Cada vez más personas tienden a dejar de lado los tratamientos “antiedad”, se cuidan sí, pero de una manera simple, no “combaten” las arrugas, se “dejan” las canas y se olvidan de la presión acerca de cómo hay que verse a determinada edad, muestran el paso del tiempo que viven con total naturalidad. Recientemente, la reconocida actriz norteamericana Cameron Díaz aseguró que no sigue ninguna rutina de belleza y que está en un momento personal en el que prefiere poner la energía en otro lado. Aseguró también que en los últimos años viene rechazando los estándares de belleza poco realistas que impone la industria a las mujeres.Según advierte, Mara Fernández, psicóloga (M.N. 36031) en la sociedad actual envejecer suele ser visto como algo negativo, y “sobre todo en el género femenino, pareciera que ser joven y sin arrugas es una obligación. Por esta presión cultural es que muchas personas se someten a procedimientos quirúrgicos intentando negar su realidad”, sostiene. Tratamientos estéticos, cirugías, tinturas, todo es válido para aquellos que se dejan llevar por las imposiciones de una sociedad estereotipada.Según la psicóloga, muchas mujeres se someten a cirugías estéticas por la presión culturalShutterstock.comSin embargo, no todas las personas viven de la misma manera esta presión social. Según Fernández, en la actualidad algunos prefieren mantener su imagen, aún con todo lo que eso significa, y mostrarse tal cual son. “Si bien para muchos, sobre todo famosos y celebridades, es un riesgo, ya que su decisión podría repercutir en sus trabajos, también saben que envejecer de forma natural mejora su calidad de vida, no sólo a nivel físico sino además mental, ya que disminuirían los pensamientos obsesivos entorno al cuerpo e imagen perfecta”, aclara.Cabelleras en libertadValeria Dussich tiene 46 años y durante su adolescencia, cuando cursaba la escuela secundaria, empezó a notar canas en su pelo y recuerda “empecé muy chica con un mechón blanco en la sien que era imperceptible y, estéticamente, súper agradable. Con el tiempo ese mechón blanco se extendió, cubrió la frente y después todo el cuero cabelludo. Pero nunca me quise teñir porque ese color de pelo diferente me pareció atractivo, quizás era también la necesidad que tenía de ser diferente en algún aspecto. Hoy siento que es parte de mí presentarme con el pelo blanco. En ningún momento traté de ocultarlo, creo que me amigué estéticamente con eso como alguien que se amiga con una cicatriz o con alguna parte de su cuerpo”, cuenta. “No sé lo que es ser esclavo de la peluquería, pero sí me doy cuenta que la gente que se dejó de teñir lo vive como una liberación”, advierte.Así también lo considera Marina Bois, médica dermatóloga (MN 151413), quien asegura que las canas son una expresión de libertad. Las personas que las dejan son aquellas que han podido liberarse del estereotipo impuesto de teñirse el pelo. “Sienten que pueden mostrar su naturalidad que antes quedaba tapada con la tintura y están bien con ello”, asegura.La médica dermatóloga Marina Bois asegura que las canas son una expresión de libertadPexelsPara la especialista en dermatología, dejarse las canas o las arrugas, se trata de una decisión de aceptación, ya que estas personas prefieren vivir aceptando los procesos naturales de su cuerpo. “En la consulta diaria, hay un grupo de mujeres que decide aceptar el proceso de envejecimiento, las canas, las arrugas y llevarlo con total naturalidad. Siguen rutinas de cuidados de la piel básicas, como una limpieza, alguna crema con algún ácido y suman otra que les aporte hidratación. En estos casos, estas rutinas promueven una piel radiante, hidratada, pero que mantiene su estructura natural”, asegura Bois. “Le escapan o rechazan los tratamientos invasivos, buscan aquello que no modifique la arquitectura de la cara, solo mejorar la calidad de piel, pero no generar grandes cambios”, sostiene.En efecto, esta tendencia hacia lo natural vino para quedarse y es por eso que cada vez más personas, tanto hombres como mujeres se inclinan por un envejecimiento auténtico. “Principalmente, las personas más jóvenes son quienes alzan la bandera de la autenticidad con más fuerza, y nos alientan a mostrar cuerpos reales, caras sin maquillaje, pero no escapa tampoco al resto de las personas. Es algo que puede llegar a visibilizarse más en mujeres, ya que son las que consumen más productos de belleza, aunque es un movimiento que se puede observar en todos los géneros y edades”, asegura Romina De los Santos, psicóloga y docente de la cátedra de Psicología de la Fundación Barceló.Un estilo de vidaPero no solo se trata del cuidado de la piel, quienes se inclinan por un envejecimiento natural también adoptan hábitos saludables relacionados con una alimentación variada y equilibrada, una buena hidratación, realizan actividad física regular, buscan reducir el estrés de manera que pueden realizar prácticas como la meditación, se conectan con la naturaleza y se apuntan a distintas actividades que promuevan la sociabilización.La alimentación sana es uno de los hábitos a incorporar para tener una vida más sanaCorbisPara Fernández, este movimiento se intensificó o comenzó a hacerse visible a partir de la pandemia, “en ese momento, muchas mujeres a causa del cierre de las peluquerías, dejaron de teñirse el pelo, y dejaron su blanca cabellera en libertad. Como así también al no poder asistir a centros de estética se permitieron mostrar sus rostros al natural. Pudieron despojarse de los prejuicios, las críticas, y los comentarios y sentirse bien con simplemente ser como son”, sostiene. Y afirma que esto no sólo les trajo bienestar, sino que aceptar el paso del tiempo de manera natural también ayuda al desarrollo de una mejor calidad de vida, “básicamente porque al aceptarse se dejan de lado pensamientos obsesivos relacionados con la estética, se dejan de incurrir a procedimientos dolorosos, costosos y que pueden provocar alteraciones físicas en algunas personas y, lo mejor es que la comparación con los otros deja de ser una preocupación”, finaliza.Para De los Santos, sucede que desde niños aprendemos una serie de normas implícitas acerca de cómo debe ser el mundo y una de ellas dice que hay que verse siempre feliz, joven y bello y que la vejez es la peor etapa de la vida. “Esto hace que veamos la juventud como la norma y el envejecer como algo que hay que corregir. Esta es la sociedad que habitamos, una que nos bombardea con publicidades de fórmulas mágicas para verse joven y feliz y contrarrestar los signos de la vejez. Muchos nos compramos la idea de la belleza y la juventud eterna, pero ¿qué pasa cuando llega el momento en el que nos damos cuenta de que no se puede sostener, o de que intentar sostenerlo comienza a ser una presión enorme?”, reflexiona. Desde el punto de vista de la psicología, pelearnos con lo inevitable genera mucho más malestar y el camino ideal sería el de la aceptación. La docente de Fundación Barceló propone: “Hagamos un ejercicio: tratemos de olvidar lo que desayunamos hoy. Es imposible, ¿no? Lo mismo sucede cuando quiero sacarme de encima algo que forma parte de mi realidad, es como tratar de olvidar un recuerdo. Entonces, creo que aceptar el paso del tiempo nos aportaría más bienestar y una mejor calidad de vida, ya que nos permitiría poner el foco en las fortalezas y virtudes para construir la vida que queremos tener hoy, en lugar de poner la energía en una lucha que me genera más malestar que otra cosa”, concluye.Silvina VitaleTemasSaludBienestarBelleza y SaludConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de SaludA solas con el creador de la marca Patagonia. Cómo piensa y vive el hombre que factura más de US$1300 millones al añoA entrenar. Los 10 tipos de yoga que más se practican y cuál es el ideal según tu objetivo y personalidad¿Sentís enojo, tristeza o ansiedad? Cómo evitar que esas emociones te enfermen
Category: salud
