Edificio de la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, Nueva York. REUTERS/Carlo Allegri/Archivo (CARLO ALLEGRI/)La apertura de la 78º sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas captó fuertemente la atención de la comunidad internacional. Ello se debió no solo a la recargada agenda de cuestiones inquietantes expuestas por los participantes, en algunos casos con marcada ideología, sino por el influjo de la guerra como contexto de la reunión internacional, acontecimiento que ha acentuado más el grado de fragmentación y desorden interestatal desde la anexión rusa de Crimea en 2014.Sin duda la ONU es útil, pues se trata de un necesario bien público internacional. Sin ella y su extendido sistema de organismos y programas el mundo no solo se encontraría peor, sino que prácticamente sería una jungla. Es verdad que el mundo no es una moderna y segura gran urbe, pero hay pautas que permiten un cierto ordenamiento. Consideremos, por caso, la importancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dos regímenes del sistema “onusiano” que impiden el caos; asimismo, es importante el papel que puede llegar a desempeñar en los conflictos el secretario general de la organización a través de sus buenos oficios.No obstante, aunque desde algunas corrientes se considera que es casi un anacronismo frente a fenómenos como la conectividad, o aquello que Zbigniew Brzezinski denominó “despertar de la conciencia global”, o la expectativa generada por la inteligencia artificial (que podría llegar a optimizar sensiblemente ese otro bien público internacional que es la diplomacia), la anarquía interestatal, es decir, la ausencia de un gobierno mundial que delimite el poder como ocurre hacia el interior de los Estados democráticos, continúa siendo una realidad de la política internacional y mundial.¿Podría mejorarse el funcionamiento de la ONU en relación con los propósitos de su Carta? Sin duda que sí, pero no hay que olvidar la advertencia de Winston Churchill: nunca un poder preeminente permitirá que una organización internacional adopte decisiones por él. Aquí está el límite que sufre la ONU, y por ello, considerar que se “democratice” el centro ejecutivo o de poder de la ONU, el Consejo de Seguridad, es por ahora un cándido propósito (por tanto, si prosperaran iniciativas como la de eliminar el veto, la organización prácticamente dejaría de existir).La contracara del objetivo de la ONU es la guerra, una regularidad en la política internacional. Más allá de los enfoques auspiciosos que nos aseguran que la violencia ha disminuido y que ya no son posibles confrontaciones como las guerras mundiales del siglo pasado, la guerra sigue siendo una contundente realidad. Además, como bien advierte la historiadora británica Margaret MacMillan, la guerra va mutando su naturaleza.Un orden internacional basado en la ONU será casi imposible, menos en el mundo del siglo XXI donde el modelo de poder o de polos afirmados en la primacía del interés nacional va muy por delante del modelo institucional o multilateral.Imagen de archivo de un oso de peluche entre la destrucción causada por los bombardeos rusos en Borodianka (Ucrania). EFE/ MIGUEL GUTIÉRREZ
(MIGUEL GUTIÉRREZ/)Ahora, una ONU en un contexto de equilibrio geopolítico, es decir, en el que los Estados “que cuentan”, como diría Tucídides, controlen y hasta repriman sus impulsos de predominancia para asegurar un orden que redunde en beneficio de todos, es decir, que asegure la paz (que nunca ha existido más que como una abstracción, pero sí ha sido regular la guerra), tiene muchas posibilidades de desplegar sus activos.Pero no parecería que nos hallemos en ese curso. El mundo no sólo carece de orden internacional, sino que en su lugar hay un desorden internacional disruptivo. Es decir, los poderes que cuentan no tienen planes relativos con un orden internacional y, lo más alarmante, se encuentran en estado de discordia mayor entre sí, incluso de guerra indirecta (como sucede entre Rusia y Occidente).Como si ello no fuera del todo inquietante, no sabemos con relativa precisión si todavía se mantiene la “cultura estratégica” entre los grandes poderes, es decir, el equilibrio nuclear, pues se ha vuelto habitual el abandono de marcos regulatorios clave, al punto que solo queda uno (el START III) entre Estados Unidos y Rusia, aunque este último país anunció este año la suspensión de su cumplimiento.Por tanto, solamente esfuerzos denodados podrán llegar a torcer un inquietante rumbo internacional. La muy difícil salida de la guerra en Ucrania será el primer paso. A partir de allí, el reto será la edificación de una configuración internacional (al menos basada en mínimos) que normalice las relaciones entre los principales poderes y amortigüe los conflictos intra e interestatales.Solo en un marco de realismo y búsqueda de equilibrios, la ONU podrá contar con posibilidades de trabajar para, como sostuvo con todo realismo el ex secretario general Dag Hammarskjõld, “no llevar la humanidad al cielo, sino salvar la humanidad del infierno”.
