Moscú vuelve a pedir el reconocimiento de las zonas ocupadas mientras lanza nuevos ataques masivos contra Jersón, Járkov y Donetsk
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Zelensky pidió a América Latina ayudar a Ucrania en la lucha contra el “colonialismo” de Rusia. (FOTO: Europa Press) (Europa Press/Contacto/President /)El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, pidió este lunes a los líderes y los pueblos de América Latina que ayuden a Ucrania humanitaria y políticamente para poder seguir luchando contra el “colonialismo” de Rusia que, según denunció, está extrayendo de las regiones ocupadas ingentes recursos naturales y económicos.En una entrevista con EFE y con varios medios latinoamericanos, Zelensky afirmó que Rusia está recolectando y exportando grano y otros productos agrícolas de los territorios de Ucrania y apeló a la experiencia de Latinoamérica con el colonialismo para pedir solidaridad con la causa ucraniana.“Ustedes saben perfectamente qué significan las consecuencias del colonialismo”, afirmó.Además del grano, Zelensky mencionó la destrucción de la acería Azovstal, en la ciudad ocupada de Mariupol, y de buena parte de la industria siderúrgica, lo que ha obligado a Ucrania a dejar de exportar algunas de las materias primas que más vendía en el extranjero.“¿Quién controla las minas del Donbás?”, se preguntó retóricamente Zelensky, refiriéndose a la región del este de Ucrania rica en carbón parcialmente ocupada por Rusia desde 2014, en la que la invasión a gran escala ha destruido buena parte de la actividad económica que quedaba.Ucrania denunció la explotación de recursos minerales de su país por parte de Rusia en las regiones que han sido ocupadas desde 2014. (FOTO: REUTERS/Alexander Ermochenko) (ALEXANDER ERMOCHENKO/)“Eso es colonialismo”, concluyó Zelensky, que llamó a estar alerta ante la acción de la propaganda rusa en Latinoamérica y abogó por “más información” como antídoto a los discursos que responsabilizan a Ucrania de la guerra provocada por la invasión rusa.El jefe del Estado ucraniano advirtió de la prevalencia de los mensajes promovidos por el Kremlin en redes sociales y a través de plataformas como RT, que está prohibida en Europa pero sigue funcionando en América Latina.“Rusia gasta millones en esta actividad”, declaró, y añadió que Ucrania no tiene “tantos medios financieros” para hacer llegar sus mensajes a las audiencias latinoamericanas y de otras partes del mundo.El presidente ruso, Vladimir Putin. (FOTO: REUTERS) (SPUTNIK/)Zelensky aseveró que es fundamental “comprender” que la guerra de Ucrania viene de “una agresión no provocada” para que los países de la región – donde muchos líderes se han mostrado reacios a apoyar a Ucrania y a romper sus relaciones con Moscú – incrementen su asistencia a Ucrania.Ayuda humanitaria y políticaZelensky invitó a los países latinoamericanos a ayudar a Ucrania de la forma en que puedan.“No todos los Estados pueden ayudarnos con armas, por legislación o porque no las tiene”, dijo Zelensky, que citó la ayuda humanitaria como uno de los campos en que los Gobiernos de América Latina pueden serle útiles a Ucrania.El jefe del Estado ucraniano volvió a mostrar su interés en celebrar una cumbre con líderes de Latinoamérica, ya sea en Europa o en el continente americano, y reiteró su invitación a esos países a apoyar, íntegramente o en alguno de sus diez puntos, la llamada Fórmula de Paz ucraniana.Este documento impulsado por Kiev presenta una hoja de ruta para el cese de las hostilidades que exige la retirada de las tropas rusas como condición previa.Zelensky aseveró que es fundamental “comprender” que la guerra de Ucrania viene de “una agresión no provocada”. (FOTO: AP) (Libkos/)Otros puntos contenidos en la Fórmula de Paz son el retorno de los niños y de los civiles deportados