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¿Pensamos demasiado? Consejos para frenar la calesita mental

La lista del súper. Los materiales para el cole de los chicos. La plata que no alcanza. Las fechas de las vacaciones. Y suponer que fulanito se enojó por lo que dijimos. También el trabajo pendiente. Y la cena de esta noche. La cabeza no para. Y los pensamientos son directamente proporcionales al frenesí del mundo en el que vivimos.“Desde que soy madre, siento que la carga mental que llevo a diario es insostenible. Entre el trabajo, la casa, y los hijos, sentí muchas veces que la cabeza me iba a explotar. Incluso llegué a preocuparme cuando por haber tenido tantos temas en mente durante el día, me olvidaba de cosas importantes como el cumpleaños de una amiga, o resolver algo de un cliente”, cuenta Gimena, abogada y mamá.Según estudios científicos se estima que tenemos más de seis mil pensamientos diarios. Y la mayoría de ellos son negativos, repetitivos, y están anclados al pasado. Porque tal como explica Delfina de Achával, psicóloga, PhD. en Salud Mental y especialista en Neurociencia, Mindfulness y Bienestar, la naturaleza de nuestra mente tiene que ver con estar oscilando permanentemente entre el pasado y el futuro -algo que nos diferencia del resto de los animales-, lo que no nos permite anclarnos fácilmente en el momento presente.El dato es que estos pensamientos actúan directamente sobre nuestro estado emocional. Por eso están íntimamente ligados al estrés y la ansiedad: “Nos estresamos porque pensamos demasiado. Ahí nuestra mente es como si fuera una computadora con muchas ventanas abiertas. Entonces se enlentece, pierde el alerta y se tilda. Nos empezamos a sentir cansados, ansiosos, insatisfechos. A veces se generan palpitaciones, taquicardia, sudoración. Y cuando llegamos a este punto de sobrecarga mental, resulta muy difícil salir”, detalla de Achával.Según estudios científicos se estima que tenemos más de seis mil pensamientos diarios y la mayoría de ellos son negativosShutterstockApagar el interruptorCuesta callar los pensamientos. Resulta casi imposible poner la mente en blanco. Alejandro Schujman, psicólogo especialista en familia, adolescencia y vínculos, comenta que si bien “somos los patovicas de nuestros propios pensamientos” (porque decidimos qué entra y qué sale de nuestra mente), el tema no es tan sencillo: “Hay pensamientos que se nos instalan, nos invaden, y nos ocupan mucho más espacio del que nos gustaría. Pensamientos que nos inquietan y preocupan, algunos catastróficos, totalmente fuera del mundo real, pero dentro de nuestro mundo psíquico, que nos quitan la calma”, reflexiona Schujman.¿Qué hacemos entonces? “Hay una frase que digo mucho y es que ‘uno no elige lo que piensa pero sí qué hace con lo que piensa’”, dice Javier Cándarle, escritor, docente, terapeuta cognitivo, y entrenador de instructores de Mindfulness. Y agrega: “En la medida en que nos damos cuenta de que la actividad de la mente no se calla ni cuando dormimos (porque genera sueños), lo que podemos hacer es empezar a tomar cierta distancia, para ver qué pensamientos vamos a considerar y cuáles no. No se trata de poner la mente en blanco o ‘dejar de pensar’. De hecho, mientras más luchamos por callar la mente, menos lo logramos”.A esto que señala Cándarle se lo conoce como “defusión cognitiva”, y tiene que ver con poder tomar perspectiva y no quedar “pegados” a la mente pensante. La clave en esos momentos más críticos donde sentimos que la cabeza va a estallar, es centrarnos en algún ejercicio de atención al cuerpo o a la respiración. Así, la actividad de la mente puede empezar a hacerse más lenta: “Tanto la práctica meditativa, como algunas técnicas de la psicoterapia, o el Mindfulness (atención plena), apuntan a generar ese distanciamiento crítico”, comenta Cándarle. Y destaca: “Pero hay que hacerlo con frecuencia y entrenamiento. Aquí no hay ‘fast-mindfulness’. Hay que disponerse a cultivar algo. Hay que entrenar la mente y el corazón para vivir bien”.Accionar más, pensar menosUna mañana nos despertamos, uno de nuestros hijos está enfermo, y de golpe empezamos a maquinar: “qué pasa si es algo grave, tengo que avisar que no voy a mi trabajo, y también mandar el mail al colegio, posponer la reunión de zoom, etc.”. La mañana recién empieza y la cabeza ya nos estalla. ¿Se puede cortar ese círculo vicioso?Para Cándarle, sólo podremos lograrlo observando los pensamientos, y respondiendo a ellos de manera adecuada cuando lo que plantean es lógico. Entonces, si me despierto y mi hijo está enfermo, y tengo una lista de pensamientos que me preocupan, puedo diagramar qué voy a hacer para atenderlos: llamar a la pediatra, avisar en mi trabajo, cancelar la reunión, mandar el mail al colegio. Y una vez que haya respondido a todos esos pensamientos, cuando vuelvan a aparecer podré dejarlos pasar porque ya los atendí.GESTIONAR LAS EMOCIONES EN EL TRABAJO. CINCO SITUACIONES COMUNES Y SUS CLAVES PARA AFRONTARLAS DE MANERA EXITOSALos pensamientos no son realidades“He tenido montones de problemas en mi vida, la mayoría de los cuales nunca sucedieron en realidad”, dice una frase del escritor estadounidense Mark Twain. Y así es como sucede con la mente. Tendemos a armar historias, grandes culebrones, suponemos, damos por sentado, y nos imaginamos en medio de situaciones que finalmente nunca suceden. O no siempre como las pensamos.“Es importante que frente a un pensamiento nos preguntemos: ¿Tiene evidencia esto que estoy pensando? ¿Es lógico? ¿Sirve para algo? Y así, de a poco, vamos a ir pudiendo filtrar a cuáles pensamientos les vamos a dar curso y a cuáles no”, explica Cándarle. Y en la misma línea, Schujman sugiere hacer el ejercicio de anotar qué tipo de pensamientos están ocupando mi mente hoy. Y ver si eso que me obsesiona o angustia, será realmente importante en unos meses en mi vida. Si no es así, entonces es tiempo de tomar distancia.¿Un consejo más? Es clave que sepamos que la mente funciona en dos modos: el modo “hacer” (que es el que resuelve problemas, toma decisiones, organiza), y el modo “ser” (que experimenta el momento presente, con disfrute, conciencia y presencia. Y muchas veces, sin hacer nada). El secreto para alcanzar una mente sana, es que estos dos modos operen en paralelo: “El problema viene cuando sólo nos quedamos en el modo ‘hacer’ (en automático tomando decisiones y planificando), y no nos damos momentos de modo ‘ser’. Ahí viene el exceso de pensamiento y las consecuencias de estrés y ansiedad”, explica de Achával.Una de las soluciones que ofrecen los especialistas es detenerse en el tiempo y juzgar qué tan lógicos pueden ser los pensamientos negativos Shutterstock – ShutterstockSomos lo que pensamos“Piensa bonito, vive bonito” reza una frase que hemos leído hasta el cansancio. Y algo de cierto hay ahí. Porque está comprobado que la calidad de nuestros pensamientos es esencial para el bienestar, ya que determina gran parte del estado de ánimo, el modo en el que estamos a cada momento, nuestros vínculos, y hasta -como sostiene la Ley de Atracción-, lo que atraemos. No olvidemos que lo que pensamos, nos lleva a tomar decisiones, que luego se traducen en acciones.DILEMAS DE ESTOS TIEMPOS. POR QUÉ SE ABURREN NUESTROS HIJOS Y CÓMO AYUDARLOS A VIVIR MEJORTal vez se trate de aprender a soltarnos un poco más. Porque la mente insistente (esos pensamientos que vuelven una y otra vez), tiene que ver con un intento de control de lo que va a ocurrir. Por eso es tan importante que podamos detectar si los pensamientos que nos invaden a diario son de situaciones reales y concretas (que suceden en el presente y podemos resolver), o hipotéticas (más ligadas al futuro, y a procesos ansiosos). En el último caso, sin dudas vamos a tener que poder trabajar la incertidumbre.“Cuando uno empieza a tomar conciencia de que controla menos de lo que cree, puede empezar a descansar. Estamos inmersos en una naturaleza que nos excede, que nos excedió siempre, y los seres humanos construimos una falsa seguridad en el control mental que tratamos de hacer sobre las cosas (y nos agotamos). Pero cada tanto, la vida se encarga de mostrarnos lo contrario (como nos pasó con la pandemia)”, dice Cándarle. Y cierra: “No olvidemos que hay muchas cosas en la vida que se logran soltando más que agarrando”.Y tal vez sí, haya pensamientos que ya podamos empezar a soltar.María Paz BerriTemasPensamientoPensamientos incorrectosVida positivaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de PensamientoEntrevista. Paolo Virno. “Aristóteles es mucho menos aburrido que Gilles Deleuze”El multifacético Bertrand Russell. Conde, matemático, filósofo y pacifista, se cumplen hoy 150 años del nacimiento del Nobel¿Por qué Emerson fue un genio? El hombre que buscaba la santidad en la naturaleza al que Borges le dedicó un soneto

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Volver a los orígenes: ¿qué es la nutrición evolutiva y por qué ayuda a vivir mejor?