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El OIEA expresó su preocupación por el aumento de ataques cercanos a la central nuclear de Zaporizhzhia (REUTERS) (ALEXANDER ERMOCHENKO/)El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) manifestó nuevamente su preocupación ante el aumento de ataques cercanos a la central nuclear de Zaporizhzhia, en un momento en el que las tropas ucranianas se preparan para forzar la segunda línea de defensa rusa en la región, tras superar la primera.La agencia de supervisión de las Naciones Unidas advirtió de una posible amenaza de seguridad nuclear luego de que sus expertos en el sitio -aún bajo control de las tropas de Rusia- escucharan numerosas explosiones y constataran un incremento de la actividad militar allí.“Sigo profundamente preocupado por los posibles peligros que enfrenta la central en este momento de gran tensión militar en la región”, declaró el director general del OIEA, Rafael Grossi y comentó que el aumento de los ataques en la región llevó también a que se reduzca el personal de la central al mínimo.“Pase lo que pase en una zona de conflicto, sea donde sea, todo el mundo saldría perdiendo en un accidente nuclear. Insto a que se tomen todas las precauciones necesarias para evitar que esto ocurra”, concluyó Grossi.Grossi advirtió que todo el mundo saldría perdiendo en un accidente nuclear (Europa Press) (Europa Press/Contacto/POOL/)El OIEA expresó su preocupación en torno a esta central en reiteradas oportunidades desde que cayó en manos de Moscú ya que los combates podrían causar una fuga de radiación. Asimismo, los expertos explicaron que a pesar de que sus seis reactores llevan meses parados, aún es necesario el suministro de energía y la presencia de personal que verifique y permita el correcto funcionamiento de los sistemas de refrigeración y otros elementos de seguridad cruciales.Mientras la situación al interior de la central -una de las diez más grandes del mundo- se mantiene en alerta, las fuerzas ucranianas continúan presionando para poder avanzar sobre nuevas posiciones rusas en Zaporizhzhia. Recientemente, y a pesar de los refuerzos ordenados por el Kremlin, las tropas de Zelensky celebraron la toma de la localidad de Robotyne.“Es muy probable que Rusia haya reubicado tropas de otras zonas de la línea del frente para reemplazar las degradadas unidades en torno a Robotyne”, explicó al respecto el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña y agregó que es posible que estas maniobras “estén limitando la capacidad de Rusia para llevar a cabo operaciones ofensivas propias” en otros puntos del extenso frente.Tras recuperar Robotyne, las tropas ucranianas se preparan para forzar la segunda línea de defensa rusa en Zaporizhzhia (REUTERS) (Alexander Ermochenko/)Asimismo, el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, señaló que los rusos se vieron obligados a llevar a cabo importantes cambios en su estructura de control para “proteger la infraestructura de mando y mejorar el intercambio de información”.De todas formas, Moscú intenta resistir y repeler los avances de la contraofensiva con ataques en todo el país.Esta semana, una ofensiva sobre Kostiantynivka, una ciudad de casi 70.000 habitantes en la región de Donetsk, dejó al menos 17 muertos -entre ellos, un niño. Las autoridades locales informaron que un mercado fue alcanzado con proyectiles rusos a plena luz del día y generó importantes daños y dejó a otras 32 personas heridas.Zelensky condenó esta masacre, la cual calificó de “atroz” y dijo que se trata de “otro acto de terrorismo ruso”. “Siempre que hay algún paso ofensivo positivo de las fuerzas ucranianas, los rusos atacan a civiles y a infraestructuras civiles”, agregó.Estados Unidos también condenó este hecho y sostuvo que “subrayan la importancia de seguir apoyando al pueblo de Ucrania en la defensa de su territorio”. En tanto, la coordinadora humanitaria de la ONU para el país, Denise Brown, recordó que, por su naturaleza, se trata de un crimen de guerra.(Con información de AP)
Unas madres reciben a sus hijos a la salida de la escuela en el primer día de clases celebrado en la estación de metro subterránea de Kharkiv, Ucrania, el lunes (Foto para The Washington Post de Heidi Levine) (Heidi Levine/)Los alumnos de primer curso se reunieron para empezar un nuevo año escolar en un pasillo subterráneo sin ventanas convertido en aula, hablando a borbotones de las mejores cosas de todo el mundo.Una niña con un pañuelo verde bien atado al cuello sostenía el hilo. Es el hilo parlante, lo que significa que ella tenía la palabra. “Me llamo Nastia. Me gusta el chocolate”, dijo. Los alumnos aplauden. Le pasó el hilo a un niño.“Me llamo Vlad”, dijo. “Me gustan los deportes y los juegos”. Más aplausos.“Ahora sabemos que a Vlad le gustan los deportes”, dijo la profesora a la clase. “¿Quién es el siguiente?”