La película Argentina, 1985 dio lugar a un debate sobre cómo contar la historia del Juicio a las Juntas. Aquí, otro testimonio sobre la lucha de aquellos años.
Category: opinión
Vino el sucesor de Angela Merkel y pasó lo que no tenía que pasar: el ministro de Economía no fue, la sala sin aire acondicionado y golpazo de Gabriel Rubinstein.
escucharescucharMismo escenario, mismo mes, mismo tiempo faltante hasta las elecciones presidenciales. Lugar: Ruta 2, camino a Mar del Plata. Comparativo enero de 2015 versus enero de 2023.Entonces quienes manejábamos hacia la costa fuimos sometidos a una experiencia inédita y sufriente: al menos hasta Dolores, la cartelería a favor del candidato oficialista, Daniel Scioli, era apabullante, continua, sin respiro. Los acompañantes, al menos, contaban con la posibilidad de cerrar los ojos y hasta dormir, pero no los conductores. En alrededor de dos horas se colaban en nuestra mirada sin pedir permiso gigantografías de quien hoy es embajador argentino en Brasil (y expectante candidato en las sombras para los comicios de este año si se le abre, una vez más, esa posibilidad). Insoportable monotema durante tanto tiempo, inclusive para quien estuviera dispuesto a votarlo.Primera diferencia en idéntico recorrido en estos días: mal puede hacer el oficialismo lo mismo que entonces ya que todavía no cuenta ni por asomo con uno o varios candidatos concretos para seguir al frente de la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre de 2023. Los nombres que se barajan son pocos y difusos, en contraste con Juntos por el Cambio, que los tiene en claro y en cantidad. A lo sumo aparecen de cuando en cuando modestos y diminutos recordatorios de alguna intendencia bonaerense o del propio gobernador Axel Kicillof. No más que eso.Pero aun cuando en la principal fuerza de la oposición ya se han lanzado al ruedo Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich (en menor medida, María Eugenia Vidal) es mínimo, o nulo, el proselitismo de ese trío en el camino a Mar del Plata. Surcando el cielo de las playas de la Feliz, un avioncito pasa barrileteando una pancarta que dice “Morales 2023″ (por el gobernador cambiemita de Jujuy). ¿En serio cree el presidente del radicalismo que es un buen método para abrirse paso en la muy competitiva interna de JXC? ¿Sus cráneos proselitistas estarán convencidos de que cada mirada de veraneante que se pose en su aérea publicidad garantizará un voto?Todo pinta austero por el momento o los candidatos eventuales o seguros han resuelto romper el chanchito de sus ahorros (o, más bien, de los poderosos aportantes de sus respectivas campañas) más cerca del momento de las definiciones.Eso sí: ponen, y mucho, el cuerpo, que es gratis (salvo el cansancio y lo que cuesta movilizarse y dormir lejos de casa) y todo ese despliegue lo vuelcan en las redes sociales, que también son rendidoras y económicas.Los dos jugadores principales del espacio oficialista y de su contrapartida opositora (Cristina Kirchner y Mauricio Macri, respectivamente) no definen aún qué van a hacer. La actual vice zigzaguea: dice primero que no va a ser candidata a nada y después que está proscripta (algo que no es verdad en la práctica, ya que la condena por corrupción que recibió en el juicio por Vialidad no está firme y nada le impide participar de los próximos comicios).Ocurre que ha dado cuenta que mantenerse inflexible en su primera afirmación puede acarrearle dos graves consecuencias: 1) si no aspira nuevamente a ser senadora puede perder su libertad si no contara con fueros y el fallo termina confirmado y 2) negar la ilusión a su núcleo duro, que no ceja de vivarla con el repetitivo “¡Cristina, presidenta!”, es debilitar aún más las remotas chances de ganar que al menos por ahora tiene el Frente de Todos.