás los egos que nos aprisionan. Abandonar la esclavitud y obediencia ciega a los faraones del momento. Escapar de las grietas que nos atrasan en el tiempo. Dejar de pensar en el beneficio propio, personal, partidario o coyuntural, para nacer hacia un nuevo pacto. Salir del conformismo silencioso detrás de nuestros límites, hacia el camino a compartir que nos aguarda del otro lado de la puerta. El que nos una al fin, con un proyecto en común. De lo 1 al 2.Amigos queridos. Amigos todos.El nombre que lleva el relato milenario, guarda un secreto: “La salida de Egipto”. Egipto era en aquel tiempo la máxima representación de la sociedad humana global. Por lo que, tal como lo indica su título, en la “salida de Egipto” el que debía salir era, Egipto. Pero sólo Israel, una pequeña parte de ese Egipto, salió aquella noche. El objetivo no se cumplió por completo. El propósito aún nos aguarda. La misión espiritual de la era vuelve a abrirnos la puerta. El proyecto para la humanidad, es que toda la humanidad pueda finalmente salir, hacia su propia Tierra Prometida.SEGUIR LEYENDO:Horacio Rodríguez Larreta: “No jodamos más con esa boludez de halcones y palomas, vamos a ganar la elección en 2023″Ucrania publicó un estremecedor archivo en línea para documentar los crímenes de guerra de Putin: “No podrá ocultar la verdad”

Fuente

Categories
opinión

De Niro y el festín incomible

El actor Robert De Niro (EFE/EPA/NINA PROMMER/Archivo)
Ver para creer. O mejor, ver para comer. Las jornadas de cocina de alto vuelo en el hotel Mandarin Ritz de Madrid tuvo un invitado especial, el ya legendario y a la vez en plena vigencia y admirable talento Robert Di Niro, en compañía de su reciente pareja, Tiffany Chen.La idea de que algunos de los cocineros más encumbrados del mundo acudieran a la suite de los dos para que desfilaran los asombrosos platos que prepararon en su honor, fue una noticia muy especial. Tal vez no tanto por el arte y el placer en ofrenda a grandes maestros de las cacerolas, los fuegos, las salsas para sus laberínticas creaciones y su bonita amiga íntima, sino también porque lo cocinado y lo comido fue a la vez un espectáculo y la frontera de lo que es comida humana. La dimensión revelada de un arte y cierta alquimia hasta ahora no revelados. Tal vez mejor, podría suponerse por momentos.Una idea que en sí misma refiera a los mundos y sensaciones del cine. La vida toma del cine, y el cine abreva en la vida. Claro que para poner las cosas bien claras fue un acontecimiento que por unas cuantas razones merece la pena –y no fue cine- escudriñar un rato. Darse una vuelta por lo que comieron ese día los invitados de honor es poco menos que una vertiginosa carrera por los límites de la cocina. En algún momento, De Niro preguntó: “¿Esto es comida? Es para vivirlo una vez en la vida”. Lo dijo, quiere uno pensar, con aprecio por algo superior que le resultó deslumbrante y diferente, una revelación. Se lo vio feliz y divertido. Es posible que haya cumplido su papel al tiempo en que tuvo pasado un día irrepetible donde cocinar no dejó de ser algo de aire circense. Es que los pasos, dieciséis, pusieron algo que se renueva y se destruye, no sin elementos de psicodelia y disparate. Eso: un día irrepetible.Nada puede poner obstáculos a la imaginación en vuelo de palomas echadas a los cielos por las manos convocadas. De todos modos no se habla de la alegría -y la necesidad– de alimentarse, sino también, y sobre todo, de una era de fusiones, mezclas, inventos que pueden parecer febriles si alguien tiene ganas de faltarles el respeto un rato. Tampoco hay lugar para el rústico de frente estrecha empeñado en clamar, por ejemplo, a mí, que me den un chorizo, un bife, una ensalada y un flan con crema y dulce de leche y no me vengan con historias. No, tampoco: nadie tiene derecho a estropear ni a limitar al goce -experimental – de lo se llamó y se llamará menú impagable, tanto por la cuenta que sumaría si fuera algo más que un homenaje, como por lo urdido y lo tragado.Hacia la comida por los caminos del delirio.No se trató de alimentación, queda dicho, sino de hacer cada idea y de la firma de los autores cada vez más desconcertante y aplaudida. Ninguna se repetirá –se hicieron para la ocasión-, contradictorios incunables efímeros. Los maestros se jugaron a una sombra de locura inocente y por la demolición de cualquier forma tradicional capaz de posarse sobre una mesa. Un show por todo lo alto en el que, desde algún rincón, surge la sensación de que nos estaban tomando un poco el pelo.Todos los cocineros de ese día – entero- están decorados por estrellas Michelin, distinción que nació cuando la compañía puso a andar sus neumáticos a la caza de encontrar y formar una forma de turismo: el descubrimiento de nuevos restaurantes fantásticos donde fuera que se encontraban durante el camino. El sendero que nos llevó hacia el genial Arzac -la nueva cocina vasca, Dios sea loada, sin perder una joya tan admirable como la nacida en los caseríos de Euzkadi-, a Paul Bocuse con la embestida contra cremas y manteca, liquidar la clásica cocina de Francia (con reemplazo por platos muy grandes, raciones chicas, precios altos.), hasta la flecha que va hacia Ferrán Adriá y el lanzamiento de la cocina deconstructiva. El Dalí que renovó todo lo que se podía renovar, para que los manteles –después de esperar meses de reserva– ocuparan los gourmets de riesgo y sentido del humor dispuestos a zamparse un helado de morcilla procesado con nitrógeno o humo de langostinos fragante a rosas.Ahora viene, un momento.EL jamón ibérico es uno de los productos más apreciados de la gastronomía Para levantar telón, jamón ibérico de bellota y queso Olavidia -de cabra, premiado y ovacionado con su finita tira negra en el medio, resultado de huesos o carozos de aceitunas reducidas a cenizas-; salazones de atmósfera salina –aceptémoslo, aún cuando suena a redundancia retórica- con rodajas de tomate seco; condesa de espárragos blancos y trufa; milhojas caramelizada de anguila ahumada, foie gras, cebolleta y manzana verde; fresas con nata (o crema) y erizo; gambas de Dénia hervida en agua de mar; toda la gamba: gamba marinada en vinagre de arroz, jugo de la cabeza, patas crujientes y velouté de algas; angulas -alevines plateados de anguila- con guisantes, lágrima y chicharrón de soja; tacos de merluza con kokotxas, emulsión de café y escamas de pimentón; arroz variedad Senia entre cenizas de trufas negras del maestrazgo; postre láctico, dulce de leche, helado de leche de oveja, yogurt de oveja y nube (ha de suponerse que con leche de oveja, para no descarrilar).Los grandes champagne, todos. Vinos de arranque con queso y el ibérico hasta la malvasía junto a los majestuosos blancos dulces de podredumbre noble.Los grandes gorros coronados fueron Joan Roca, Martín Berasategui, Quique Dacosta, José Andrés y el argentino célebre Colagreco desde su restaurante Mirazur, en Menton, pero con varios locales aquí y en otros países de “Carne”: hamburguesas. No olvidar, por favor, su creación de remolacha con caviar, que estuvo presente. De su inventiva e inspiración estuvo el citado dulce de leche, con helado de leche de oveja, espuma de cuajada de oveja y yogur de oveja, todo muy firme y con su empeño tautológico. Se lo enfatiza y subraya por ser compatriota. A los comensales se les habrá hecho leche de oveja la boca.Así fue en la feria Madrid Fusión lo que les fue ofrecido a De Niro y Tiffany Chen.Quien, caprichoso y arrastrado por la curiosidad quiera lo mismo, tendría que ponerse con muchísimos euros y no les saldría igualito. Podría elegir lanzarse a lo que se hizo para De Niro o dirigirse al vomitorium que usaban los latinos para desalojar y volver a comer hasta desmayarse.El menú impagable puede ser también el festín incomible. Depende.Es un juego. Todo bicho que camina, ya se sabe, sobre todo si se agregan trufas, nubes, espumas, huevas, flores. Hubo gran festejo a cuatro horas y media en avión desde Madrid hasta Moscú o Kiev. No por poner comparaciones miserables, sino para convencerse de que en la bolita azul que tenemos por planeta hay sitio para quebrantos y para placeres histriónicos a la vez. Así somos. ¿Así nos va?SEGUIR LEYENDO:Los niños de la guerraViola que algo quedaUcrania: ella baila sola