En tiempos en los que cada necesidad parece encontrar un producto diseñado a medida en el mercado, el retorno a la naturaleza es el camino más simple para encontrar un equilibrio saludable. Así, la “dieta” más revolucionaria consiste justamente en volver a los orígenes y seguir una alimentación basada en nuestro código genético.“La nutrición evolutiva es un modelo alimentario en el que se consumen principalmente los alimentos de los que disponíamos antes de la aparición de la agricultura.Se parte de la base de que nuestro genoma está adaptado a la alimentación de nuestros ancestros. Por supuesto, no todas las tribus del paleolítico consumían lo mismo, pero sí hay un denominador común entre ellas” dice la licenciada en nutrición Maia Soldano, quien plantea que si hacemos una línea de tiempo, el ser humano lleva más de dos millones de años de antigüedad, y hasta hace diez mil años, no se producían a nivel masivo alimentos como los cereales, pan, pastas, arroz y todos sus derivados, que hoy consumimos a diario.Muchísimo menos, por supuesto, los ultraprocesados, alimentos con azúcar, aditivos o grasas trans, que no entraron hasta hace cien años en nuestra alimentación.INVESTIGACIÓN. QUÉ VITAMINA IMPENSADA BENEFICIOSA PARA LA SALUD PUEDE CONTENER EL TOMATE¿Existen contraindicaciones para esta dieta? La respuesta es no, según la nutricionista. Explica, sin embargo, que muchas veces se asocia esta dieta a una alimentación ultraproteica, lo cual no es así. “Se trata de consumir alimentos reales, materia prima, carnes, huevos, fruta, verdura, semillas.Yo la recomendaría a toda la población, desde la gestación hasta la tercera edad”, afirma Soldano, y apunta que siempre se tiene que asociar la alimentación al estilo de vida: no es lo mismo una persona muy sedentaria que alguien que entrena. “La distribución de macro nutrientes y las proporciones se adaptan, pero siempre a base de comida real”, destaca.El cuerpo humano se acostumbró a comer alimentos ultraprocesados cuando en realidad necesita de los mismos alimentos que comían los sapiensBBC MundoAgustín Guarna, investigador en salud evolutiva e instructor en entrenamiento personalizado propone ampliar el enfoque y habla de “discordancia evolutiva” para explicar cuánto ha cambiado no sólo nuestra alimentación sino todo nuestro entorno y hábitos de vida de manera abrupta, a un ritmo mucho más veloz de lo que nuestro genoma podría asimilar.“Como regla biológica básica, cualquier ser vivo está adaptado al entorno en el que ha vivido la mayor parte de su historia. Tanto la agricultura como la revolución industrial ocurrieron en un tiempo muy corto evolutivamente hablando” afirma, e ilustra esta discordancia con ejemplos claros: “nuestro genoma espera ciclos de escasez y abundancia. Hoy no tenemos esos ciclos, sino que hay disponibilidad de cualquier alimento todo el año.Espera que nos movamos para conseguir el alimento, actividad física, mientras que hoy somos cada vez más sedentarios; nuestro genoma espera alimentos obtenidos de la caza y la recolección como carnes, pescados, huevos, frutos, y hoy comemos cereales, legumbres y ultraprocesados; nuestro genoma espera ciclos de luz y oscuridad, que hoy están muy alterados por las luces artificiales y las pantallas.Es decir: lo que está escrito en el manual de instrucciones biológico, por decirlo de algún modo, no lo estamos respetando, y este pareciera ser el origen de todas las enfermedades modernas, también llamadas enfermedades crónicas no transmisibles o enfermedades de la civilización. Intentar recuperar aquellos patrones previos a la agricultura tal vez puede ser una forma de recuperar nuestra salud”, apunta el investigador en salud evolutiva.RUNNING. LOS SIETE MEJORES CIRCUITOS PARA CORRER EN BUENOS AIRESEn cuanto a la actividad física, Guarna plantea que es fundamental trabajar la fuerza: “Tenemos que cambiar nuestra composición corporal, disminuir el tejido adiposo y aumentar el muscular porque son dos tejidos endócrinamente activos, secretan hormonas, vuelcan señales, moléculas señalizadoras al torrente sanguíneo.Hoy estamos en el período de nuestra historia en el que tenemos menos masa muscular y más tejido adiposo”, apunta. Y agrega que a veces la recomendación de caminar o salir a correr resulta insuficiente.Tal vez la solución para recuperar un estado saludable es mucho más sencilla de lo que suele pensarse. La premisa básica sería: moverse, descansar y alimentarse como un sapiens. Tan simple como volver al origen.Para los profesionales es indispensable cambiar la composición corporal mediante entrenamiento de fuerza y así aumentar los músculosPexelsGabriela KoolenTemasNutriciónAlimentación saludableFitnessConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de NutriciónLa elección de los alimentos, clave. Qué comían nuestros abuelos que se enfermaban menosNutrición. Por qué las bacterias “amigables” del yogur pueden ayudar a mejorar la saludInvestigación. Qué vitamina impensada beneficiosa para la salud puede contener el tomate

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Lloró en el escenario: las cuatro lecciones de vida con las que Diego Torres emocionó a sus fans

Lo chocó un auto mientras andaba en bicicleta, se rompió las costillas, se recuperó y días antes de su esperado regreso al escenario, fue diagnosticado con Covid positivo. Diego Torres no se deja vencer por la adversidad y avanza cueste lo que cueste. El pasado fin de semana la espera llegó a su fin con el lanzamiento de su último disco “Atlántico a pie”. El artista cantó ante un público de más de 3000 personas en el Teatro Gran Rex y, como siempre, logró emocionar hasta las lágrimas a sus fans.Tras contraer coronavirus, tuvo que posponer una semana sus shows en Buenos Aires.Anécdotas, risas y lágrimas. Quienes tuvieron el privilegio de escuchar sus canciones vivenciaron todo tipo de emociones. Diego movilizó a sus seguidores con sus relatos sobre los momentos difíciles que tuvo que atravesar en los últimos años. Contó cómo le afectó la cuarentena sin valijas ni escenarios y cómo aprovechó para trabajar duro con su compañero Yadam para dar lugar a las canciones “Veneno” yEl autor de “Color Esperanza” no defraudó a su audiencia y les brindó un show especial donde conectó con sus fans a través de algunas frases que conmocionaron a sus seguidores y se convirtieron en verdaderas lecciones de vida.El cantante tuvo que reprogramar las fechas del inicio de la gira tras contraer Covid el último mesDIEGO SPIVACOW / AFVLas cuatro “lecciones” que sorprendieron al público1. “Nos damos cuenta de la importancia de volver después de lo que pasó. La pandemia nos hizo dar cuenta qué era lo importante, cuántas cosas teníamos ahí y no le dábamos el verdadero valor. Así somos los seres humanos, nos tienen que faltar las cosas para darnos cuenta qué es lo importante”, reflexionó dando paso a “Amanece”, un tema que habla sobre “ese mundo que se detuvo”. El cantante puso la emoción a flor de piel de sus seguidores cuando contó que estaba emocionado por la presencia de su amigo de la infancia Gonzalito, quien estuvo al borde de la muerte y que gracias a Dios y a los médicos, lo estaba acompañando desde la platea.2-“Llegar acá fue como una carrera con obstáculos. Venía todo muy bien y cuando ya estábamos en la recta final, estaba entrenando en mi bicicleta y, en una de esas vueltas, se me apareció un auto que me llevó puesto. Y de repente, me vi en el aire diciendo: ‘¿y los conciertos?’ En el auto venía un chico con su padre, que lo miró como diciendo: ‘¿este es el boludo que canta?’”, contó haciendo estallar de risa a toda la platea. Tras ese chiste que le dejó una costilla quebrada y lo convirtió en el “abuelo de Heidi por unas semanas”, llegó el “maldito Covid” que lo obligó a reprogramar tres de sus cuatro fechas en el Gran Rex. “Pero finalmente estamos acá, así que agradezco que hayan venido”, lanzó ante un efusivo y generalizado aplauso. Y luego dio paso a su gran himno, ese que lo llevó a cantar en el Vaticano y sigue vigente, como bandera de optimismo, a través de los años: “Color Esperanza”.BOOM EN PUNTA DEL ESTE: VIVÍAN EN NUEVA YORK, HICIERON EL CLICK Y SU HOBBY SE CONVIRTIÓ EN EL NEGOCIO DE SU VIDA3. “En la vida no necesitamos tantas cosas para ser feliz”, exclamó el gran protagonista de la noche mientras una lluvia de papelitos metalizados anunciaban el final del espectáculo. Y cuando parecía que el show estaba a punto de terminar, un momento mágico se apoderó de la sala.4. “A veces la vida aprieta pero está bueno que eso suceda. Es sinónimo de que estamos vivos y, como decía mi querida mamá (que tuvo una vida intensa), desgraciadamente uno aprende más de los momentos difíciles. Son tiempos complicados para todos y cuando te pasan cosas de vida o muerte es cuando tomás dimensión y hacés foco donde hay que hacerlo. Gracias por venir a compartir esta noche”, finalizó ante el efusivo aplauso de pie. Luego, el cantante se secó las lágrimas y balbuceó: “¡Gracias, gracias por estar acá! View this post on Instagram A post shared by Diego Torres (@diegotorresmusica)
Victoria Vera ZiccardiTemasVida SanaDiego TorresEmociónMúsica contemporáneaDiscos y EventosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Diego TorresEn el Gran Rex. La emoción de Diego Torres por ver en la platea a un gran amigo que superó una dura enfermedadNuevas fechas. Diego Torres: por Covid-19 positivo, reprogramó sus shows en el Gran Rex¿Reconciliados? Diego Torres y Débora Bello comparten días de esquí en Aspen junto a su hija

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Cómo lidiar con el estrés de volver a la oficina