.Mujeres disfrazadas dan la bienvenida a alumnos de primer curso antes de acompañar a los niños a su clase en la estación de metro subterránea de Kharkiv, Ucrania (Fotografía de Heidi Levine para The Washington Post) (Heidi Levine/)El lunes fue el primer día de clase para los estudiantes de Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, situada a sólo 40 kilómetros de la frontera rusa. También era el 558º día de la invasión rusa y, para proteger a los niños de la amenaza constante de los ataques aéreos, se han instalado aulas improvisadas por toda la extensa red de metro de la ciudad.Más de 1.300 escuelas en zonas controladas por el gobierno ucraniano han sido destruidas desde el comienzo de la invasión en febrero de 2022, según UNICEF, que ha documentado una profunda pérdida de aprendizaje entre los niños ucranianos tras la destrucción de sus entornos seguros.En Kharkiv, donde el lanzamiento y el impacto de misiles desde suelo ruso se miden en segundos, las clases online son ahora la norma. Por eso, las autoridades pusieron en marcha una iniciativa voluntaria para padres y alumnos que quisieran aprender en un aula física que complementara el aprendizaje por computadora y, al mismo tiempo, ofreciera un refugio a prueba de bombas.Puede que el entorno no fuera familiar, pero los rituales típicos del primer día se sucedieron a lo largo de toda la mañana, aunque con algún que otro transeúnte que pasaba arrastrando los pies. Los padres, emocionados, hacían fotos orgullosos con sus teléfonos móviles antes de despedir a sus hijos, los profesores acorralaban a sus alumnos en los planes de clase y los niños tímidos conocían a los que pronto serán sus mejores amigos. Muchos alumnos vestían vyshyvankas, camisas blancas con bordados tradicionales.Alumnos de primer curso durante su primer día de clase en un aula recién construida en la estación de metro subterránea de Kharkiv, Ucrania (Fotografía de Heidi Levine para The Washington Post) (Heidi Levine/)Los padres y profesores que asistieron al primer día de clase afirmaron que el programa era una buena noticia, ya que permitía a los niños tener una apariencia de educación normal e interacción social con otros estudiantes, incluso mientras las tropas rusas y ucranianas libraban batallas campales en la región.Hasta la fecha se han inscrito unos 1.000 alumnos, según el alcalde de Kharkiv, Ihor Terekhov, que dijo desconocer la existencia de otros programas similares en Ucrania. La cifra representa menos del 1% de los 112.000 escolares de Kharkiv, pero las encuestas nacionales sugieren que aproximadamente el 20% de los padres desean clases presenciales y, en Kharkiv, Terekhov dijo que espera que crezca el número de inscritos.“Los niños no tienen la oportunidad de estudiar en sus escuelas habituales”, dijo en la estación de metro de la Plaza de la Libertad, mientras una clase aprendía sobre las formas. “Necesitan socializar”.Las instalaciones escolares de la estación de metro incluían baños y conductos de aire. En el fondo de un pasillo, las enfermeras estaban listas para ayudar con las rodillas raspadas y los mocos. Y psicólogos observan en silencio a los alumnos.Muchas familias desplazadas de las zonas del frente han encontrado refugio en Kharkiv, donde más de 18 meses de guerra han sometido a los niños a una gran presión.Alumnos de primer grado juegan con marionetas en un aula durante el primer día de clase celebrado en la estación de metro subterránea de Kharkiv, Ucrania, el lunes (Fotografía de Heidi Levine para The Washington Post) (Heidi Levine/)Nadia Kozyreva, madre soltera, y sus dos gemelas de 6 años, abandonaron su ciudad natal de Kupyansk el pasado septiembre, tras su liberación. Los rusos la habían ocupado durante seis meses, y la ciudad fue bombardeada sin descanso en la lucha por recuperarla. Sigue siendo atacada a diario, dijo, mientras los rusos luchan por recuperar el terreno cercano. El mes pasado se ordenó la evacuación de los residentes que se habían quedado o habían regresado tras huir el año pasado.Nadia Kozyreva saluda a sus hijas gemelas de 6 años, Kateryna y Victoria (Foto para The Washington Post de Heidi Levine) (Heidi Levine/)Las hijas de Kozyreva -Victoria, tranquila y contemplativa, y Kateryna, una frenética bola de energía- siguen pidiendo volver a casa, pero ella les ha dicho que todavía no es seguro. Las niñas están ahora inscritas en el programa durante al menos un año, dijo. Salieron del aula subterránea contentas, dijo, de experimentar algo diferente.El programa es una bendición en el momento oportuno, afirma Kozyreva. Con su sueldo de conserje, le ha resultado difícil pagar el equipo informático necesario para las clases en línea, y ella misma ha tenido problemas con la tecnología.“Soy una chica sencilla”, dice, “de pueblo”.En el interior de la estación de metro de Peremoha -o “Victoria”-, en el noroeste de Kharkiv, un grupo de madres cariñosas esperaba a que sus hijos e hijas salieran de sus primeras clases. Los padres se mostraron aliviados al ver que sus hijos comenzaban su educación con cierta normalidad tras los trastornos generalizados del año pasado. Según uno de los padres, no se les permite salir a la calle durante el recreo, por lo que los educadores han encontrado soluciones para mantener a los niños ocupados con juegos durante todo el día.Madres emocionadas abrazaban y sacaban fotos (Foto para The Washington Post de Heidi Levine) (Heidi Levine/)Bohdana Boholiubova, con su marido al lado y un bebé atado a un portabebés en el pecho, explicó la confusión que la llevó a este momento. Su familia huyó de Kharkiv el año pasado en busca de la relativa calma de la ciudad occidental de Lviv. Regresaron el otoño pasado tras la liberación de la región.El programa es prometedor, pero dependerá de la actitud de los alumnos y de los padres que los niños estén bien atendidos, dijo Boholiubova.Eso podría ser difícil en la guerra, dijo Boholiubova, pero su hija Sonia, de 7 años, y el resto de la familia se han adaptado a una nueva normalidad. Llevar a Sonia a un aula, ya sea en un edificio escolar tradicional o en el metro, es crucial, dijo Boholiubova.