a Rusia o garantizar la seguridad nuclear, energética, medioambiental y alimentaria.Zelensky se mostró interesado en que los países latinoamericanos compartan con Ucrania su “experiencia en la solución de problemas” como la limpieza de los campos de minas, la reconstrucción de ciudades o a la lucha contra la inseguridad alimentaria.La administración de Zelensky se marcó como prioridad a principios de este año acercarse a América Latina y contrarrestar la influencia rusa en la región, sin que de momento haya conseguido reunirse con ningún líder latinoamericano.Buena parte de la izquierda latinoamericana que gobierna en los países más grandes de la región se caracteriza por su desconfianza a Estados Unidos, uno de los principales aliados de Ucrania, y su afinidad con el discurso contra el colonialismo occidental que promueve Rusia.En la entrevista con Zelensky, que fue organizada por el Centro para el Diálogo Transatlántico de Ucrania, participaron medios de Brasil, Argentina, Colombia, México, Uruguay y Chile.(EFE)Seguir leyendo:Ucrania denunció un bombardeo masivo de Rusia en bases aéreas del Ejército al oeste del territorioAl menos dos muertos dejó un ataque nocturno de las tropas rusas contra la región ucraniana de DonetskUcrania reemplazó por su escudo de armas la hoz y el martillo soviéticos en la mayor estatua de KievRusia volvió a frenar cualquier posibilidad de paz: “No necesitamos diálogo, Ucrania debe suplicar clemencia de rodillas”
Este año los mercados han registrado una volatilidad constante. (Infobae)Jornada positiva para el RTSI (Russia), que acabó el día del lunes 31 de julio con notables subidas del 2,3%, hasta los 1.057,43 puntos. El RTSI (Russia) anotó un volumen máximo de 1.057,43 puntos y un mínimo de 1.032,39 puntos. El rango de cotización para el RTSI (Russia) entre su punto más alto y el más bajo (máximo-mínimo) durante este día se situó en el 2,37%.Si consideramos los datos de la última semana, el RTSI (Russia) acumula un incremento del 3,33% aunque, por el contrario, en el último año acumula aún una bajada del 6,36%. El RTSI (Russia) se sitúa un 0,67% por debajo de su máximo en lo que va de año (1.064,56 puntos) y un 16,62% por encima de su valoración mínima del año en curso (906,71 puntos).¿Qué es un índice bursátil y para qué sirve?Un índice bursátil es un indicador que deja ver cómo evoluciona el valor de un conjunto de activos determinado, por lo que se sirve de datos de distintas compañías o sectores de una parte del mercado.Estos indicadores son empleados principalmente por las bolsas de valores de diversas naciones y cada uno de ellos pueden integrarse por firmas con requisitos concretos como por ejemplo disponer de una capitalización bursátil similar o pertenecer a un mismo tipo de giro, asimismo, hay algunos índices que sólo consideran un puño de acciones para determinar su valor u otras que consideran cientos de acciones.Los índices bursátiles sirven como indicador de la confianza en el mercado de valores, la confianza empresarial, la salud de la economía nacional y global y el rendimiento de las inversiones en acciones y participaciones de una empresa. Si los inversionistas no tienen confianza, los valores de las acciones tienden a caer.Asimismo, funcionan para medir el rendimiento de un gestor de activos y permiten a los inversores analizar comparaciones entre la rentabilidad y el riesgo; medir las oportunidades de un activo financiero o crear carteras.Este tipo de indicadores comenzaron a utilizarse a finales del siglo XIX luego de que el periodista Charles H. Dow. analizara con detenimiento cómo las acciones de las empresas tendían a subir o bajar juntas de precio, por lo que creó dos índices: uno que contenía a las 20 compañías ferroviarias más importantes (pues era la industria más importante de la época), así como 12 acciones de otros tipos de negociosActualmente hay diversos índices y pueden asociarse en función de su geografía, los sectores, el tamaño de las empresas o también el tipo de activo, por ejemplo, el índice estadounidense del Nasdaq está compuesto por las 100 mayores compañías mayormente relacionadas a la tecnologías como Apple (AAPL), Microsoft (MSFT), Amazon (AMZN), Facebook (FB), Alphabet (GOOG), Tesla (TSLA), Nvidia (NVDA), PayPal (PYPL), Comcast (CMCSA), Adobe (ADBE).