Fuente

Categories
opinión

Cristina se está yendo del Gobierno

Una vicepresidenta que elogia más a los que aporrean al Congreso que las iniciativas de su gobierno es una vicepresidenta amotinada, al borde del cisma definitivo. Es probable, con todo, que no rompa formalmente la coalición gobernante; si lo hiciera, ella (y su espacio político) se condenaría de antemano al fracaso electoral en las próximas elecciones presidenciales. Pero ella ya no está. Se fue. Al viejo desamor hacia Alberto Fernández le agregó ahora la decepción política frente a un presidente que considera inepto, incapaz de conducir con cierto grado de eficiencia la administración nacional. Su historial político está lleno de situaciones en las que obligó a defenderse a personas inofensivas. Ahora lo hizo con Alberto Fernández, el político menos predispuesto a romper con la vicepresidenta. Hasta que esta lo colocó en la opción de tomar distancia de ella o caer en default con el Fondo Monetario, crisis eventual que hubiera significado el final anticipado del mandato del actual presidente. De las consecuencias de un default solo se saben dos cosas: la sociedad debe sufrir aún más y el presidente en funciones debe terminar apresuradamente su gestión. “El Presidente es un hombre que siente ahora que rompió las cadenas de la esclavitud”, se ufana un amigo presidencial. Cristina prefirió la derrota y la huida antes que la unidad del peronismo, en el que nunca creyó porque ella solo profesa las revoluciones imaginarias. Concibió siempre al peronismo solo como una herramienta electoral en provecho propio.VIDRIOS ROTOS. UN GOBIERNO NUEVO, EN ANGUSTIANTE SOLEDADAlberto Fernández le debe ahora a Juntos por el Cambio (y, entre varios más, a su detestado Mauricio Macri) haber evitado el default. Sin la coalición opositora, que aportó el 55 por ciento de los votos favorables al acuerdo con el Fondo Monetario, el Gobierno estaría hoy muy cerca del default con el organismo multilateral. El rechazo en Diputados del proyecto que autorizaba el préstamo del Fondo hubiera significado el rechazo del Congreso sin necesidad de pasar por el Senado. Máximo Kirchner fue siempre solo un recurso de su madre para boicotear al Presidente; el hijo le sumó, además, su vocación por el vedetismo político. Su estentórea renuncia, su silencio posterior, su ausencia en el debate parlamentario y su teatral entrada al recinto de los diputados en el momento de la votación es más propio del show business que de un político serio.Máximo Kirchner fue siempre solo un recurso de su madre para boicotear al Presidente; el hijo le sumó, además, su vocación por el vedetismo políticoPero no solo el hijo es la prueba de la sublevación de la madre. También votaron en contra del crucial acuerdo los diputados Leopoldo Moreau y Rodolfo Tailhade, que son espadas fanáticas de la madre, no del hijo. Moreau y Tailhade consultan cada acto, cada palabra, cada gesto en el Instituto Patria, no en La Cámpora. El propio hijo estaba en el despacho de la madre antes de ir a votar, según contó la propia Cristina Kirchner en un también teatral relato de lo que sucedió con los execrables desmanes que, otra vez, destruyeron bienes públicos, incluido el despacho vicepresidencial. El espectáculo perdió actores notables cuando la familia Kirchner eligió hacer política en lugar de trabajar sobre las tablas o frente a las cámaras.Cristina mostró en ese relato sin querer o queriendo –quién lo sabe– de qué lado del mostrador está ella misma. Llegó al borde de la justificación de los desórdenes y se ocupó más de culpar de todos los infortunios al Fondo Monetario que de condenar la violencia y la destrucción. Una Kirchner en estado puro. Definitivamente, Cristina le está diciendo adiós al gobierno de Alberto Fernández, aunque lo condene a este a ser un presidente mendicante de la oposición para conseguir los votos necesarios en el Congreso. “Nosotros podemos ayudar ante la posibilidad de una crisis terminal, pero no seremos la permanente rueda de auxilio del Gobierno”, dice uno de los principales dirigentes de Juntos por el Cambio. Entre la probable reacción social por los ajustes, la distancia del cristinismo y el regreso de la oposición a su función en la vida, el pronóstico de los próximos dos años del gobierno de Alberto Fernández no es bueno. Lanzar en ese contexto su candidatura a la reelección presidencial fue un memorable acto de desubicación política.En el otro extremo, la figura de Sergio Massa se agrandó, porque fue él quien consiguió con la oposición la redacción exacta del proyecto (hubo 20 borradores antes de concluir en la versión final) y logró también flexibilizar la posición inicial de Alberto Fernández. Massa aceptó incluso ir personalmente al despacho de Mario Negri, presidente del bloque del radicalismo, para negociar allí con los dirigentes opositores. Juntos por el Cambio no tiene presidente de su interbloque, pero todos desfilaron por las oficinas de Negri. La dinámica de la política termina por elegir lo que los dirigentes no pueden encontrar. Massa debería preservar esa dimensión de hombre de Estado y no volver a sus viejas mañas de aprovechar las circunstancias más de lo que las circunstancias le permiten. También debería reflexionar sobre el papel que quiere jugar el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, más predispuesto siempre a sembrar la discordia en Juntos por el Cambio que en resaltar la unidad que mostró la coalición gobernante en el recinto de los diputados, el más destacado escenario de la política nacional. Morales está en permanente competencia con los candidatos presidenciales de Pro, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Resulta que Morales es también presidente del radicalismo. No se puede ser todo en la vida: gobernador, presidente de un partido importante de la coalición opositora y candidato a presidente de la Nación. O es candidato a presidente o es presidente del radicalismo. O, en todo caso, suaviza su competencia con los otros candidatos presidenciales de la alianza opositora. Nunca se le escuchó a Morales, en cambio, una referencia mala a su amigo Sergio Massa, que es también su aliado en Jujuy. El vicegobernador de Morales es del partido de Massa.En el Senado, los resultados no serán muy distintos de los que ocurrieron en Diputados. Alberto Fernández les tendrá que agradecer a los senadores de Juntos por el Cambio la autorización definitiva para el préstamo del Fondo. Ya la mendocina Anabel Fernández Sagasti, una senadora fiel a Cristina Kirchner, aprovechó la reciente Fiesta de la Vendimia en su provincia natal para anunciarle a quien quiso oírla que la mitad del bloque peronista en el Senado decidió votar en contra del acuerdo con el Fondo. Fernández Sagasti estaba con Máximo Kirchner en el despacho de Cristina Kirchner en el momento en que la oficina de la vicepresidenta fue violentamente agredida. La casualidad de esas piedras infames anticipó el futuro y exhibió la conspiración.EL ALMA OSCURA DE UN HOMBRE MUY PELIGROSOMartín Guzmán comparte con Cristina el capricho y la derrota. El ministro se obstinó en que el Congreso aprobara el crédito, homologara su política económica y, encima, refrendara duras críticas a la gestión de Mauricio Macri. No dijo la verdad, además, cuando aseguró que el Fondo pedía la aprobación parlamentaria de la política económica. Consultados por la oposición, funcionarios del Fondo aclararon que la redacción de las leyes es facultad de cada país, en la que ellos no intervienen. La redacción final eliminó el acuerdo del Congreso a su política económica y las críticas a Macri. Solo quedó la autorización al Ejecutivo para tomar el crédito, que es lo que exige la ley. La oposición no podía –ni quería– aprobar un ajuste por los ingresos más que por los egresos. Aumentos de tarifas y de impuestos. Es lo que habrá. Un ajuste que le meterá de nuevo las manos en el bolsillo de los argentinos en lugar de limitar los descontrolados gastos del Estado. Es el ajuste que Guzmán diseñó para agradar a Cristina Kirchner, cuando él todavía no sabía que ella ya se estaba yendo.Joaquín Morales SoláTemasNewsletter columnistasNota de OpinionAlberto FernándezCristina KirchnerSergio MassaMauricio MacriMáximo KirchnerMario NegriGerardo MoralesFMILeopoldo MoreauRodolfo TailhadeMartín GuzmánJuntos por el cambioLa CámporaHoracio Rodríguez LarretaPatricia BullrichConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de OpiniónVidrios rotos. Un gobierno nuevo, en angustiante soledadLecciones no aprendidas, horrores evitables, ucranianosExpoagro. La fascinación de entender por qué el campo es el motor de la economía