Una persona con ansiedad por la salud percibirá las pautas de los expertos de la salud como insuficientes (Getty) Con la pandemia y el exceso de información que gira en torno al COVID-19 desde hace dos años como desencadenante, más de una persona se habrá sentido enferma sin estarlo durante este tiempo.Y si bien las últimas investigaciones suponen que al menos el 6% de las personas experimentarán la sensación de estar enfermos sin estarlo en algún momento de su vida, los especialistas coinciden en que ese porcentaje puede haber aumentado rápidamente durante la pandemia.Con los medios de comunicación haciendo énfasis en recordar los síntomas y recordando las medidas de prevención de manera continua, es esperable y hasta natural sentir cierto nivel de preocupación por una posible infección.Sin embargo, en algunas personas que tienen cierta tendencia a preocuparse en exceso, el miedo al virus habrá resultado abrumador, al punto máximo de llegar a hacerse más de un test de PCR -probablemente con resultado negativo- desde el inicio de la emergencia sanitaria.“Sospecho que la ansiedad por la salud ha aumentado considerablemente durante la pandemia, sobre todo porque la gente ha tenido más tiempo para rumiar y reflexionar sobre sus síntomas”. El que habla es Peter Tyrer, profesor de psiquiatría comunitaria en el Imperial College de Londres, para quien “los últimos dos años han demostrado que nunca ha habido una mayor necesidad de concienciación sobre la ansiedad por enfermedad y su manejo”.El “trastorno de ansiedad por la salud” es lo que se conoce en medicina como “hipocondriasis o hipocondría”, que si bien las personas que lo padecían hace muchos años eran burladas y sus síntomas eran muchas veces menospreciados, en 2013 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría adoptó formalmente el término “trastorno de ansiedad por la enfermedad” para describir a las personas con preocupaciones desproporcionadas y debilitantes sobre su salud.El rol de los factores desencadenantes”No todas las personas que desarrollan estos temores poseen una previa patología de tipo hipocondríaca, sino que son estados de ansiedad elevados frente a la posibilidad de un contagio” (Foto:Captura)Contrariamente a la idea de que los hipocondríacos simplemente buscan atención, los orígenes de la ansiedad por la enfermedad en una persona suelen ser muy específicos.“A menudo hay un factor desencadenante”, aseguró Helen Tyrer, investigadora clínica del Imperial College London y autora del libro Tackling Health Anxiety, quien junto a su marido Peter investigan la ansiedad por la enfermedad. Y agregó: “Podría ser que alguien en la familia haya estado enfermo. O que hayan oído hablar de alguien de su misma edad que muere a causa de una enfermedad”.En otros casos, los pacientes pueden desarrollar preocupaciones excesivas y continuas sobre el regreso de una enfermedad anterior, como el cáncer o un ataque al corazón, o el empeoramiento de una condición actual, como la diabetes.La condición se caracteriza por un control obsesivo de los síntomas. Muchos de los afectados pasan horas todos los días investigando posibles enfermedades en internet.“La mente, el aparato psíquico y el mundo interno de las personas reaccionan a la llegada de esta pandemia con mucha angustia porque se trata objetivamente y realmente de una situación angustiante y preocupante. Entonces reaccionamos con miedo y preocupación, y anormalmente con pánico”. Claudia Borensztejn es miembro y expresidenta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y en diálogo con Infobae diferenció. “La preocupación es un signo de conexión con la realidad. El pánico, no. El pánico no deja vivir a las personas y tenemos que seguir viviendo con las restricciones que nos impongan. Ambos sentimientos se contagian. Sin embargo, existe una diferencia entre el miedo y el pánico. El miedo es el miedo a una amenaza real, a algo que está pasando. El pánico, por su parte, tiene ese plus de irracionalidad, de desborde y de angustia”.A la hora de describir a este tipo de personas, Helen Tyrer señaló que “cada minuto del día verifican si tienen esta enfermedad o no; realmente está en una escala completamente diferente a las preocupaciones de la mayoría de las personas sobre su salud”.“Los pensamientos repetitivos son persistentes y generan mucha angustia”, coincidió Sophie Lebel, psicóloga clínica de la Universidad de Ottawa, Canadá, que se especializa en las formas en que las personas enfrentan los diagnósticos de cáncer.Las personas hipocondríacas “cada minuto del día verifican si tienen esta enfermedad o no; realmente está en una escala completamente diferente a las preocupaciones de la mayoría de las personas sobre su salud” (Foto: Pixabay)Como es de esperar, la preocupación continua da como resultado muchas más visitas a consultorios médicos y hospitales.En el caso del COVID-19, “el paciente podría pensar que era demasiado pronto para presentarse a una prueba o que los resultados se confundieron en el laboratorio”, sostuvo Helen Tyrer. En ese sentido, para ella, “si alguien sufre de gran ansiedad por la pandemia, un resultado negativo de un test de PCR puede no ser suficiente para convencerlo de que no está infectado”.Los hipocondríacos generalmente tienen una de dos reacciones instintivas: bloquear completamente el pensamiento, lo que refuerza su severidad imaginada, u obsesionarse con el miedo y comenzar a investigar el virus y todos sus síntomas.Otra compulsión muy frecuente es la búsqueda de tranquilidad. Escuchar las noticias y hablar con todos. Sin embargo, cualquier alivio es muy breve porque incluso si se tranquilizan, es solo hasta que hacen la siguiente pregunta, “¿Pero qué pasa si?”.Una persona con ansiedad por la salud percibirá las pautas de los expertos de la salud como insuficientes. Y en vez de lavarse las manos durante 20 segundos, quizás lo hagan durante un minuto. Tal vez usen desinfectante para manos justo después de enjuagarse, o utilicen el alcohol sin diluir ante la idea de que así será más eficiente para combatir al virus. Se trata de una pendiente resbaladiza que conduce a una serie interminable de compulsiones y simplemente mantendrá la ansiedad.“El COVID-19 es un problema mundial que las personas tenemos que tratar con más racionalidad y menos pasión. Sufrir por el futuro, por desarrollar en nuestra mente la posibilidad de infección atroz, hace que perjudiquemos la salud psíquica y la capacidad de manejar nuestra vida para tomar buenas decisiones”, explicó por su parte a este medio el reconocido psiquiatra, investigador y escritor Augusto Cury, autor de Ansiedad, cómo enfrentar el mal del siglo.Finalmente, consultado sobre si hace falta ser hipocondríaco para que se activen estos temores desmedidos o le puede ocurrir a cualquier persona, el licenciado en Psicología Fernando Torrente (MN 27844) explicó a Infobae que “la hipocondría es una entidad patológica que pre-existe al temor por el coronavirus”. “Una persona hipocondríaca por supuesto es mucho más sensible o vulnerable a desarrollar estados de ansiedad importantes frente a epidemias de este tipo -señaló el director del Instituto de Neurociencias y Políticas Públicas de Fundación Ineco-. Pero no todas las personas que desarrollan estos temores poseen una previa patología de tipo hipocondríaca, sino que son estados de ansiedad elevados frente a la posibilidad de un contagio”.SEGUIR LEYENDOCuando la ansiedad también es una amenaza: hipocondría en tiempos de coronavirus“Me siento afiebrado”, “me pica la garganta”: ¿cómo sobrevive un hipocondríaco en tiempos del coronavirus?Paranoia versus peligro real: cómo reacciona el cerebro ante la avalancha de información que circula sobre coronavirus
Hubo un récord de 3.018.191 dosis aplicadas en la primera semana de enero. Pero ritmo de vacunación bajó al 62% en la última semana epidemiológica reportada/ REUTERS/Agustin MarcarianLa Argentina se encuentra entre los 20 países que ya vacunaron a más del 80% de la población con el esquema primario completo contra el COVID-19. Hasta ayer por la tarde 36.282.700 personas estaban vacunadas con las dos dosis. Con el susto por la ola por la variante Ómicron del coronavirus, se llegó a batir un récord con 3.018.191 dosis aplicadas en la primera semana de enero. Pero desde entonces el número de dosis aplicadas fue en picada hasta la última semana completa notificada: bajó el 62%.Si se consideran solo la primera dosis, el 89% de la población general ya la tiene aplicada. En cuanto a la tercera dosis, el 36% recibió una aplicación como dosis adicional o como dosis de refuerzo. Si bien se consiguió una alta aceptación de la población para recibir las dosis que reducen el riesgo de complicaciones y muerte si las personas quedan expuestas al coronavirus, el ritmo del plan estratégico de inmunización del Ministerio de Salud de la Nación se desaceleró durante las últimas semanas, y expertos en infectología, vacunas e historia de la medicina consultados por Infobae señalaron que hay 6 razones que explican el descenso de las aplicaciones. El plan de vacunación contra el COVID-19 en la Argentina empezó el 29 de diciembre de 2020. En ese momento, se planificaba vacunar solo a 24 millones de personas que estaban dentro de los grupos de mayor riesgo de complicaciones y al personal esencial. Pero desde junio se amplió a los adultos sin factores de riesgo. En agosto se sumó a los adolescentes y a partir