¿Cómo se calcula y cómo leerlos?Cada índice bursátil posee su propio método de cálculo, pero el principal factor es la capitalización bursátil de cada compañía que lo integra. Este se saca al multiplicar el valor del día de la acción en la bolsa correspondiente por el total de participaciones que están en circulación en el mercado.Las firmas que se encuentran en bolsa están obligadas a presentar un balance de su composición. Dicho reporte debe entregarse cada tres o seis meses, según corresponda.Leer un índice bursátil también requiere analizar sus cambios en el tiempo. Los nuevos índices siempre arrancan con un valor fijo basado en los precios de las acciones en su fecha de inicio, pero no todos siguen este método. Por ende, puede confundir.Si un índice ve un incremento de 500 puntos en un día, mientras que otro solo consigue 20, podría parecer que el primero tuvo un rendimiento mejor. Pero, si el primero comenzó el día en 30.000 puntos y el otro en 300, se puede concluir que, en términos porcentuales, las ganancias para el segundo fueron más grandes.¿Cuáles son los principales índices bursátiles?Entre los principales índices bursátiles de Estados Unidos está el Dow Jones Industrial Average, mejor conocido como Dow Jones, que está integrado por 30 compañías. De igual manera, el S&P; 500, que engloba a 500 de las mayores empresas de la Bolsa de Nueva York. Por último, viene el Nasdaq 100, que asocia a 100 de las mayores firmas no financieras.Por otro lado, los índices más importantes de Europa son el Eurostoxx 50, que abarca las 50 empresas más importantes de la eurozona. Por otro lado, el DAX 30, principal índice alemán que contiene a las compañías más descollantes de la Bolsa de Fráncfort; la FTSE 100 de la Bolsa de Londres; el CAC 40 de la Bolsa de París; y el IBEX 35, de la bolsa española.En Asia, tenemos el Nikkei 225, compuesto por las 225 empresas más importantes de la bolsa de valores de Tokio. Se encuentra, además, el SSE Composite Index, que figura como el más representativo de China, conformado por las compañías más relevantes de la Bolsa de Shanghái. El mismo papel que interpretan el Hang Seung Index en Hong Kong y el KOSPI en Corea del Sur.En lo que respecta a Latinoamérica, se tiene el IPC, que contiene a las 35 firmas más influyentes de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Al menos un tercio de ellas son propiedad del magnate Carlos Slim.Otro es el Bovespa, compuesto por las 50 empresas más importantes de la bolsa de Sao Paulo; el Merval de Argentina; el IPSA de Chile; el MSCI COLCAP de Colombia; el IBC de Caracas, conformado por 6 compañías de Venezuela.Finalmente, existen otro tipo de índices bursátiles globales como el MSCI Latin America, que incluye las 137 empresas más importantes de Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.De igual forma, está el MSCI World, que incluye a 1600 compañías de 23 países desarrollados; el MSCI Emerging Markets, compuesto por más de 800 empresas de países en desarrollo; y el S&P; Global 100, conformado por las 100 firmas multinacionales más poderosas de todo el planeta.
La OTAN da libertad a sus aliados para el envío de esta munición prohibida por más de un centenar de países y Naciones Unidas
El presidente de Ucrania habló por videoconferencia con estudiantes de la UBA. Y pidió una mayor presión a Moscú desde América Latina.