Fuente

Categories
opinión

¿Son tan seguras como creemos las aplicaciones de mensajerías?: el caso Telegram

El reconocido código QR en Telegram. (foto: Cinco Días – EL PAÍS)Hace tiempo vengo reflexionando sobre cuáles son los niveles de protección de la privacidad que tenemos como individuos en el mundo actual. Las aplicaciones y las redes sociales han avanzando culturalmente y se han incorporado en nuestra vida como algo indispensable para poder ser “parte” y “pertenecer” a los distintos grupos.La pandemia ayudó a consolidar esta situación. La tecnología sirvió para acercarnos a nuestros seres queridos y para seguir de manera remota con nuestros trabajos y clases e introdujo a una franja etaria que no estaba incluida en el mundo virtual.Antes de seguir, tengo que aclarar que considero positiva la posibilidad que nos dan estas plataformas para incentivar la comunicación entre los individuos, para estar más informados de lo que pasa y para hacer del mundo un lugar más interconectado y accesible.Solo hace falta ver cómo en la sangrienta invasión a Ucrania las víctimas se valen de la tecnología para hacernos conocer lo que esta pasando, publicando imágenes de la guerra, con una crudeza que nunca antes habíamos visto.Imagen de vigilancia muestra el impacto de un misil en un edificio residencial en Kiev, Ucrania, el 26 de febrero. Imagen transmitida por el Telegram de Vitali Klitschko. (foto Reuters)OSINT se ha convertido en estrella estos trágicos días. Gente de todos los lugares analizando metadatos de fotos o imágenes publicadas, estudiando su veracidad o falsedad. Determinando la ubicación exacta de las hileras de los tanques invasores o señalando ataques contra escuelas, universidades, jardines de infantes, tumbas, memoriales del Holocausto, hospitales, centrales nucleares, departamentos y casas. Mostrando la utilización de bombas racimo y otros armamentos prohibidos por las convenciones internacionales. Brindando al Fiscal Khan de la Corte Penal Internacional la más amplia prueba jamás obtenida para documentar atroces crímenes de guerra y de lesa humanidad. Habiendo dicho esto, lo que me pregunto es si nos planteamos cuánto de nuestra privacidad estamos entregando y cuántos datos damos involuntariamente sin saber exactamente qué es lo que las apps toman de nosotros.¿Garantizan la seguridad que creemos todas las aplicaciones que supuestamente son seguras? Imaginemos a la oposición a las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua. O a la resistencia ucraniana. Muchos de ellos arman grupos de Telegram para intercambiar opiniones u organizar cuestiones operativas.En el pasado, esta aplicación se impuso como la mensajería más segura. En un primer momento, mucha gente migró a Telegram porque era la única que ofrecía proteger las comunicaciones. Hasta que, por ejemplo, apareció Signal y WhatsApp encriptó los chats.Si bien no conozco en profundidad los aspectos técnicos, he leído y me he informado con expertos. Parecería que lo único seguro de Telegram podrían ser los chats secretos. ¿O tampoco? Las llamadas, los chats abiertos y los grupos no lo serían porque -a diferencia de los primeros, que son de persona a persona- todos los otros pasan y se almacenan en el servidor de la app y aún suponiendo que sus dueños, perseguidos por el gobierno ruso, no brinden la información a terceros, ese servidor podría ser hackeado por algún Servicio de Inteligencia o por algún grupo paraestatal afín a las dictaduras o a los invasores.Unos coches pasan por delante de la sede del Servicio Federal de Seguridad en el centro de Moscú. (Foto Reuters)Es más, hay otras cuestiones a tomar en cuenta. ¿Sabían que el Tribunal Supremo Ruso ordenó a Telegram entregar todas las claves al Servicio Federal de Seguridad Ruso aun cuando no haya una orden judicial? Ocurrió en 2018 y la sentencia, que fue apelada por Telegram, quedó firme ese mismo año.En este caso, el Tribunal Supremo de Rusia dijo: “De acuerdo con la Ley Federal 40 -sobre los Servicios Federales de Seguridad (FFS)-, este tenía derecho a publicar actos jurídicos normativos con el fin de proteger la seguridad nacional de Rusia”. Además, sostuvo que “el artículo 10 (1) (4.1) de la Ley de Información obligaba a las empresas que difundían información en línea y que cifraban dicha información a proporcionar al FSS las claves de descifrado necesarias, previa solicitud”. Como consecuencia de esto y de varias normas dictadas, “el Tribunal concluyó que la FFS no excedió su autoridad al emitir la Orden N° 432 del FSS que regulaba cómo podían obtener los medios para descifrar la información. Los artículos 3 y 5 de la Orden N° 432 del FSS obligaban a empresas como Telegram a compartir la información necesaria para descifrar los mensajes electrónicos. El Tribunal añadió que la Constitución rusa y las leyes sobre privacidad y secreto de la correspondencia no protegían la información utilizada para el descifrado. Como resultado de esto, el FSS no estaba obligado a proporcionar a Telegram una orden judicial al solicitar las claves de descifrado, ya que dichas órdenes eran necesarias únicamente en situaciones en las que las autoridades buscaban acceso a información protegida por la Constitución. El Tribunal también hizo hincapié en que, según la legislación rusa, Telegram no tenía la tarea de evaluar la legalidad de las solicitudes de información de los órganos operativos e investigación”.Es decir, el Tribunal ordenó a Telegram entregar las claves de descifrado. Como ciudadanos tenemos el derecho y la obligación de conocer la letra chica de las distintas redes sociales y ser conscientes que esto es imprescindible para proteger nuestra seguridad personal y nuestras libertades. Así podremos decidir con mayores elementos que información personal queremos entregar, a quién y de qué manera. A veces puede ser una cuestión de privacidad. Otras veces, de vida o muerte, de dictadura o libertad.* Darío Richarte es profesor de DDHH y Derecho Penal Internacional – Universidad de Buenos Aires