de octubre a las niñas y los niños de 3 a 11 años.Durante los primeros cinco meses del año pasado, el ritmo del plan fue lento por las demoras en la entrega de dosis de vacunas por parte de los laboratorios que las desarrollaron. Mientras tanto, desde marzo del año pasado, avanzaba la segunda gran ola de la pandemia, con la circulación predominante de la variante Gamma del coronavirus.Un año después del inicio del plan, el 29 de diciembre pasado, y cuando ya Ómicron había pasado a ser la variante que predominaba, se habían aplicado 38.209.568 dosis. El 71,4% de la población general tenía el esquema completo, y el 11,1% tenía la tercera dosis, que se empezó a aplicar a partir de noviembre. Desde el 2 de febrero pasado se incluyó también a los adolescentes con la tercera dosis, y en marzo empezarán con la cuarta dosis solo en los grupos específicos que recibieron la dosis adicional, como las personas inmunocomprometidas, entre otras.Aquí van las 6 razones para entender por qué hubo un descenso del 62% en las aplicaciones semanales de vacunas:Al reducirse la cantidad de casos en enero, cambió la percepción del riesgo de contagiarse/ REUTERS/Agustin Marcarian1-Bajó la percepción del riesgo de contagiarseCuando se detectaron los primeros casos de viajeros que fueron diagnosticados con la variante Ómicron del coronavirus en los primeros días de diciembre, hubo preocupación. Se trataba de una variante que había sido identificada en África el mes anterior, y que en muy poco tiempo estuvo en el país. Varios brotes se produjeron rápidamente por encuentros en lugares cerrados en los que participaron personas que habían viajado al exterior y ya habían adquirido la infección.La ola por Ómicron se expandió por todo el país rápidamente, y desde la segunda quincena de diciembre la aplicación de dosis de vacunas volvió a crecer: creció el 126% en dos semanas. Simultáneamente, los casos confirmados de COVID-19 aumentaron un 510% en ese mismo período, según el análisis del doctor en física Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación.“Con la ola por Ómicron en diciembre, hubo colas de espera por la vacunación. La gente tuvo más conciencia del peligro que significaba su propagación, y fue un factor que motivó para que fueran a recibir las dosis, tanto para iniciar el esquema, completarlo o para recibir la tercera dosis”, explicó a Infobae Liliana Vázquez, de la Sociedad Argentina de Infectología y médica infectóloga de la Clínica Maternidad Suizo Argentina y el Sanatorio Finochietto. “Pero como los casos y los fallecimientos empezaron a bajar en enero, la percepción de riesgo cambió. Influyó en que haya personas que aún no se han vacunado o que crean que solo con el esquema de dos dosis es suficiente”, agregó.En 2020, cuando la pandemia empezaba a golpear en el país y aún no se habían desarrollado las vacunas, la percepción de riesgo era diferente. Una encuesta realizada por investigadoras del Conicet, Cecilia Johnson, Lorena Saletti, y Natalia Tumas, reveló que los sentimientos de incertidumbre, miedo, responsabilidad y angustia fueron predominantes.La encuesta hizo en línea con 1.410 personas en marzo de 2020. “Al principio de la pandemia, el sentimiento de incertidumbre era frecuente y vinculaba con una situación incierta, propia del contexto de pandemia. También estaba relacionada con la incertidumbre sobre las consecuencias sociales y económicas del momento en que se había establecido un aislamiento masivo. Ahora, tras la ola con Ómicron, la percepción podría haber cambiado”, dijo Saletti a Infobae.Algunas personas se encontraban a tiempo para recibir la primera o la segunda dosis, se enfermaron y eso contribuyó sustancialmente a la desaceleración del plan/Archivo2- Hay gente que cree que al haber tenido la infección ya no se necesita vacunarCon la ola por Ómicron, en tan solo 4 semanas los casos confirmados de COVID-19 aumentaron un 836% en el país. Fue entre el 21 de diciembre y el 11 de enero pasado, cuando se llegó a un valor máximo de 114.018 casos confirmados diarios como promedio semanal. Ese ascenso de casos desbordó la atención de los centros para hacer los testeos, y llevó a hacer cambios en los criterios de diagnóstico para descomprimir. También se cambió el tiempo de aislamiento para los contactos estrechos para reducir el alto ausentismo laboral.De acuerdo con la doctora Teresa Strella, médica epidemióloga e integrante de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), “durante diciembre y enero se transitó la ola por la variante Ómicron e impactó en la dinámica del plan de vacunación. Uno de los impactos fue que las personas que se encontraban a tiempo de recibir la primera o la segunda dosis, se enfermaron y eso contribuyó sustancialmente a la desaceleración del plan”.La experta advirtió que “algunas personas que tuvieron la infección creen erróneamente que ya tienen inmunidad y que ya no es necesario completar el esquema o vacunarse en los próximos meses. Sin embargo, lo mejor hoy es vacunarse y completar el esquema correspondiente. Porque si bien existe la posibilidad de reinfectarse, durante el último año quedó demostrada la importancia de la vacunación y su impacto para reducir el riesgo de que se desarrolle una forma grave de la enfermedad”.“Claramente cuando se compara el año 2020 sin vacunas, y el año 2021 con el avance de la vacunación, se comprueba que con la inmunización disminuye significativamente la proporción de personas con complicaciones que requieren hospitalización y los fallecimientos”, resaltó la doctora Strella.“Es importante hoy que la gente disponga de canales de comunicación eficientes para llegar con la información adecuada y acceda oportunamente a la vacunación. Hoy la organización operativa es clave para avanzar en esta etapa porque la disponibilidad de las dosis ya no es una dificultad. Las dosis están disponibles. Las estrategias para hacer que la gente se vacune pueden diferir según una región a otra o de una localidad a otra”, afirmó la doctora Strella en diálogo con Infobae ayer.Hay confusión sobre cuándo hay que recibir la tercera dosis/EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
3- Hay confusión sobre el momento indicado para la tercera dosisLa evidencia científica demuestra que si se recibe una dosis de refuerzo después del esquema completo de vacunación, se consigue mejor protección contra el coronavirus. El 6 de enero pasado, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIN) recomendó a las autoridades sanitarias de todo el país que se aplazara a 90 días la aplicación de la dosis de refuerzo en quienes habían sido diagnosticados con COVID-19 (con o sin síntomas) al momento de cumplir el intervalo de al menos 4 meses desde la aplicación del esquema inicial.Entonces, si una persona tuvo COVID-19 después de haber completado el esquema de vacunación con dos dosis y le llega el turno para la dosis de refuerzo porque han pasado cuatro meses, deberá esperar tres meses más para aplicarse la tercera dosis. Esta situación también influyó en el ritmo de aplicaciones de las dosis de refuerzo.Según la doctora Strella, “aún hay confusión sobre cuándo hay que recibir la dosis de refuerzo” y eso también se relaciona con el descenso en la vacunación. Hay que tener en cuenta que los intervalos entre la primera y la segunda dosis son diferentes a los de la tercera dosis si se tuvo la infección recientemente. Si una persona tuvo el COVID-19 y aún no se aplicó la segunda dosis, no tiene que esperar. Se la puede aplicar al alta de la enfermedad”. En cambio, si ya recibió las dos dosis y tuvo el COVID-19 recientemente, debe esperar 90 días después de la enfermedad para recibir la dosis de refuerzo”, aclaró la doctora Strella.Circula el mito de que Ómicron es leve y que no hace falta vacunarse/Archivo4- Saben que aún Ómicron circula, pero creen que es “leve”Uno de los mitos que se generaron sobre Ómicron en el mundo fue que era “leve” y que las personas no vacunadas no iban a sufrir cuadros graves si se contagiaban. La Organización Mundial de la Salud (OMS) salió en enero a desmentirlo: las personas más afectadas por Ómicron fueron las que no estaban vacunadas o solo habían recibido una dosis, y esto ocurrió también en la ArgentinaSegún informó a fines de enero la Ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, “en mayores de 50 años sin vacunar, la mortalidad fue de 233 por millón de habitantes. En cambio, en personas ya inmunizadas con el esquema completo del mismo grupo de edad, la mortalidad fue de 36 por millón de habitantes”.5- El descenso de la vacunación ocurrió también después de la ola anteriorEl promedio semanal de casos confirmados de COVID-19 