Los idiotas útiles de Vladimir Putin
Vladimir Putin y el húngaro Viktor Orban, su mayor aliado en Europa (Reuters) (Bernadett Szabo/)A principios de mayo, el embajador ruso en Alemania celebró una fiesta en honor de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial. Entre los invitados a la embajada, un coloso de la época de Stalin que ocupa más territorio alemán que el cercano edificio del Parlamento, se encontraban numerosos dignatarios. El último jefe de la Alemania del Este comunista, Egon Krenz, que ahora tiene 86 años, se mezcló bajo las lámparas de araña con Gerhard Schröder, canciller de la Alemania unida de 1998 a 2005 (y, más recientemente, lobista de empresas energéticas rusas). Tino Chrupalla, colíder de Alternativa para Alemania (AfD), un partido de extrema derecha, llevaba una corbata con los colores de la Federación Rusa.La prensa alemana se burló un poco del acto, pero apenas se hizo eco de él. Diecisiete meses después de la guerra de Rusia contra Ucrania, la opinión pública aquí, como en toda Europa, considera abrumadoramente a Rusia como un agresor al que hay que rechazar, y a Ucrania como un defensor que merece ayuda. Cualquiera que haya sido su peso en el pasado, los diversos defensores de la influencia rusa se ven ahora disminuidos. Schröder, por ejemplo, presidió el consejo de administración de los gasoductos Nord Stream, ahora cerrados, que unían Alemania al gas ruso. El verano pasado, Rusia cerró las tuberías, que unos misteriosos saboteadores volaron. El ex canciller ha sido expulsado de clubes, desinvitado de los actos de su Partido Socialdemócrata (aunque sigue siendo miembro del partido) y despojado de las instalaciones de oficina proporcionadas por el gobierno. En cuanto a Chrupalla, la complicidad del líder del partido con Rusia no sólo molestó a los tabloides alemanes. Mensajes filtrados revelaron la consternación entre los diputados de su propio partido.Sin embargo, aunque el esfuerzo de Rusia por proyectar su poder de persuasión en Europa no ha tenido éxito, tampoco ha fracasado del todo. Una subcultura de lo que los alemanes denominan Putinversteher -simpatizantes que “entienden” al líder ruso Vladimir Putin- prospera al margen de la corriente dominante. En toda Europa, sus murmullos forman un leitmotiv en el estruendo de las quejas sobre problemas aparentemente inconexos, como la inflación, el desmoronamiento de los servicios públicos, las regulaciones excesivas y el miedo a la inmigración. Los gruñones apenas han empezado a cuestionar la magnitud de la generosidad de sus gobiernos con Ucrania, que en febrero de este año ascendía a más de 60.000 millones de euros (65.000 millones de dólares) en ayuda económica y militar de Bruselas y los distintos miembros de la UE (y 70.000 millones de euros si se añade Gran Bretaña, una suma aproximadamente igual a la contribución de Estados Unidos). Pero si la lucha de Ucrania se prolonga demasiado o sale mal, hay muchos esperando entre bastidores para asumir el juego de las culpas.El espectro de los idiotas útiles de Europa, término de la guerra fría para referirse a los aliados involuntarios del comunismo, es amplio. En política, los partidos de extrema derecha y de extrema izquierda discrepan en muchas cosas, pero en Ucrania estos extremos han convergido a menudo en la exigencia de una “paz” instantánea que, de hecho, recompensaría la agresión rusa con tierras. En los medios de comunicación y en el mundo académico, los intelectuales todavía parecen contentos de ignorar las pruebas de las intenciones imperiales de Rusia y su deriva hacia la criminalidad, y en su lugar lamentan el enredo europeo en lo que interpretan como una guerra por poderes entre Estados Unidos y Rusia, o quizás, especulando aún más, entre Estados Unidos y China. Y en el mundo de los negocios, a pesar de las múltiples rondas de sanciones occidentales, Rusia sigue teniendo muchos “amigos”.Tino Chrupalla, líder de la ultraderecha alemana (Reuters) (MICHELE TANTUSSI/)Entre los partidarios de Putin figuran varios gobiernos europeos. Viktor Orban, primer ministro de Hungría desde 2010, ha sido el más evidente. Este hombre fuerte y populista ha criticado repetidamente el apoyo occidental a Ucrania y ha mantenido las importaciones húngaras de gas ruso. Su gobierno también se niega a permitir el tránsito de armas entregadas a Ucrania por los miembros húngaros de la OTAN y la UE. La vecina Austria, de forma más discreta pero igualmente provechosa, también se ha mantenido al margen de la lucha, alegando su no pertenencia a la OTAN y su autoproclamado papel de puente entre Oriente y Occidente, ofreciendo poca ayuda a Ucrania, aunque su comercio con Rusia ha aumentado vertiginosamente.Grecia, otro miembro de la UE, está cumpliendo las sanciones impuestas por la UE, pero se ha resistido a endurecer las relativas al transporte de petróleo ruso, quizá porque las empresas griegas se embolsan mucho con este comercio. Sólo recientemente, y bajo la fuerte presión estadounidense, Chipre, un paraíso financiero offshore, cerró unas 4.000 cuentas bancarias locales de rusos. Con menos presión, países no pertenecientes a la UE como Turquía y Serbia ni siquiera se molestan en disimular el lucrativo servicio de puerta trasera que prestan a Rusia.Algunos