Fuente

Categories
opinión

Feminista en falta: la violación de Palermo y el nombre de los monstruos

Elizabeth Gómez Alcorta y Patricia Bullrich polemizaron por Twitter acerca de la violación de una chica de 20 años por seis jóvenesNo existen palabras para modificar los hechos: el lunes asistimos desde nuestras pantallas al horror de una violación en grupo a plena luz del día en una zona aparentemente segura de la Ciudad, y de repente el trauma se hizo colectivo. Lo que vimos en la televisión y en nuestros celulares esta semana no es ficción, no pasó en un barrio bajo ni a miles de kilómetros; nos explotó en la cara.Los seis responsables del ataque sexual contra una chica de 20 años en Palermo tenían casi su misma edad, eran amigos, tocaban la guitarra, militaban en política, iban a la facultad, no crecieron en la indigencia ni en la marginalidad, y eran adolescentes cuando el #NiUnaMenos y el #MeToo instalaron por fin en nuestro país y en el mundo la obviedad necesaria de que “No es No”. Algunos, incluso, se autoproclamaban aliados feministas. Nada de eso les importó cuando decidieron retener por la fuerza la víctima en un auto estacionado para atacarla por turnos, mientras dos hacían de campana.Ni Ramón Ángel Pascual (23), ni Tomás Fabián Domínguez (21), ni Lautaro Dante Ciongo Pasotti (24), ni Ignacio Retondo (22), ni Steven Alexis Cuzzon (20), ni Franco Jesús Lykan (24) tenían antecedentes penales. Eran hijos de familias relativamente acomodadas que posteaban historias en las redes sociales. Parecían normales. Y lo seguirían siendo a los ojos de su entorno de no mediar el gesto valiente de Natalia Duarte y Orlando Ibarra, los dueños de la panadería de la cuadra en la que ocurrió el hecho, que intervinieron a golpes de palo de escoba para rescatar a la chica que era sometida en banda, y el de otro vecino que los filmó –y fue golpeado por hacerlo–.Se sabe que uno de ellos ya había abusado hace años y sin consecuencias de una adolescente que hasta ahora no se había atrevido a denunciarlo. El por qué está muy claro. La chica que ahora se cansó de callar tenía sólo 14 años cuando Ignacio Retondo la manoseó en una fiesta sin su consentimiento, mientras ella le rogaba que parase. Hasta entonces, para ella, su victimario era un chico del club que jugaba bien al básquet y que le gustaba aunque nunca hubieran hablado. Después de eso, sus compañeros lo cubrieron, pero también lo minimizaron las propias amigas de la abusada. Por eso, hasta que no vio su nombre y su cara entre los violadores de Palermo, terminó casi por convencerse de que era su culpa. Por el short, por “hacerse la linda”, por haber accedido a hablarle, por la “pollerita corta”.Es doloroso que todo eso pasara en diciembre de 2015, el año en que las mujeres comenzamos a manifestarnos masivamente contra la violencia machista. Es tremendo pensar que a la par de esa red enorme de solidaridad femenina que nos hizo sentir que ya no estábamos solas, se tejían nuevas redes de solidaridad masculina como las que desde hace siglos fomentan y encubren estos comportamientos.Es un espanto enfrentarnos a la revelación de que Retondo era uno de los que, en medio de nuestra pequeña primavera feminista, posaba como deconstruido, participaba de las marchas y repetía las consignas como si fuera a cumplirlas. Una joven vecina de Munro, donde vivían él y Pasotti contó incluso que eran de los que la acompañaban a su casa de noche para que no volviera sola. Lo mismo el resto del barrio, donde los Retondo eran una familia ejemplar y querida.Y no quiero caer tampoco en la falsa dicotomía de que frente a la unión positiva de las mujeres hay una solidaridad masculina que necesariamente se constituye en contra nuestra. Hay colectivos negativos para ambos sexos; ni los grupos de mujeres somos siempre justos y bienintencionados, ni los de varones únicamente malos. Pero hay conductas machistas que terminan por matarnos o en horrores como el de este lunes: las de la patota, esas que a veces las mismas mujeres naturalizamos.A principios de los años 90, el psiquiatra norteamericano Chris O’Sullivan estudió a grupos de atletas en campus universitarios que registraban un alto número de casos de violaciones. El feminismo de la segunda ola había puesto el foco en la cultura de la violación, esa línea directa entre la cosificación de la mujer, la misoginia y la violencia sexual, y las denuncias habían aumentado, pero la Justicia todavía era esquiva. El estudio de O’Sullivan mostró que eso pasaba porque, pese a que las violaciones en grupo se repetían, el entorno no percibía el crimen cuando entre los involucrados había un atleta popular.Igual que con Retondo, la comunidad tendía a defenderlos y culpaba a la víctima por el problema que le causaba al equipo. Casi siempre, en lugar de hablar de violaciones en grupo, se las llamaba orgías o sexo grupal, como si fueran consentidas. Como era habitual el consumo previo de alcohol o drogas, eso servía para exculpar a los victimarios –”No sabían lo que hacían”– y culpar a la víctima –”Una chica no debería portarse así”–.Las violaciones grupales, concluyeron varios estudios, eran perpetradas por grupos de varones con un vínculo fuerte: siempre eran equipo, parte de una fraternidad, vivían o entrenaban juntos, compartían sus viajes y sus experiencias sexuales, igual que los seis detenidos por el ataque en Palermo. Como ellos, también eran parte de una cultura que toleraba que trataran a las mujeres así. Y esa misma cultura hacía que sus víctimas no los denunciaran, porque el costo era demasiado alto: ser revictimizadas por un sistema judicial como mínimo ineficaz, pero sobre todo misógino; por la comunidad y por su propio entorno, además de por los medios si el tema cobraba trascendencia pública.Los violadores detenidos en PalermoCuando en 2016 cinco hombres violaron a una mujer en las fiestas de San Fermín, en España, los cuestionamientos por la levedad de las condenas llegaron a las calles. El fallo de primera instancia había considerado que sólo se trataba de un abuso, ya que la víctima no se resistió lo suficiente. Fueron las masivas movilizaciones las que instalaron el “Yo te creo, hermana” e hicieron que el Supremo español les aplicara a los acusados penas por violación.Ahora nos dicen que no tenemos que hablar de manadas, que eso deshumaniza a los victimarios y les quita responsabilidad sobre sus actos: los animales no controlan sus impulsos, mientras los hombres sí. Pero la verdad es que el término viene de ese caso español, que se conoció como “La Manada” porque los violadores habían creado un grupo de Whatsapp que se llamaba así. A ese grupo mandaron el video del ataque en tiempo real, junto a mensajes como “Follándonos a una entre los cinco”, “Todo lo que cuente es poco, puta pasada de viaje, hay video”. Y también fue ahí donde uno de sus miembros, que no estaba presente, respondió: “Cabrones, os envidio. Esos son los viajes guapos”. Porque no bastaba con violarla entre cinco, también había que compartirlo para tener la validación del resto.Hay algo perverso en cómo para hacernos fuertes las mujeres nos constituimos en un “nosotras” solidario que entendió que nuestras experiencias no eran individuales, mientras algunos varones siguieron aliándose en torno a esas prácticas donde la cosificación es tal, que sus acciones muchas veces son tomadas como algo liviano y hasta gracioso. No hay registro del daño ni siquiera desde afuera, como mostró el mensaje del hombre del caso La Manada que respondía desde su casa que los envidiaba.Esa alianza negativa entre varones, que hace que violen en grupo o golpeen hasta matar a un chico indefenso como Fernando Báez, es parte de una cultura que, como mostró O’Sullivan, tolera y minimiza sus crímenes como si fueran un juego de amigos que tomaron de más. Como mucho, un error que no debería arruinarles la vida. La de sus víctimas no tiene relevancia.En la Argentina donde las últimas cifras dicen que muere una mujer cada 24 horas por violencia machista –seis menos que en 2015, con el primer #NiUnaMenos–, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, tal vez convencida de que su función ante un hecho como el del lunes es apenas opinar, escribió un tuit que indignó a unos cuantos, y otros usaron para confundir más.La redacción es en efecto confusa para quien no tiene marco teórico y simplemente se dio de frente con el horror en su pantalla. Dice: “Es tu hermano, tu vecino, tu papá, tu hijo, tu amigo, tu compañero de trabajo. No es una bestia, no es un animal, no es una manada ni sus instintos son irrefrenables. Ninguno de los hechos que nos horrorizan son aislados. Todos y cada uno responden a la misma matriz cultural”. Antes había dicho también en la TV Pública: “No son monstruos, son varones socializados”.Para muchos es difícil entender esa lógica que es bastante evidente si no leemos con literalidad que están acusando a nuestros hermanos. Y aunque la ministra nos explique qué palabras debemos usar, poco importa el nombre que le pongamos a hechos que la impunidad reproduce y exacerba.Los tuits de Patricia Bullrich, referenta de la oposición, y Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Género y Diversidad. La grieta llegó a una violaciónEn lugar de pensar el problema como un asunto tan grave y sensible que debe ser encarado en conjunto por todo el arco partidario, la líder de la oposición, Patricia Bullrich, decidió reinterpretar las palabras de Gómez Alcorta para exigir su renuncia –y en esto último probablemente tenga razón más allá del análisis tergiversado de las declaraciones de la ministra, precisamente porque se conduce como si alcanzara con eso, con declarar–. Según Bullrich, la funcionaria kirchnerista estaba justificando la violación. A su juicio, los que drogaron y violaron a esa chica eran sólo seis cobardes, seis monstruos cuya culpa no debería ser diluída en algo tan abstracto como la “matriz cultural”.Pero es innegable que esos seis cobardes no representan un caso aislado. Ataques como el de Palermo ocurren mucho más de lo que imaginamos, justamente porque la cultura y la impunidad desalientan las denuncias. Los abusos y violaciones son mucho más frecuentes de lo que preferimos creer. Y al contrario de lo que nos dicen los medios y nuestros terrores, la mayoría no ocurre en la calle ni es fortuita: los victimarios, en general, son parte del entorno de las víctimas.Entonces, sí, claro que los violadores pueden ser nuestros padres, compañeros y vecinos. Las estadísticas dicen que casi siempre son ellos. Varones funcionales que no vienen con cartel indicador ni máscara de monstruos. Varones que posan de aliados como Retondo y Pasotti, y acompañan a sus amigas a casa a la noche para que no vuelvan solas. Varones queridos y respetados. Sería mucho más fácil identificarlos si no fuera así.En un punto, todo es cierto: un monstruo bajo cualquier otro nombre, cometerá monstruosidades; un grupo de varones monstruosos se vuelve peligrosamente parecido a un grupo de animales; y esos animales monstruosos, esas bestias que violan y matan aunque parezcan funcionales, bien pueden ser nuestros padres.De ahí en más, el dilema es grande. ¿Cómo romper con la cultura que los ampara si ni las marchas, ni la prédica, ni el cambio de clima social –ese en el que crecieron los violadores de Palermo, oyendo y repitiendo una y otra vez que “No es No”– lograron detenerlos? ¿Cómo entender lo que ocurre sin caer en la culpabilización colectiva de todo el género masculino (porque que todos puedan ser bestiales no significa que efectivamente lo sean, y de hecho, la mayoría de las veces no lo son)? ¿Cómo proteger a nuestras hijas, hermanas, amigas y a nosotras mismas si los hijos de puta no se visten de monstruos, sino que van a la facultad y al club y son queridos por su entorno?Todas las respuestas se desdibujan ante la persistente falta de Justicia, pero también ante la nula seriedad de nuestra dirigencia para encarar una cuestión tan tremenda como transversal. Porque convertir a una violación en carne de la grieta, eso sí es monstruoso. Es de lo único que no tengo dudas.SEGUIR LEYENDO:Violación grupal en Palermo: una pericia será clave para conocer los roles de los abusadoresViolación grupal en Palermo: a 48 horas del ataque, la víctima pudo contarle a la Justicia lo que sucedió