diarios por Ómicron se redujo en más del 90% entre la segunda semana de enero hasta la última semana. Según dijo a Infobae la doctora en ciencias sociales Karina Inés Ramacciotti, investigadora principal del Conicet y de la Universidad Nacional de Quilmes, “según lo que sucedió en las otras olas en la Argentina cuando disminuyen los casos de contagios se enlentece la cantidad de personas vacunadas. Las trabas en el acceso a los centros de vacunación ya sea por distancia, culturales y laborales empiezan a convertirse en obstáculos cuando los casos disminuyen”.En la última semana agosto del año pasado, se había logrado el máximo en la tasa de vacunación en el contexto de la circulación de la variante Gamma. Se aplicaron 2.674.880 dosis en esa semana y luego empezaron a bajar. Mientras tanto, la curva de casos confirmados de COVID-19 también estaba en descenso. El pico durante esa ola por Gamma se produjo con 33.171 casos reportados como promedio semanal en la semana del 27 de mayo.Algunas personas aún tienen dudas y otras directamente no quieren vacunarse, a pesar de que los inoculantes son seguros y eficaces/ REUTERS/Agustin Marcarian6- Hay personas que son renuentes a la vacunación en diversos gradosHay diferentes factores que explican el descenso de la tasa de vacunación semanal desde enero pasado, comentó a Infobae Iris Aguilar, a cargo del Departamento Provincial de Inmunizaciones de la provincia de Mendoza y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE). “Hay personas que están a la espera de los 90 días para recibir la dosis de refuerzo. Pero también otros grupos de personas que tienen diferentes grados de renuencia a la vacunación”, afirmó.Por un lado, dijo Aguilar, “hay personas que aún tienen dudas sobre las vacunas, pero cuando reciben información aceptan la aplicación. De hecho, todos los días hay aplicaciones de la primera dosis. Por otro lado, hay un grupo duro que no quiere vacunarse más allá de que se les explique que las vacunas han demostrado ser eficaces y seguras en los ensayos clínicos que se hicieron y a través de la vigilancia que se continúa realizando desde el inicio del plan de vacunación. Por esas diferencias, hoy los recursos deberían enfocarse más en el grupo que tienen dudas y que aún no se han decidido a vacunarse. Aunque el ritmo sea más lento, la vacunación continúa. Estimamos que a fines de marzo podría volver a aumentar la demanda de dosis”. A lo largo de la historia argentina, “no han existido movimientos antivacunas de relevancia significativa -mencionó la doctora Ramacciotti- Si surgieron algunas voces en contra de las vacunas fue motivado por ciertas dudas en torno a las condiciones de elaboración o de conservación, como ocurrió con la vacuna contra la viruela en los años cincuenta o con la vacuna contra la poliomielitis en los años setenta“.Si bien existen personas que por diversas razones aún no se han vacunado contra el COVID-19, “no se han convertido en un movimiento antivacunas como ha sucedido en otras latitudes. Además, las opiniones con cierta relevancia mediática que dieron su opinión contra la vacuna no fueron las hegemónicas y en algunos casos tuvieron que retractarse”, resaltó Ramacciotti.SEGUIR LEYENDO:Superbacterias: la pandemia aceleró 10 años el problema de la resistencia a los antibióticos en ArgentinaLa ola por Ómicron generó más reinfectados que toda la etapa anterior de la pandemiaEl retroceso de Ómicron: los casos de COVID-19 bajan en 23 provincias de Argentina pero suben en una
“Siempre es recomendable hacer una consulta ante la duda, ya que es la persona capacitada quien va a saber si es necesario un tratamiento o se puede seguir esperando a que el niño solo recupere el tiempo perdido” (Getty)La compra de útiles y puesta a punto de uniformes, delantales y calzado no son los únicos detalles a ultimar antes de la vuelta a clases. A la rutina familiar que hay que ajustar tras las vacaciones se suma, en muchos hogares, la dificultad de no conseguir turno -o conseguir a muy largo plazo- con un especialista en fonoaudiología que evalúe a los niños que acarrean problemas de lenguaje, y que la pandemia no hizo más que acrecentar.Es que al 2020 de virtualidad escolar, se le sumó un 2021 de presencialidad mixta en la mayoría de las escuelas del país. Y si se considera que, además, los tratamientos fonoaudiológicos fueron interrumpidos (o se realizaron a distancia) al igual que las consultas pediátricas de rutina, que suelen ser otro ámbito de detección de estas problemáticas, era cuestión de tiempo que se destapara la olla a presión que constituyen todas estas cuestiones no atendidas de manera precoz.“Se juntaron varios factores”, comenzó a analizar para Infobae la licenciada en Fonoaudiología Mariana Grasso (MN 7508), quien amplió: “Casi por un año no hubo tratamientos presenciales, lo que hizo que muchos chicos pasaran a un abordaje virtual, que en algunos casos dio resultados pero en niños pequeños o con problemas de atención se complicó un poco más. Otros directamente suspendieron el tratamiento”.Y tras asegurar que “muchas veces la escuela es el lugar de detección de estos trastornos del habla”, la fonoaudióloga señaló que “durante la virtualidad, las maestras podían tener contacto con los chicos pero a veces éstos no hablaban mucho frente a la cámara y en ese sentido la escuela como ámbito de detección no existió en 2020″. Del mismo modo, según observó, “el pediatra también es un detector de estos trastornos pero de la misma manera los controles pediátricos se suspendieron en 2020 y eso influyó en que estas derivaciones oportunas no se dieran”.Para Marini, “si bien la virtualidad fue útil en su momento para unirnos, ahora se ve lo importante que es la presencialidad y el contacto uno a uno” (Getty) Consultada acerca de cuáles son los problemas de lenguaje más comunes en niños que observa en la previa de la vuelta a clases, Grasso sostuvo que “los principales siguen siendo como en todas las épocas los trastornos de retraso en la adquisición del lenguaje, las dificultades fonológicas o articulatorias, y lo que sí se ve es que la falta de consulta temprana por estas cuestiones derivó en problemas en la adquisición de la lectoescritura”.Con ella coincidió la licenciada en Fonoaudiología Marina Mac Dougall (MN 8189), para quien “en el último tiempo aumentaron las dificultades en la comunicación y retrasos del lenguaje”. “Cambiaron mucho las rutinas familiares, que es lo que ordena a los nenes, sumado a eso perdieron contacto con sus pares y hay que tener en cuenta que desde nivel inicial, a través del juego y de las rutinas escolares se preparan para el aprendizaje de la lectoescritura y otros, incluso la socialización”. “Les faltó jugar, compartir, negociar, poner el lenguaje en funcionamiento. Como todo eso está retrasado, ocurre lo mismo con el lenguaje escrito”, enfatizó.Iris Rodríguez es médica otorrinolaringóloga (MN 64010) y una de las fundadoras de la Sociedad Argentina de la Voz y en diálogo con este medio consideró que “los trastornos en general son los mismos de siempre, se llaman dislalias, que pueden ser para distintos fonemas o para pronunciar algunas palabras”. “La pandemia distorsionó la rutina de las personas y la rutina escolar no fue la excepción -analizó-. Los niños sufren déficit de atención, están apáticos, desmotivados y eso impacta en el lenguaje, al igual que el uso de dispositivos electrónicos, que los llevó a mal usar y abusar de la voz y no sólo ahí hay problemas de lenguaje sino también de la voz que se manifiestan en diversos grados de disfonía”.”El uso del barbijo es un impedimento para los chicos al momento de corregir algunas dificultades del habla” (Getty) Rita Marini es psicopedagoga y consultada por este medio consideró que “hay un descenso del lenguaje en general, afectado por varias cosas: por un lado porque los niños estuvieron con menos interacción con otras personas, otro factor que influye es que el uso del barbijo es un impedimento para los chicos al momento de corregir algunas dificultades del habla ya que muchos sonidos los aprenden a decodificar al ver cómo el docente coloca la boca al hablar”. “Y de la mano con la poca interacción con otros se relaciona la cantidad de horas que pasan conectados a juegos en la computadora o la Play y eso se evidencia en la pobreza de lenguaje”, agregó la especialista.En la misma línea, Mac Dougall sumó que “también hay muchos casos de problemas en la conexión con el otro, más allá del habla y la lectura”. “Los trastornos del espectro autista también se vieron incrementados y esto tiene que ver con la comunicación en las familias, el uso desmedido de la tecnología en los hogares -analizó-. Asimismo, el uso de mascarillas influye mucho para poder transmitir e interpretar emociones”.