países han transformado intenciones aparentemente nobles en políticas que calientan el corazón de Putin. Invocando su cacareada neutralidad, Suiza ha esgrimido arcanas leyes locales para bloquear el suministro de armas a Ucrania, incluidos 96 tanques Leopard inactivos que se encuentran en Italia y que pertenecen a una empresa privada suiza. En Suecia, la policía ha dado luz verde a la quema pública del Corán. Esto no sólo ha irritado enormemente a Turquía, de mayoría musulmana, que ejerce el derecho de veto sobre la candidatura sueca a la OTAN. El propio Putin trolleó alegremente a los suecos. En un viaje a Daguestán antes de las vacaciones de Eid a finales de junio, Putin se hizo filmar sosteniendo tiernamente un Corán, mientras explicaba que según la ley rusa es un delito profanar objetos sagrados.Pero incluso los ladrillos que parecen sólidos en el supuesto muro europeo de apoyo a Ucrania pueden desmoronarse. Eslovaquia, por ejemplo, ha sido un conducto vital para la ayuda occidental y recientemente prometió su flota de 13 cazas Mig-29 de la era soviética a la fuerza aérea ucraniana. Pero las encuestas muestran que el partido de Robert Fico, un izquierdista rusófilo que ha culpado a los “fascistas ucranianos” de provocar a Putin, tiene posibilidades de ganar las elecciones nacionales previstas para septiembre.Francia es uno de los pilares de la OTAN y de la UE. Sin embargo, un grupo parlamentario francés reprendió recientemente a Marine Le Pen, la candidata más cercana al presidente Emmanuel Macron en las elecciones del año pasado, por repetir como un loro la propaganda rusa tras la anexión de Crimea en 2014. Le Pen niega enérgicamente que su defensa de Putin tenga algo que ver con los 9 millones de euros en préstamos que su partido recibió ese año de bancos controlados por Rusia. Le Pen ha condenado la invasión rusa de Ucrania, pero el pasado octubre, siete meses después del inicio de la guerra, declaró que las sanciones a Rusia no están funcionando.Marine Le Pen y Vladimir Putin, en la campaña de 2018 (Reuters) (REUTERS/)En Italia, aunque la primera ministra de extrema derecha, Giorgia Meloni, es una firme partidaria de Ucrania, Matteo Salvini, que lidera el segundo partido más grande de su coalición, es otro opositor a las sanciones y, al menos hasta la invasión, era un declarado admirador de Putin.Alemania, como Francia, parece un pilar fuerte. Sin embargo, el AfD, descrito sin rodeos por el jefe de la agencia de inteligencia interna del país como propagador de la narrativa rusa, ha ido subiendo en las encuestas de intención de voto. Ahora está empatado a puntos en el segundo puesto con los socialdemócratas en el poder. En el polo político opuesto, Sahra Wagenknecht, una telegénica izquierdista y pacifista a ultranza, afirma que los encuestadores le dicen que podría ganar entre el 19% y el 30% de los votos nacionales alemanes. Aunque el apoyo público a la ayuda a Ucrania sigue siendo fuerte, la tendencia es a la baja.Las narrativas de los idiotas útiles son sorprendentemente resistentes. Sus principales argumentos -que la OTAN “provocó” los repetidos ataques de Rusia y la eventual invasión de Ucrania, que Ucrania es una entidad artificial implantada en un territorio que pertenece legítimamente a Rusia, y que Estados Unidos echa alegremente leña al fuego para vender armas y mantener su hegemonía mundial- resuenan de diversas maneras. Una es lo que los italianos llaman benaltrismo o whataboutery: la OTAN atacó Serbia en 1999 y Libia en 2011, además Estados Unidos invadió Irak y Afganistán, así que ¿cuál es el problema si Rusia se porta mal? Otra variedad es el dietrismo, la noción de que debe haber alguna historia “interna” detrás de los acontecimientos: Wolfgang Streeck, sociólogo alemán, escribe en la New Left Review que el propósito oculto de la crisis es preparar el terreno para poner a una UE temerosa bajo el pulgar de una OTAN inflada.Sin embargo, lo que parece unir a la extrema derecha, la extrema izquierda y la oposición “intelectual” de Europa a la política occidental es algo más simple. Se trata de un anticuado antiamericanismo al estilo de la guerra fría. Chrupalla, nacido en Alemania del Este, por ejemplo, insiste en que los estadounidenses se han beneficiado de la guerra de Ucrania al obligar a Alemania a cambiar el gas natural ruso por gas licuado más caro enviado desde Estados Unidos. Pero esto es una trampa, insinúa, porque la energía estadounidense importada es tanto más cara que los fabricantes alemanes tendrán que trasladar la producción a Estados Unidos. Wagenknecht, su rival de izquierdas, cree que Estados Unidos forzó la guerra contra Rusia al intentar atraer a Ucrania a su “esfera de influencia”.En un reciente mitin político cerca de Berlín, Olaf Scholz, canciller de Alemania, se encontró abucheado por un coro de fornidos pacifistas que le gritaban “¡Calentólogo!”. Normalmente educado, de voz suave e imperturbable, Scholz replicó al micrófono que era Putin quien quería destruir y conquistar Ucrania. “Si ustedes, bocazas, tuvieran un poco de cerebro, sabrían quién es el verdadero belicista”.© The Economist 2023
Los espías de Estados Unidos tenían información desde hacía dos semanas. Sólo la compartió con Gran Bretaña. Dudas y especulaciones.