Fuente

Categories
opinión

Alemania y su regreso a la historia

El canciller alemán Olaf Scholz (REUTERS/Fabrizio Bensch)Mientras los ojos del mundo están puestos en Ucrania y Europa Oriental, se suceden hechos que hubieran sido impensados hace una semana atrás. Minuto a minuto, hora a hora, día a día, va siendo más claro que la disrupción que vive el sistema internacional tiene una dimensión claramente mayor al shock que provocó el ataque terrorista de Al Qaeda en el 2001. Los ejemplos a enumerar son masivos, y se multiplican.Empecemos por un país símbolo de neutralidad, tal como es Suiza: luego de 207 años ha informado que toma partido en términos diplomáticos y de asistencia humanitaria por el Estado ucraniano. Al mismo tiempo, anunció sanciones contra funcionaros de Rusia. Pero una mutación aún más impactante, y cuyas consecuencias profundas las veremos en el mediano y largo plazo, es la decisión del gigante económico alemán de calzarse los guantes y afiliar sus dientes. Pocas horas atrás, en un fuerte discurso ante el Parlamento, el Canciller anunció el envío de sofisticado armamento antitanque y antiaéreo a Ucrania, así como un paquete presupuestario de emergencia para asignar, rápidamente, un fondo de poco más de 100 mil millones de dólares (un cuarto del PBI de Argentina) a las fuerzas militares alemanas.También tomó la decisión de asignar más de 2 puntos del PBI al presupuesto de Defensa en los próximos años. En las ultimas dos décadas, Berlín venía con niveles inferiores al 1,3 del PBI para su brazo armado. En otras palabras, Alemania tiene decidido, al menos duplicar poder militar. Este coloso económico venía transcurriendo las décadas posteriores al fin de la Guerra Fría y su unificación como un ejemplo claro de una tendencia pos moderna y pos heroica; con énfasis en la ecología, la paridad de género, la diversidad sexual, mayor y mayor flexibilidad en la aceptación de inmigrantes ilegales, entre otras. Así como una escasa, o nula, preocupación geopolítica por depender más y más del gas ruso. En otras palabras, una foto perfecta de lo que se imaginaba F. Fukuyama cuando escribió su famosísimo articulo El Fin de la Historia, en 1989. Un mundo en donde las guerras entre las principales potencias desarrolladas serían cosa del pasado.Antes de seguir, pongamos la magnitud alemana en cifras: una población altamente educada y calificada de 83 millones de habitantes; un PBI de 4,3 trillones de dólares, o sea, más de diez argentinas; y, lo que es más importante en esta situación, 2 veces y media el PBI ruso de 1,7 trillones. En otras palabras, cada dólar adicional que invierta Berlín en Defensa deberían ser compensados por un gasto de 2,5 dólares por parte de Moscú. El PBI per cápita alemán es de 51 mil dólares versus 10 mil del ruso. Alemania es el cuarto PBI mundial, sólo superado por los EEUU con 20.5 trillones, China (13.4 trillones) y Japón (5). Por debajo de Alemania, vienen el Reino Unido (2.83), Francia (2.78), India (2.72), Italia (2, Brasil (1.8) y Canadá (1.72).Por esas vueltas inesperadas de la historia y de las acciones humanas, quizás en poco tiempo volvamos a escuchar un latiguillo muy presente en los ambientes militares europeos durante el siglo XIX y primera mitad del siglo XX: si no combatiste contra los alemanes, no sabes lo que es la Guerra. Dos mil años antes, los emperadores romanos parecían entenderlo claramente. Las tribus germanas fueron siendo integradas a las Legiones de Roma. Su capacidad era tal, que terminaron siendo la guardia personal o pretoriana de los mismos Emperadores. Su poder militar e influencia, derivó en que los últimos césares fuesen precisamente de ese origen.SEGUIR LEYENDOLa sabiduría realista versus la intuición de Putin: alguno de los dos no acertó