¿Y qué pasa con Macri? El expresidente, invariablemente, responde así a quienes lo apuran para que despeje el camino a quienes pretenden emularlo en pos del premio mayor: “¿Cómo me voy a bajar de lo que nunca me subí?”Para el fundador del PRO, las internas son un mecanismo para crecer vigorosamente. Lo experimentó en carne propia en 2015 cuando les ganó las PASO a Elisa Carrió y a Ernesto Sanz. También cuando le permitió desarrollar músculos a Horacio Rodríguez Larreta al fogonear su competencia con Gabriela Michetti por la jefatura de CABA. Lejos de mantenerse neutral, en aquella ocasión, Macri terminó señalando a HRL como su preferido e inclinó la balanza a su favor.Por el momento Macri parece más volcado a darle volumen y vigor a la nueva interna presidencial de su fuerza al sumar a María Eugenia Vidal como tercera en discordia, a la que se vislumbraba como una final cuerpo a cuerpo entre Larreta y Bullrich. Si los tres llegaran a las PASO pueden suceder dos cosas: una buena, que JXC sea la fuerza que acumule más votos y una mala, que el candidato de otra ideología (kirchnerista o el propio Javier Milei) sea el más votado y acapare los principales titulares.Más allá de que a Juliana Awada (y ahora también a Antonia, su hija menor, de once años) no les atraiga la idea de que Macri pueda volver a ser presidente (en cualquier caso no será determinante ese factor) crece la sensación que más que competir, se reservará el papel de “gran elector” y persona de consulta de un próximo gobierno de su propio signo.Lejos del incómodo papel de “jarrón chino” que se le suele asignar a los expresidentes, lo cierto es que Macri se mueve como candidato, pero su minué de últimos gestos, fotos y aseveraciones va inclinando la balanza hacia Patricia Bullrich. Cree, como Larreta, que hay que armar una mayoría, pero que tiene que ser nítida y no confusa o resbaladiza. No cualquier mayoría. Y que esta vez, el cambio tiene que ser profundo, claro y veloz.Pablo SirvénConforme a los criterios deConocé The Trust Project
Se le clava un puñal a la democracia
El ministro cometió dos macanas. Una política con los camioneros y otra económica con la recompra de bonos.
escucharescucharCiudadana ilustre de millones de hogares argentinos, la heladera Siam a bolita ya es un clásico inoxidable, impregnado en el imaginario social. La empresa hoy es sinónimo de industria nacional. Y de homenaje. Un libro y una película aguardan la señal de largada para celebrar al ícono que marcó a varias generaciones y se posicionó como uno de los hitos de la producción nacional. A 77 años de su lanzamiento (se empezó a fabricar en 1946), un padre y una hija se sumergieron en el rescate emotivo de la heladera y de la marca Siam, que hoy forma parte del grupo Newsan (que incluye también a Noblex, Atma, Philco y Sanyo). Se tratan del presidente de la firma, Rubén Cherñajovsky, uno de los empresarios más influyentes del país, y Florencia Cherñajovsky, investigadora y curadora de arte. SIAMImpulsada por el deseo de recuperar la historia de la empresa Siam, Florencia se puso al hombro una búsqueda que de tan minuciosa podría llamarse arqueológica. Y a Rubén le gustó tanto la idea que soñaron en grande. Este año publicarán el libro Fabricar Futuro, que repasará los orígenes de las firmas tecnológicas de Newsan. Además, se estrenará el filme experimental El Evangelio según las máquinas.El entusiasmo y la búsqueda de documentos llevaron a Florencia a Mercado Libre, donde compró publicidades originales, revistas y sobre todo descubrió los códigos propios de la tribu de fanáticos. “Son coleccionistas seriales, tienen pilas de revistas de piso a techo. Ahí caí en la cuenta del peso social y cultural de la marca. Siam generó un sentimiento de pertenencia muy fuerte”, dice Entre publicidades de época, piezas únicas y repuestos por los que una legión de restauradores vintage lo daría todo, Rubén y Florencia conversaron con La Nación sobre las razones por las cuales una heladera robusta, con refrigerador y compartimentos –toda una novedad para la época– mantiene un peso simbólico sostenido en el tiempo. “Investigar el pasado desde un abordaje multidisciplinario fue el punto de partida para rescatar la historia, reactivar aquellos puntos representativos de la cronología. Por eso convocamos para el libro a la Fundación IDA (Investigación en Diseño) y al cineasta Mariano Llinás (director de La Flor, entre otras películas) para que desarrolle una pieza audiovisual. No es un mero corto institucional”, señala Florencia. ¿Cómo fue que una simple decisión de diseño revolucionó el mercado de las heladeras hogareñas? La manija con bolita trascendió al producto. Esa esfera que hoy es objeto de culto definía el gesto de la Siam 75, y fue uno de los repuestos más pedidos. El “símbolo de calidad” tenía un número, el 9510/8895. La pieza gráfica que alentaba a los usuarios a renovarla era contundente: “Si Usted tiene que comprar una