Células nerviosas del cerebro (Shutterstock)Que consumir cocaína perjudica gravemente la salud general no es ningún secreto. Pero ¿cómo afecta al cerebro? Un estudio de investigación colaborativa de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) ha revelado los efectos perjudiciales del consumo crónico de cocaína en las redes funcionales del cerebro. Los resultados indican que el consumo continuo de cocaína afecta la forma en que las redes neuronales críticas se comunican entre sí en el cerebro, incluyendo la red de modo predeterminado (DMN), la red de prominencia (SN) y la red cortical lateral (LCN).A efectos prácticos, “la interrupción de la comunicación entre DMN y SN puede dificultar la concentración, el control de los impulsos o la motivación sin la droga”, explicó Li-Ming Hsu, PhD, profesor asistente de radiología y autor principal del estudio. “Estos cambios pueden afectar la forma en que respondemos a las situaciones cotidianas, lo que hace que la recuperación y la resistencia a los antojos sean más desafiantes”.Te puede interesar: La vacuna contra la tuberculosis podría ser efectiva también para combatir el AlzheimerEl cerebro funciona como una perfecta maquinaria en la que cada engranaje tiene un papel crucial y específico. El DMN está activo durante los sueños y las reflexiones, el SN es crucial para la atención y el LCN desempeña un papel crucial en nuestra toma de decisiones y resolución de problemas.La investigación fue motivada por observaciones de estudios de imágenes cerebrales funcionales humanas que sugieren que el consumo constante de cocaína altera la conectividad dentro y entre las principales redes cerebrales. Los investigadores necesitaban un modelo animal longitudinal para comprender la relación entre la conectividad cerebral y el desarrollo de la dependencia de la cocaína, así como los cambios durante la abstinencia.Te puede interesar: Las embarazadas que se exponen demasiado tiempo al calor tienen más riesgo de parto prematuro, según un estudioUtilizando un modelo de rata para imitar los patrones de adicción humanos, los investigadores permitieron que los modelos se autoadministraran cocaína con un toque en la nariz. Junto con técnicas avanzadas de neuroimagen, este enfoque conductual permitió una comprensión más profunda de la adaptación del cerebro al uso prolongado de drogas y resaltó cómo las sustancias adictivas pueden alterar el funcionamiento de las redes cerebrales críticas.El equipo de investigación de Hsu utilizó resonancias magnéticas funcionales para explorar los cambios en la dinámica de la red cerebral en modelos que se autoadministraban cocaína. Durante un período de 10 días seguido de abstinencia, los investigadores observaron alteraciones significativas en la comunicación de la red, particularmente entre DMN y SN.Estos cambios fueron más pronunciados con una mayor ingesta de cocaína durante los 10 días de autoadministración, lo que sugiere un objetivo potencial para reducir los antojos de cocaína y ayudar a quienes se están recuperando. Los cambios en la comunicación de estas redes también podrían servir como biomarcadores de imágenes útiles para la adicción a la cocaína.El estudio también proporcionó nuevos conocimientos sobre la corteza insular anterior (AI) y la corteza retroesplenial (RSC). El primero es responsable del procesamiento emocional y social; mientras que este último controla la memoria episódica, la navegación y la imaginación de eventos futuros. Los investigadores observaron diferencias en la coactividad entre estas dos regiones antes y después de la ingesta de cocaína, lo que sugiere un circuito potencial para modular los cambios de comportamiento asociados con los trastornos por consumo de cocaína.