“Al momento de la pronunciación se pierde un apoyo visual que es clave; la boca está tapada y es difícil aprender a reproducir algunos sonidos sin ver el movimiento de la boca”, observó la especialista, para quien “hay estímulos que se perdieron por los cuidados que hay que tener y eso no es lo natural”. “Desde la adquisición del lenguaje oral se arrastran problemas y eso repercute hasta cerebralmente a nivel de ciertos circuitos que tienen que darse para que se consolide el lenguaje”, enfatizó.Sobre esto, Marini aportó: “Si bien la virtualidad fue útil en su momento para unirnos, ahora se ve lo importante que es la presencialidad y el contacto uno a uno, tanto en la escuela como en los tratamientos fonoaudiológicos o psicopedagógicos. La virtualidad fue mejor que nada, pero no es lo mismo que el intercambio personal”.Cuándo es momento de consultar”Los niños sufren déficit de atención, están apáticos, desmotivados y eso impacta en el lenguaje” (Getty) Para Grasso, “siempre el abordaje temprano es mejor”. “Cuando no se detecta un trastorno de este tipo hasta sala de cinco, a eso se le sumará luego un trastorno de adquisición de la lectura”, destacó la experta, para quien “en jardín empiezan a detectarse trastornos de lenguaje ya desde sala de dos o de tres, y cuando eso no ocurrió los problemas se juntan y se complican”.“Siempre es recomendable hacer una consulta ante la duda, ya que es la persona capacitada quien va a saber si es necesario un tratamiento o se puede seguir esperando a que el niño solo recupere el tiempo perdido y se ponga ‘al día’”, agregó.En la misma línea, para Mac Dougall, “hay que tener en cuenta el contexto”. “En una situación de normalidad, si al niño se le ofrecieron los estímulos adecuados y le cuesta alfabetizarse a mediados de primer grado se debería consultar, pero cuando el contexto no viene siendo el esperado todo el sistema tiende a dar otra oportunidad”, consideró, y recomendó: “Si la familia, el pediatra o los maestros ven algo que llama la atención está justificada la consulta”.Sobre las señales a las que hay que estar atento, según la edad del menor, la profesional aportó: “Terminando el jardín de infantes, el niño tiene que ser inteligible, se le tiene que entender, debe poder armar un relato y comprender consignas. Es lo que se llama conciencia fonológica, y tiene que ver con que el chico tenga cierta habilidad para reconocer sonidos, rimas, reconocer sonidos similares, etc”.“Si ya en esos aspectos se observan dificultades habría que consultar porque en primer grado se le suma la lectoescritura y todo se complica más”, destacó.Respecto a la alta demanda y la dificultad de muchos padres para dar con especialistas en la materia, Grasso opinó que se debe a que “a los pocos profesionales se suman las consultas no realizadas a tiempo en los últimos dos años”.Para el final, Mac Dougall expresó un deseo en este sentido, tendiente a que “más personas se formen en las universidades para que más profesionales puedan atender a la demanda y poder dar buena atención, ya que es mucho y muy amplio el campo de atención de la especialidad, que abarca, además de estas problemáticas, rehabilitación de adultos, entre otras varias aristas”.SEGUIR LEYENDO¿Puede el uso del barbijo impactar en el aprendizaje del lenguaje?Polémica por el cambio hacia los barbijos seguros: ¿pueden dificultar el aprendizaje?Clases en CABA: no se aislarán más contactos estrechos asintomáticos y eliminarán las burbujas
Cada año nacen en el país 7 mil niños con algún tipo de patología cardíaca (Getty Images)El Día Internacional sobre las Cardiopatías Congénitas es el 14 de febrero, justamente la misma fecha en la que se celebra el Día de los Enamorados. Como el corazón está íntimamente ligado con las emociones se consideró una buena ocasión para concientizar sobre la importancia de tratar esta anomalía con la mayor celeridad posible.¿Qué son las cardiopatías congénitas (CC)?Las cardiopatías congénitas son defectos del corazón y/o de los vasos sanguíneos que se producen debido a un desarrollo anormal durante la vida fetal. La doctora María Amalia Elizari, Jefa de Sección Cardiopatías Congénitas del Adulto del Instituto Cardiovascular (ICBA) afirmó que “los controles ecocardiográficos durante el embarazo pueden detectar alteraciones anatómicas o funcionales del corazón del feto. Asimismo, el examen pediátrico del recién nacido es fundamental para el diagnóstico por la existencia de soplos o arritmias que en la edad adulta podrán ser tratadas”.De acuerdo con datos del Hospital Garraham, el número anual de pacientes intervenidos en cirugía cardiovascular ha presentado un incremento persistente: en el año 2004 se registraron 448 casos, en los años 2008 y 2009 se superaron los 500 pacientes al año y a partir del año 2014, en forma persistente los pacientes intervenidos superan las 500 cirugías anuales de cardiopatías.Si bien con el paso de los años se exhibe un leve aumento, el avance de la tecnología para el diagnóstico y para las intervenciones quirúrgicas hizo que en la actualidad, el tratamiento quirúrgico de las cardiopatías sea posible en el 90%, más de la mitad de ellas en los primeros seis meses de vida.“En nuestra experiencia hemos aprendido que el manejo de las y los niños con cardiopatías congénitas requieren del trabajo multidisciplinario de neonatólogos, pediatras intensivistas, recuperadores, enfermería especializada, fisioterapeutas que, junto al cardiólogo, hemodinamista y cirujano cardiovascular permitan a esta población de pacientes tener un tratamiento precoz y adecuado”, destacaó Gladys Salgado, jefa del servicio de Cardiología del Garrahan.La cardiopatía congénita es la malformación más común que puede tener un bebé al nacer (Getty Images)Diferentes tipos de cardiopatíasLa alteración del desarrollo puede localizarse en cualquiera de las estructuras cardíacas y/o de los vasos sanguíneos y los defectos pueden presentarse aislados o combinados, generando un enorme espectro de malformaciones. Es por eso que existe una gran diversidad de cardiopatías.Según el tipo de cardiopatía y el grado de compromiso de la función cardíaca normal pueden afectar de manera precoz, en el nacimiento o a lo largo de las distintas etapas de su vida. Algunas de estas patologías deben corregirse en la etapa neonatal ya que podrían poner en riesgo la vida del recién nacido. En otros casos generan síntomas durante la infancia o adolescencia y finalmente, aproximadamente un 30%, se mantienen asintomáticas hasta la vida adulta siendo detectadas recién en chequeos de rutina.Síntomas para detectarlas y tratamientos específicosDe acuerdo con expertos del ICBA, la presencia de coloración azulada de la piel (saturación arterial de oxígeno baja), la dificultad para alimentarse normalmente o ganar peso en los bebés, defectos en el crecimiento, la fatiga en la infancia y adolescencia, las palpitaciones y obviamente, la detección de soplos o hipertensión arterial en los controles médicos, son todos trastornos que pueden estar vinculados a una CC.Existen diferentes tratamientos para la reparación de los defectos cardíacos congénitos que pueden ser quirúrgicos o percutáneos. En algunas cardiopatías complejas y severas como la presencia de un solo ventrículo (el corazón normalmente tiene 2), el tratamiento quirúrgico mejorará la calidad y expectativa de vida de este grupo de pacientes.La doctora Elizari aclara que se ha logrado avanzar en el tratamiento invasivo de las arritmias cardíacas, que es una de las complicaciones más frecuentes, accediendo al corazón con catéteres a través de arterias que permiten eliminar circuitos eléctricos patológicos mediante la ablación por radiofrecuencia o crioablación.Las cardiopatías congénitas son una de las principales causas de mortalidad infantil (Getty)Convivir con una CCAquellos pacientes que presentan una condición crónica deben realizar su control cardiológico de por vida. Esto les permitirá seguramente alcanzar una mejor calidad y expectativa de vida y reducir las complicaciones en la evolución.