Fuente

Categories
opinión

Producto de la emisión, la inflación permanecerá en 4% hacia adelante

Desde el segundo semestre del 2021, cuando el Gobierno sembró una fuerte emisión fiscal (4% del PBI), el resultado no podía ser otro más que una fuerte cosecha de inflación (Reuters)Tal como venimos anticipando desde el segundo semestre del 2021, cuando el Gobierno sembró una fuerte emisión fiscal (4% del PBI), el resultado no podía ser otro más que una fuerte cosecha de inflación. En efecto, por segundo mes consecutivo, la inflación fue cercana al 4%, tras el 3,8% de diciembre y el 3,9% de enero, bien lejos del 2,5% registrado en noviembre y del 3,2% promedio de los anteriores seis meses. Claramente, la inflación se aceleró.Específicamente, la de enero fue una combinación de mayores precios estacionales y de los regulados, que subieron 9% y 2,8%, respectivamente, por encima del 3,7% y 1,7% registrados en mes previo.Fuente: Portfolio Personal Inversiones en base a datos del IndecEn tanto, sorprendió a la baja la inflación núcleo (con fuerte correlación con el desequilibrio monetario) subiendo 3,3% tras el 4,4% de diciembre. Sin embargo, no es para celebrar.Sorprendió a la baja la inflación núcleo (con fuerte correlación con el desequilibrio monetario) subiendo 3,3% tras el 4,4% de diciembreEn diciembre, hubo una clara expectativa de salto cambiario que elevó la núcleo al 4,4% (promedio del segundo semestre 3,4% mensual). Siendo otro indicador de dicha expectativa que 10 de los 12 capítulos que componen el IPC, subieron por encima de noviembre. Esta “medida de posición” cayó a cinco capítulos en enero. Entonces, sería “explicable” que la menor núcleo de enero habría sido por el “adelanto” de diciembre.Dejando de lado las particularidades de la inflación del pasado mes, estar cerca del 4 % por segundo mes consecutivo da lugar a pensar que la multicausalidad (caballito de batalla del Gobierno) de la inflación, está financiada por el desequilibrio monetario del segundo semestre del año anterior.Factores impulsoresEntendemos que no hay razón alguna que lleve la inflación hacia el andarivel del 3% mensual (ó 40% interanual según las proyecciones del rechazado presupuesto). Esta continuaría varios meses en el rango del 4% (estrictamente 3,8% según el REM).Simplemente, los efectos expansivos de la política fiscal pre eleccionaria financiada con emisión se verifican en la inflación del siguiente semestre (o sea, el que transitamos). A esta causalidad, de déficit fiscal financiado con emisión, se le suman “aditivos adicionales” dados por una creciente indexación de la economía.Los efectos expansivos de la política fiscal pre eleccionaria financiada con emisión se verifican en la inflación del siguiente semestreEn los bienes transables (fuerte componente de la inflación núcleo), por la aceleración del crawling peg del 13% interanual hasta noviembre hacia 32% interanual en febrero y proyectado hacia 36/40% en marzo.En los bienes y servicios no transables, los ajustes tarifarios (gas, electricidad y transporte en CABA) operarán en los próximos meses; así como las estacionalidades de colegios y textiles.Súmese que la escasez de divisas para importar implica una “prima adicional” en los precios de los importados y los substitutos.Todo favorece a una inflación elevada del orden del 4% mensual hacia delante y por varios meses (EFE)En sencillo, todo favorece a una inflación elevada del orden del 4% mensual hacia delante y por varios meses.No obstante, de la mano del acuerdo con el FMI, el Gobierno está dando señales muy tímidas de reequilibrar las cuentas fiscales y monetarias y, por ende, de la inflación.Tasas de interés más altasEn esa dirección, y por segundo mes consecutivo subió las tasas de interés nominales 2,5 puntos porcentuales, llevando la pasiva (personas humanas), el 41,5% anual (hasta $10 millones) y una tasa efectiva (TEA) del 50,4% anual. Dicha tasa nominal sería en términos reales negativa, dada la expectativa de una inflación anual del 55/57% para el corriente año (aunque menos negativa que la del 2021). Ello anticiparía que la suba de tasas de febrero no fue la última por parte del BCRA.De la mano del acuerdo con el FMI, el Gobierno está dando señales muy tímidas de reequilibrar las cuentas fiscales y monetarias y, por ende, de la inflaciónPensar en una inflación menor al 4% mensual solo podría ser esperable hacia el segundo semestre; de la mano de “menor desequilibrio fiscal” y emisión del BCRA, junto a mayores tasas de interés real (o claramente menos negativas que las actuales).En el contexto actual de inflación, seguimos prefiriendo los bonos con CER en nuestro portfolio de inversiones para los excedentes de pesos.SEGUIR LEYENDO:Inflación: el Gobierno confirmó que planea crear una Empresa Nacional de AlimentosLos controles de precios no llegan al conurbano y los alimentos son 50% más caros en los comercios de barrioMartín Guzmán aseguró que el acuerdo con el FMI será enviado al Congreso con todos los detalles y sin documentos secretosPara ahorristas: la tasa “efectiva” para plazos fijos ya está en 50% anual y buscan darle más atractivo al peso

Fuente

Categories
opinión

¿Y los derechos humanos?

El general Hugo Torres, frente al edificio que se tomó en 1978 para exigir la liberación de prisioneros sandinistas. (Foto cortesía La Prensa)“Las dictaduras carecen de imaginación y repiten sus mentiras, su saña, su odio y sus caprichos. Son los mismos delirios, el mismo empecinamiento ciego por el poder” – Sergio Ramirez, ex vicepresidente de Nicaragua.Un ex guerrillero sandinista muere en las mazmorras de una dictadura y un ex vicepresidente marxista debe huir al exilio para no correr la misma suerte. Aturde el silencio de los llamados ”defensores de los derechos humanos”!! Pasa, que el dictador es Daniel Ortega (un lacayo de la autocracia china) y no Anastasio Somoza.Quien falleció, fue Hugo Torres, el legendario Comandante Uno, quien irónicamente, rescató al entonces revolucionario Ortega, de la cárcel de Somoza, en 1978. Una veintena de guerrilleros liderados por Eden Pastora (comandante 0), Hugo Torres y Dora Maria Tellez (comandante 2) tomó el 22 de agosto de ese año el Palacio Nacional y secuestró a dos ministros y medio centenar de diputados.Los intentos de la Guardia Nacional para recuperar el lugar, fracasaron y el Obispo Miguel Ovando Bravo, fungió de mediador para lograr la libertad de los ministros y diputados, a cambio de una actitud similar del gobierno respecto de los presos sandinistas. Dora Maria Tellez también está arrestada por defender la libertad del pueblo nicaragüense y criticar la detencion y tortura de cientos de estudiantes que reclamaban en las calles de Managua.Sergio Ramirez, fue otro hombre clave en la lucha contra Somoza. Luego de la caída del dictador, formó parte del Gobierno de Unidad Nacional y posteriormente, fue vicepresidente de Daniel Ortega.Escritor de fama internacional, Premio Cervantes de Literatura, nunca adjuró de su ideología, pero debió exiliarse a Costa Rica para evitar que la policía secreta de Nicaragua lo arrestara por el ”delito” de oponerse al tenebroso dúo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la corrupta vicepresidenta cuyo poder crece día a día.Los pueblos soportan las dictaduras solo por un tiempo. Como dicen los jovenes cubanos: “No más mentiras. El pueblo pide libertad, no más doctrina. Ya no gritemos Patria o muerte, sino Patria y vida”.SEGUIR LEYENDO:Alberto Fernández: “No voy a imponer un régimen maoísta en Argentina”Alberto Fernández revisó su crítica a Estados Unidos al comprobar que había recibido un dato inexacto que involucraba a Joseph Biden