“Es mejor que online”, dijo, mientras esperaba a Sonia a que la recogieran el lunes. “Ella puede hablar con los niños”.Los niños irrumpieron en el túnel del metro con helados en la mano, y la familia Boholiubova se reunió.En otro lugar de la muchedumbre, Ira Kravchenko abrazó a su hija Nicole, de 6 años, que hizo un primer balance de su experiencia metro-escuela: pulgares arriba.Ira Kravchenko, de 36 años, y su hija Nicole, de 6, mientras esperan en un tren tras el primer día de clases (Fotografía de Heidi Levine para The Washington Post) (Heidi Levine/)Kravchenko ha facultado a su hija para decidir si se queda en el programa. De momento, el programa permite a Kravchenko hacer recados durante el día, en lugar de tener que dejar a Nicole en casa. Y la protección añadida de que su hija pase tiempo bajo tierra le ha proporcionado cierta tranquilidad.“Aquí va a estar segura”, dijo Kravchenko, antes de llevar a Nicole de la mano a subir a un tren dentro de su escuela.En la superficie, cuando los estudiantes salían de la estación de la Plaza de la Libertad, eran recibidos por las sirenas antiaéreas que resonaban por toda la ciudad, un sonido que ha llegado a definir sus jóvenes vidas con tal normalidad que pocos parecían darse cuenta.Niños en el patio de recreo de la Escuela nº 134 de Kharkiv (Foto para The Washington Post de Heidi Levine) (Heidi Levine/)En el subsuelo, donde no se oyen las sirenas, el zumbido de los alumnos entusiasmados y los enérgicos profesores era el sonido principal en las estrechas aulas, donde las citas de ucranianos destacados a lo largo de la historia se exhibían en las paredes junto a dibujos de vivos colores.Hanna Neelova, profesora de primer curso, dirigía la embelesada atención de una clase que nunca había experimentado la educación en carne propia. La guerra ha sumido en el dolor a los niños desde el año pasado, dijo, muchos de los cuales necesitan ayuda psicológica para comprender lo que ocurre a su alrededor.Hanna Neelova, de 43 años, enseña a sus alumnos de primer grado (Foto para The Washington Post de Heidi Levine) (Heidi Levine/)La enseñanza es una vocación, dijo Neelova, y la nueva configuración no es sólo un beneficio para los estudiantes. Estar en la misma sala con sus alumnos, en lugar de en una pantalla, le ha devuelto la vitalidad, dijo.“Es agradable sentir la energía de los niños”, afirma Neelova. “No habíamos sentido eso durante el último año y medio”.© The Washington Post 2023
Moscú vuelve a pedir el reconocimiento de las zonas ocupadas mientras lanza nuevos ataques masivos contra Jersón, Járkov y Donetsk
Zelensky pidió a América Latina ayudar a Ucrania en la lucha contra el “colonialismo” de Rusia. (FOTO: Europa Press) (Europa Press/Contacto/President /)El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, pidió este lunes a los líderes y los pueblos de América Latina que ayuden a Ucrania humanitaria y políticamente para poder seguir luchando contra el “colonialismo” de Rusia que, según denunció, está extrayendo de las regiones ocupadas ingentes recursos naturales y económicos.En una entrevista con EFE y con varios medios latinoamericanos, Zelensky afirmó que Rusia está recolectando y exportando grano y otros productos agrícolas de los territorios de Ucrania y apeló a la experiencia de Latinoamérica con el colonialismo para pedir solidaridad con la causa ucraniana.“Ustedes saben perfectamente qué significan las consecuencias del colonialismo”, afirmó.Además del grano, Zelensky mencionó la destrucción de la acería Azovstal, en la ciudad ocupada de Mariupol, y de buena parte de la industria siderúrgica, lo que ha obligado a Ucrania a dejar de exportar algunas de las materias primas que más vendía en el extranjero.“¿Quién controla las minas del Donbás?”, se preguntó retóricamente Zelensky, refiriéndose a la región del este de Ucrania rica en carbón parcialmente ocupada por Rusia desde 2014, en la que la invasión a gran escala ha destruido buena parte de la actividad económica que quedaba.Ucrania denunció la explotación de recursos minerales de su país por parte de Rusia en las regiones que han sido ocupadas desde 2014. (FOTO: REUTERS/Alexander Ermochenko) (ALEXANDER ERMOCHENKO/)“Eso es colonialismo”, concluyó Zelensky, que llamó a estar alerta ante la acción de la propaganda rusa en Latinoamérica y abogó por “más información” como antídoto a los discursos que responsabilizan a Ucrania de la guerra provocada por la invasión rusa.El jefe del Estado ucraniano advirtió de la prevalencia de los mensajes promovidos por el Kremlin en redes sociales y a través de plataformas como RT, que está prohibida en Europa pero sigue funcionando en América Latina.