Después de pasar dos años trabajando desde casa o desde cualquier lugar, los empleadores quieren que sus trabajadores regresen a la oficina. El trabajo desde cualquier lugar no siempre está permitido debido a problemas de ciberseguridad e impuestos que a veces restringen en qué estados o países pueden trabajar los empleados.Pero es difícil convencer a los empleados de que deben volver a la oficina por tiempo completo cuando estuvieron trabajando de forma remota y siendo productivos. Sin embargo, debemos admitir que es mucho más fácil colaborar y construir relaciones en persona. No importa cuán informal y casual sea la reunión de Zoom, no es lo mismo que sentarse en el comedor y compartir un café o almuerzo. Quienes tuvieron el placer de disfrutar de un happy hour por Zoom, dudo que tenga que convencerlo de que no es lo mismo que tomar algo con un grupo de compañeros en persona.El trabajo híbrido es versátil. Por un lado hay reuniones mensuales donde los equipos se reúnen para organizar estrategias y socializar. Inclusive cuando algunos de estos equipos se encuentran a kilómetros de distancia entre sí. En el otro extremo, algunas empresas, como por ejemplo Google y Apple, les exigen a sus empleados que vayan al menos dos o tres días por semana a la oficina.GESTIONAR LAS EMOCIONES EN EL TRABAJO. CINCO SITUACIONES COMUNES Y SUS CLAVES PARA AFRONTARLAS DE MANERA EXITOSAEn el caso de Google, esta nueva disposición arrancó el 4 de abril. Para Apple, el regreso a la oficina es paulatino y empezó el 11 del mismo mes. Al momento de escribir este artículo, Twitter tenía la política más flexible. Su CEO Parag Agrawal le dijo al personal que trabajen desde donde se sientan más productivos y creativos, ya sea que signifique estar remoto o en la oficina. En el mismo anuncio, Agrawal admitió que esto implicará “muchos desafíos en los próximos meses”.Volver a la oficina va a ser un cambio significativo en la vida de muchos empleados y gran parte de la Gran Renuncia se atribuye a que los trabajadores renunciaron a trabajos que los obligaban a regresar a la oficina priorizando empleadores que les permitiesen trabajar a distancia.Los desafíosDespués de años de salir de la cama a un escritorio cercano para la primera reunión del día, los trabajadores tendrán que levantarse temprano, darse una ducha, vestirse, subirse a un auto o tomar el transporte público y llegar al trabajo. Es posible que millones de padres tengan que llevar a sus hijos a trabajar con ellos. Además, ahora llevar a los chicos al colegio vuelve a ser en ropa formal, de trabajo y no en pijama a los que todos nos habíamos acostumbrado.Viajar también cuesta caro. En el Área de la Bahía de San Francisco, cruzar uno de sus ocho puentes puede costar entre $7 y $8.50 por día. A eso hay que agregar el gasto del estacionamiento, de la nafta, y el mantenimiento del auto. A estos viajes diarios también hay que sumarles un extra por lo que se consume, por ejemplo para comer y vestirse.Es importante que los trabajadores sepan lo que se espera con respecto a la vuelta a la oficina: las reuniones, los horarios y los códigos de vestimentaY a pesar de la maravillosa tecnología, la comunicación y la colaboración híbridas son complicadas. En muchos casos significa que haya varias personas en una sala de conferencias con una pantalla grande y otras desde sus casas. Tampoco se pueden comparar las conversaciones espontáneas cara a cara en la oficina con una que se da por Teams, Slack o por mail. Esta desigualdad puede dejar a las personas desde casa en una desventaja significativa. Steve Jobs era famoso por querer oficinas abiertas donde las personas pudieran conectarse e intercambiar ideas, estimular la creatividad y la colaboración.A medida que los trabajadores regresan a la oficina, se encuentran con que tienen que compartir espacio con muchas más personas que en los últimos dos años. Esto significa adaptarse a más ruido de fondo, a personas moviéndose e interacciones más casuales y espontáneas. Todo esto representa una distracción para la mayoría de ellas. Concentrarse puede ser difícil, pero todas estas distracciones harán que ciertos tipos de trabajo tomen más tiempo.Por último, y esto puede parecer menos importante y, sin embargo, es significativo, pero es qué ponerse. Zoom significaba ropa de gimnasia, pijamas o lo que sea más cómodo. Las empresas tech solían adoptar el “casual Fridays” en donde se le permitía a los empleados vestirse con ropa más relajada.Lidiar con todos estos desafíos llevará algún tiempo, ya que las personas se acostumbrarán a los nuevos horarios y formas de ser y hacer. Para ayudar con este ajuste, hay algunos pasos que los empleadores y los empleados pueden tomar en cuenta.El trabajo híbrido es una nueva realidad que seguirá cambiando a medida que los empleadores y los empleados descubran qué funciona mejor para cada organizaciónShutterstockLas SolucionesEs importante que los trabajadores sepan lo que se espera con respecto a los días en la oficina, las reuniones y los códigos de vestimenta, y esto debe ser claro, explícito y por escrito. Los viajes de negocios también están de regreso, y los por qué, cuándo y cómo de esto también son diferentes a los tiempos anteriores. El proceso mediante el cual se toman estas decisiones dependerá de la cultura corporativa, pero la claridad reduce el estrés al tener expectativas claras, independientemente de si a los empleados les gustan o están de acuerdo con las decisiones que se toman.Para controlar el estrés de las distracciones de la oficina, se puede desconectar el ruido de fondo con auriculares. Si el tráfico de personas es un problema, se recomienda encontrar un espacio de trabajo que esté fuera del camino. Para administrar la interacción, se puede crear un cartel para colgar afuera de su espacio de trabajo que le diga a la gente si está ocupado o disponible. Desarrolle una respuesta verbal amable para las personas que quieran hacerle una consulta en el momento que esté ocupado. Por ejemplo, “estoy en medio de algo, ¿puedo responderte en una hora?” Y si solo se necesita un tiempo a solas, una buena opción es salir a caminar. Despejar la mente inspira la creatividad.Los empleados también necesitan crear nuevas rutinas para adaptarse a una nueva realidad. Levantarse a la misma hora todos los días, independientemente de si se trabaja desde casa o de forma remota es óptimo para la salud mental y física, porque nuestros ritmos circadianos y relojes biológicos necesitan regularidad para procesos como el sueño, la digestión y nuestro sistema endocrino. El tiempo dedicado al ejercicio físico también debe contemplarse y adaptarse como parte de la nueva rutina.Por último, los empleados necesitan crear nuevos presupuestos que tengan en cuenta su nueva realidad económica. Esto ayudará a reducir el estrés del golpe financiero que vendrá al regresar a la oficina ya que, durante la pandemia, la gente pudo ahorrar.El trabajo híbrido es una nueva realidad que seguirá cambiando a medida que los empleadores y los empleados descubran qué funciona mejor para cada organización. Esto significa que habrá fricciones y estrés a medida que las personas se adapten a las expectativas cambiantes. Anticiparse y prepararse para estos factores estresantes hará que la transición sea menos desafiante.Por Ruth C. WhiteFast CompanyFast CompanyTemasVida SanaBienestarEmpleosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Bienestar”Mide” desde hace 17 años su felicidad. Trabaja en Copenhague y descubrió qué pregunta hay que hacerse todos los días para descubrir si uno es felizCuatro historias, en primera persona. En la mitad de la vida descubrieron que podían vivir más felices, qué decidieron”Yoga pasivo”. Cómo es el masaje que se realiza en el piso y el terapeuta puede pararse arriba del cuerpo del paciente

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Gestionar las emociones en el trabajo. Cinco situaciones comunes y sus claves para afrontarlas de manera exitosa

El trabajo es una actividad fundamental a la que se le destina gran parte del día: un trabajador promedio suele tener una jornada laboral de unas ocho horas diarias, 40 horas semanales y más de 2000 horas al año. Tiempo más que relevante en la vida de las personas.Hay gente que trabaja en lo que le apasiona y otros lo hacen por necesidad. Unos eligen su profesión guiados por sus intereses, otros por obligación o mandato. Unos disfrutan de lo que hacen y otros se aburren. De todas maneras, el trabajo es un ámbito para desarrollarse, conocer gente, progresar.En un mundo incierto con escenarios que cambian todo el tiempo, gestionar las emociones durante la jornada laboral es un factor clave para cuidar el bienestar personal, enfocarse con éxito en las tareas y lograr buenos resultados. Para Andrés Hatum, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y autor del libro “Infierno: Líderes y organizaciones que matan”, el equilibrio emocional depende en gran medida de cada persona y de su poder de “autocontrol”.ESTRÉS POSITIVO: LAS DIFERENCIAS CON EL NEGATIVO Y CÓMO IDENTIFICAR CUANDO LA ADRENALINA DEJA DE JUGARNOS A FAVOREn esta línea, María Roca, Directora de Ineco Organizaciones y coordinadora Científica de Fundación que lleva el mismo nombre, comenta que las emociones son procesos que disparan nuestro organismo cuando algo que “afecta nuestro bienestar se pone en juego” y aclara: “Las emociones están ahí para ayudarnos. Son detectores de relevancia, nos dicen que algo importante para nosotros está pasando y nos preparan para enfrentarlo. Está comprobado que evadirlas tiene consecuencias para la salud tanto físicas como mentales”.Hay un aspecto que se llama “salario emocional” que según Alejandro Melamed, Director General de Humanize Consulting, alude a los aspectos que hacen a la motivación del empleado. El primer factor es la tarea que hacés, es decir, el tipo de actividades. El segundo tiene que ver con qué tipo de jefe tenés. El tercero se refiere a las personas con las que interactuás, reflexiona.La pandemia fue un antes y un después en la vida de muchas personas y en varios casos, “hizo que las emociones estén a flor de piel”, explica Hatum. A nivel laboral, permitió el trabajo híbrido, una modalidad que llegó para quedarse, la que brinda cierto equilibrio, pero que al mismo tiempo rompe las barreras entre el universo laboral y el personal.Son varios los aspectos que forman parte de la vida de un trabajador y, ser capaces de hacerles frente es ideal para evitar el agotamiento, aumentar la motivación y cuidar la salud mental.”El equilibrio viene de uno mismo, el trabajo no te lo va a dar”, Andrés Hatum, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella ShutterstockEspecialistas dan las claves para sobrellevar saludablemente cinco situaciones comunes que se dan durante la jornada laboral:“Soy muy autoexigente conmigo mismo y no puedo disfrutar”Muchas veces las personas dejan de disfrutar lo que están haciendo porque se sobreexigen y se ponen varas muy altas. “El perfeccionismo imposibilita la excelencia, genera frustración, esa sensación de que lo que hacés nunca es suficiente”, dice Melamed. Y agrega: “En la excelencia hay disfrute durante el proceso”.La clave está en innovar en distintas maneras de transitar la actividad para evitar caer en la autoexigencia: tomarse descansos e interactuar con colegas pueden ser buenas opciones para descomprimir. Para Hatum, lo ideal es estar en calma y buscar una actividad paralela al trabajo, es decir, un hobby, que distraiga y revitalice.“No logro el equilibrio entre el trabajo y la vida personal”Alcanzar el equilibrio no es una tarea sencilla, pero un balance entre la vida personal y el trabajo permitirá obtener mejores resultados y una mayor calidad de vida. “El equilibrio viene de uno mismo, el trabajo no te lo va a dar”, explica Hatum. “Las empresas quieren resultados, entonces está en cada persona generar espacios y el tiempo para hacer actividades de esparcimiento y encontrarse con amigos y familia”, agrega.Para Melamed, hay que lograr estar en armonía sin que un aspecto invada al otro. “Más que calidad de vida, se habla de una vida de calidad, que todos los planos estén presentes y se puedan potenciar”, dice.“La tarea que realizo es rutinaria y me aburre”Hatum enfatiza en la idea de que no es posible amigarse con el trabajo que no te gusta hacer y, frente a esta situación, propone arrancar a mirar el mercado y buscar un empleo nuevo que se adapte a las necesidades personales. “Amigarse sería acostumbrarse y eso va en contra de tu salud mental”, comenta el profesor.Para Roca, encontrar el sentido en lo que hacemos es fundamental para alcanzar el bienestar. “Siempre va a haber algo que no nos gusta hacer. Acordarse del propósito de lo que estoy haciendo suele ser una manera positiva de encarar el trabajo”, reflexiona.“Genero mejores resultados que mi compañero pero no me ascienden”Amiguismo con el jefe, “ascensos injustos”, o falta de oportunidades o desarrollo personal. Si bien podría decirse que el trabajo es lineal y a mejores resultados, mayores beneficios, lo cierto es que en el ámbito laboral también entran en juego otras variables. Para empezar se trata de un espacio de interacción entre personas, las miradas son diferentes según las personalidades de cada uno y la subjetividad toma protagonismo. En este contexto, surgen situaciones en las que las personas pueden sentir que el compañero que realiza, “menos esfuerzo” o trabaja menos tiene mayores beneficios: en situaciones concretas, un mayor aumento de sueldo o la promoción a una mejor posición. Ante estas situaciones, los especialistas son categóricos: tanto Hatum como Melamed hacen hincapié en la importancia de arrancar una nueva búsqueda laboral y explorar otras opciones.“ Tengo un jefe workaholic que pretende que yo también lo sea”Cada persona es un mundo y un líder muy dedicado a su trabajo puede generar motivación pero también una crisis personal que plantea el dilema: “no quiero la misma vida que él”. “En estos casos, el cambio tiene que venir de nosotros mismos”, enfatiza Hatum y comenta que una forma efectiva de manejar estas situaciones es “anticiparnos a los pedidos”.Otro punto clave es no tomarse la situación como un tema personal. Cada líder tiene sus características y es clave saber cómo manejarse porque ni él puede querer que todos trabajen a su ritmo, ni la persona tiene por qué hacerlo.Según Melamed, “hay personas a las que no se pueden cambiar, entonces lo importante es aprender a conducir a tu jefe y adoptar un manejo apropiado, por ejemplo, saber si prefiere que lo contactes por escrito o verbal, a la mañana o a la tarde”. Los dos especialistas coinciden en que si no se puede modificar la situación, lo más saludable es intentar buscar otro trabajo.Melanie ShulmanTemasVida SanaMenteBienestarSaludEmpleosConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de BienestarConsejos. Volver a correr es más fácil de lo que pensás, cómo evitar lesionesVida sana. La vitamina que permite liberar tensiones y disminuye el estrésSurfcamps. El deporte como excusa para superar momentos difíciles