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Cuando Alejandro Gaviria dijo que a Petro se le desbarata el Gobierno en seis u ocho meses. Fotos: Colprensa.El presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, provocó una gran controversia el sábado 12 de agosto al asegurar en su cuenta oficial de X que el peligroso opioide fentanilo, que genera una fuerte adicción por su consumo y que se considera como un problema de salud pública en Estados Unidos, estaría desplazando a la cocaína en Estados Unidos. Sin embargo, las afirmaciones del mandatario solo serían especulación, de acuerdo con un análisis que publicó en su página web el exministro de Salud Alejandro Gaviria. Basado en datos de Naciones Unidas, el también excontendor de Petro, en las pasadas elecciones presidenciales, sostuvo que el mercado del estimulante ilegal se mantenía igual, aunque reconoció que el presidente tenía razón al señalar que aumentó la demanda de ese estupefaciente en otras zonas del planeta.“La demanda por cocaína no se ha desplomado en Estados Unidos. Ha crecido rápidamente en otros mercados en Europa y Oceanía, pero no ha caído en Estados Unidos. De acuerdo con el Cocaine Report 2023, 30% de los usuarios globales de cocaína residen en Norteamérica. Según el reporte, el consumo de cocaína es complementario con el de marihuana, sustituto con el de metanfetaminas y no guarda ninguna correlación con el de opiáceos (Pj., fentanilo)”, explicó. También sostuvo que tampoco era cierto, como dijo el jefe de Estado, que la caída del tráfico ilegal de esa sustancia, de la que Colombia sigue siendo el principal productor mundial, no era producto de una menor demanda en el mundo, sino por la sobreproducción de la misma en el país. “La crisis en la economía cocalera, en contravía a lo afirmado por el presidente Petro, tiene origen no en una caída en la demanda global, sino en un aumento sustancial en la oferta local, como consecuencia, a su vez, del aumento de las áreas sembradas y el aumento de la productividad”, agregó.Tampoco los cultivos de hoja de coca se han reducido en zonas como el Catatumbo, en Norte de Santander, o en Tumaco (Nariño) en el sur del país, para desplazarse a la frontera con Ecuador como indicó Petro, sino que por el contrario permanecen estables en esas zonas del país.“Todo lo contrario. Sugiere que el aumento de la oferta ocurrió en los enclaves tradicionales: “Una panorámica territorial indica que para el 2021 86,5 % de la coca está en zonas afectadas por más de 10 años, lo que corrobora la permanencia de condiciones de vulnerabilidad en los territorios […] y fomenta el incremento de actividades ilegales en los territorios”, citó del informe de Naciones Unidas. Añadió que si bien probablemente cambiara un poco el panorama por la sobreproducción de hoja de coca, los enclaves de los cultivos se mantendrán en esas zonas del país. “Las cifras mencionadas por el presidente Petro parecen, entonces, más especulativas que reales, una especie de extrapolación todavía sin sustento fáctico”, sentenció. El que fuera ministro de Salud en el Gobierno de Juan Manuel Santos contradijo la aseveración del presidente Petro de que el narcotráfico desparecerá de Colombia, si no que comenzarán a tener relevancia otras plazas de esa renta ilegal en Suramérica. “El aumento de la demanda en Europa, Brasil y Oceanía llevará seguramente a la consolidación de otras rutas de narcotráfico más al sur. Ecuador, Paraguay, Brasil adquirirán un mayor protagonismo. Pero esta tendencia no implica que Colombia dejará de tenerlo. Probablemente (como ya está ocurriendo) habrá una expansión geográfica del problema, no una relocalización definitiva por fuera”, aseguró. Finalmente controvirtió la hipótesis de Petro de que con estos supuestos cambios en el tráfico de la cocaína conllevará a una desfinanciación de las estructuras criminales que dominan ese negocio, y consigo a un pacificación del país. “Aun si Colombia pierde algo de protagonismo, este hecho no implicará el fin de las organizaciones armadas, ni una paz providencial como resultado de la exportación de nuestros problemas. Las organizaciones armadas derivan su poder del control territorial, el narcotráfico las fortalece por supuesto, pero no desaparecerán endógenamente si Colombia pierde algo de participación en el mercado global de cocaína”, concluyó.