“Rusia gasta millones en esta actividad”, declaró, y añadió que Ucrania no tiene “tantos medios financieros” para hacer llegar sus mensajes a las audiencias latinoamericanas y de otras partes del mundo.El presidente ruso, Vladimir Putin. (FOTO: REUTERS) (SPUTNIK/)Zelensky aseveró que es fundamental “comprender” que la guerra de Ucrania viene de “una agresión no provocada” para que los países de la región – donde muchos líderes se han mostrado reacios a apoyar a Ucrania y a romper sus relaciones con Moscú – incrementen su asistencia a Ucrania.Ayuda humanitaria y políticaZelensky invitó a los países latinoamericanos a ayudar a Ucrania de la forma en que puedan.“No todos los Estados pueden ayudarnos con armas, por legislación o porque no las tiene”, dijo Zelensky, que citó la ayuda humanitaria como uno de los campos en que los Gobiernos de América Latina pueden serle útiles a Ucrania.El jefe del Estado ucraniano volvió a mostrar su interés en celebrar una cumbre con líderes de Latinoamérica, ya sea en Europa o en el continente americano, y reiteró su invitación a esos países a apoyar, íntegramente o en alguno de sus diez puntos, la llamada Fórmula de Paz ucraniana.Este documento impulsado por Kiev presenta una hoja de ruta para el cese de las hostilidades que exige la retirada de las tropas rusas como condición previa.Zelensky aseveró que es fundamental “comprender” que la guerra de Ucrania viene de “una agresión no provocada”. (FOTO: AP) (Libkos/)Otros puntos contenidos en la Fórmula de Paz son el retorno de los niños y de los civiles deportados a Rusia o garantizar la seguridad nuclear, energética, medioambiental y alimentaria.Zelensky se mostró interesado en que los países latinoamericanos compartan con Ucrania su “experiencia en la solución de problemas” como la limpieza de los campos de minas, la reconstrucción de ciudades o a la lucha contra la inseguridad alimentaria.La administración de Zelensky se marcó como prioridad a principios de este año acercarse a América Latina y contrarrestar la influencia rusa en la región, sin que de momento haya conseguido reunirse con ningún líder latinoamericano.Buena parte de la izquierda latinoamericana que gobierna en los países más grandes de la región se caracteriza por su desconfianza a Estados Unidos, uno de los principales aliados de Ucrania, y su afinidad con el discurso contra el colonialismo occidental que promueve Rusia.En la entrevista con Zelensky, que fue organizada por el Centro para el Diálogo Transatlántico de Ucrania, participaron medios de Brasil, Argentina, Colombia, México, Uruguay y Chile.(EFE)Seguir leyendo:Ucrania denunció un bombardeo masivo de Rusia en bases aéreas del Ejército al oeste del territorioAl menos dos muertos dejó un ataque nocturno de las tropas rusas contra la región ucraniana de DonetskUcrania reemplazó por su escudo de armas la hoz y el martillo soviéticos en la mayor estatua de KievRusia volvió a frenar cualquier posibilidad de paz: “No necesitamos diálogo, Ucrania debe suplicar clemencia de rodillas”
La Alianza Atlántica anunció que simplificará el proceso para su adhesión. Pero no dio fechas concretas. Los detalles.
La OTAN da libertad a sus aliados para el envío de esta munición prohibida por más de un centenar de países y Naciones Unidas
Escepticismo en la OTAN con la guerra
Este año los ministros de Defensa de la OTAN volvieron a reunirse de manera virtual (Foto: REUTERS/Johanna Geron) (JOHANNA GERON/)El 25 de mayo se realizó la reunión mensual del Grupo de contacto Ramstein -una base aérea estadounidense en Alemania- que coordina el apoyo militar a Ucrania de la OTAN y sus aliados. Se realiza a nivel de ministros de Defensa de los 31 países de la OTAN y sus 19 aliados en este conflicto de Asia, África y Oceanía. La reunión se realizó en forma virtual, desde la sede de la alianza atlántica en Bruselas. Participó el jefe del Pentágono, General Lloyd Austin, y el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, el General Mark Milley.La resolución más importante adoptada fue la de comenzar a entrenar a los pilotos ucranianos en el uso de los cazas F-16, insistentemente reclamados por el presidente Zelensky. Austin sostuvo que los ucranianos tendrán que mantener los aviones y encargarse de que tengan la munición necesaria. Dijo también que los sistemas de defensa antiaérea siguen siendo los más necesarios para la defensa del país antes que los F-16. Milley; a su vez, coincidió en bajar la expectativa sobre los aviones diciendo que “no hay armas mágicas”, explicando que proveer 10 aviones con el entrenamiento de los pilotos, cuesta 2.000 millones de dólares. También sostuvo que “los rusos tienen 1.000 aviones de cuarta o quinta generación, así que si se va a pelear en el cielo, se va a necesitar una cantidad sustancial de estos aviones”. Y agregó que “tomará una cantidad considerable de tiempo construir una Fuerza Aérea que sea del tamaño, magnitud y escala necesarios” para Ucrania. En ese sentido, aseguró que que ya trabaja en el proyecto con Dinamarca y Holanda y que Portugal, Polonia, Bélgica y Noruega, quienes han ofrecido hacerlo.Respecto a la esperada contraofensiva