“Gracias a los avances en el tratamiento y sus resultados, más del 90% alcanza la vida adulta. De todas formas, la capacidad funcional dependerá del tipo de cardiopatía. La mayoría de los pacientes pueden realizar múltiples actividades, incluyendo casi todos los deportes recreativos. Si la cardiopatía es compleja, en el caso de deportes competitivos, se requerirá una evaluación exhaustiva teniendo en cuenta los riesgos individuales de cada paciente”, afirmó Elizari.Existen situaciones particulares en el seguimiento de algunos pacientes para evitar o disminuir complicaciones; por ejemplo, en pacientes mujeres en edad fértil con cardiopatías graves, se debe evaluar la necesidad de anticoncepción y los riesgos potenciales de un embarazo. Realizar una evaluación genética en casos que exista transmisión hereditaria de la patología.Pacientes que presentan una condición crónica deben realizar su control cardiológico de por vidaAsimismo, es importante respetar el calendario de vacunación, realizar el control odontológico periódico y mantener una vida saludable, realizando actividad física y estricto control de los factores de riesgo cardiovasculares. “Esto es clave para la salud física y mental. La posibilidad de realizar encuentros recreativos en grupos de pares con cardiopatías similares mejora la calidad de vida”, dijo.El seguimiento por cardiólogos especializados en el cuidado de esta categoría de pacientes disminuye el riesgo de complicaciones en la evolución. “Es muy importante que los centros cardiológicos de referencia cuenten con especialistas en pacientes adultos con cardiopatía congénita para lograr estos objetivos”, concluyó Elizari.Desde 1994, el Hospital cuenta con una unidad exclusiva de cuidados intensivos en recuperación cardiovascular (UCI 35) donde se recuperan de la cirugía los pacientes intervenidos por cardiopatías congénitas o cardiopatías adquiridas, inclusive neonatos. En 2008, el Garrahan inició su Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal, que lleva realizadas más de 1.600 consultas por diferentes patologías fetales,. Allí se observó un aumento significativo en la asistencia por diagnóstico prenatal de cardiopatías congénitas.“Todas estas mejoras han permitido el cambio en conductas intervencionistas que lograron disminuir la indicación de cirugías paliativas y avanzar en diferentes cardiopatías a la reparación definitiva en un solo tiempo quirúrgico, aún en formas complejas de cardiopatía. En la actualidad, más del 90% de las cardiopatías tienen una resolución quirúrgica, y la incidencia de reoperación no planificada en la actualidad es del 10%.”, concluyó Salgado.SEGUIR LEYENDO:Cada día nacen en Argentina 20 bebés con cardiopatías congénitasQué es una arritmia cardíaca y cómo afecta la carrera de un deportistaQué enfermedades cardiovasculares se pueden desarrollar a causa del COVID-19
drugs in the form of powder and tablets, spoon and syringe on a black backgroundEl ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni reveló cuál fue el compuesto utilizado en la cocaína envenenada que mató a 24 personas en el Conurbano bonaerense: “La sustancia encontrada es un precursor del fentanilo. El fentanilo es una droga que se clasifica dentro de los opioides, sustancias que son anestésicos y analgésicos”.“La piperidina es un precursor del fentanilo, que se clasifica dentro de los opioides, sustancias que son anestésicos y analgésicos”, dijo el funcionario y explicó que el compuesto “estaba en forma de clorhidrato, pero no como clorhidrato de cocaína”.El resultado se obtuvo a partir de un examen realizado en un instituto privado, y no mediante la investigación que llevan adelante las autoridades bonaerenses. Todavía falta conocer las pericias oficialesPor la alta letalidad de este precursor químico, “las víctimas contaban que en cuestión de minutos ya sentían que se morían”, dijo el titular de la cartera de Seguridad bonaerense en declaraciones al canal C5N.Qué es un precursorUn precursor es un compuesto que se utiliza como paso previo para la elaboración de una droga. En diálogo con Infobae, Aldo Sergio Saracco, presidente de la Asociación Toxicológica Argentina, explicó que “los precursores se sintetizan en el laboratorio y mediante procesos químicos se llega a la sustancia final, que en este caso sería el fentanilo”.En el caso de la cocaína envenenada y en todas las cocinas de drogas clandestinas del narcotráfico, estamos hablando de manipulación de precursores químicos sin normativa, ni fiscalización internacional. En muchos de estos compuestos, unos pocos miligramos de diferencia, pueden causar la muerte.El clorhidrato de piperidina es un compuesto irritante que produce graves efectos cáusticos, por eso puede provocar quemaduras severas. El clorhidrato de piperidina se utiliza para fabricar fentanilo, un opiáceo sintético. “El fentanilo es 100 veces más potente que la morfina, ya que con 3 miligramos se puede llegar a la dosis letal, ya que produce depresión cardíaca y respiratoria”, explicó Saracco a Infobae y alertó que si fue el compuesto utilizado en la cocaína adulterada en Puerta 8, “por eso los pacientes llegaban e iban directo al respirador”.“En estas sustancias la dosis letal es muy pequeña, el rango entre dosis útil y dosis letal es muy chico, esto se conoce como dosis letal 50 en toxicología, como en el caso de los plaguicidas, donde una pequeña variación en el dosaje puede ser mortal de manera casi inmediata”, detalló el presidente de la Asociación Toxicológica Argentina.Qué efectos causa la piperidinaEl clorhidrato de piperidina es un compuesto irritante y muy alcalino que produce graves efectos cáusticos, por eso puede provocar quemaduras severas. Sus daños son casi inmediatos tras la exposición a pequeñas dosis.La piperidina se utiliza en la fabricación de productos farmacéuticos y en la industria como solvente y aromatizante.Además de ser una droga psicoactiva, el efecto cáustico de ingerir esta sustancia puede generar “trastornos graves en el aparato respiratorio de manera casi inmediata y en el aparato digestivo, por eso la repentina aparición de vómitos, náuseas y dolor de estómago”, señaló el doctor Saracco a Infobae.“Por eso apenas se detectó el toxídrome (síndrome toxicológico), se utilizó la naloxona como antídoto, porque antagoniza el efecto de los opiáceos. La naloxona ingresa al receptor neurológico y revierte el efecto, esto evitó que hubiera más muertes. A nivel mundial, existen derivados opiáceos, similares al fentanilo, que se producen farmacéuticamente para el tratamiento del dolor. El fentanilo, como la morfina, que se usa en cuidado paliativos por efecto analgésico en algunos pacientes terminales. Pero en esos casos estamos hablando de un control legal y farmacéutico”, destacó el presidente de la Asociación Toxicológica Argentina.SEGUIR LEYENDO:Un investigación privada determinó que la droga envenenada tenía un precursor del fentaniloUna especialista advirtió que la Argentina se transformó en un país de producción de drogasTras las muertes en Argentina, hay preocupación en Uruguay porque la cocaína adulterada podría llegar al país
Desde diciembre Argentina enfrentó una nueva ola pandémica por el avance de la variante Ómicron. Ya está en retroceso (REUTERS/Agustin Marcarian)Mientras ocurría la ola explosiva de casos de COVID-19 por la variante Ómicron, el plan de vacunación en la Argentina batió el mayor récord desde su inicio. Se aplicaron más de 2,9 millones de dosis en la primera semana de enero. Pero volvió a desacelerarse en las semanas siguientes. Hoy más del 77% de la población general de la Argentina ya tiene el esquema completo de vacunación contra el COVID-19. El 30% tiene una tercera dosis.El plan estratégico de vacunación empezó el 29 de diciembre de 2020. Avanzó muy lento los primeros cuatro meses por las demoras en las entregas de dosis por parte de los laboratorios que desarrollaron las vacunas en otros países. Se aceleró intensamente entre julio y agosto del año pasado con la aplicación de dosis para la población sin factores de riesgo diagnosticados, y a partir de diciembre pasado nuevamente las aplicaciones semanales volvieron a aumentar.Durante la primera semana de enero, se aplicaron 2.942.768 dosis semanales. Fue un número récord de aplicaciones semanales. Hasta ese momento, la cifra mayor se había registrado en la semana del 29 de agosto pasado, con 2.671.673 dosis aplicadas.El 64% del total aplicado en la primera semana de enero de 2022 se aplicó como tercera dosis. En cambio, en la última semana de enero, se aplicaron 1.893.309 dosis, según el análisis de datos del físico Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación. Es decir, hubo una reducción del 36% en las aplicaciones semanales. También cambió la proporción de aplicaciones de la tercera dosis, que pasó al 69%. Inicialmente, las aplicaciones de dosis fueron para los grupos priorizados como el personal de la salud, las personas mayores de 60 años y las personas con factores de riesgo. Recién se llegó a superar los dos millones de aplicaciones de dosis semanales en la última semana de mayo. En agosto, se aumentó el ritmo cuando predominaba la aplicación de segunda dosis y se sumaba a los adolescentes con factores de riesgo. En octubre, sumó la aplicación de dosis al resto de los adolescentes y a las niñas y los niños mayores de 3 años a 11 años.En la última semana de enero, el 66% de las dosis aplicadas fueron como dosis de refuerzo (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)