El presidente ruso dijo que la actitud de Yevgeny Prigozhin es “una puñalada por la espalda”.
Escepticismo en la OTAN con la guerra
Este año los ministros de Defensa de la OTAN volvieron a reunirse de manera virtual (Foto: REUTERS/Johanna Geron) (JOHANNA GERON/)El 25 de mayo se realizó la reunión mensual del Grupo de contacto Ramstein -una base aérea estadounidense en Alemania- que coordina el apoyo militar a Ucrania de la OTAN y sus aliados. Se realiza a nivel de ministros de Defensa de los 31 países de la OTAN y sus 19 aliados en este conflicto de Asia, África y Oceanía. La reunión se realizó en forma virtual, desde la sede de la alianza atlántica en Bruselas. Participó el jefe del Pentágono, General Lloyd Austin, y el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, el General Mark Milley.La resolución más importante adoptada fue la de comenzar a entrenar a los pilotos ucranianos en el uso de los cazas F-16, insistentemente reclamados por el presidente Zelensky. Austin sostuvo que los ucranianos tendrán que mantener los aviones y encargarse de que tengan la munición necesaria. Dijo también que los sistemas de defensa antiaérea siguen siendo los más necesarios para la defensa del país antes que los F-16. Milley; a su vez, coincidió en bajar la expectativa sobre los aviones diciendo que “no hay armas mágicas”, explicando que proveer 10 aviones con el entrenamiento de los pilotos, cuesta 2.000 millones de dólares. También sostuvo que “los rusos tienen 1.000 aviones de cuarta o quinta generación, así que si se va a pelear en el cielo, se va a necesitar una cantidad sustancial de estos aviones”. Y agregó que “tomará una cantidad considerable de tiempo construir una Fuerza Aérea que sea del tamaño, magnitud y escala necesarios” para Ucrania. En ese sentido, aseguró que que ya trabaja en el proyecto con Dinamarca y Holanda y que Portugal, Polonia, Bélgica y Noruega, quienes han ofrecido hacerlo.Respecto a la esperada contraofensiva ucraniana, Milley dijo que los objetivos militares de Kiev no parecen alcanzables en el corto plazo. El General Austin explicó que las fuerzas ucranianas enfrentan 200.000 hombres de Rusia, ocupando los territorios que pretende recuperar. Ello podría hacerse militarmente pero no en el corto plazo, coincidiendo con Milley. Éste, a su vez, sostuvo que “el conflicto continuará, va a ser sangriento, va a ser duro”. Como dijera el 10 de noviembre y el 30 de enero, manifestó que “en cierto momento ambas partes aceptarán negociaciones para una solución o llegarán a una conclusión militar”. “Seguiremos apoyando a Ucrania en su lucha por la libertad”, se comprometió y explicó que EEUU no libra una guerra contra Rusia, tampoco la OTAN lo hace, sino que se trata de una guerra entre Rusia y Ucrania, y esta tiene el apoyo de ambos.Los dirigentes de la OTAN evaluaron donarle una flota de aviones de guerra a Ucrania, para trasladar el enfrentamiento a los cielos (AP Foto/Mindaugas Kulbis) (Mindaugas Kulbis/)En la misma línea que la conducción militar norteamericana, se expresó el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas checas, General Karel, quien dijo que “el resultado de la guerra depende no solo de los tanques y los vehículos blindados. Hay demasiadas incógnitas aquí”. Sostuvo, además, que nadie puede predecir cómo terminará la anunciada contraofensiva ucraniana. Karel dijo al diario alemán Bild: “Personalmente, creo que debemos prepararnos para un mal escenario. Una guerra larga”. Agregó que los gobiernos de Occidente deberían preparar a sus sociedades para el hecho de que esta guerra pueda prolongarse durante años.Pero no se trata de opiniones aisladas, sino que tienen eco en otros jefes militares de EEUU y otras fuerzas de la OTAN. El general estadounidense Christopher