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La terapia que usa la realidad virtual para revivir el pasado y sanar traumas

John Faulkner, de 76 años, se estaba volviendo emocionalmente retraído antes de llegar a Central Parke Assisted Living and Memory Care, el lugar donde vive en Mason, Ohio. En su momento había sido un ávido viajero, pero el deterioro cognitivo terminó con eso y se aisló socialmente. Cuando Faulkner llegaba a Central Parke, se sentaba solo en su habitación durante horas, según Esther Mwilu, quien organiza actividades para dicha comunidad.Su plan de tratamiento para la ansiedad relacionada con la demencia incluía medicamentos antipsicóticos y terapia de reminiscencia, una práctica de décadas de antigüedad en la que los adultos mayores se involucran con recuerdos de su juventud, como música o fotografías personales, destinados a generar recuerdos y cultivar alegría y significado.Faulkner estaba inmerso en la nostalgia. Entonces, el personal de Central Parke decidió intentarlo nuevamente, pero agregando la realidad virtual. Si bien los estudios sugieren que la terapia de reminiscencia tradicional puede mejorar significativamente el bienestar de las personas mayores, la realidad virtual tiene el potencial de hacerla más inmersiva e impactante. Cuando se puso los cascos de RV, Faulkner podía caminar por los acantilados virtuales de Moher en el oeste de Irlanda, tal como lo hizo con su esposa varios años antes.Aquel fue su punto de inflexión. Ahora, tres meses después, tiene una sesión de terapia de reminiscencia virtual de 45 minutos todos los lunes. Incluso, Mwilu dijo que necesita menos medicamentos para la ansiedad y es más sociable. También comenzó a dar clases a otros residentes sobre cómo hacer aviones de papel.En la actualidad aproximadamente media docena de empresas se enfocan en proporcionar terapia de reminiscencia de realidad virtual para personas mayores en hogares. Una de las más grandes, Rendever, trabaja con más de 450 instalaciones en los Estados Unidos, Canadá y Australia, mientras que otro, MyndVR, está también asociado con cientos de estos.Tanto los adultos mayores como sus familiares puede formar parte de la terapia virtual www.rendever.comForman parte de una tendencia creciente que usa la realidad virtual en la atención médica, incluido el tratamiento de pacientes con trauma y dolor crónico . Y dado que se espera que la cantidad de personas mayores de 65 años casi se duplique para 2060 en los Estados Unidos, hay una necesidad urgente de ayudas tecnológicas como la RV para el cuidado de los ancianos. Más de 11 millones de estadounidenses actúan como cuidadores no remunerados de un pariente con demencia. La “generación sándwich ” de mediana edad , que hace malabarismos entre carreras y múltiples roles de cuidado, busca apoyo en la realidad virtual y otras tecnologías, como las mascotas robóticas.Eddie Rayden de Rhode Island dijo que su madre de 91 años, Eileen, se sorprendió cuando usó la realidad virtual para ver el vecindario de Cleveland donde creció. “Ella se iluminó de inmediato”, dijo. “De repente, estaba parada frente a la casa en la que no había estado en más de 80 años”.Cómo funcionaEl concepto de la terapia de reminiscencia se remonta a 1963. En ese entonces muchos psiquiatras de la época desaconsejaban cualquier cosa que pareciera vivir en el pasado, pero Robert Butler, quien más tarde fundó el Instituto Nacional del Envejecimiento, argumentó que las personas mayores podían obtener un valor terapéutico al poner su vida en perspectiva. Desde entonces, los psicólogos recomiendan cada vez más el uso de videos viejos de casamientos o de las comidas favoritas de la infancia como herramientas para ayudar a las personas mayores, incluidos aquellos que sufren de demencia. Los expertos dicen que los adultos mayores que suelen preocuparse por la disminución de la memoria a corto plazo a menudo se sienten tranquilos al recordar su pasado, especialmente sus épocas de juventud.Durante la última década, la tecnología más rápida y potente hizo que la realidad virtual sea cada vez más realista y ha dado lugar a estudios que muestran cómo las personas mayores pueden usar la misma para volver a experimentar partes significativas de sus vidas. En 2018, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts descubrieron que la realidad virtual reducía la depresión y el aislamiento entre las personas mayores. Otros estudios sugirieron que la reminiscencia de la realidad virtual mejora la moral , el compromiso , la ansiedad y la cognición al estimular la actividad mental, aunque no necesariamente puede revertir el deterioro cognitivo.Aún así, todavía se necesitan estudios más amplios antes de que todas las personas mayores de 75 años se pongan los cascos. El doctor Jeremy Bailenson, director del Laboratorio de Interacción Humana Virtual de Stanford, dirige en la actualidad un ensayo clínico en 12 estados para tratar de obtener más información concreta sobre el tema.“Nunca quisiera que la realidad virtual reemplazara por completo la terapia de reminiscencia que no es de realidad virtual”, dijo, pero “diferentes personas necesitan diferentes herramientas”.Con la terapia de reminiscencia de realidad virtual los ancianos pueden recordar lugares de su juventudwww.rendever.comLas personas mayores hoy pueden pagar a las empresas por cascos de realidad virtual y por acceso a una biblioteca de experiencias virtuales, muchas de las cuales están diseñadas para la terapia de reminiscencia. Además van a poder participar en ellas individualmente o en sesiones grupales.No se necesitan recetas y los participantes generalmente superan en número a los cascos virtuales. Los cuidadores e investigadores dijeron que comienzan a ver los beneficios después de varias sesiones durante uno o dos meses. Stephen Eatman, vicepresidente de Sunshine Retirement Living, que administra Central Parke, dijo que el uso de antipsicóticos por parte de la compañía disminuyó hasta en un 70 por ciento en las personas mayores que usan la terapia de realidad virtual.Además de revivir viajes a lugares como Irlanda, los usuarios pueden teletransportarse a bares o clubes que les recuerdan su juventud. MyndVR ofrece visitas a locales de música flamenca, ragtime y clásica, con músicos y actores vestidos como en esa época.Pero los usuarios no se limitan a experiencias nostálgicas “preempaquetadas”. Los familiares, amigos y cuidadores también pueden grabar un video en 3D de algún festejo u evento al que la persona pueda asistir virtualmente una y otra vez para reforzar nuevos recuerdos. Otros miembros de la familia buscan en Google Streetview lugares importantes en la vida del adulto mayor que se pueden convertir en reinos de realidad virtual.Dorothy Yu, una consultora de negocios de Weston, Massachusetts, decidió convertir las calles alrededor del campus de la Universidad de Missouri a realidad virtual para que su padre pudiera ver los edificios donde había sido profesor. Ahora, siendo un residente de 90 y tantos años de Maplewood Senior Living en Massachusetts, puede recordar el trabajo que hizo ahí con orgullo, tanto durante la sesión como después.“Nunca había visto reacciones similares a esta tecnología”, dijo Brian Geyser, vicepresidente de Maplewood, que ahora ofrece realidad virtual en cada una de sus 17 comunidades.No es adecuado para todosPara participar en la terapia de realidad virtual deben ponerse un casco tecnológico que cubra sus ojos y bloquee toda la luz para adentrarse en el mundo tridimensional. Para algunas personas mayores que no crecieron con computadoras, esta tecnología inmersiva puede ser abrumadora, dijo Amanda Lazar, investigadora de interacción humano-computadora de la Universidad de Maryland.“La cara es una parte muy personal del cuerpo”, dijo Davis Park, vicepresidente del Centro Front Porch para la Innovación y el Bienestar, una organización sin fines de lucro que brinda tecnología, incluida la realidad virtual, a las comunidades de adultos mayores. Alguien con demencia puede preocuparse si nota que sus ojos están cubiertos o puede tener problemas para entender el propósito de atarse una máquina sobre la cara, dijo Park.Para disminuir estos riesgos, Sunshine Retirement limita las actividades de realidad virtual a ciertas habitaciones donde las personas mayores pueden usar la tecnología de manera segura. También evitan mostrarles a estos lugares que podrían desencadenar recuerdos traumáticos, dijo Eatman, pero las reacciones de las personas son difíciles de predecir.La mayoría de los proveedores también limitan las sesiones de reminiscencia de RV a 45 minutos, aunque incluso con esa duración, pueden causar mareos y dolores de cabeza, especialmente con ciertos medicamentos. Los cascos de realidad virtual también pueden ser demasiado pesados para el cuello de algunos adultos mayores o pueden no tener en cuenta las deficiencias auditivas y visuales.TRAGEDIA EN PALERMO: CÓMO DIFERENCIAR CUANDO LOS SÍNTOMAS SON DE UN INFARTO O DE UN ACVOtro inconveniente: la realidad virtual puede aislarte socialmente. Tradicionalmente, la terapia de reminiscencia ha alentado a grupos de personas mayores a vincularse entre sí y con los cuidadores a través de recuerdos especiales. “Si alguien se pone el casco, las personas que lo rodean quedan bloqueadas”, dijo el Dr. Lazar.El Iona Washington Home Center en el sureste de la capital estadounidense intenta resolver esto al proyectar las experiencias de realidad virtual de las personas mayores en una pantalla 2-D para que otros las vean y las discutan. El centro, administrado por una organización sin fines de lucro, recibió sus cascos de RV a través de una subvención del gobierno que es común para los hogares de jubilados. “La gente de acá no tiene mucho dinero”, dijo Keith Jones, el especialista del programa. “La mayoría de ellos no llegó a ver el mundo”. Cuando lleva grupos a otro país en realidad virtual, Jones coloca a los pocos miembros que han visitado el lugar a la cabeza de la mesa para que compartan sus recuerdos.El futuro del metaverso de la memoriaEn el futuro, la realidad virtual puede ofrecer otra forma para que las personas mayores combatan la soledad al adentrarse a la experiencia con sus seres queridos.Tamara Afifi, investigadora de la Universidad de California en Santa Bárbara, estudió la realidad virtual y la demencia y ahora está investigando nuevas tecnologías que permitan a los familiares viajar juntos. La señora Rayden, residente de 91 años de edad de Maravilla Senior Living, una comunidad en Santa Bárbara, participó en la investigación de Afifi. Ella y su hijo de 66 años, hicieron juntos un recorrido por su antiguo barrio de Cleveland, a pesar de que él estaba en Rhode Island.“Le mostré dónde jugábamos a la rayuela y tirábamos el trineo en invierno”, dijo. “Era importante que conociera la casa que teníamos y el barrio. Fue mi infancia. Me trajo recuerdos maravillosos”.En algunos casos la terapia de reminiscencia con realidad virtual sirvió para mejorar el estado del pacientewww.rendever.comDesde que el esposo de Rayden murió en 2019, ella ha estado luchado contra la tristeza y la soledad. Hasta ahora la realidad virtual le permitió llevar a su hijo al Canal Intracostero de Florida, donde había disfrutado de unas vacaciones de pesca con su esposo. “Le encantaba pescar”, dijo. “Qué recuerdos tan felices”.Ruth Grande, directora ejecutiva de Maravilla, dijo que los hijos adultos pueden “dejar de ser cuidadores por 30 minutos” cuando tienen estas experiencias con sus seres queridos. “Recuerdan lo que es disfrutar estar con su pariente”, dijo.Matt Fuchs- The New York TimesThe New York TimesTemasBienestarTecnologíaRealidad virtualConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de BienestarEl método Wim Hof. Por qué una inmersión en agua helada hace bien a la saludDesorden. Los consejos de Marie Kondo a la hora de elegir qué descartar de todo lo que se acumuló en pandemiaAmor a primera vista. La práctica milenaria menos pensada que “enamoró” a Robert de Niro