heladera y piensa vivir en Argentina, compre una gran marca nacional. Compre Siam”, rezaba uno de los anuncios elaborados por Julio Llinás, el padre de Mariano, que trabajó en la agencia Agens. De acuerdo al relevamiento realizado por los Cherñajovsky y el investigador Wustavo Quiroga, también existió una versión de esta heladera diseñada por Aldo Brovarone, profesional italiano que trabajó luego en la fábrica Pininfarina, reconocida empresa de automóviles con sede en Turín. Brovarone sustituyó la bochita por una palanca de cambios. Y no fueron pocos los chicos que jugaban a manejar un auto cada vez que abrían la heladera. “Brovarone trabajó en 1949 para Siam antes de iniciar su reconocida trayectoria en el diseño automovilístico”, destaca Quiroga.SIAM“Florencia tuvo la idea brillante de sistematizar la documentación histórica de la empresa, que estaba muy desordenada. Aparecieron archivos de todo tipo, planos originales de detalles técnicos en estado total de abandono. Su clasificación fue clave”, dice Rubén, padre orgulloso. El entusiasmo y la búsqueda de documentos llevaron a Florencia a Mercado Libre, donde compró publicidades originales, revistas y sobre todo descubrió los códigos propios de la tribu de fanáticos. “Son coleccionistas seriales, tienen pilas de revistas de piso a techo. Ahí caí en la cuenta del peso social y cultural de la marca. Siam generó un sentimiento de pertenencia muy fuerte”, destaca. Reliquia familiarA Marcelo Romeo, gerente de Marketing de Newsan (cuya trayectoria en Noblex inspiró la película El Gerente), las publicidades de la época le siguen resultando inspiradoras. “Rescatan valores imprescindibles que siempre queremos retomar, tanto por el servicio al consumidor como por el diseño de industria nacional”, apunta. Y recuerda que en su casa ponían a secar la ropa sobre el motor de la Siam. “Es que calentaba muchísimo”, dice sobre la joyita que aún atesoran muchísimas familias. Las primeras heladeras que salieron de fábrica tenían gabinetes de madera, ya que se desarrollaron para establecimientos comerciales como carnicerías y restaurantes. De acuerdo a la investigación del equipo de Fundación IDA, Siam toma fuerza con la crisis internacional que limitó las importaciones en 1929. La actividad industrial vivió una etapa de crecimiento que en 1943 aventajó las ganancias del sector agrícola y ganadero por primera vez en la historia.¿Cómo fue que Siam llegó a Newsan? “La situación de la fábrica me tocó una fibra irracional. No tenía ningún sentido lógico”, relata Cherñajovsky. Y agrega que en 2012, en un momento en que la firma atravesaba una crisis que amenazaba ser terminal, un gremialista le pidió ayuda para evitar el desastre. “Un día visité la fábrica, que era una ruina. No me lo olvido más porque llovía a cántaros, lo cual le daba un marco de más destrucción todavía. Pero yo, que me había negado a encarar línea blanca de electrodomésticos por la competencia con Brasil, me metí hasta la médula”, revela el empresario, que a los 19 años dudó entre ser psicoanalista o comerciante. “Me debatía entre el arte, el tenis y los negocios. Cuando me di cuenta que iba a ser un jugador mediocre me bajé. Tampoco era brillante en los estudios. Hoy es un sueño todo el camino recorrido. Jamás imaginé que iba a construir una empresa de esta magnitud”, confiesa.Siam fue absorbida por Aurora Grundig en 1986 y matriculada como Cooperativa CIAM en 1997 para la fabricación de heladeras. En 2013 fue adquirida por Newsan y un año más tarde reinauguró su planta de Avellaneda, tras una fuerte inversión tecnológica. Pero la historia arranca mucho tiempo antes. Torcuato Di Tella tenía 14 años cuando llegó a la Argentina, desde Italia. Cinco años después, en diciembre de 1911, a raíz de una huelga realizada por panaderos de la ciudad de Buenos Aires en reclamo de mejores condiciones laborales, se resolvió que todas las panaderías debían tener máquinas para amasar pan. Viendo en esta situación una oportunidad, el joven Di Tella y el mecánico Guido Allegrucci fabricaron la primera máquina amasadora de pan del país, destinada a satisfacer la flamante demanda de las panaderías porteñas, alrededor de 700 en esa época. SIAMDiversificaciónAsí, en plena etapa del modelo agroexportador, Di Tella y Allegrucci patentaron la primera máquina de amasar y fundaron S.I.A.M.: Sociedad Industrial de Amasadoras Mecánicas. Luego, en 1928, se inauguraría la planta de Avellaneda, usina de heladeras, motores y otro clásico, la Siambretta, el vehículo que los hijos desarrollaron para homenajear al fundador de la firma. Antes de arrancar la producción, y solo con un anuncio, miles de personas se anotaban en lista de espera y pagaban por anticipado. En tren de consolidar el archivo de la empresa, Florencia compró una Siambretta con sidecar y la donó a la Fundación IDA.