Cavoli, jefe del Mando europeo de su país, sostuvo que si bien las Fuerzas Armadas rusas habían tenido muchas pérdidas, estaba con su estructura intacta, destacando que la Armada y las Fuerzas Aéreas, Espaciales y Cibernéticas están intactas. Realizó estas manifestaciones en una Conferencia de Seguridad realizada en la ciudad de Tallin, Estonia.A su vez en declaraciones al diario The Telegraph, el jefe del Estado Mayor de la Real Fuerza Aérea británica, mariscal de Aire Mike Winston, advirtió que Rusia puede transformarse en una amenaza directa para el Reino Unido si fuera derrotada en Ucrania y perdiera los territorios que ha ocupado. Sostuvo que las capacidades aéreas, navales y submarinas de las Fuerzas Armadas rusas no han sido afectadas y eso debe ser tenido en cuenta. Winston afirmó que una Rusia derrotada en el frente terrestre se tornará más vengativa, diciendo “tendremos una Rusia herida, vengativa y brutal, cuyos medios para dañarnos son a través de ataques aéreos, ataques con misiles y ataques submarinos”. Por esto mismo, planteó que el problema no es solo Putin, sino que hay muchos funcionarios dispuestos a reemplazarlo y los sucesores podrían ser aún más belicistas. Agregó que una Rusia humillada por Ucrania, podría incluso exacerbar esa amenaza.Desde el organismo internacional no descartaron la posible caída de Putin, si Ucrania llegara a ganar el conflicto bélico (Foto: REUTERS) (SPUTNIK/)El Jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense se manifiesta escéptico respecto a un triunfo rápido en Ucrania, pero a la vez se muestra firmemente solidario en el incremento del techo de la deuda. Milley se ha mostrado en los últimos meses coincidentes con la visión de Kissinger, expresión del pensamiento estadounidense “realista” en relaciones internacionales. En términos históricos contemporáneos, se asemeja a las posiciones que planteaba su predecesor, el General Collin Powell, frente a la guerra de los Balcanes y a los que mostró en los primeros años de este siglo en la guerra de Irak. Milley el mismo 25 de mayo advirtió sobre las consecuencias negativas muy significativas que tendría para la seguridad nacional la eventual suspensión de pagos por parte de EEUU. Dijo que afectaría los salarios del personal, la moral de las tropas, los sistemas de armas, los contratos y el nivel de adiestramiento. Agregó que los ejercicios a gran escala que se realizan en los centros de entrenamiento -como los que en estos días se realizan con Corea del Sur- podrían suspenderse o ralentizarse. Por eso, dijo que también se vería menguado el prestigio internacional del país. Milley agregó que los más perjudicados serían, en el caso de un impago de deuda, las familias, los beneficiarios de la seguridad social del ámbito militar y el personal de las Fuerzas Armadas. Los republicanos respondieron afirmando que el área de defensa debía quedar al margen del impago.En conclusión, los mandos militares de la OTAN se muestran escépticos sobre una resolución rápida de la guerra de Ucrania, mientras que la conducción política se muestra más confiada en ello.Seguir leyendo:La invasión a Ucrania y su impacto en el gasto militar globalQué implica la salida del jefe militar más importante de la OTANLa guerra se empantana en Ucrania que reclama más apoyo