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Ourtime: cómo funciona la ‘app’ preferida por los mayores de 50 que intenta evitar lo peor de la seducción ‘online’

Cualquiera que haya entrado en una app para coquetear en los últimos años conoce las dinámicas aceleradas bajo las que estas funcionan. A veces, el pulgar se desliza de izquierda a derecha de forma tan automática que no es difícil encontrarse gritando un “¡No!” a la pantalla tras dejar pasar de manera accidental un perfil que prometía. Un error tan común que las propias aplicaciones, como Tinder o Bumble, ya han sabido capitalizar: si se quiere volver atrás y conocer a esa persona habrá que pagar. A no ser que uno tenga más de 50 años. En ese caso, existe la posibilidad de un entorno de conquista digital más amable y reposado, en el que detrás de la pantalla responde un equipo humano y los perfiles están verificados. Al menos así se promocionan las apps como Ourtime, que nacen orientadas a este nicho de mercado.VIDA SANA: LA VITAMINA QUE PERMITE LIBERAR TENSIONES Y DISMINUYE EL ESTRÉSLas plataformas de citas online, aprovechando el aumento de la población soltera (pasaron de 36% en 2019 a 40% en 2021 en España, están en constante búsqueda de nichos generacionales para ofrecer sus servicios. El último espectro en el que están fijando su atención es la llamada generación silver, denominación marketiniana que se refiere a los miembros del baby boom nacidos entre 1946 y 1964, es decir, a aquellos de entre 56 y 74 años. Son ciudadanos con más poder adquisitivo que sus sucesores, y cuya actividad económica en 2019 generó el 26% del PBI del país. De entre 50 y 69 años, en 2021, había en España 1.666.800 personas solteras pero si se suman los separados y divorciados suman 3.901.400 personas.Un tercio de las personas de esta generación que tuvieron citas en los últimos cinco años recurrieron a las aplicaciones en busca de ayuda, según un estudio de Choice Mutual de 2021. Y la materialización de esa tendencia en España la encabeza Ourtime, una app que cubre este rango de edad y pretende diferenciarse a las que normalmente usan los millennials. Aunque ya existían otras aplicaciones en España que se enfocaban de forma sutil a grupos de edad maduros, esta es la primera que directamente se dirige a su público por un criterio específico de edad. Ourtime pertenece a Match Group, que aglutina 45 apps para coquetear entre las que se encuentran Tinder, Match.com, Meetic, OkCupid, Hinge, PlentyOfFish, Shipe y ahora Ourtime, que pretende beneficiarse de los datos que el grupo ha recolectado de su experiencia con otras plataformas.“Coquetear a los 30, 40 o 50 no es tan distinto, pero sí se nota la diferencia en cuestión de prioridades”, apunta Ángela Aznárez, psicóloga especializada en terapias de pareja y sexóloga. “En mi experiencia, observo que en las fases más maduras las personas que quieren tener una relación o conocer a personas nuevas lo hacen poniendo por delante la estabilidad y tienen más claro dónde están sus límites, qué cosas quieren o no. Cuando se es más joven se prioriza más el hedonismo y pasarlo bien”.La selección de candidatos se ofrece según afinidad tras responder a un cuestionario muy exhaustivoshutterstock – ShutterstockLa estrategia cambia, por tanto. Frente a la exposición y a la sensación de que las opciones de conocer a alguien son inagotables, que favorecen a conciencia las apps de citas más populares y usadas entre jóvenes –buscando retener durante el mayor tiempo posible a los usuarios más que facilitarles encontrar pareja–, el equipo de Ourtime España quiere destacar “la discreción, la usabilidad y la seguridad” como sus puntos fuertes. La primera, mediante un sistema de bloqueo que impide hacer captura de pantalla a los perfiles; la segunda, mediante herramientas y tutoriales que hacen fácil la experiencia de usar la aplicación y la seguridad a través de resortes con los que denunciar situaciones abusivas. Solo esto último es novedoso y concreto de esta aplicación. Las otras tres funcionalidades están incorporadas a Tinder, Bumble y otras apps dirigidas a grupos de edad más jóvenes.“Conocer gente en aplicaciones desgasta mucho porque es muy fácil tener distintos objetivos: relaciones serias, compañía, encuentros casuales… Hay personas que a lo mejor te entran por la vista y con las que no hay por dónde sacar una conversación. Pasar por esto de manera continuada agota”, apunta Aznárez. “Es verdad que es una de las herramientas más útiles para conocer gente –más durante y después de la pandemia– pero es un sentimiento común esa pereza que puede dar en ciertos momentos seguir ahí cuando ves que lo que estás buscando no es tan fácil como a lo mejor proyectabas”.En Ourtime, la selección de candidatos, que se ofrece según afinidad tras responder a un cuestionario muy exhaustivo, el componente físico es tan importante como en las aplicaciones para un público más joven, o incluso más. No solo preguntan el color de pelo y la altura, sino que te sugieren que especifiques la complexión física y si tenés sobrepeso. Al igual que en otras aplicaciones, se incluyen cuestiones sobre el nivel de formación académica, aunque no sobre el nivel de ingresos. Además se intenta decodificar las personalidades a través de preguntas que permiten dilucidar gustos y aficiones, se dedica un apartado a averiguar si el usuario es muy activo o más bien tranquilo. Para rellenar estos cuestionarios, la propia página facilita un chat con una asistente virtual que asesora en la tarea.Las aplicaciones influyen en nuestro comportamiento, autoestima o forma de entender las relacionesshutterstock – ShutterstockLa web ofrece la figura del love coach (un entrenador) que brinda consejos sobre citas y cómo prepararlas, con encuentros en streaming a través del canal de YouTube o con sesiones privadas que se ofrecen solo previo pago. Aurelio Gómez es esa figura y en conversación telefónica explica qué tipo de preguntas le suelen hacer los usuarios: “Con una determinada edad estamos más desentrenados y a veces nos preguntan si se debe besar o no en la primera cita, cuánto es conveniente esperar para las relaciones sexuales…”. Las respuestas no difieren mucho de las que daría a cualquier grupo de edad: eso es muy personal y depende de cómo fluya la situación. «Lo que hemos percibido en estas sesiones es que con una determinada edad el sexo es importante pero no tan primordial. Se valora mucho más la complicidad y el concepto de sexualidad es muy amplio: la caricia, un beso, los preliminares…». En cualquier caso, la aplicación de momento no ofrece datos concretos sobre la satisfacción de sus usuarios con la experiencia ni puede concretar con informes estadísticos los hábitos de sus usuarios ni el porcentaje de éxito.Teresa V., de 56 años, ha sido usuaria de Meetic y mantuvo una breve relación con una persona que conoció en esta plataforma, que es la aplicación principal de la empresa matriz de Ourtime y se presenta como la opción para “solteros exigentes”. En su caso, entró a la aplicación tras separarse de quien fue su pareja durante 20 años y con la intención de conocer gente, sin mucha pretensión. Ella cuenta que la falta de seguridad y de fiabilidad fue precisamente el mayor hándicap y el motivo por el que, si volviera a estar soltera, no repetiría la experiencia de coquetear por internet. “Tengo la sensación de que detrás de estas plataformas puede haber cualquier persona y que difícilmente vas a saber cómo es. Yo conocí a mucha gente agradable con la que no llegué a quedar, pero también tuve una mala experiencia con una persona que me resultó incómoda y me llegó a parecer peligrosa”. Es por eso que alaba la idea de que esta aplicación cuente con perfiles verificados, es decir, que hayan comprobado que la persona que se representa en el perfil digital se corresponde con la persona del mundo real, y ofrezcan la posibilidad de que la gente cuente sus experiencias en privado al equipo humano de la plataforma, por si se da alguna situación incómoda, peligrosa o denunciable.”Es importante que se dé como una experiencia más humana y accesible, fácil en el manejo y que dé seguridad a los usuarios”, Aurelio Gómez, love coach y psicólogo shutterstock – Shutterstock“Me gustaría que se pudieran poner en conocimiento de los responsables de la plataforma las situaciones anómalas y que te hicieran caso”, continúa Teresa V. cuando habla de sus experiencias pasadas en otras aplicaciones. Precisamente para responder a esta demanda, ahora en Ourtime existe la posibilidad de hablar durante las 24 horas del día con un equipo de profesionales de la compañía. La contestación, sin embargo, no es inmediata y se produce en un chat, por lo que su verdadera función es más cosmética que real.Otra medida que hace supuestamente que los usuarios se sientan más seguros de que están hablando con la persona que se presenta parapetada tras el perfil digital es la posibilidad de hacer videollamada y chequear quién está realmente al otro lado. Que esa persona sea la que sigue ahí cuando se apaga la cámara, y no otra, es algo que Ourtime, sin embargo, no puede garantizar.“Ya sabemos que hoy en día conocer a alguien por internet es otra forma más de hacerlo y han disminuido los prejuicios sobre ello”, cuenta Aurelio Gómez, que además de love coach es psicólogo. “Por eso es importante que se dé como una experiencia más humana y accesible, fácil en el manejo y que dé seguridad a los usuarios”.Pero, ¿hasta qué punto es posible humanizar una experiencia en la que, a fin de cuentas, manda un algoritmo? En el caso de Tinder, fue reveladora la investigación que la periodista Judith Duportail hizo a partir de los datos que extrajo de su historial de usuaria. El resultado lo publicó en 2019 en un ensayo titulado El algoritmo del amor (Contra). En el texto detallaba cómo la aplicación influye en nuestro comportamiento, autoestima o forma de entender las relaciones. Y revelaba además cómo el fin de la aplicación pasa por mantener a sus usuarios dentro el máximo tiempo posible, ofreciendo perfiles y servicios, y no por encontrarles pareja. No existen investigaciones similares respecto a las apps dirigidas a personas de más de 50. Aunque en el caso de Ourtime, cada usuario tiene un máximo de perfiles que puede visualizar en un día. Para esquivar ese límite o para participar viendo perfiles en modo incógnito también hay que pagar.María López Villodres – EL PAÍSEL PAISTemasBienestarAmores a la distanciaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de BienestarInédito. Lo llaman el hombre de hielo y creó el método Wim hof que calma la ansiedadTragedia en Palermo. Cómo diferenciar cuando los síntomas son de un infarto o de un ACVPara viajeros. Qué ejercicios hacer durante el vuelo para evitar calambres