“La coincidencia entre especialistas, empresas e instituciones por este rescate habla del interés por repensar la historia del país a través de las marcas y la relevancia de una matriz productiva que desarrolló productos que ya forman parte de la genética social”, valora Wustavo Quiroga, el investigador en diseño que dirigió la edición del libro. Y se pregunta si el camino recorrido por una heladera con una bolita en su manija hubiese trascendido la historia sin una industria detrás. “Y no, un diseño solo no soporta tanto peso histórico, hay que reivindicar el papel de los empresarios que siguen impulsando la industria nacional”, invita.Vivian Urfeig TemasEl BerlinésConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de El BerlinésNota mental. Inteligencia artificial y popularPerfiles. María Kodama, geisha y samuráiEntrevista. Eduardo Sacheri: “Vivimos concentrados en la realización individual de un proyecto que fue colectivo”
escucharescucharAlberto se merecía un fin de año así: a toda orquesta. Basta del milenario annus horribilis; a partir de ahora se hablará de annus Albertis, es decir, cuando avanzan los meses y se piensa que las cosas van a terminar muy mal y, de pronto, oh sorpresa, resulta que terminan mucho peor. Siempre ayudado por Cristina, y después por Massita, el benemérito profesor Fernández venía en una tozuda senda del error hasta que algo se escapó de sus cálculos: el triunfo argentino en Qatar. Imagino sus cavilaciones en esas aciagas circunstancias. Atribulado, se excedió en la dosis de kryptonita y alumbró, sucesivamente, un feriado nacional, el caótico recibimiento a la selección campeona del mundo, las humillantes gestiones para tener una foto con Messi y la Copa, y el blooper con el fallo de la Corte Suprema. Es muy fácil darse cuenta de cuándo el Presidente percibe que la ha pifiado en toda la línea: enseguida da una entrevista a un medio amigo para tratar, mi cielo, de explicar lo inexplicable (anteayer le tocó el turno a C5N, un canal muy futbolero: no le tiran preguntas, sino centros). Dicen que en los últimos días se lo vio más tranquilo: ya nadie podría enderezar el año que él definitivamente había estropeado.Nada más certero que la picardía popular para definir a personas y situaciones. Ayer leí en alguna red la mejor descripción de la estampida del blue: si ahorrás un peso por día, al cabo de un año podés comprarte un dólar. Una tal Macarena escribió en Twitter, a propósito de la violenta incursión de Grabois en Lago Escondido: “¿Saben cuántas hectáreas tiene Lewis ahí? 12.000. ¿Saben cuántas hectáreas tiene Lázaro Báez en Santa Cruz? 415.000″. En la mesa de un bar agregarían que el inglés las compró con su guita. Esa sabiduría que da la calle incluso puede ser profética. Cuando nuestros abuelos decían “el que nace para pito nunca llega a corneta”, adelantaban el juicio histórico sobre este mandato presidencial. También los tangos, en su poética sociología, presagiaban lo que nos iba a pasar en el annus Albertis. “Ya sé que estoy piantao / piantao / piantao” es un perfecto epitafio para la saga de reacciones del Gobierno por el fallo de la Corte que le ordenó devolverle a la ciudad de Buenos Aires fondos de la coparticipación: “no vamos a pagar”, “vamos a pagar con bonos”, “vamos a aumentar los impuestos para pagar con pesos”. En apenas cinco o seis días el Gobierno fue golpista, después fue tramposo y terminó siendo suicida: a quién se le ocurre subir los impuestos en un año electoral. “Cambalache” hizo puntería y dio en el blanco: “Lo mismo un burro que un gran profesor”.Cuando se lo ve a Alberto así, tan despistado, es imposible no recurrir a expresiones que pueden ser vulgares, pero también muy precisas, tipo “retrocedió en chancletas”, o “está en el horno”, o “para encontrarse la frente necesita un mapa”. Estudiantes de la Facultad de Derecho de la UBA pidieron suspenderlo como docente por el desacato