Fuente

Categories
opinión

El acuerdo con el FMI y los precios de los bonos de la deuda

(Foto: Franco Fafasuli)Luego de semanas ásperas para el riesgo país y la brecha cambiaria, el Gobierno decidió pisar el acelerador y acordar con el FMI un nuevo programa, despejando el riesgo de una gran crisis y mayor radicalización. Básicamente, se acordó postergar los vencimientos de capital a cambio de objetivos económicos y revisiones trimestrales acordadas con el organismo. El acuerdo es solo un punto de partida y el inicio de una nueva relación. Sin cumplimiento de metas, no hay desembolsos para cubrir los vencimientos, y sin desembolsos habrá default.La noticia sin dudas es positiva, pero sin hablar de reformas estructurales, el dilema de la factibilidad del cumplimiento de las metas acordadas persiste en el mercado. De cumplirse las metas, se postergan 10 años los vencimientos. Y éstas, podemos afirmar, son mucho más laxas respecto a programas de ajuste en otros países.El entendimiento entre las partes se basó en la materia más difícil para la política local, la consolidación fiscal. Se acordaron metas del 2,5% y 1,9% y 0,9% entre 2022-2024, y la limitación de asistencia monetaria del BCRA al Tesoro del 1%, 0,6% y 0% para los próximos tres años (tras emitir 3,7% en 2021). Se proyecta que el déficit financiero del 2022 alcanzaría 4/4,5% del PBI, que se cubriría un 3/3,5% con colocación de deuda local y organismos internacionales.El acuerdo es solo un punto de partida y el inicio de una nueva relación. Sin cumplimiento de metas, no hay desembolsos para cubrir los vencimientos, y sin desembolsos habrá defaultA simple vista, el nuevo sistema de tasas del BCRA posibilita a que parte de los flujos de los bancos se redireccionen hacia el Tesoro, pasando de pases pasivos a Ledes, incrementando duration y riesgo. Este traslado de pasivos remunerados también debe entenderse como crecimiento de base monetaria, lo que puede presionar aún más tanto la brecha como la inflación.Mientras la aceleración de la inflación a nivel global se estima como algo temporal, lamentablemente en Argentina lo asumimos como natural, y no se espera que una desaceleración significativa sea un acontecimiento probable, al menos en un futuro cercano (claramente en el primer semestre de 2022 vinculado a la emisión del segundo semestre de 2021).En contraposición, Martin Guzmán apunta a reducir el déficit únicamente desde el lado de los ingresos a partir de un crecimiento real del 3% para 2022, remarcando las pocas intenciones de ajuste del gasto. A simple vista, esto sería poco probable.El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, anuncian el entendimiento con el FMI. Foto: REUTERS/Agustin MarcarianPara lograr las metas propuestas será necesario reducir el gasto, lo que dará lugar a fuertes peleas internas, siendo los principales candidatos de recorte los subsidios de energía (representan el 3% del PBI) y las transferencias a provincias (0.8% del PBI).La evidencia demuestra que al oficialismo le cuesta mencionar públicamente perspectivas de austeridad. Sin dudas, el apoyo dentro de la coalición gobernante será una variable a monitorear, incluso supo complicar la llegada al acuerdo. Los cumplimientos trimestrales de las metas podrían estar afectados por ruidos dentro del frente gobernante.En conclusión, si bien ahora hay entendimiento, ello no debe entenderse que pavimentaría el camino hacia un crecimiento sostenido, ya que el gobierno no es creíble. Dadas las características del entendimiento tampoco habrá reformas laborales e impositivas, ortodoxia monetaria, apertura económica, un banco central fuerte; es solo un plan de estabilización light En el transitar de esta coyuntura con el FMI, crucemos los dedos, recemos a que llueva (pero tampoco tanto) y a una soja firme en Chicago, a ver si aguantamos unos meses más.Oportunidades de inversiónAhora bien, la incertidumbre es alta y las dudas persisten, esto no quita la presencia de oportunidades de inversión en activos locales. Si bien, a diferencia de lo que planteó Guzman, las expectativas de devaluación siguen altas (por bajas reservas, liquidez, inflación, tipo de cambio real, etc.), los precios de los bonos soberanos en dólares continúan siendo oportunidad, aún tras las subas reflejadas a partir del viernes.El entendimiento light (mucho más flexible que los acuerdos de 2018 y 2019) mejoraría las expectativas económicas hacia delante por reducción lenta del déficit fiscal y menor asistencia monetaria, a lo que se sumaría una creciente probabilidad de cambio de color político para 2023 que en conjunto favorecerán a los bonos en dólares. Aunque las paridades actuales y la curva de CDS siguen descontando un nuevo evento de crédito para 2024/2025 con fuertes quitas de Valor Presente Neto.Aún proyectando escenarios de quitas tan agresivas como las de 2020, los títulos presentan un importante upside. Los fundamentals muestran mejores señales que hace pocos meses y eso por el momento no luce reflejado en los precios. En septiembre de 2021, con peores expectativas fiscales, de crecimiento económico, de poder político y sin un acuerdo con el fondo, los bonos valían 30% más que actualmente. Si miramos octubre del 2020 alcanzamos un 45%. Es muy probable que el mercado se encuentre sobre-estimando eventos adversos.Aún proyectando escenarios de quitas tan agresivas como las de 2020, los títulos presentan un importante upside. Los fundamentals muestran mejores señales que hace pocos meses y eso por el momento no luce reflejado en los preciosAhora, imaginemos un escenario hipotético y muy optimista para el mercado, en donde el Gobierno realiza el ajuste pactado y en 2023 tenemos un cambio de color político. En ese caso, le estarían dejando el terreno allanado a la siguiente administración. Claramente, el recorrido de los activos sería mayor aún.En este marco, los títulos “Old Indenture” (GD38/GD41) mantienen la preferencia siendo los mas defensivos dados sus mayores flujos de corto plazo con interés corriente entre el 7.5/8% y Tires del 17/19%. De todos modos, es importante remarcar el riesgo implícito y son recomendados únicamente para inversores profesionales con una aversión al riesgo sumamente baja. Las revisiones trimestrales generarán volatilidad en los bonos. Sin cumplimientos de metas, no va a ser posible que los títulos de deuda recuperen de forma sostenida.SEGUIR LEYENDO:Cruzamos el puenteLo pida el FMI o no, el país debe cambiar el rumboQué impacto puede tener el acuerdo con el FMI en los precios y las expectativas de inflación