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Dejarse las canas y aceptar las arrugas. Por qué cada vez más personas eligen envejecer de forma natural

Cada vez más personas tienden a dejar de lado los tratamientos “antiedad”, se cuidan sí, pero de una manera simple, no “combaten” las arrugas, se “dejan” las canas y se olvidan de la presión acerca de cómo hay que verse a determinada edad, muestran el paso del tiempo que viven con total naturalidad. Recientemente, la reconocida actriz norteamericana Cameron Díaz aseguró que no sigue ninguna rutina de belleza y que está en un momento personal en el que prefiere poner la energía en otro lado. Aseguró también que en los últimos años viene rechazando los estándares de belleza poco realistas que impone la industria a las mujeres.Según advierte, Mara Fernández, psicóloga (M.N. 36031) en la sociedad actual envejecer suele ser visto como algo negativo, y “sobre todo en el género femenino, pareciera que ser joven y sin arrugas es una obligación. Por esta presión cultural es que muchas personas se someten a procedimientos quirúrgicos intentando negar su realidad”, sostiene. Tratamientos estéticos, cirugías, tinturas, todo es válido para aquellos que se dejan llevar por las imposiciones de una sociedad estereotipada.Según la psicóloga, muchas mujeres se someten a cirugías estéticas por la presión culturalShutterstock.comSin embargo, no todas las personas viven de la misma manera esta presión social. Según Fernández, en la actualidad algunos prefieren mantener su imagen, aún con todo lo que eso significa, y mostrarse tal cual son. “Si bien para muchos, sobre todo famosos y celebridades, es un riesgo, ya que su decisión podría repercutir en sus trabajos, también saben que envejecer de forma natural mejora su calidad de vida, no sólo a nivel físico sino además mental, ya que disminuirían los pensamientos obsesivos entorno al cuerpo e imagen perfecta”, aclara.Cabelleras en libertadValeria Dussich tiene 46 años y durante su adolescencia, cuando cursaba la escuela secundaria, empezó a notar canas en su pelo y recuerda “empecé muy chica con un mechón blanco en la sien que era imperceptible y, estéticamente, súper agradable. Con el tiempo ese mechón blanco se extendió, cubrió la frente y después todo el cuero cabelludo. Pero nunca me quise teñir porque ese color de pelo diferente me pareció atractivo, quizás era también la necesidad que tenía de ser diferente en algún aspecto. Hoy siento que es parte de mí presentarme con el pelo blanco. En ningún momento traté de ocultarlo, creo que me amigué estéticamente con eso como alguien que se amiga con una cicatriz o con alguna parte de su cuerpo”, cuenta. “No sé lo que es ser esclavo de la peluquería, pero sí me doy cuenta que la gente que se dejó de teñir lo vive como una liberación”, advierte.Así también lo considera Marina Bois, médica dermatóloga (MN 151413), quien asegura que las canas son una expresión de libertad. Las personas que las dejan son aquellas que han podido liberarse del estereotipo impuesto de teñirse el pelo. “Sienten que pueden mostrar su naturalidad que antes quedaba tapada con la tintura y están bien con ello”, asegura.La médica dermatóloga Marina Bois asegura que las canas son una expresión de libertadPexelsPara la especialista en dermatología, dejarse las canas o las arrugas, se trata de una decisión de aceptación, ya que estas personas prefieren vivir aceptando los procesos naturales de su cuerpo. “En la consulta diaria, hay un grupo de mujeres que decide aceptar el proceso de envejecimiento, las canas, las arrugas y llevarlo con total naturalidad. Siguen rutinas de cuidados de la piel básicas, como una limpieza, alguna crema con algún ácido y suman otra que les aporte hidratación. En estos casos, estas rutinas promueven una piel radiante, hidratada, pero que mantiene su estructura natural”, asegura Bois. “Le escapan o rechazan los tratamientos invasivos, buscan aquello que no modifique la arquitectura de la cara, solo mejorar la calidad de piel, pero no generar grandes cambios”, sostiene.En efecto, esta tendencia hacia lo natural vino para quedarse y es por eso que cada vez más personas, tanto hombres como mujeres se inclinan por un envejecimiento auténtico. “Principalmente, las personas más jóvenes son quienes alzan la bandera de la autenticidad con más fuerza, y nos alientan a mostrar cuerpos reales, caras sin maquillaje, pero no escapa tampoco al resto de las personas. Es algo que puede llegar a visibilizarse más en mujeres, ya que son las que consumen más productos de belleza, aunque es un movimiento que se puede observar en todos los géneros y edades”, asegura Romina De los Santos, psicóloga y docente de la cátedra de Psicología de la Fundación Barceló.Un estilo de vidaPero no solo se trata del cuidado de la piel, quienes se inclinan por un envejecimiento natural también adoptan hábitos saludables relacionados con una alimentación variada y equilibrada, una buena hidratación, realizan actividad física regular, buscan reducir el estrés de manera que pueden realizar prácticas como la meditación, se conectan con la naturaleza y se apuntan a distintas actividades que promuevan la sociabilización.La alimentación sana es uno de los hábitos a incorporar para tener una vida más sanaCorbisPara Fernández, este movimiento se intensificó o comenzó a hacerse visible a partir de la pandemia, “en ese momento, muchas mujeres a causa del cierre de las peluquerías, dejaron de teñirse el pelo, y dejaron su blanca cabellera en libertad. Como así también al no poder asistir a centros de estética se permitieron mostrar sus rostros al natural. Pudieron despojarse de los prejuicios, las críticas, y los comentarios y sentirse bien con simplemente ser como son”, sostiene. Y afirma que esto no sólo les trajo bienestar, sino que aceptar el paso del tiempo de manera natural también ayuda al desarrollo de una mejor calidad de vida, “básicamente porque al aceptarse se dejan de lado pensamientos obsesivos relacionados con la estética, se dejan de incurrir a procedimientos dolorosos, costosos y que pueden provocar alteraciones físicas en algunas personas y, lo mejor es que la comparación con los otros deja de ser una preocupación”, finaliza.Para De los Santos, sucede que desde niños aprendemos una serie de normas implícitas acerca de cómo debe ser el mundo y una de ellas dice que hay que verse siempre feliz, joven y bello y que la vejez es la peor etapa de la vida. “Esto hace que veamos la juventud como la norma y el envejecer como algo que hay que corregir. Esta es la sociedad que habitamos, una que nos bombardea con publicidades de fórmulas mágicas para verse joven y feliz y contrarrestar los signos de la vejez. Muchos nos compramos la idea de la belleza y la juventud eterna, pero ¿qué pasa cuando llega el momento en el que nos damos cuenta de que no se puede sostener, o de que intentar sostenerlo comienza a ser una presión enorme?”, reflexiona. Desde el punto de vista de la psicología, pelearnos con lo inevitable genera mucho más malestar y el camino ideal sería el de la aceptación. La docente de Fundación Barceló propone: “Hagamos un ejercicio: tratemos de olvidar lo que desayunamos hoy. Es imposible, ¿no? Lo mismo sucede cuando quiero sacarme de encima algo que forma parte de mi realidad, es como tratar de olvidar un recuerdo. Entonces, creo que aceptar el paso del tiempo nos aportaría más bienestar y una mejor calidad de vida, ya que nos permitiría poner el foco en las fortalezas y virtudes para construir la vida que queremos tener hoy, en lugar de poner la energía en una lucha que me genera más malestar que otra cosa”, concluye.Silvina VitaleTemasSaludBienestarBelleza y SaludConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de SaludA solas con el creador de la marca Patagonia. Cómo piensa y vive el hombre que factura más de US$1300 millones al añoA entrenar. Los 10 tipos de yoga que más se practican y cuál es el ideal según tu objetivo y personalidad¿Sentís enojo, tristeza o ansiedad? Cómo evitar que esas emociones te enfermen