La Policía incautó en el norte de Bogotá un camión con insumos suficientes para producir 4,5 toneladas de cocaína. (Policía Metropolitana de Bogotá)La Policía Metropolitana de Bogotá asestó un nuevo golpe contra las organizaciones narcotraficantes del país luego de que el lunes 24 de julio incautaran en el norte de la ciudad un camión que transportaba insumos suficientes para producir más de 4 toneladas de cocaína. “Uno de nuestros cuadrantes del modelo nacional de vigilancia por cuadrantes intercepta un vehículo que se movilizaba por la autopista norte, a la altura de la calle 245. Allí se halló una gran cantidad de sustancias, entre ellas 1.600 galones de líquidos y 900 kilogramos de sustancias sólidas que tenían como destino el departamento de Boyacá para el procesamiento de clorhidrato de cocaína”, informó el coronel Rubén Darío Gaitán, Comandante de Policía en la localidad de Usaquén.Los uniformados señalaron que en el automotor hallaron 1.605 galones entre acetona, ácido sulfúrico y ácido clorhídrico, así como 250 kilogramos de soda caustica, 360 kilogramos cloruro de calcio, 250 kilogramos metabisulfito de sodio y 40 kilogramos de carbón activado con el potencial para producir 4,5 toneladas del estupefaciente, cuyo precio se estima en 157 millones de pesos. En el operativo fue capturado el conductor del automotor que fue puesto a disposición de las autoridades judiciales para que responda penalmente por los delitos de de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Durante este mes es la segunda ocasión en que las autoridades asestan otro golpe en contra de los productores del estupefaciente en la capital colombiana, luego de que el pasado 4 de julio desmantelaran un laboratorio casero para producir el estupefaciente dentro de una casa del barrio Boyacá Real, en la localidad de Engativá. Los uniformados señalaron en esa ocasión que los elementos de elaboración de cocaína los había adaptado un hombre, de 49 años de edad, dentro de una habitación que había arrendado un mes y medio atrás. “Al ingresar las patrullas encuentran clorhidrato o sustancias que se asemejan al clorhidrato de cocaína, unas bolsas herméticas y todos los insumos que se utilizan para la fabricación de estas sustancias prohibidas”, señaló en el informativo de televisión Citynoticias el mayor Alexander Garnica, subcomandante en la mencionada localidad.Las autoridades estimaron que con esos elementos se producía 10 kilos de cocaína mensualmente, lo que dejaría unas ganancias que oscilan entre los 80 y 100 millones de pesos. De igual forma, en medio de trabajos de investigación, los uniformados determinaron que el estupefaciente que allí se fabricaba, era distribuido principalmente en zonas de rumba de las localidades de Suba y Engativá.Según contaron algunos vecinos, empezaron a notar que de la vivienda emanaban olores extraños y el inquilino tenía movimientos sospechosos, por lo que dieron aviso a las autoridades locales.Banda enviaba cocaína a España con un sello con el rostro del presidente PetroCae banda de ‘Los Petroski’ que enviaba cocaína a España. Sellaban los paquetes con un símbolo que lleva el rostro del presidente Petro. (Policías de Colombia y España, y Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos)Tras un operativo que se realizaron el sábado 22 de julio, y que desarrollaron en conjunto las policías de Colombia y España, así como del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, se incautaron 60 kilogramos del estupefaciente y se capturaron a tres personas en las afueras de la población española de Guadalajara, que se encuentra a una hora de Madrid.La droga estaba repartida en paquetes en los que se podía reconocer el logo de una marca conocida en el mundo del narcotráfico internacional. Se trata de una figura del Joker con la cara del presidente colombiano, Gustavo Petro, que corresponde al logo de ‘Los Petroski’.A través de un comunicado, las autoridades explicaron que dicha organización criminal está asentada en la provincia de Madrid y cuenta con el potencial económico necesario y los contactos suficientes, en Colombia para realizar envíos de cocaína a España de manera periódica.
Aduana secuestró un camión de patente paraguaya cargado con maíz que ocultaba 87 kilos de cocaína valuada en US$ 1.300.000. El modus operandi y el recorrido, una tendencia en alza.