Ilham Aliyev, presidente de Azerbaiyán (Sputnik/Alexei Danichev/Pool via REUTERS) (SPUTNIK/)Pese a los recientes acercamientos entre Azerbaiyán y Armenia, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, volvió a lanzar una amenaza contra los armenios de Nagorno Karabaj al advertir que deben renunciar a sus ambiciones separatistas y someterse a la legislación de Bakú, que este domingo celebró el Día de la Independencia.“Les queda (a los armenios de Karabaj) solo una vía: someterse a la legislación de Azerbaiyán y convertirse en ciudadanos respetuosos de las leyes del país”, dijo Aliyev en Lachín ante el primer grupo de azerbaiyanos que regresó a esa ciudad tras su desocupación como resultado de la guerra azerbaiyano-armenia de 2020.Lamentablemente, agregó el mandatario en su intervención difundida en la redes sociales, los armenios de Nagorno Karabaj esperan que “alguien libre una guerra contra Azerbaiyán”, esperanzas que calificó de “desvaríos”.Alliyev llamó a los armenios de Karabaj a disolver sus estructuras, incluido el Parlamento, al que Bakú le niega toda legitimidad.“Todos saben que tenemos las capacidades necesarias para lanzar cualquier tipo de operaciones en esta región”, advirtió el jefe de Estado.Instó, además, a dirigentes de los armenios de Karabaj a entregarse a las autoridades del país, ya que “solo en ese caso se podrá hablar de una amnistía”.Militares de Azerbaiyán en Lachín, Nagorno Karabaj (Europa Press) (MINISTERIO DE DEFENSA DE AZERBAI/)El jefe del Estado destacó que después de que Ereván reconociera la integridad territorial de Azerbaiyán “prácticamente no quedan obstáculos” para la firma de un tratado de paz con Armenia.“Incluso si no llegara a firmarse el tratado de paz, nosotros viviremos en condiciones de seguridad”, dijo Aliyev, que resaltó la actual fortaleza de Azerbaiyán.Armenia y Azerbaiyán trabajan desde hace meses en un tratado de paz con la mediación de Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos, y en paralelo tratan de delinear la frontera común (pendiente desde la independencia de la URSS en 1991) y de desbloquear las comunicaciones.Los dos países, con la ayuda de Rusia, pusieron fin en noviembre de 2020 a una guerra de 44 días por el control de Nagorno Karabaj, la región montañosa causa de un conflicto que se arrastra desde fines de la pasada década de los 80.Nagorno Karabaj está reconocido internacionalmente como territorio azerbaiyano, pero está habitada por armenios étnicos.Ereván perdió en la última guerra el control sobre más de dos tercios de los territorios en el Karabaj y sus alrededores, pero conserva la comunicación con el enclave a través del corredor de Lachín, protegido por tropas de paz rusas.En medio de esta tensiones, el gobierno de Armenia informó en los últimos días que dispuesto a reconocer el enclave de Nagorno Karabaj como parte de Azerbaiyán si Bakú garantiza la seguridad de su población de etnia armenia.Rusia oficia como mediador entre Armenia y Azerbaiyán (Russian Foreign Ministry/Handout via REUTERS) (RUSSIAN FOREIGN MINISTRY/)“Los 86.600 km2 del territorio de Azerbaiyán incluyen Nagorno Karabaj (…) Si nos entendemos correctamente, entonces Armenia reconoce la integridad territorial de Azerbaiyán dentro de los límites nombrados y Bakú, la integridad territorial de Armenia en 29.800 kilómetros cuadrados”, dijo el primer ministro Nikol Pashinyan, en una conferencia de prensa, según Ostorozhno Novosti.El medio lo citó diciendo que estaba dispuesto a hacer esto -en efecto, aceptar las fronteras internacionalmente reconocidas de Azerbaiyán- si se garantizaban los derechos de los armenios de Nagorno Karabaj. Afirmó que la cuestión debía debatirse en las conversaciones entre ambos países.“Armenia sigue comprometida con la agenda de paz en la región. Y esperamos que en un futuro próximo lleguemos a un acuerdo sobre el texto del tratado de paz y podamos firmarlo”, dijo, según TASS.Con información de EFE y ReutersSeguir leyendo:Armenia amenazó con abandonar la alianza militar liderada por Rusia si concluye que es “incompetente”Armenia reconocerá Karabaj como parte de Azerbaiyán si se garantiza seguridad de armeniosNagorno Karabaj: la resistencia armenia entre el temor a un nuevo genocidio