a la Corte; pobre Alberto, el único profesor aplazado por sus alumnos.Hay gente malísima que se permite dudar sobre quién fue el verdadero destinatario de la ya célebre admonición de Messi: “Andá pa’ allá, bobo”.Tiene razón Ernesto Tenembaum: en el kirchnerismo “claramente no lo quieren a Messi”, al que Cristina no mencionó ni una sola vez en su discurso al inaugurar en Avellaneda el polideportivo Diego Armando Maradona; tampoco se cantó allí “Muchachos…”, el hit de La Mosca convertido en el himno argentino del Mundial. Qué feo, ¿no? Digo: cargar sobre tus espaldas –otra vez: en un año en el que se vota– el insoportable peso de no querer a Leo, el tipo más querible del mundo, la mayor figura que haya dado nuestro deporte, el genio que ahora es ícono y tatuaje. Ningún polideportivo llevará su nombre: serán Diego Maradona o Néstor Kirchner. ¿Y si a uno le pusieran “Alberto Ángel Fernández”? La única forma de que le den pelota.Marche un Waze también para Cristina, a la que sus propios camarógrafos mostraron en Avellaneda saludando entusiastamente a un paredón; a un paredón sin gente. Acostumbrada a moverse en olor de multitud, qué desgarro agitar las manos y tener como respuesta la insolente frialdad de un muro. Marchen bondis con militantes. En su dolido mensaje, la vice habló de proscripción. Creo que fue un error de tipeo: su candidatura a presidenta prescribió; se extinguió el plazo en que ella sola ganaba una elección. Las encuestas pueden terminar siendo más feroces que la sentencia de un Tribunal Oral. Andá pa’ allá, Cris.Se nos muere el horribilis 2022. Me pregunto cómo puede ser tan feo un año en el que salimos campeones del mundo. Hay que cambiarle la cara ya mismo. Nada de cruentos balances. Que el último día tenga otro color y otra música. Llega, por fin, 2023. Vamos, démosle la bienvenida. Cantemos todos el himno futbolero: Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar / se van Alberto y Cristina / Argentina vuelve a soñar.Carlos M. Reymundo RobertsConforme a los criterios deConocé The Trust Project
escucharescucharAbundan los indicadores del grado de devaluación política que ha experimentado el presidente Alberto Fernández en el año que está a punto de concluir. Uno de los datos más reveladores surge de la encuesta a líderes y formadores de opinión de la Argentina que difundió ayer la consultora Poliarquía. Más precisamente, cuando se analiza el ranking de argentinos más influyentes que, en esta ocasión, al igual que un año atrás, es encabezado por Cristina Kirchner. Pero lo novedoso no es ese dato, ni tampoco que Mauricio Macri ocupe el segundo lugar o que Sergio Massa se ubique tercero y llegue por primera vez al podio. Lo realmente llamativo es que el presidente de la Nación se sitúe apenas en el 17° puesto, cuando a fines de 2021 se ubicaba en el segundo lugar.Los autores de este estudio subrayan que es la primera vez que un presidente en funciones no figura entre los tres argentinos más influyentes. El trabajo de Poliarquía fue llevado a cabo entre el 2 y el 19 de diciembre, a través de una encuesta online a dispositivos fijos y móviles. Los 161 líderes de opinión encuestados fueron seleccionados aleatoriamente entre dirigentes nacionales, provinciales y locales; empresarios, periodistas y comunicadores; académicos e investigadores de universidades públicas y privadas; consultores y profesionales.Pero también las encuestas generales de opinión pública exhiben el deterioro de la imagen pública de Alberto Fernández a lo largo de este año. Por caso, las mediciones de Jorge Giacobbe indican que, mientras al comenzar el año el primer mandatario tenía una percepción positiva que rondaba el 20%, en el último sondeo llevado a cabo del 9 al 12 de diciembre entre 2500 personas consultadas mediante dispositivos móviles, el jefe del Estado apenas alcanzó el 11,8% de opiniones positivas. Su imagen negativa, en tanto, llegó ahora al 67,7%, en niveles bastante parecidos a los de principios de año.Encuesta de opinión pública – Giacobbe.Contrariamente a lo que sucede con el Presidente, Cristina Kirchner sigue siendo percibida como la personalidad más influyente según la visión de los líderes encuestados por Poliarquía, al tiempo que su imagen se mantiene en niveles bajos, pero sin experimentar este año la caída que sí sufrió Alberto Fernández. Puede explicarse este fenómeno por