En diciembre, el Ministerio de Salud con el Consejo Federal de Salud -que forman las autoridades sanitarias de las 24 jurisdicciones- consensuaron la aplicación de las terceras dosis como refuerzo en el personal de salud y en personas de 60 años y más que hayan cumplido un intervalo mínimo de 4 meses de haber completado su esquema inicial. Ya se avanzó con la tercera dosis en los grupos sin factores de riesgo.Durante el inicio del verano en la Argentina, la ola con la circulación cada vez más predominante de la variante de preocupación Ómicron llevó a desbordes en los centros de testeos y en los de atención médica, y hubo más personas que aceptaron la aplicación de la primera dosis. Más personas completaron los esquemas y otras fueron a recibir la tercera.En la primera semana de enero, en diálogo con Infobae el Subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación, Juan Manuel Castelli dijo con respecto a la aceleración del plan de vacunación: “Seguramente, el aumento de las aplicaciones semanales obedezca a la implementación del pase sanitario, las estrategias en las jurisdicciones que ampliaron el acceso, la confianza de la población en las vacunas y la mayor percepción de riesgo sobre la situación epidemiológica”, explicó a Infobae.En la primera quincena de enero las aplicaciones semanales de dosis aumentaron por el pase sanitario, la suba de casos por Ómicron y a que la gente se fue a inmunizar antes de irse de vacaciones (EFE/Enrique García Medina)
Según dijo a Infobae Leticia Ceriani, subsecretaria de gestión de la información del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, “en la primera quincena de enero aumentaron las aplicaciones semanales de dosis por el pase sanitario, la suba de casos por Ómicron y porque la gente se fue a inmunizar antes de irse de vacaciones”. La funcionaria agregó: “Durante la segunda quincena fue bajando el ritmo, pero igualmente es una tasa buena de aplicaciones”.“La desaceleración del ritmo de las aplicaciones semanales de las vacunas contra el COVID-19 sería por diversos factores. En diciembre, con la ola de casos por la circulación de la variante de preocupación Ómicron hubo más personas que se acercaron a vacunarse. También influyó que existiera un pase sanitario que habilita a actividades masivas si las personas ya están vacunadas”, dijo a Infobae Martín Hojman, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y de la Unidad Infectología del Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires.“En cambio -comentó el doctor Hojman- en enero hubo gente que se fue de vacaciones y muchos que tuvieron COVID-19. Hoy la recomendación para los que tuvieron la infección recientemente es esperar 90 días para aplicarse la tercera dosis. Entonces, ese tipo de situaciones pueden haber influido en que el ritmo de las aplicaciones semanales fuera más lento en las últimas semanas”.Aunque la mayoría de la población ha aceptado las vacunas, aún hay diferencias entre los diferentes grupos según las edades. El grupo que más se vacunó con el esquema completo es el que tiene entre 50 y 59 años: el 94%. En cambio, las niñas y los niños de 3 a 11 años es el grupo que viene más demorado aunque ya tiene disponible el acceso a las dosis. Aún falta que el 26% de ese grupo se acerque para recibir la primera dosis.Los viajes por las vacaciones, que más personas tuvieran COVID-19 en enero, y que haya padres que aún no han llevado a sus hijos a vacunas han sido algunas de las razones por las cuales la campaña de la vacunación contra el COVID-19 pasó a ir más lenta durante las últimas semanas”, afirmó en diálogo con Infobae Gabriela Ensinck, médica e integrante del Comité de infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).En tanto, la médica Gabriela Tapponnier, que es la secretaría del Comité de Infectología de la SAP, comentó a Infobae: “A nivel general el ritmo de la vacunación fue más lento en el país pero también hay que considerar que se avanzó con la inmunización en niñas y niños. A principios de enero, se habían aplicado solo 7 millones de dosis en este grupo y esta semana se superaron los 8,4 millones de dosis”. Para la experta, “es clave que las familias lleven a los chicos a vacunar en febrero antes del comienzo de las clases o que los adolescentes también completen el esquema”.Desde la cartera de Salud nacional, a cargo de Carla Vizzotti, se aclaró recientemente que “al igual que con cada vacuna utilizada en personas de mayor edad, la evaluación de la seguridad y la inmunogenicidad de la vacuna de Sinopharm para ser utilizada en niños y niñas fue minuciosamente llevada a cabo por la agencia regulatoria nacional, ANMAT, cuya jerarquía, prestigio y experiencia son mundialmente reconocidos”.El 1 de octubre de 2021, después de analizar la información aportada por el laboratorio que desarrolló la vacuna de Sinopharm en China estableció que se encuentra en un margen aceptable de seguridad e inmunogenicidad para el grupo mayor de 3 años. La ANMAT recomendó al Ministerio de Salud de la Nación ampliar la autorización de uso de emergencia de la vacuna de Sinopharm para ese grupo.La vacunación en niños de 3 a 11 años es la que viene más atrás (REUTERS/Agustin Marcarian)Se trata de una vacuna que se basa en una plataforma de virus inactivado que también se utiliza en otras vacunas del Calendario Nacional de Vacunación para la población infantil. “La vacuna desarrollada por el laboratorio Sinopharm demostró perfil de seguridad adecuado en las fases de investigación y se utiliza en nuestro país desde el inicio de la estrategia de vacunación contra COVID-19″, resaltó el Ministerio. Los eventos adversos que puede ocasionar la vacuna en niños y niñas, al igual que en adultos, son leves en su gran mayoría (como dolor o enrojecimiento en el brazo, alergia leve/moderada, y fiebre.Entre los adolescentes, el 72% tiene el esquema completo. Pero todavía el 11,7% no se ha aplicado la primera dosis. Entre los mayores de 18 años, solo el 7% no se ha dado la primera dosis. El 86% tiene el esquema completo, y el 40% tiene la tercera dosis, según el análisis de datos de Martín Barrionuevo, contador y senador provincial de Corrientes, quien sigue la evolución del plan en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación. Días atrás se consensuó en el Consejo Federal de Salud la aplicación de las dosis de refuerzo para los adolescentes.“En esta etapa del plan de vacunación, queda muy pocas personas por vacunar”, contó Ceriani a Infobae. “Estamos más preocupados por llegar a grupos específicos que por acelerar el ritmo en general del plan. En provincia de Buenos Aires, organizamos este viernes la Noche de las vacunas. Los niños y las niñas de 3 a 11 años son los que más faltan vacunar. Se hará vacunación en las escuelas según lo consensuado en el Consejo Federal de Salud. También falta que los adolescentes completen los esquemas de vacunación”.SEGUIR LEYENDO:La ola por Ómicron en Argentina comenzó a retrocederOla de Ómicron: qué pronostican expertos de los Estados Unidos para ArgentinaSubió la edad de los afectados por la infección con Ómicron en Argentina: 40 años