ucraniana, Milley dijo que los objetivos militares de Kiev no parecen alcanzables en el corto plazo. El General Austin explicó que las fuerzas ucranianas enfrentan 200.000 hombres de Rusia, ocupando los territorios que pretende recuperar. Ello podría hacerse militarmente pero no en el corto plazo, coincidiendo con Milley. Éste, a su vez, sostuvo que “el conflicto continuará, va a ser sangriento, va a ser duro”. Como dijera el 10 de noviembre y el 30 de enero, manifestó que “en cierto momento ambas partes aceptarán negociaciones para una solución o llegarán a una conclusión militar”. “Seguiremos apoyando a Ucrania en su lucha por la libertad”, se comprometió y explicó que EEUU no libra una guerra contra Rusia, tampoco la OTAN lo hace, sino que se trata de una guerra entre Rusia y Ucrania, y esta tiene el apoyo de ambos.Los dirigentes de la OTAN evaluaron donarle una flota de aviones de guerra a Ucrania, para trasladar el enfrentamiento a los cielos (AP Foto/Mindaugas Kulbis) (Mindaugas Kulbis/)En la misma línea que la conducción militar norteamericana, se expresó el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas checas, General Karel, quien dijo que “el resultado de la guerra depende no solo de los tanques y los vehículos blindados. Hay demasiadas incógnitas aquí”. Sostuvo, además, que nadie puede predecir cómo terminará la anunciada contraofensiva ucraniana. Karel dijo al diario alemán Bild: “Personalmente, creo que debemos prepararnos para un mal escenario. Una guerra larga”. Agregó que los gobiernos de Occidente deberían preparar a sus sociedades para el hecho de que esta guerra pueda prolongarse durante años.Pero no se trata de opiniones aisladas, sino que tienen eco en otros jefes militares de EEUU y otras fuerzas de la OTAN. El general estadounidense Christopher Cavoli, jefe del Mando europeo de su país, sostuvo que si bien las Fuerzas Armadas rusas habían tenido muchas pérdidas, estaba con su estructura intacta, destacando que la Armada y las Fuerzas Aéreas, Espaciales y Cibernéticas están intactas. Realizó estas manifestaciones en una Conferencia de Seguridad realizada en la ciudad de Tallin, Estonia.A su vez en declaraciones al diario The Telegraph, el jefe del Estado Mayor de la Real Fuerza Aérea británica, mariscal de Aire Mike Winston, advirtió que Rusia puede transformarse en una amenaza directa para el Reino Unido si fuera derrotada en Ucrania y perdiera los territorios que ha ocupado. Sostuvo que las capacidades aéreas, navales y submarinas de las Fuerzas Armadas rusas no han sido afectadas y eso debe ser tenido en cuenta. Winston afirmó que una Rusia derrotada en el frente terrestre se tornará más vengativa, diciendo “tendremos una Rusia herida, vengativa y brutal, cuyos medios para dañarnos son a través de ataques aéreos, ataques con misiles y ataques submarinos”. Por esto mismo, planteó que el problema no es solo Putin, sino que hay muchos funcionarios dispuestos a reemplazarlo y los sucesores podrían ser aún más belicistas. Agregó que una Rusia humillada por Ucrania, podría incluso exacerbar esa amenaza.Desde el organismo internacional no descartaron la posible caída de Putin, si Ucrania llegara a ganar el conflicto bélico (Foto: REUTERS) (SPUTNIK/)El Jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense se manifiesta escéptico respecto a un triunfo rápido en Ucrania, pero a la vez se muestra firmemente solidario en el incremento del techo de la deuda. Milley se ha mostrado en los últimos meses coincidentes con la visión de Kissinger, expresión del pensamiento estadounidense “realista” en relaciones internacionales. En términos históricos contemporáneos, se asemeja a las posiciones que planteaba su predecesor, el General Collin Powell, frente a la guerra de los Balcanes y a los que mostró en los primeros años de este siglo en la guerra de Irak. Milley el mismo 25 de mayo advirtió sobre las consecuencias negativas muy significativas que tendría para la seguridad nacional la eventual suspensión de pagos por parte de EEUU. Dijo que afectaría los salarios del personal, la moral de las tropas, los sistemas de armas, los contratos y el nivel de adiestramiento. Agregó que los ejercicios a gran escala que se realizan en los centros de entrenamiento -como los que en estos días se realizan con Corea del Sur- podrían suspenderse o ralentizarse. Por eso, dijo que también se vería menguado el prestigio internacional del país. Milley agregó que los más perjudicados serían, en el caso de un impago de deuda, las familias, los beneficiarios de la seguridad social del ámbito militar y el personal de las Fuerzas Armadas. Los republicanos respondieron afirmando que el área de defensa debía quedar al margen del impago.En conclusión, los mandos militares de la OTAN se muestran escépticos sobre una resolución rápida de la guerra de Ucrania, mientras que la conducción política se muestra más confiada en ello.Seguir leyendo:La invasión a Ucrania y su impacto en el gasto militar globalQué implica la salida del jefe militar más importante de la OTANLa guerra se empantana en Ucrania que reclama más apoyo
Las fuerzas ucranianas explicaron que fue “la cantidad máxima de misiles lanzados en el período más corto de tiempo”.