la existencia de un núcleo duro de votantes de la vicepresidenta, que le garantiza un más resistente piso de apoyo.Conocido el veredicto judicial que condenó a Cristina Kirchner a prisión por la causa Vialidad, la vicepresidenta anunció públicamente que no se presentará como candidata a nada en las próximas elecciones. La última encuesta de la consultora D’Alessio Irol-Berensztein, efectuada a principios de diciembre entre 600 personas entrevistadas en forma online, indagó sobre esta cuestión y reveló que el 61% cree que ese anuncio de Cristina Kirchner será susceptible de cambiar ante un “operativo clamor”, en tanto que el 26% considera que esa posición se mantendrá firme y el 13% no responde.Quienes menos creen en que Cristina Kirchner cumplirá su palabra y no será candidata son los votantes de Javier Milei (82%) y los de Juntos por el Cambio (77%). En cambio, quienes se declaran afines al oficialista Frente de Todos creen en un 52% que la vicepresidenta no modificará la postura que anunció, mientras que el 41% de ellos sí espera que cambie su posición ante un “operativo clamor”.Frente a la pregunta “¿Por qué cree que Cristina Kirchner no quiere ser candidata principalmente?” que formuló D’Alessio Irol-Berensztein, el 48% respondió “porque iba a perder de todas formas”, mientras el 14% contestó que “la altera haber sido condenada”. El 8% dijo que “lo hace para ir presa y volver más tarde al poder como Lula”, el 7% opinó que “es una estrategia política” y el 6% se inclinó por pensar que lo hizo “para no perjudicar al Frente de Todos”.Cuando la misma encuesta indagó entre la población consultada si la ausencia de Cristina Kirchner en las próximas elecciones podría cambiar su posible voto, es relevante que el 10% de los encuestados dijo que sí, porque solo pensaba votar al Frente de Todos por ella, al tiempo que el 19% señaló que no, porque apoyaría a la coalición gobernante aunque no esté ella como candidata. Otro 60% respondió negativamente, puesto que no pensaba votar por la actual vicepresidenta.Sin Cristina Kirchner como candidata, el 28% de la población cree que el peronismo será menos competitivo, frente al 17% que considera que será más competitivo y al 52% que entiende que será igualmente competitivo.Junto a la virtual ausencia de la expresidenta de la Nación en la arena electoral, surge otro fenómeno que interpela a toda la coalición gobernante: el nivel de insatisfacción del grueso de los votantes kirchneristas con Alberto Fernández.La aparente contramarcha que insinuó ayer el jefe del Estado, al admitir que cumplirá con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que ordenó devolverle fondos a la ciudad de Buenos Aires que dos años atrás habían sido transferidos de manera inconsulta a la provincia de Buenos Aires, provocó reacciones adversas entre la militancia kirchnerista, donde se juzgó la actitud de Alberto Fernández como “una claudicación ante la derecha”, que contradice la ofensiva de la vicepresidenta de la Nación contra la Corte Suprema.Si bien el Presidente aclaró que presentará un recurso de revocatoria de la decisión de los jueces del más alto tribunal de la Nación, los especialistas en derecho creen que está condenado a la derrota, por cuanto históricamente la Corte solo consideró admisibles esos recursos en aquellos casos en los cuales se advierten groseros errores materiales o de redacción, así como omisiones involuntarias que requiriesen ser subsanadas.Será, en tal sentido, trascendente lo que pueda llegar a decir hoy Cristina Kirchner en Avellaneda, en su primer acto público desde su condena judicial. Invitada por el intendente Jorge Ferraresi, la vicepresidenta inaugurará un polideportivo que llevará el nombre de Diego Armando Maradona y se espera que renueve sus críticas a la Justicia. Claro que la mayor expectativa estará una vez más cifrada en si también intenta marcarle la cancha al primer mandatario.Fernando LabordaTemasAlberto FernándezCristina KirchnerCorte Suprema de JusticiaActualidad políticaConforme a los criterios deConocé The Trust ProjectOtras noticias de Alberto FernándezLa desobediencia a la Justicia no será gratuitaMarcha atrás. El temor a los mercados, el papel de Massa y el miedo a las denuncias: los motivos del giro de Fernández“Hace todo a medias”. La Ciudad presentó un reclamo en la Corte y rechazó los bonos que anunció el Presidente