La cocaína adulterada afecta más aún a la salud humana que la sustancia común. En este caso la combinación es fatal: cocaína de baja calidad y coctel de opiáceos. (Getty Images)La muerte de al menos 20 personas y la internación en grave estado de más de 70, como consecuencia del consumo de cocaína envenenada, en el noroeste del Conurbano bonaerense, – los partidos de San Martín , Tigre, Moreno, Morón, Hurlingham , 3 de febrero- se produjo a raíz de una intoxicación con cocaína que fue adulterada con una sofisticada mezcla de productos derivados de los opiáceos. ¿Por qué sofisticada al decir de los expertos?Fuentes médicas que intervienen en la investigacion adelantaron a Infobae que la cocaína fue adulterada con una mezcla de derivados de los opiáceos, entre ellos sustancias como oxicodona, fentanilo, metadona, y morfina, entre otras, por eso los cuadros que exhibieron los afectados son de envenenemiento y no de sobredosis. El cuadro de los pacientes afectados mostró una profunda depresión respiratoria (convulsiones, paro respiratorio) provocado por esta combinación de opioides y luego generando un colapso generalizado en el organismo. Falta aún la certificación de los equipos de toxicólogos de la provincia de Buenos Aires.Esta adulteración de los sobres de cocaína con esta especie de cóctel de derivados opioides- siendo sustancias mortales- alienta la idea que manejan los expertos de que se trata de una adulteración sofisticada y planificada, pudo saber Infobae. No se trataría de un error en la cadena de producción y fraccionamiento de la droga. El reconocido médico toxicólogo argentino Carlos Damín, profesor titular de Toxicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, jefe de la división Toxicología del Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires explicó a Infobae, “las formas adulteradas de la cocaína siempre son más complejas que el consumo de la sustancia original. Hay antecedentes de adulteraciones con insecticidas, medicamentos, como antiinflamatorios, tubo de vidrio molido. La cocaína adulterada afecta más aún a la salud humana que la sustancia común”.Parte de la droga secuestrada en los allanamientos en Puerta 8 en Tres de Febrero , el lugar donde vendían la droga. Las víctimas mortales y los internados sufrieron un cuadro de envenenamiento .Alerta epidemiológico en la PBAEl Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires emitió una alerta epidemiológica “ante la identificación de casos” que presentan antecedentes de ingesta reciente de estupefacientes en establecimientos de salud de los municipios de Hurlingham, San Martín, Tres de Febrero, Morón, Tigre, Ituzaingó y General Rodríguez.En el documento se dio una serie de recomendaciones para aquellas personas que hayan consumido cocaína en las últimas 24 horas. Y agregó información sobre el tipo de sustancia que podría contener la cocaína adulterada: “Puede inferirse que podría tratarse de cuadros de intoxicación por opiáceos y se desconoce la existencia de otro producto vinculado”.Los síntomas por los que se alertan son signos de “shock, depresión del sensorio, dificultad respiratoria, excitación psicomotriz” que vayan asociados al consumo reciente de cocaína, ya que “se continúa registrando el ingreso de personas en grave estado” tras haber consumido estupefacientes adulterados.En el documento que se conoció este miércoles por la tarde, se destacó que al “sistema de emergencias están ingresando personas a diferentes establecimientos de salud, ocasionando una constante ampliación de la cifra de personas hospitalizadas”.“Estos hechos con cocaína envenenada han sido sorpresivos en los 31 años que tengo en el Hospital Fernández, sobre todo por el número de afectados y por los adulterantes que contenían las dosis”, agregó el toxicólogo Carlos Damín en diálogo en Radio Rivadavia con Nelson Castro.Si se confirma en las pruebas toxicológicas que está realizando la Provincia de Buenos Aires que son derivados opioides tendremos que enfrentar diferentes situaciones: la primera es que tenemos los opioides y otra que esto no es un error de cálculo en el estirado. En nuestro país la cocaína que se usa es muy estirada. Normalmente tienen una pureza del 30%, del 25%; puede llegar al 45% . “Los consumidores de cocaína están acostumbrados a luchar con polvos de otro tipo, además del polvo de cocaína. Esto se ha hecho por manos conocedoras de cómo manejar la sustancia. Por eso la posibilidad de que sea una lucha entre bandos pareciera tener cierto asidero. Esto no es un error de cálculo porque para provocar un cuadro de intoxicación severa como tienen los pacientes afectados y los fallecidos no se produce con pequeñas cantidades”, concluyó Damín.SEGUIR LEYENDOCerebro, corazón, hígado, piel y riñones: estos son los 5 efectos más devastadores de la cocaínaVeneno mortal: qué daños provoca en el cuerpo el consumo de cocaína adulterada, según un prestigioso toxicólogo argentinoNarcotráfico en el conurbano: ya son 17 los muertos y más de 50 las personas internadas por consumir cocaína envenenada
Argentina donará más dosis de AstraZeneca (REUTERS)El Gobierno autorizó este miércoles una nueva donación de vacunas contra el COVID-19. Son un millón de dosis de AstraZeneca que serán enviadas gratuitamente a Egipto.El gesto de solidaridad se produce mientras el país atraviesa la tercera ola de coronavirus, con jornadas récord de contagios. Desde el Ministerio de Salud aclararon que Argentina cuenta con inoculantes suficientes para continuar con la campaña de vacunación a lo largo del 2022.La decisión se confirmó a través del Decreto 1/2022, publicado esta madrugada en el Boletín Oficial, y que cuenta con las firmas del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Juan Manzur, y los ministros, de Salud Carla Vizzotti y de Relaciones Exteriores Santiago Cafiero.“Autorízase la donación a título gratuito a favor del Gobierno de la REPÚBLICA ÁRABE DE EGIPTO de UN MILLÓN (1.000.000) de dosis de la vacuna ChAdOx1 nCov-19, conocida como AZD1222, de la firma ASTRAZENECA UK LIMITED destinadas a generar inmunidad adquirida contra la COVID-19, la cual quedará perfeccionada una vez suscripto por las partes el “Contrato de Donación”, reza el artículo 1° del decreto en el que se designó al Ministerio de Salud como “Organismo Ejecutor” del mencionado contrato, “el que quedará facultado para celebrar los actos necesarios para su correcta implementación”.El Gobierno justificó la decisión indicando que “al 14 de diciembre de 2021 el 81,9 % de la población cuenta con al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 y el 67,9 % con el esquema completo de vacunación.Según la última actualización del Monitor Público de Vacunación, el total de inoculaciones asciende a 77.207.179, de las cuales 38.272.739 corresponden a la primera dosis, 32.960.671 a la segunda, 2.616.891 adicionales y 3.356.878 de refuerzo, mientras que las vacunas distribuidas a las jurisdicciones llegan a 94.230.668.“La pandemia constituye un desafío global que exige una estrategia de solidaridad orientada al acceso equitativo de las vacunas destinadas a generar inmunidad contra el coronavirus”, expresó el Gobierno en el texto oficial publicado este miércoles. En este marco, Argentina “considera que los esfuerzos mancomunados entre las naciones resultan sustanciales para limitar los efectos económicos y sanitarios que acarrea la pandemia por SARS-CoV-2″.Un cargamento de un millón de vacunas de AstraZeneca, donado por el gobierno de Argentina a Bolivia“En este entendimiento, guiados por los principios de solidaridad y fraternidad, nuestro país estima conveniente favorecer el acceso equitativo y oportuno a las vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra la COVID-19″, concluyó su argumentación el Poder Ejecutivo Nacional.A fines de 2021 Argentina comenzó a donar vacunas. La última entrega consistió en un millón de dosis de AstraZeneca enviadas a Bolivia el lunes 20 de diciembre. “Argentina ha recibido 7 millones de dosis en donaciones que le han permitido acelerar su campaña” de vacunación.“Esta solidaridad, esa reciprocidad, va a ser que podamos dar vuelta la página de la pandemia, recién cuando todos los países accedan a los inoculantes”, explicó en aquella oportunidad la cartera sanitaria. Pero antes de la donación a Bolivia, Argentina ya había enviado vacunas por más de 1,7 millones de dosis a Angola, Kenia, Mozambique, Vietnam, Barbados y a La Organización de Estados del Caribe. La donación a Egipto autorizada este miércoles es la primera de 2022.Mientras tanto, nuestro país volvió a superar el récord de contagios diarios de coronavirus: este martes confirmaron 81.210 nuevos casos. Además se notificaron 49 muertes. Con estos datos el total de infectados desde el inicio de la pandemia asciende a 5.820.536 y los fallecimientos a 117.294.Con el objetivo de reforzar la inmunidad de los grupos priorizados, el Gobierno bonaerense envió ayer más de 400 mil turnos para dosis de refuerzo contra el coronavirus.Además las autoridades de la provincia recordaron que todas las personas mayores de 3 años cuentan con la posibilidad de acceder a la denominada “vacunación libre” de segunda dosis dirigiéndose sin turno a cualquiera de los 400 puntos donde se aplican las vacunas contra el coronavirus. De igual modo, en la provincia de Buenos Aires los mayores de 60 años, trabajadores de la salud e inmunodeprimidos pueden acceder a la vacunación libre de tercera dosis independientemente del lugar donde residan.
.container-video
.responsive-iframe-video
SEGUIR LEYENDO:El gobierno argentino le donó a Bolivia un millón de vacunas de AstraZeneca contra el COVID-19COVID-19: 7 estudios confirman que la variante Ómicron es menos severaLos impactantes números de la tercera ola: cómo pasó Argentina de 1.600 casos a más de 80.000 por díaCoronavirus: subieron más de 200% las llamadas para atención médica a domicilio y hay demoras