REUTERS/Oleksandr Ratushniak (STRINGER/)El lenguaje condiciona la manera en la que vemos al mundo. Cuando usamos el lenguaje para comunicarnos y pasar información a otros, transmitimos nuestra percepción de la realidad. Es mediante la articulación de las palabras que le damos sentido a todo lo que nos rodea. Somos lo que decimos que somos. Las palabras definen “nuestra verdad”.Esto es importante, porque existen aspectos de nuestra realidad a los que no podemos acceder de forma directa. Para simplificarlo, supongamos que podemos definirlo como la realidad directa y la indirecta. La directa comprende mi realidad cotidiana y todo aquello a lo que yo puedo acceder de forma directa, mientras que la indirecta es la realidad que otros construyen para mí.En el marco de la política, tanto nacional como internacional, existe una realidad que es construida a través del discurso y la palabra por otros.Esta realidad alberga hechos que son desconocidos. No me puedo enterar por mí misma, alguien me lo tiene que contar. He incluso, hechos, temas, complejidades que se escapan a mi conocimiento, entonces, alguien me lo tiene que explicar. Es ahí, cuando yo, el receptor, comienzo a bucear en aguas desconocidas y la palabra del otro se transforma en una guía para moldear esa realidad indirecta que percibo como propia.Te puede interesar: La libertad no es gratis: un panorama incierto para UcraniaLos conflictos armados son fenómenos sociales y políticos que atraviesan múltiples áreas que afectan al individuo y a la sociedad en su conjunto, y por eso es que la comunicación supone una herramienta de poder que posee un nivel de importancia estratégica de gran impacto e interés en la agenda política.(RELEASED)
(PH1(SW) Arlo Abrahamson/)Cuando se trata de temas delicados como la naturaleza de los conflictos armados, la defensa y la política exterior, tenemos que comprender que la información nunca es completa. No se nos presenta la imagen total. Solo vemos una parte.Es fácil observar como un conflicto, – tomemos el caso de la guerra en Ucrania, – puede ser abordado desde distintas perspectivas que buscan darle al hecho el impacto de preferencia con el objetivo de establecer una agenda política.Esto me lleva al siguiente punto: mi impresión sobre los respectivos discursos de los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden, del pasado 21 de febrero, y a un gran interrogante: ¿Estamos siendo arrastrados a una guerra, sin precedentes, entre las potencias más poderosas de la humanidad que ostentan las armas más letales que existen?Lo que se percibe en el ambiente de las altas esferas de la política estadounidense, e incluso en Rusia, es una alta probabilidad de escalada del conflicto entre ambos países, que bien podría resultar en una guerra convencional.¿Qué nos están contando?Vladimir Putin en su discurso anual ante la Asamblea Federal centró la conversación en la guerra con Ucrania, los esfuerzos por detener el ataque hacían Rusia, la reconstrucción del Donbás, etc.Sobre el conflicto en Donbás afirmó;“Hemos hecho absolutamente todo, todo lo posible para resolver este problema pacíficamente. Negociaciones muy pacientes y minuciosas para poner fin a esta situación tan difícil”, (…) “Pero se ha desatado un nuevo escenario, y las iniciativas de paz han sido completamente subvertidas por la mentira, la hipocresía, y Occidente ha cerrado los ojos ante la hipocresía y el régimen asesino en Kyiv, y la actividad terrorista que se ha desatado en el Donbás”. Sobre occidente – más específicamente sobre EE. UU – alegó que habrían estado suministrando armas a los terroristas y que incluso “antes de la operación militar especial – léase la invasión a Ucrania – habían estado recibiendo artillería pesada y sistemas de defensa aérea”.La conclusión del presidente ruso: Rusia no tuvo más remedio que atacar a Ucrania.REUTERS (SPUTNIK/)Durante su discurso afirmó que la invasión fue producto de la necesidad del país de defenderse dado que occidente albergaba un plan de convertir a Ucrania en una plataforma de lanzamiento repleta de armas que podían atacar al país, lo que implicaba que Moscú debía actuar antes de que esto sucediera.En parte esto es real. Desde hace unos años que predomina una lectura negativa sobre la expansión de la OTAN y la venta de armas a Ucrania entre los expertos militares occidentales, aunque claro, está quienes consideran totalmente necesario tomar este camino. Ambas posturas tienen su porción de verdad.Entonces, se podría decir que la estrategia rusa fue iniciar una guerra preventiva con el objetivo de repeler una ofensiva por parte de occidente a futuro y, de este modo, ganar ventaja estratégica frente a un conflicto que, él y su gente, percibían como