Fuente

Categories
opinión

Mis 80 años y la desesperanza de la política

Movilización a la Plaza de Mayo por el Día del MilitanteUna pasión que se convierte en frustración nos divide, enoja, lastima, no ayuda ni a crecer como individuos ni a mejorar como sociedad. Nos fanatiza el miedo a la duda, ese lugar de la sabiduría que cuesta alcanzar.Cumplo ochenta años, nací en un mundo de obreros que alcanzaban a ser clase media y llegué a este momento de mi vida en una sociedad donde los restos de esa clase añorada viven el miedo de caer en la pobreza.Hijos y nietos de inmigrantes europeos y migrantes del interior convivían, todos unidos en el trabajo, en el esfuerzo, que era el dogma unificador. No creo que mis padres hubieran terminado la primaria, eran hogares sin libros, solo herramientas. Educaban en la exigencia y el afecto, solían enseñar con su ejemplo. Mis padres nacieron antes que la radio, a nosotros nos asombró la televisión mientras que nuestros hijos no imaginan vivir sin internet. Te sostenían hasta el secundario, luego, la vida era la que cada uno fuera capaz de armar. La religión o la revolución te sacaban de la rutina familiar, que en nuestro caso no esperó demasiado. Manejar un taxi, para sostenerse uno y ayudar a la familia. Luego, ser cajero del Abasto, del remate de carnes, una tarea de pocas horas pero de compleja responsabilidad.El dólar y el golpe giraban en torno a nuestra temática del hogar y del café. Barrios humildes donde se mezclaban todas las sangres, el tango era la melodía de esos tiempos, en carnaval se anunciaba “ocho grandes bailes ocho” y cada club llevaba su orquesta. El trabajo abundaba, el dinero no era un tema, crecer en bienes y vivienda dominaba la lógica familiar. El lavarropas, la heladera, el televisor y el coche medían los niveles del desarrollo social. Hacerse rico no estaba entre los sueños de nadie, con ganar bien alcanzaba para el desafío de ese tiempo.Mientras iniciaba el secundario, los militares apoyados por buena parte de la sociedad civil derrocaron a Perón, luego, a Frondizi y finalmente, a Illia. La excusa era variable, nuestros ricos nunca vieron en la democracia el sistema más justo posible. En el 66, asumen que no soportan la libertad en ninguna de sus variantes; el peronismo era una excusa, lo de ellos era imitar a Franco y sostener una dictadura para siempre. Por eso la violencia fue un estallido, la guerrilla hija dilecta de una dictadura sin tiempos. Diez años después, en el último golpe, asesinan y endeudan, decididos a terminar con la industria e imponer las finanzas sobre el trabajo y la importación sobre la propia producción. Así, surgieron herederos rentistas educados para gerentes de casas matrices imperiales.Viví el desarrollo nacional con peronistas, radicales e incluso con algunos golpistas, con altibajos, pero sin que nadie se atreviera a destruir lo forjado por generaciones. El patriotismo le imponía límites a las ideologías hasta el último golpe donde decidieron asesinar, endeudar y desindustrializar, todo junto en una misma propuesta. La idea era imitar al imperio, no en su conducta, sino en lo que ordenaban para sus colonias. Nunca asumieron que las leyes no eran las mismas para el fuerte que para el débil. Así, sin pudores, dejamos de “soñarnos Europa” para enamorarnos de Miami.Visité Roma y Madrid cuando eran ciudades más pobres que Buenos Aires, hoy transitamos los restos de lo que supimos ser. Conocí la inseguridad en Roma cuando no existía entre nosotros, luego, ellos integraron mientras que nosotros expulsábamos. Triste paralelismo entre la cordura y la insensatez, entre la política en serio que se ocupa del conjunto y las deformaciones de teorías económicas que eligieron los negocios por encima del hombre y de la misma sociedad. Fuimos los más avanzados del continente, el ultraliberal Vargas Llosa dijo haber conocido una ciudad admirable anterior al peronismo, grave confusión cronológica por repetir el relato de sus amigos que odian a los humildes, esa ciudad a la que refiere, también y especialmente, era hija del peronismo. Derrocan a Isabel con una deuda de 6 mil millones y abandonan el gobierno debiendo cerca de 50 mil, números que la historia los llevó a repetir en democracia. Son aquellos cuyo sueño nunca fue generar riquezas, sino tan solo copiar conductas y fugar divisas.Pudimos recuperar la democracia mientras la impotencia nos impedía volver a tener la voluntad de ser nación. Muchos de nuestros abuelos vinieron cuando imaginaron que Europa se agotaba, sus nietos repiten la pesadilla del exilio. Nuestras historias vieron el heroísmo y la corrupción, muchos amigos entregaron sus vidas, otros dejaron de vernos tan solo porque cambiaron de clase social. La derecha abandonó el modelo productivo y la supuesta izquierda terminó convertida en burocracia. En Chile, surge hoy un gobierno que cuestiona el autoritarismo, reivindica la libertad, esa que Cuba primero y más tarde Venezuela y Nicaragua abandonaron a cambio de una justicia que no dieron. Bolivia logró un camino propio, ese que nuestra derecha intentó ayudar a derrotar y quienes nos gobiernan defendieron sin imitar. Cuba soñaba revoluciones, exportaba violencias e imponía su dictadura. Hoy, Venezuela y Nicaragua copian la excusa de combatir al imperio mientras ni se les ocurre reivindicar la libertad. La caída del muro permitió terminar con el sueño marxista, claro que en nosotros fue asumido como triunfo definitivo del dios Mercado.Uruguay, Bolivia, Chile ahora y lentamente Brasil encontraron su destino, su manera de insertarse en el mundo e integrarse como sociedad. Nosotros seguimos deambulando entre extremismos que poco o nada tienen para aportar. Nuestros jóvenes se van en la desesperanza de la política, fracasamos como conjunto, en todas y cada una de las áreas la viveza derrotó al talento, la picardía se impuso al esfuerzo, la mediocridad se engoló de soberbia. La complicidad es la argamasa que sustituyó a los ideales y es motor de la mayoría de las propuestas en boga. Fuimos correligionarios, compañeros, hermanos o camaradas, ahora los socios imponen sus normas. Los enriquecidos de los últimos tiempos son la nueva aristocracia parasitaria al lado de la cual el agro es revolucionario. Hubo un tiempo donde los industriales compraban los campeones de Palermo, competencia productiva; ahora los nuevos ricos compran caballos deportivos para marcar con su omnipotencia los símbolos de status. Rentistas que disfrutan hasta en el desprecio de su pueblo, importadores orgullosos de sus casas matrices, siempre quejosos de sus países nativos.Albert Memmi escribió hace décadas Retrato de un colonizado, anterior a la tecnología digital pero en demasiados rostros sigue marcando rasgos más nítidos que la precisión de las tecnologías actuales. Los que amamos la política somos muchos, no nos creemos revolucionarios ni nos hicimos ricos, tampoco burócratas. Como los poetas- si la analogía me es permitida- , habitamos espacios laterales reservados para iniciados y con ellos a veces me junto a soñar. La política, como todo arte, ya tendrá los cultores que merece, esos que hoy brillan por su ausencia. Los ricos nos desconocen, gozamos de paz en la conciencia, riqueza mayor que la que abarca una caja fuerte. Me conformo con el regalo que la vida me hizo, poder seguir caminando por la calle.SEGUIR LEYENDO:El comienzo de una nueva etapa: cómo impactó el acuerdo del FMI en los planes políticos del GobiernoFrenazo a la emisión monetaria: el FMI impuso una medida contraria al dogma kirchnerista

Fuente