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Ansiedad por la salud: cómo reconocer si es COVID-19 o hipocondría

Una persona con ansiedad por la salud percibirá las pautas de los expertos de la salud como insuficientes (Getty) Con la pandemia y el exceso de información que gira en torno al COVID-19 desde hace dos años como desencadenante, más de una persona se habrá sentido enferma sin estarlo durante este tiempo.Y si bien las últimas investigaciones suponen que al menos el 6% de las personas experimentarán la sensación de estar enfermos sin estarlo en algún momento de su vida, los especialistas coinciden en que ese porcentaje puede haber aumentado rápidamente durante la pandemia.Con los medios de comunicación haciendo énfasis en recordar los síntomas y recordando las medidas de prevención de manera continua, es esperable y hasta natural sentir cierto nivel de preocupación por una posible infección.Sin embargo, en algunas personas que tienen cierta tendencia a preocuparse en exceso, el miedo al virus habrá resultado abrumador, al punto máximo de llegar a hacerse más de un test de PCR -probablemente con resultado negativo- desde el inicio de la emergencia sanitaria.“Sospecho que la ansiedad por la salud ha aumentado considerablemente durante la pandemia, sobre todo porque la gente ha tenido más tiempo para rumiar y reflexionar sobre sus síntomas”. El que habla es Peter Tyrer, profesor de psiquiatría comunitaria en el Imperial College de Londres, para quien “los últimos dos años han demostrado que nunca ha habido una mayor necesidad de concienciación sobre la ansiedad por enfermedad y su manejo”.El “trastorno de ansiedad por la salud” es lo que se conoce en medicina como “hipocondriasis o hipocondría”, que si bien las personas que lo padecían hace muchos años eran burladas y sus síntomas eran muchas veces menospreciados, en 2013 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría adoptó formalmente el término “trastorno de ansiedad por la enfermedad” para describir a las personas con preocupaciones desproporcionadas y debilitantes sobre su salud.El rol de los factores desencadenantes”No todas las personas que desarrollan estos temores poseen una previa patología de tipo hipocondríaca, sino que son estados de ansiedad elevados frente a la posibilidad de un contagio” (Foto:Captura)Contrariamente a la idea de que los hipocondríacos simplemente buscan atención, los orígenes de la ansiedad por la enfermedad en una persona suelen ser muy específicos.“A menudo hay un factor desencadenante”, aseguró Helen Tyrer, investigadora clínica del Imperial College London y autora del libro Tackling Health Anxiety, quien junto a su marido Peter investigan la ansiedad por la enfermedad. Y agregó: “Podría ser que alguien en la familia haya estado enfermo. O que hayan oído hablar de alguien de su misma edad que muere a causa de una enfermedad”.En otros casos, los pacientes pueden desarrollar preocupaciones excesivas y continuas sobre el regreso de una enfermedad anterior, como el cáncer o un ataque al corazón, o el empeoramiento de una condición actual, como la diabetes.La condición se caracteriza por un control obsesivo de los síntomas. Muchos de los afectados pasan horas todos los días investigando posibles enfermedades en internet.“La mente, el aparato psíquico y el mundo interno de las personas reaccionan a la llegada de esta pandemia con mucha angustia porque se trata objetivamente y realmente de una situación angustiante y preocupante. Entonces reaccionamos con miedo y preocupación, y anormalmente con pánico”. Claudia Borensztejn es miembro y expresidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y en diálogo con Infobae diferenció. “La preocupación es un signo de conexión con la realidad. El pánico, no. El pánico no deja vivir a las personas y tenemos que seguir viviendo con las restricciones que nos impongan. Ambos sentimientos se contagian. Sin embargo, existe una diferencia entre el miedo y el pánico. El miedo es el miedo a una amenaza real, a algo que está pasando. El pánico, por su parte, tiene ese plus de irracionalidad, de desborde y de angustia”.A la hora de describir a este tipo de personas, Helen Tyrer señaló que “cada minuto del día verifican si tienen esta enfermedad o no; realmente está en una escala completamente diferente a las preocupaciones de la mayoría de las personas sobre su salud”.“Los pensamientos repetitivos son persistentes y generan mucha angustia”, coincidió Sophie Lebel, psicóloga clínica de la Universidad de Ottawa, Canadá, que se especializa en las formas en que las personas enfrentan los diagnósticos de cáncer.Las personas hipocondríacas “cada minuto del día verifican si tienen esta enfermedad o no; realmente está en una escala completamente diferente a las preocupaciones de la mayoría de las personas sobre su salud” (Foto: Pixabay)Como es de esperar, la preocupación continua da como resultado muchas más visitas a consultorios médicos y hospitales.En el caso del COVID-19, “el paciente podría pensar que era demasiado pronto para presentarse a una prueba o que los resultados se confundieron en el laboratorio”, sostuvo Helen Tyrer. En ese sentido, para ella, “si alguien sufre de gran ansiedad por la pandemia, un resultado negativo de un test de PCR puede no ser suficiente para convencerlo de que no está infectado”.Los hipocondríacos generalmente tienen una de dos reacciones instintivas: bloquear completamente el pensamiento, lo que refuerza su severidad imaginada, u obsesionarse con el miedo y comenzar a investigar el virus y todos sus síntomas.Otra compulsión muy frecuente es la búsqueda de tranquilidad. Escuchar las noticias y hablar con todos. Sin embargo, cualquier alivio es muy breve porque incluso si se tranquilizan, es solo hasta que hacen la siguiente pregunta, “¿Pero qué pasa si?”.Una persona con ansiedad por la salud percibirá las pautas de los expertos de la salud como insuficientes. Y en vez de lavarse las manos durante 20 segundos, quizás lo hagan durante un minuto. Tal vez usen desinfectante para manos justo después de enjuagarse, o utilicen el alcohol sin diluir ante la idea de que así será más eficiente para combatir al virus. Se trata de una pendiente resbaladiza que conduce a una serie interminable de compulsiones y simplemente mantendrá la ansiedad.“El COVID-19 es un problema mundial que las personas tenemos que tratar con más racionalidad y menos pasión. Sufrir por el futuro, por desarrollar en nuestra mente la posibilidad de infección atroz, hace que perjudiquemos la salud psíquica y la capacidad de manejar nuestra vida para tomar buenas decisiones”, explicó por su parte a este medio el reconocido psiquiatra, investigador y escritor Augusto Cury, autor de Ansiedad, cómo enfrentar el mal del siglo.Finalmente, consultado sobre si hace falta ser hipocondríaco para que se activen estos temores desmedidos o le puede ocurrir a cualquier persona, el licenciado en Psicología Fernando Torrente (MN 27844) explicó a Infobae que “la hipocondría es una entidad patológica que pre-existe al temor por el coronavirus”. “Una persona hipocondríaca por supuesto es mucho más sensible o vulnerable a desarrollar estados de ansiedad importantes frente a epidemias de este tipo -señaló el director del Instituto de Neurociencias y Políticas Públicas de Fundación Ineco-. Pero no todas las personas que desarrollan estos temores poseen una previa patología de tipo hipocondríaca, sino que son estados de ansiedad elevados frente a la posibilidad de un contagio”.SEGUIR LEYENDOCuando la ansiedad también es una amenaza: hipocondría en tiempos de coronavirus“Me siento afiebrado”, “me pica la garganta”: ¿cómo sobrevive un hipocondríaco en tiempos del coronavirus?Paranoia versus peligro real: cómo reacciona el cerebro ante la avalancha de información que circula sobre coronavirus

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Después del susto por Ómicron: 6 razones del descenso del 62% de la vacunación contra el COVID-19 en Argentina