inminente. Estados Unidos, probablemente hubiese hecho lo mismo en esa situación.Imaginemos por un momento que, en vez de Ucrania y Rusia, estemos hablando de México y Estados Unidos. Supongamos que Rusia proporciona a México misiles, sistemas de defensa áreas, etc. y, además, se encontrará en negociaciones cuyo objetivo final sería la integración del país latinoamericano a una organización como la OTAN, pero en versión rusa. ¿Cómo reaccionaría Estados Unidos ante esto?Joe Biden, en su discurso en Polonia también habló de la guerra, pero la imagen que presentó fue muy diferente.A los 1.24 minutos de iniciado su discurso comenzó diciendo que:“Un año desde que comenzó la guerra, Putin no duda de la fortaleza de nuestra coalición, pero todavía duda de nuestra convicción, de nuestro poder de permanencia, duda de nuestro continuo apoyo a Ucrania, duda de si la OTAN podrá mantenerse unificada, pero no debe haber ninguna duda de que nuestro apoyo flaqueará. La OTAN no se dividió y no nos cansaremos. (…) el deseo anhelante de tierra y poder del presidente Putin fallará y el amor del pueblo ucraniano por su país prevalecerá en las democracias del mundo”.También habló sobre la OTAN como una alianza comprometida con los valores de la democracia y la libertad. Sobre el art. 5. dijo:“Que no quepa duda de que el compromiso de los EE. UU. con nuestra alianza de la OTAN en el artículo 5 es sólido como una roca. Todos los miembros de la OTAN lo saben, Rusia lo sabe. Un ataque contra uno es un ataque contra todos”.REUTERS/Kevin Lamarque (KEVIN LAMARQUE/)Recordemos que Ucrania no es miembro de la OTAN. Por eso, el presidente Biden hizo la siguiente aclaración…“Estados Unidos se ha unido con nuestros aliados y socios en una coalición extraordinaria para oponerse a la agresión rusa, pero el trabajo que tenemos por delante no se trata solo de lo que estamos en contra, se trata de lo que estamos a favor de qué tipo de mundo queremos construir”.De ahí su compromiso rock solid con Ucrania. En su narración, Rusia representa una amenaza inminente para el mundo libre que occidente quiere construir, y no van a flaquear a la hora de brindar apoyo militar y/o económico a Ucrania.Antagonizar a Rusia es ya una práctica vieja que viene utilizando nuestro vecino gigante del norte desde hace décadas. Durante la Guerra Fría se practicó numerosas jugadas estratégicas cuyo objetivo era asfixiar al enemigo, restarle zonas de influencia, presionarlo económicamente y realizar campañas de desprestigio a tal punto que el enemigo quede en posición de jaque mate, sin posibilidades de realizar maniobra alguna y demasiado debilitado para negociar desde una posición de iguales.Es el juego de ajedrez que juegan todos los jugadores que poseen relevancia en el sistema internacional. El resto sobrevive como puede, buscando alianzas poderosas o pasando desapercibidos por el radar.¿Qué lectura podemos hacer de ambas versiones?Qué no existe un punto de encuentro entre las partes, que sus posturas son duras en ambos lados, que ambas potencias creen que el otro está equivocado, y que harán lo que sea necesario para lograr sus objetivos.Si seguimos así, ¿Dónde se termina esto?¿Con Rusia retractándose? Ni lo esperen. No va a pasar. Por el contrario, probablemente busque fortalecer y consolidar una alianza con China. ¿Con Estados Unidos dejando a Ucrania sola? Ya escuchamos al presidente que eso no va a pasar tampoco porque va en contra de sus intereses.Seamos claros…Lo que Rusia hizo retrasa mil años. Totalmente repudiable. Pero la actitud cowboy americana también lo es. Veamos la imagen completa, dentro de lo posible, y dejemos de buscar héroes y villanos. Esos solo existen en las películas de Marvel.Por eso, antes de caer ante el encanto de discursos bonitos, sea quien sea el orador, sepamos que la narración es una herramienta de comunicación poderosa que se puede usar para informar o desinformar y disuadir según convenga.La dinámica amigo/enemigo le es funcional a ambos. Ambos se han alimentado de esta narrativa, pero en los últimos años, el avance significativamente más exitoso de Estados Unidos sobre Rusia, lo ha obligado a tomar la decisión de avanzar sobre sus ambiciones de recuperar territorios perdidos por miedo a su propia supervivencia. Pero la forma en cómo ahora se están moviendo las piezas buscando provocar al otro, escalando situaciones de no retorno, es peligroso, y en mi opinión, irresponsable.No hay héroes ni villanos, hay poderosos y débiles. La política internacional es hipócrita y cruel, dónde algunos ganan mucho, y otros lo pierden todo. Como dijo Tucídides, “Los fuertes hacen lo que desean y los débiles sufren sus abusos”.Seguir leyendo:En algún lugar entre globos espías y ovnis