Agentes del Ejército detuvieron a dos sujetos y decomisaron alrededor de 134 kilogramos de cocaína que iban ocultos en compartimentos de un tractocamión con góndola, el cual fue detenido en el puesto militar de San Luis Potosí.De acuerdo con el informe de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el aseguramiento ocurrió el reciente 25 de enero en el municipio Villa Arista, una hora al norte de la capital y lejos aún de la frontera con Estados Unidos, principal mercado de los cárteles.La intercepción no fue casual, los militares ya habían desarrollado labores de inteligencia para establecer retenes de revisión con el fin de asegurar armamento. Sin embargo, incautaron el narcótico tras revisar la parte trasera de la unidad, donde había tres sitios escondidos.Derivado de la flagrancia delictiva, el personal militar detuvo a 2 personas, asegurando la droga y el vehículo, siendo puestos a disposición de las autoridades competentes.“Con este aseguramiento se evita que cerca de 400 mil dosis de este tipo de sustancias adictivas lleguen a la juventud mexicana y afecte su desarrollo integral. Estas actividades se realizaron con estricto apego al estado de derecho y con pleno respeto a los derechos humanos”, aseguró la Sedena.Un día antes, el 24 de enero, los elementos del Ejército aseguraron 338 kilogramos de diversas drogas que fueron transportadas mediante una aeronave Cessna 206, la cual fue detectada por los radares de la Fuerza Aérea en el estado de Sonora. Por medio de un radar ubicado en Hermosillo se detectó una aeronave procedente de Culiacán que se había desviado de su ruta prevista. Sin embargo, a pesar de que en ese momento se verificó que la matrícula y la licencia del piloto eran vigentes, al no existir motivo aparente para realizar un cambio de ruta, se activó el Sistema Integral de Vigilancia Aérea.Fue así como se dio seguimiento a la avioneta que aterrizó en un camino de terracería ubicado en el Municipio de Puerto Peñasco y que inmediatamente fue abandonada por sus dos tripulantes, quienes también siguieron vigilados.Soldados arribaron al lugar y lograron el aseguramiento de la aeronave y la detención de dos individuos, posiblemente piloto y copiloto, localizando además: 180 kilogramos de cocaína, 65 kilogramos de fentanilo, 51 kilogramos de heroína, 39 kilogramos de metanfetamina, 2 kilogramos de benzodiacepina y 1 kilogramo de otros narcóticos.Oficialmente no se informó a qué grupo criminal pertenece la droga, pero fue empacada desde el bastión en que opera el Cártel de Sinaloa que lideran Ismael Zambada García, el Mayo, y los hijos de Joaquín Guzmán Loera, los llamados Chapitos.Esta última facción transnacional, junto con el Cártel Jalisco Nueva Generación, son los principales proveedores de narcóticos Estados Unidos, de acuerdo con datos de la Administración del Control de Drogas (DEA).En ese país se atraviesa por la epidemia de drogas más letal en la historia. De acuerdo a los datos que otorgaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), más de 100,000 personas murieron por sobredosis en 2020.A principios de enero del 2022, la Sedena también incautó 121 kilogramos de narcóticos tras labores de inteligencia en una casa de seguridad en Chihuahua y al inspeccionar un autobús en Tamulipas.De acuerdo con el informe de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el aseguramiento de mayor magnitud fue en Hidalgo del Parral, donde se incautaron 87 kilos de metanfetamina. Mientras que en el camión interceptado en Cruillas se transportaban 34 kg de cocaína. En las dos acciones apoyaron agentes de la Guardia Nacional.SEGUIR LEYENDO:Golpe al Cártel de Sinaloa: Sedena aseguró 338 kilos de drogas duras mediante operativo aéreo en SonoraFGR desmanteló laboratorio de pastillas de fentanilo en TijuanaEjército aseguró 120 kilos de droga en Chihuahua y Tamaulipas