Hubo un récord de 3.018.191 dosis aplicadas en la primera semana de enero. Pero ritmo de vacunación bajó al 62% en la última semana epidemiológica reportada/ REUTERS/Agustin MarcarianLa Argentina se encuentra entre los 20 países que ya vacunaron a más del 80% de la población con el esquema primario completo contra el COVID-19. Hasta ayer por la tarde 36.282.700 personas estaban vacunadas con las dos dosis. Con el susto por la ola por la variante Ómicron del coronavirus, se llegó a batir un récord con 3.018.191 dosis aplicadas en la primera semana de enero. Pero desde entonces el número de dosis aplicadas fue en picada hasta la última semana completa notificada: bajó el 62%.Si se consideran solo la primera dosis, el 89% de la población general ya la tiene aplicada. En cuanto a la tercera dosis, el 36% recibió una aplicación como dosis adicional o como dosis de refuerzo. Si bien se consiguió una alta aceptación de la población para recibir las dosis que reducen el riesgo de complicaciones y muerte si las personas quedan expuestas al coronavirus, el ritmo del plan estratégico de inmunización del Ministerio de Salud de la Nación se desaceleró durante las últimas semanas, y expertos en infectología, vacunas e historia de la medicina consultados por Infobae señalaron que hay 6 razones que explican el descenso de las aplicaciones. El plan de vacunación contra el COVID-19 en la Argentina empezó el 29 de diciembre de 2020. En ese momento, se planificaba vacunar solo a 24 millones de personas que estaban dentro de los grupos de mayor riesgo de complicaciones y al personal esencial. Pero desde junio se amplió a los adultos sin factores de riesgo. En agosto se sumó a los adolescentes y a partir de octubre a las niñas y los niños de 3 a 11 años.Durante los primeros cinco meses del año pasado, el ritmo del plan fue lento por las demoras en la entrega de dosis de vacunas por parte de los laboratorios que las desarrollaron. Mientras tanto, desde marzo del año pasado, avanzaba la segunda gran ola de la pandemia, con la circulación predominante de la variante Gamma del coronavirus.Un año después del inicio del plan, el 29 de diciembre pasado, y cuando ya Ómicron había pasado a ser la variante que predominaba, se habían aplicado 38.209.568 dosis. El 71,4% de la población general tenía el esquema completo, y el 11,1% tenía la tercera dosis, que se empezó a aplicar a partir de noviembre. Desde el 2 de febrero pasado se incluyó también a los adolescentes con la tercera dosis, y en marzo empezarán con la cuarta dosis solo en los grupos específicos que recibieron la dosis adicional, como las personas inmunocomprometidas, entre otras.Aquí van las 6 razones para entender por qué hubo un descenso del 62% en las aplicaciones semanales de vacunas:Al reducirse la cantidad de casos en enero, cambió la percepción del riesgo de contagiarse/ REUTERS/Agustin Marcarian1-Bajó la percepción del riesgo de contagiarseCuando se detectaron los primeros casos de viajeros que fueron diagnosticados con la variante Ómicron del coronavirus en los primeros días de diciembre, hubo preocupación. Se trataba de una variante que había sido identificada en África el mes anterior, y que en muy poco tiempo estuvo en el país. Varios brotes se produjeron rápidamente por encuentros en lugares cerrados en los que participaron personas que habían viajado al exterior y ya habían adquirido la infección.La ola por Ómicron se expandió por todo el país rápidamente, y desde la segunda quincena de diciembre la aplicación de dosis de vacunas volvió a crecer: creció el 126% en dos semanas. Simultáneamente, los casos confirmados de COVID-19 aumentaron un 510% en ese mismo período, según el análisis del doctor en física Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación.“Con la ola por Ómicron en diciembre, hubo colas de espera por la vacunación. La gente tuvo más conciencia del peligro que significaba su propagación, y fue un factor que motivó para que fueran a recibir las dosis, tanto para iniciar el esquema, completarlo o para recibir la tercera dosis”, explicó a Infobae Liliana Vázquez, de la Sociedad Argentina de Infectología y médica infectóloga de la Clínica Maternidad Suizo Argentina y el Sanatorio Finochietto. “Pero como los casos y los fallecimientos empezaron a bajar en enero, la percepción de riesgo cambió. Influyó en que haya personas que aún no se han vacunado o que crean que solo con el esquema de dos dosis es suficiente”, agregó.En 2020, cuando la pandemia empezaba a golpear en el país y aún no se habían desarrollado las vacunas, la percepción de riesgo era diferente. Una encuesta realizada por investigadoras del Conicet, Cecilia Johnson, Lorena Saletti, y Natalia Tumas, reveló que los sentimientos de incertidumbre, miedo, responsabilidad y angustia fueron predominantes.La encuesta hizo en línea con 1.410 personas en marzo de 2020. “Al principio de la pandemia, el sentimiento de incertidumbre era frecuente y vinculaba con una situación incierta, propia del contexto de pandemia. También estaba relacionada con la incertidumbre sobre las consecuencias sociales y económicas del momento en que se había establecido un aislamiento masivo. Ahora, tras la ola con Ómicron, la percepción podría haber cambiado”, dijo Saletti a Infobae.Algunas personas se encontraban a tiempo para recibir la primera o la segunda dosis, se enfermaron y eso contribuyó sustancialmente a la desaceleración del plan/Archivo2- Hay gente que cree que al haber tenido la infección ya no se necesita vacunarCon la ola por Ómicron, en tan solo 4 semanas los casos confirmados de COVID-19 aumentaron un 836% en el país. Fue entre el 21 de diciembre y el 11 de enero pasado, cuando se llegó a un valor máximo de 114.018 casos confirmados diarios como promedio semanal. Ese ascenso de casos desbordó la atención de los centros para hacer los testeos, y llevó a hacer cambios en los criterios de diagnóstico para descomprimir. También se cambió el tiempo de aislamiento para los contactos estrechos para reducir el alto ausentismo laboral.De acuerdo con la doctora Teresa Strella, médica epidemióloga e integrante de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), “durante diciembre y enero se transitó la ola por la variante Ómicron e impactó en la dinámica del plan de vacunación. Uno de los impactos fue que las personas que se encontraban a tiempo de recibir la primera o la segunda dosis, se enfermaron y eso contribuyó sustancialmente a la desaceleración del plan”.La experta advirtió que “algunas personas que tuvieron la infección creen erróneamente que ya tienen inmunidad y que ya no es necesario completar el esquema o vacunarse en los próximos meses. Sin embargo, lo mejor hoy es vacunarse y completar el esquema correspondiente. Porque si bien existe la posibilidad de reinfectarse, durante el último año quedó demostrada la importancia de la vacunación y su impacto para reducir el riesgo de que se desarrolle una forma grave de la enfermedad”.“Claramente cuando se compara el año 2020 sin vacunas, y el año 2021 con el avance de la vacunación, se comprueba que con la inmunización disminuye significativamente la proporción de personas con complicaciones que requieren hospitalización y los fallecimientos”, resaltó la doctora Strella.“Es importante hoy que la gente disponga de canales de comunicación eficientes para llegar con la información adecuada y acceda oportunamente a la vacunación. Hoy la organización operativa es clave para avanzar en esta etapa porque la disponibilidad de las dosis ya no es una dificultad. Las dosis están disponibles. Las estrategias para hacer que la gente se vacune pueden diferir según una región a otra o de una localidad a otra”, afirmó la doctora Strella en diálogo con Infobae ayer.Hay confusión sobre cuándo hay que recibir la tercera dosis/EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
3- Hay confusión sobre el momento indicado para la tercera dosisLa evidencia científica demuestra que si se recibe una dosis de refuerzo después del esquema completo de vacunación, se consigue mejor protección contra el coronavirus. El 6 de enero pasado, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIN) recomendó a las autoridades sanitarias de todo el país que se aplazara a 90 días la aplicación de la dosis de refuerzo en quienes habían sido diagnosticados con COVID-19 (con o sin síntomas) al momento de cumplir el intervalo de al menos 4 meses desde la aplicación del esquema inicial.Entonces, si una persona tuvo COVID-19 después de haber completado el esquema de vacunación con dos dosis y le llega el turno para la dosis de refuerzo porque han pasado cuatro meses, deberá esperar tres meses más para aplicarse la tercera dosis. Esta situación también influyó en el ritmo de aplicaciones de las dosis de refuerzo.Según la doctora Strella, “aún hay confusión sobre cuándo hay que recibir la dosis de refuerzo” y eso también se relaciona con el descenso en la vacunación. Hay que tener en cuenta que los intervalos entre la primera y la segunda dosis son diferentes a los de la tercera dosis si se tuvo la infección recientemente. Si una persona tuvo el COVID-19 y aún no se aplicó la segunda dosis, no tiene que esperar. Se la puede aplicar al alta de la enfermedad”. En cambio, si ya recibió las dos dosis y tuvo el COVID-19 recientemente, debe esperar 90 días después de la enfermedad para recibir la dosis de refuerzo”, aclaró la doctora Strella.Circula el mito de que Ómicron es leve y que no hace falta vacunarse/Archivo4- Saben que aún Ómicron circula, pero creen que es “leve”Uno de los mitos que se generaron sobre Ómicron en el mundo fue que era “leve” y que las personas no vacunadas no iban a sufrir cuadros graves si se contagiaban. La Organización Mundial de la Salud (OMS) salió en enero a desmentirlo: las personas más afectadas por Ómicron fueron las que no estaban vacunadas o solo habían recibido una dosis, y esto ocurrió también en la ArgentinaSegún informó a fines de enero la Ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, “en mayores de 50 años sin vacunar, la mortalidad fue de 233 por millón de habitantes. En cambio, en personas ya inmunizadas con el esquema completo del mismo grupo de edad, la mortalidad fue de 36 por millón de habitantes”.5- El descenso de la vacunación ocurrió también después de la ola anteriorEl promedio semanal de casos confirmados de COVID-19 diarios por Ómicron se redujo en más del 90% entre la segunda semana de enero hasta la última semana. Según dijo a Infobae la doctora en ciencias sociales Karina Inés Ramacciotti, investigadora principal del Conicet y de la Universidad Nacional de Quilmes, “según lo que sucedió en las otras olas en la Argentina cuando disminuyen los casos de contagios se enlentece la cantidad de personas vacunadas. Las trabas en el acceso a los centros de vacunación ya sea por distancia, culturales y laborales empiezan a convertirse en obstáculos cuando los casos disminuyen”.En la última semana agosto del año pasado, se había logrado el máximo en la tasa de vacunación en el contexto de la circulación de la variante Gamma. Se aplicaron 2.674.880 dosis en esa semana y luego empezaron a bajar. Mientras tanto, la curva de casos confirmados de COVID-19 también estaba en descenso. El pico durante esa ola por Gamma se produjo con 33.171 casos reportados como promedio semanal en la semana del 27 de mayo.Algunas personas aún tienen dudas y otras directamente no quieren vacunarse, a pesar de que los inoculantes son seguros y eficaces/ REUTERS/Agustin Marcarian6- Hay personas que son renuentes a la vacunación en diversos gradosHay diferentes factores que explican el descenso de la tasa de vacunación semanal desde enero pasado, comentó a Infobae Iris Aguilar, a cargo del Departamento Provincial de Inmunizaciones de la provincia de Mendoza y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE). “Hay personas que están a la espera de los 90 días para recibir la dosis de refuerzo. Pero también otros grupos de personas que tienen diferentes grados de renuencia a la vacunación”, afirmó.Por un lado, dijo Aguilar, “hay personas que aún tienen dudas sobre las vacunas, pero cuando reciben información aceptan la aplicación. De hecho, todos los días hay aplicaciones de la primera dosis. Por otro lado, hay un grupo duro que no quiere vacunarse más allá de que se les explique que las vacunas han demostrado ser eficaces y seguras en los ensayos clínicos que se hicieron y a través de la vigilancia que se continúa realizando desde el inicio del plan de vacunación. Por esas diferencias, hoy los recursos deberían enfocarse más en el grupo que tienen dudas y que aún no se han decidido a vacunarse. Aunque el ritmo sea más lento, la vacunación continúa. Estimamos que a fines de marzo podría volver a aumentar la demanda de dosis”. A lo largo de la historia argentina, “no han existido movimientos antivacunas de relevancia significativa -mencionó la doctora Ramacciotti- Si surgieron algunas voces en contra de las vacunas fue motivado por ciertas dudas en torno a las condiciones de elaboración o de conservación, como ocurrió con la vacuna contra la viruela en los años cincuenta o con la vacuna contra la poliomielitis en los años setenta“.Si bien existen personas que por diversas razones aún no se han vacunado contra el COVID-19, “no se han convertido en un movimiento antivacunas como ha sucedido en otras latitudes. Además, las opiniones con cierta relevancia mediática que dieron su opinión contra la vacuna no fueron las hegemónicas y en algunos casos tuvieron que retractarse”, resaltó Ramacciotti.SEGUIR LEYENDO:Superbacterias: la pandemia aceleró 10 años el problema de la resistencia a los antibióticos en ArgentinaLa ola por Ómicron generó más reinfectados que toda la etapa anterior de la pandemiaEl retroceso de Ómicron: los casos de COVID-19 bajan en 23 provincias de Argentina pero suben en una

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