Tras el ataque a un sacerdote, el arzobispo local advirtió que la capital provincial “puede ser Rosario”, pero el ministro de Seguridad salió a refutarlo.

Tras el ataque a un sacerdote, el arzobispo local advirtió que la capital provincial “puede ser Rosario”, pero el ministro de Seguridad salió a refutarlo.
Los hechos denunciados revelan “situaciones graves que persistieron durante décadas”. En promedio, las víctimas apenas superaban los 11 años.